Vivir de lo nuestro
Escribe Alejandro Pegoraro
En esta última semana de febrero, se conocieron dos datos que son fundamentales para entender un aspecto clave del presente y futuro misionero, y que tiene que ver con sus recursos.
En primer lugar, la ATM publicó los datos de recaudación propia misionera correspondientes al mes de enero 2021. Recordarán que, durante toda la segunda mitad del 2020, la provincia tuvo récords impensados de alzas de la recaudación, creciendo por encima del 100% en cinco de los últimos seis meses del año, y culminó el 2020 como el líder indiscutible a nivel nacional de crecimientos de la recaudación. En esta línea, enero no fue la excepción: nuevamente la recaudación tuvo un comportamiento notable, alcanzando los $4.137,6 millones (récord nominal, siendo la primera vez que se supera el techo de los cuatro mil millones) y creció en pesos corrientes un 110,8% respecto a enero 2020. Ajustado por el incremento de precios de la región del NEA, el crecimiento interanual real de la recaudación fue del 46,5%.
¿Factores? Varios. Pero sigue cobrando fuerza la cuestión frontera, y a esto se lleva a partir de observar el comportamiento de los tributos y tasas que componen la recaudación total. De los $4.137,6 millones, el 94,4% corresponde al impuesto a los Ingresos Brutos, que es una especie de termómetro de la actividad económica.
Ingresos Brutos terminó enero con un total recaudado por $3.904,2 millones, que equivale a un incremento interanual del ¡119,1%! Y ajustado por alza de precios, el crecimiento real fue del 52,3%. Es decir, creció por encima de la recaudación total.
El resto de los tributos tuvieron comportamientos más volátiles: Sellos creció en términos reales un 17%, mientras que el impuesto automotor y el inmobiliario registraron bajas (-76,5% y -31,9% respectivamente). Por su parte, el conjunto de tasas creció un 71,4% real interanual, a partir de un fuerte incremento de lo recaudado por Tasa Forestal.
De ese modo, se refleja que el crecimiento misionera esta sostenido por el impuesto que rige, como decíamos antes, la actividad económica, lo que nuevamente permite comprobar que la actividad misionera esta experimentando un boom a partir de mantener las fronteras cerradas, que impacta fuertemente sobre todo en localidades como Posadas, y no tanto en otras como Puerto Iguazú, donde el cierre de fronteras perjudica a los comerciantes y a la actividad misma de la localidad.
El crecimiento misionero de enero la vuelve a posicionar como líder a nivel nacional: es la única provincia que supera el 100% de aumento (a pesos corrientes), y la que le sigue (Buenos Aires) está todavía lejos: la provincia bonaerense tuvo un alza del 62,7% anual.
Este escenario de liderazgo misionero a nivel nacional se repite por noveno mes consecutivo: es decir, desde el mes de mayo que Misiones muestra los mayores incrementos de todo el país.
Esto nos lleva a repasar el segundo dato importante de la semana: el pasado viernes 26, al ser el último día hábil del mes, se conocieron los resultados finales de las transferencias automáticas de recursos de origen nacional a las provincias (coparticipación, leyes especiales y compensaciones). En este punto, hay dos cuestiones a destacar: por un lado, Misiones volvió a tener incrementos reales (por sexto mes consecutivo), que fue del 5,1%. Muy positivo. Pero por el otro lado, a partir de la asimetría que se observa en Misiones en relación al régimen de reparto vigente, y también por los impactos inflacionarios (el NEA tiene el crecimiento de precios más fuerte de todo el país) dicho crecimiento real fue el más bajo entre las 24 jurisdicciones del país.
Esto nos permite analizar una cuestión central del federalismo: el nivel de “dependencia” misionera de recursos nacionales: mientras que, en enero del 2020, la recaudación propia misionera representaba solo el 38,7% de las transferencias automáticas de origen nacional que recibía la provincia, en enero 2021 representa ya el 55,2%, y durante todo el año fue incrementado su participación de manera progresiva.
Si bien Misiones sigue siendo una provincia que tiene una alta dependencia de recursos de origen nacional (como la mayoría de las provincias argentinas, salvo contadas excepciones) fue logrando mayor “autonomía” con el correr de los meses y, de hecho, consolida su posición en el NEA, donde es la provincia con la mayor autonomía fiscal.
Cuando decimos “vivir de los nuestro” no buscamos instalar una idea autonomista, sino destacar que la provincia robustece su base propia recaudatoria a la par que continúa siendo victima de un esquema de reparto de impuestos federal que es totalmente injusto para Misiones, algo que se puede volver a repasar en esta nota de Economis.