Un hotel, la nueva puerta para conocer el legado de la cultura jesuítico-guaraní

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Las Misiones Jesuíticas tuvieron su apogeo entre los siglos XVII y XVIII y dejaron un enorme legado cultural que es considerado patrimonio de la Humanidad. Los mejores retazos de esa riqueza están a la vista en San Ignacio y un circuito cercano entre Misiones, Paraguay y Brasil. Miles de turistas visitan las Misiones de San Ignacio para comprender ese enorme intercambio cultural. Pero ahora hay una nueva forma de sumergirse en la historia, palparla y hasta de sentir la presencia de guaraníes y de sacerdotes jesuitas.
El lugar está un poco más al norte, muy cerca de las Cataratas del Iguazú, escenario natural de la mítica “La Misión”, protagonizada por Robert De Niro y Jeremy Irons, allá por 1986. No se trata de vestigios, sino de una perla de la arquitectura moderna. El hotel Guaminí se erige imponente como una réplica de lo que fueron las ciudades construidas por los Jesuitas y recrea al detalle las Misiones Jesuíticas de San Ignacio. Al detalle.
Es como volver en la historia y ser parte de ella. El edificio es igual a lo que uno puede apreciar en los restos de San Ignacio Miní, desde el portal de acceso hasta las habitaciones. La recreación histórica está combinada con el mejor confort de la modernidad y una vista inigualable del punto de encuentro de las tres fronteras atravesadas por el caudaloso río Paraná.
Hay un patio interno en lugar de la plaza de armas y el restaurante tiene techos elevados como los salones centrales de las reducciones. Cada una de las 37 habitaciones contiene detalles externos e internos que evocan la fusión jesuítico-guaraní. Pero dentro, se encuentran los mejores elementos de la hotelería moderna, con tecnología de punta, televisiones plasma y confortables camas. Hay tres suites y una se encuentra adaptada para personas con capacidades especiales.
En medio del relax, el huésped tiene la posibilidad de recorrer la historia con un museo que guarda piezas históricas y otras réplicas. Lanzas, arcos, artesanía, instrumentos musicales y ceremoniales, una imprenta, armas y plantas forman parte de un moderno baúl de los recuerdos.
En pantallas especiales hologramas presentan breves explicaciones de tramos históricos que relatan la vida de los guaraníes, la llegada de los jesuitas y los conflictos desatados con las coronas española y portuguesa hasta la posterior expulsión de los religiosos. El museo posee cinco edificios de pequeña envergadura, todo ellos inspirados en distintos detalles de las misiones de la región. Su recorrido es al aire libre.

Por si fuera poco, una sala de cine envolvente, cuidadosamente ornamentada, permite ver una película con la historia del encuentro cultural entre guaraníes y jesuitas.
Después del recorrido histórico el visitante puede relajarse en las dos piscinas del hotel, una con una caída permanente hacia el río Paraná, especial para compartir momentos con una vista incomparable. La otra, más grande, para disfrutar con los chicos.
El restaurante está frente al río Paraná. Elevado sobre el terreno, goza de una excelente vista del Paraná mediante una moderna fachada de vidrio. En su interior también hay réplicas temáticas de la cultura jesuítico-guaraní. Tiene capacidad para más de 300 cubiertos. Su fachada exterior, hacia el resto del complejo, reproduce una fachada de iglesia, frente a ella se ubica un espacio abierto, que semeja a las plazas de las armas que había en las misiones.
El Guamini pertenece al Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina, que realizó la millonaria inversión para sus afiliados. El proyecto comenzó en el 2005 y las obras se iniciaron en el año 2008 para ser inauguradas em diciembre pasado.
El emblemático hotel está al cuidado de operadores locales y buena parte de sus trabajadores también son de Puerto Iguazú. La ciudad de las Cataratas suma a su oferta turística natural un hotel temático que permite al visitante conocer parte de la historia que le dio el nombre a Misiones. Una combinación ineludible para un turismo exigente.
Pero no todo es turismo. Guaminí, gerenciada por un joven licenciado en turismo oriundo de Andresito, pondrá en marcha um programa educativo y social, para que chicos de escuelas de toda la província, puedan conocer la historia jesuítica-guaraní mientras disfrutan de una merienda en el hotel.

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