La notable recuperación de Grecia
Escribe Kontantinos Hatzidakis / F&D FMI – Las fuertes reformas han convertido a Grecia en una de las economías de más rápido crecimiento de Europa.
Grecia, que alguna vez fue considerada como el talón de Aquiles económico de Europa, ahora está emergiendo como una historia de éxito improbable. Este notable cambio de tendencia está respaldado por tasas de crecimiento positivas que superan la media de la Unión Europea, un importante repunte de la inversión, unas exportaciones históricamente elevadas y una disminución del desempleo a niveles no vistos en más de una década. La política fiscal sigue siendo coherente, con superávits primarios crecientes, y la deuda pública ha disminuido casi 55 puntos porcentuales del PIB, uno de los descensos más pronunciados que Europa haya visto jamás.
Más allá de los indicadores fiscales y macroeconómicos, la transformación también tiene una dimensión cualitativa: un clima de negocios cada vez más favorable para los inversores, mejores condiciones de financiación, un Estado que está demostrando ser más hábil en la gestión económica y, por supuesto, el restablecimiento de la calificación crediticia de inversión de Grecia.
Este sólido desempeño económico no ocurrió en el vacío. Es el resultado de la implementación de la combinación de políticas adecuada: una política fiscal prudente para restaurar la confianza de los mercados, un esfuerzo sostenido para sanear nuestro sistema bancario y la finalización de reformas estructurales que fomenten el crecimiento.
Marcos competitivos
En el frente fiscal, hemos mejorado nuestro desempeño de manera constante desde la pandemia, con un superávit primario que alcanzó el 4,8 por ciento del PIB en 2024, lo que llevó a un superávit presupuestario general del 1,3 por ciento en ese año. Fundamentalmente, esto no se logró a través de una austeridad draconiana, sino a través del crecimiento económico y, lo que es más importante, de un esfuerzo decidido para combatir la evasión fiscal, que estimamos aumentó los ingresos en casi un 3% el año pasado.
En cuanto al sector bancario, hemos logrado sanear los balances y frenar la morosidad. Este importante hito ha permitido a los prestamistas griegos recuperar plenamente su papel esencial en la financiación de la economía real. Al mismo tiempo, los depósitos han aumentado de manera sostenida y la sólida rentabilidad ha fortalecido aún más los coeficientes de adecuación de capital. El éxito de la venta por parte del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera de sus participaciones en bancos locales, que atrajo un interés significativo de inversores extranjeros de renombre a largo plazo, es un voto de confianza tangible en el sistema bancario griego.
Con respecto a las reformas estructurales, hemos reducido los impuestos y las contribuciones a la seguridad social, aliviando así la carga tanto de las empresas como de los consumidores. Redujimos la burocracia simplificando los procedimientos de concesión de licencias y modernizando la legislación laboral, alineándola con las necesidades cambiantes de las empresas y los empleados. Establecimos uno de los marcos de incentivos más competitivos para la investigación y la innovación, incluyendo amortizaciones de hasta el 315 por ciento para gastos de investigación y desarrollo. Las privatizaciones han avanzado a un ritmo récord, generando ingresos públicos y, lo que es más importante, abriendo nuevas oportunidades para la inversión y la creación de empleo.
Introdujimos un marco de insolvencia de última generación —clasificado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como el que cumple con las mejores prácticas internacionales— que está ayudando a librar al sector privado de la deuda problemática, como lo demuestra la disminución del stock de deuda privada en términos absolutos y en relación con el PIB. La reestructuración del Fondo de Crecimiento, que gestiona los activos públicos, representa un paso más hacia un uso más eficiente de los recursos. Se han llevado a cabo reformas en todos los ámbitos, en particular en los ámbitos de la digitalización, la justicia, la educación, la mejora de las capacidades y el reciclaje profesional, el sistema de pensiones y las normas de transparencia.
Por supuesto, todavía nos queda camino por recorrer. No minimizamos los desafíos. La relación deuda/PIB de Grecia sigue siendo elevada, aunque con una estructura favorable y provisiones para tipos de interés, lo que mitiga los riesgos. La inflación, aunque está disminuyendo, sigue siendo persistente, especialmente en el sector servicios. La inversión está mejorando, pero sigue estando por debajo de la media de la UE, lo que pone de relieve la necesidad de una mayor movilización de capital. La productividad, aunque está aumentando, sigue estando por debajo de la media de la UE. Lo mismo ocurre con la participación en el mercado laboral, especialmente entre las mujeres. Y, por supuesto, debemos reforzar la resiliencia y la adaptabilidad de nuestra economía frente a los desafíos externos, incluidas las transiciones ecológica y digital y la creciente fragmentación económica mundial.
Agenda futura
Nuestro objetivo es garantizar que no se comprometan los progresos logrados con tanto esfuerzo en los últimos años. Es por ello que seguimos firmemente comprometidos con la prudencia fiscal. En los próximos años, anticipamos que mantendremos superávits primarios cercanos al 2,5% del PIB, y se proyecta que la relación deuda/PIB disminuirá en 20 puntos porcentuales adicionales para 2028. ¿Son estas previsiones demasiado optimistas? Si el rendimiento pasado es una indicación, todo lo contrario.
En los últimos años, la economía de Grecia ha superado sistemáticamente las expectativas, a menudo por un margen significativo. Además, estas proyecciones aún no tienen en cuenta el uso estratégico de nuestros importantes colchones de efectivo para el pago anticipado de la deuda, un pilar clave de nuestra estrategia de gestión de la deuda altamente eficaz.
El fortalecimiento del cumplimiento tributario seguirá siendo una prioridad. En la medida en que el espacio fiscal esté disponible a través de mayores ingresos públicos, el gobierno tiene como objetivo implementar reducciones fiscales favorables al crecimiento para los trabajadores y las empresas, impulsando los ingresos disponibles y mejorando la competitividad.
También estamos decididos a intensificar nuestros esfuerzos para transformar la economía griega en un modelo de crecimiento rápido, sostenible e inclusivo. Para lograrlo, continuaremos con las reformas transformadoras centradas en el lado real de la economía, incluida la simplificación de la regulación empresarial y la mejora de la capacidad administrativa del Estado. Tenemos la intención de eliminar las barreras de entrada al mercado que aún persisten, en particular en el sector de los servicios, para fomentar la competencia, mejorar la eficiencia y aumentar el dinamismo empresarial.
Impartir justicia
Otra prioridad es mejorar la seguridad jurídica para los inversores. Acelerar la impartición de justicia es fundamental, y tenemos importantes iniciativas en marcha, incluidas reformas jurídicas integrales y la ampliación del uso de tecnologías avanzadas. La plena implementación del Catastro Nacional y la finalización de los planes urbanos locales y regionales, que delinearán de manera clara y transparente los usos del suelo, también fomentarán un entorno de inversión más predecible y eficiente.
Continuaremos fortaleciendo la competencia en el sistema bancario para garantizar que las empresas y los consumidores se beneficien de mejores servicios financieros, menores costos y mayor acceso al crédito. Pero igualmente importante es la expansión de las opciones de financiamiento más allá de los préstamos bancarios tradicionales, particularmente para las pequeñas y medianas empresas innovadoras. Es por eso que estamos implementando una estrategia integral para fortalecer el mercado de capitales griego y fomentar la actividad de capital de riesgo y capital privado. Optimizar el uso de los fondos de la UE también será la clave para desbloquear nuevas inversiones.
Por último, pero no por ello menos importante, seguimos comprometidos con el fortalecimiento de nuestra infraestructura física y nuestro capital humano. Las inversiones previstas en energías renovables y redes eléctricas ayudarán a reducir los costos de la energía, lo que permitirá a las empresas operar de manera más competitiva. Al mismo tiempo, las iniciativas de mejora de las competencias garantizarán que la mano de obra esté preparada para las demandas de una economía en rápida evolución.
Grecia ha protagonizado una notable recuperación económica en los últimos cinco años. El potencial de mejora sigue siendo sustancial. Dado el estado actual de la economía y su fuerte impulso, esperamos que el crecimiento siga superando la media europea en el futuro previsible. Al mismo tiempo, Grecia goza de acceso al gran mercado único europeo de altos ingresos, así como de una baja incertidumbre económica e institucional. Esta ventaja se ve agravada por la fuerte estabilidad política del país y su clara orientación geopolítica.
Este conjunto de atributos, combinado con nuestro compromiso con un ambicioso programa de reformas, hace de Grecia una opción cada vez más atractiva para la inversión que beneficiará el nivel de vida y el bienestar de nuestros ciudadanos.
KONSTANTINOS HATZIDAKIS, es vicepresidente del gobierno de Grecia y ex ministro de Economía y Finanzas.