
Un rebote económico heterogéneo: la construcción es la que impulsa
Escriben Guillermo Knass y Martín Leiva Varela, ECONEA, para Economis. Estando en el cuarto semestre tras el cambio de gobierno, la economía Argentina se encuentra inmersa en un rebote económico conforme al último dato publicado por el INDEC referido a la evolución del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que conforme al mismo, la actividad económica se expandió un 4% interanual en junio, siendo el mayor nivel de crecimiento en 22 meses, con lo que acumuló un avance de un 1,6% en el primer semestre.
Este crecimiento interanual anunciado por el Jebe de Gabinete, Marcos Peña, el cual resaltó que la “Argentina atraviesa una de las etapas de mejorías más clara de las últimas décadas”, cabe aclarar que esa expansión interanual del 4 % que compara el mes de junio de 2017 con respecto a junio de 2016, aún no logra recuperar los niveles de actividad de ese mismo mes del 2015, estando un 1,05 %, por lo cual nuestro país no está creciendo, sino más bien, está rebotando y comenzando a producir lo que antes no se estaba haciendo, dado que se compara con un año muy malo en producción de bienes y servicios que fue el 2016.
Asimismo, no todos sienten la mejora en la sensación térmica generada por el incremento en el nivel de producción actual con respecto al 2016, dado que aún no se advierte la llegada de la inversión que habían prometido las grandes empresas al inicio de la gestión del Ing. Mauricio Macri. Sin embargo, del mismo modo que ocurre con una recesión, también los rebotes pueden tener efectos inerciales, por lo tanto una vez que se verifican tienden a seguir, excepto que ocurra un shock externo que los revierta.
A su vez, este rebote carece de homogeneidad, dado que el sector de la construcción es el que tuvo un mayor aumento interanual del 13,19 %, estando por encima de la media en un 9,15 %, originado por un incremento en las erogaciones de capital por parte del Gobierno Nacional, con el fin de que el sector más dinamizador de la economía logre generar ese efecto derrame deseado para las elecciones que se aproximan, pero con un incremento del resultado financiero deficitario equivalente al 40,1 % en julio/17, que implica un mayor financiamiento externo acorde al nuevo paradigma.
La actividad industrial que tuvo un 2016 para el olvido, a partir de marzo de este año gradualmente está contemplando mejoras en su crecimiento interanual y los sectores que muestran mejor respuesta de actividad son aquéllos directa o indirectamente vinculados con la obra pública, la construcción privada, y con la fabricación de bienes de capital, en particular maquinaria agrícola.
Este incremento del nivel de la construcción se traduce claramente en un incremento del nivel de empleo, donde en junio de 2017, los puestos de trabajo del sector de la construcción alcanzaron a los 408.503, es decir, un 11,6 % por encima del mismo mes del año anterior que alcanzaba a los 365.970, pero se siguen empleando a menos de 18.776 personas de las que estaban registradas en junio de 2015.
La Provincia de Misiones que participa en el 2,4 % sobre el total de ocupados a nivel nacional, también tuvo una mejora en el nivel de ocupación del sector de la construcción, donde se recuperaron 935 puestos de trabajo en junio/17 si se lo compara con junio/16, con un incremento interanual del 10,47 %.
¿Y El consumo se recupera?
Según el informe de la CAME, el consumo aún no logra recuperarse y esto genera que la sensación térmica del crecimiento no sea la deseada, dado que las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron 0,3% en agosto frente a igual mes del año pasado y acumulan una baja anual del 2,6% para los primeros ocho meses del 2017.
Asimismo, las ventas de supermercados en el primer semestre de 2017 se contrajeron en términos reales en un -7,2%, superior a la baja del -1,1% del 2015. En tanto que la performance de las ventas en shoppings cayeron en un -12% en 2017.
Pero no debe omitirse para dicho análisis al índice de confianza del consumidor elaborado por la Universidad Torcuato Di Tela que muestra que la confianza de los consumidores en agosto/17 se incrementó en un 11,8 % con respecto al mismo mes del año anterior, lo cual denota que las perspectivas están mejorando en cuanto a las proyecciones futuras de la situación económica personal y de la economía en general de cada uno, pero la inquietud de todos será ¿es sustentable este crecimiento? ¿Existen las bases sólidas? O ¿nuevamente es el sector público el que impulsa este crecimiento a consecuencia de un incremento de la deuda externa?