Una novela predijo de manera precisa la tecnología que hoy utilizamos
Snow Crash, hace 30 años, era quien de manera casi profética contaba cómo era el metaverso, las monedas digitales y los asistentes impulsados por IA
Snow Crash, hace 30 años, era quien de manera casi profética contaba cómo era el metaverso, las monedas digitales y los asistentes impulsados por IA
Neal Stephenson hace 30 años publicaba la novela Snow Crash, una novela de ciencia ficción que hablaba sobre la tecnología y el futurismo. Muchas mentes brillantes del Silicon Valley se han maravillado de la manera precisa en que pudo anticipar de manera futura la tecnología.
En su época, nada de esto era pensado como posible, lentes que permitían unirse a un mundo imaginario, la navegación mundial, asistentes virtuales. Todo era parte de la ciencia ficción del momento, pero los detalles de cada uno de estos elementos no deja de sorprender con su parecido al mundo actual y a las posibilidades que vivimos.
El Metaverso
Mucho antes que Mark Zuckerberg comenzara a pensar en el metaverso, Stephenson imaginó un mundo virtual 3D con el mismo nombre, donde las personas interactuaban con avatares e incluso cometían asesinatos. Años después de la publicación de la novela, Stephenson se desempeñó como jefe futurista en la compañía de auriculares de realidad mixta Magic Leap.
Auriculares
Para ingresar al Metaverso, el personaje de la novela un hacker llamado Hiro, usa unas gafas brillantes que envuelven la mitad de la cabeza para experimentar “una vista renderizada por computadora de un lugar imaginario”.
Asistentes
En Snow Crash, la bibliotecaria es una especie de Alexa, un avatar de aspecto humano que tiene acceso a un gran almacén de información y se mueve “con la agilidad de una araña bailando a través de una vasta red de referencias cruzadas”,
Criptomonedas
En la novela de Stephenson después de una hiperinflación que dejó al dólar sin valor, los consumidores recurren a unas monedas alternativas llamadas Kongbucks
Uber Come
En la sociedad retratada por Stephenson, solo hay cuatro cosas que los estadounidenses hacen de forma excelente: música, películas, softwares y entregas de pizza a tiempo.
Los refugiados y la navegación
Los “refugiados” amarran sus botes al yate de un magnate de las telecomunicaciones ultra rico en una flota conocida como “balsa”. Esta visión es amplia, muy lejos de la visión de los cuasi-estados, sino que todos están conectados a través de esta gran “flota”.