Un triángulo amoroso en los Esteros del Iberá

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Un nuevo integrante se sumó al romance que tiene en vilo a los Esteros del Iberá. Desde Paraguay llegó un macho paraguayo para intentar conquistar a Tobuna y lograr el esperado resultado de cachorros que puedan después ser dejados en libertad para repoblar de yaguaretés a Corrientes, donde la especie fue extinguida desde hace más de 60 años.
Se trata de “Chiqui”, un imponente macho de ocho años que en poco más de un mes se integrará al centro de recría de Conservation Land Trust, en la isla San Alonso, en medio de los Esteros del Iberá. Allí deberá competir con Nahuel, el yaguareté que está desde hace un año con Tobuna, con quien ya mantuvo varias cópulas, pero hasta ahora sin éxito.
Chiqui es un ejemplar de ocho años y 80 kilos que fue “rescatado” después de que cazaran a su madre en Paraguay. Vivió un tiempo atado a una silla hasta que las autoridades ambientales del vecino país lo pusieron al cuidado del Refugio Faunístico de Atinguy, en la ciudad de Ayolas. Desde allí, gracias a un acuerdo entre la Entidad Binacional Yacyretá y CLT, fue trasladado a Corrientes, donde se quedará a “préstamo reproductivo” por al menos un año. Después del periodo de cuarentena en la estación biológica de San Cayetano, a poca distancia de Corrientes capital, el felino será trasladado a la reserva de San Alonso, unos 200 kilómetros al norte de la provincia vecina, en medio de los inabarcables esteros.
Los especialistas de la ONG ambientalista fundada por el fallecido Douglas Tompinks, tienen elevadas esperanzas de que Chiqui tenga éxito en conseguir preñar a Tobuna y que haya descendencia. En realidad, su presencia en los Esteros del Iberá estaba pensada como pareja de Isis, una yaguareté brasileña que también sería incorporada en los próximos meses. Pero como los encuentros entre Tobuna y Nahuel no tuvieron los resultados esperados, se probará con Chiqui hasta que llegue Isis.

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Chiqui fue el protagonista de una inédita experiencia diplomática. Hasta aquí no había experiencia entre Argentina y Paraguay de cooperación ambiental con animales vivos, por lo que hubo mucho trabajo por parte de los representantes de CLT, Yacyretá y los gobiernos de ambos países, a nivel cancillería. Lo mismo sucede con Brasil, donde la legislación ambiental es muy severa y hasta ahora no contemplaba la posibilidad de dejar salir del país a un ejemplar vivo. Sin embargo, la importancia del proyecto de recría del yaguareté logra derribar barreras.
El macho paraguayo pasará unos 40 días en el centro biológico de San Cayetano, donde convivirá con cuatro enormes tapires traídos desde Salta para ser reintroducidos en los Esteros del Iberá. Además, hay ejemplares de osos hormigueros, que están ya en la etapa del “engorde”, previa a la liberación en San Alonso.
Una vez que pase la cuarentena, período en el que se elimina la posibilidad de transmisión de alguna enfermedad externa que pueda afectar al medioambiente de los Esteros, Chiqui finalmente pasará una temporada junto a Tobuna y Nahuel en un escenario natural que será toda una novedad para el yaguareté criado en cautiverio. Solo resta esperar que tenga éxito en dejar un heredero, lo que marcaría un hito en la conservación de especies: el del Iberá es un proyecto único en el mundo con grandes felinos.

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