¿Qué tienen en común la Magia y la Oratoria?
El arte de la magia tiene muchos años de existencia, los arqueólogos encontraron jeroglíficos muy antiguos representando a magos haciendo juego de manos, juegos que al día de hoy siguen maravillando y emocionando al público.
Sócrates creó una famosa escuela de oratoria en Atenas unos 400 años A.C.
La Magia y la Oratoria además de ser artes muy antiguos, tienen un mismo objetivo, EMOCIONAR al público.
Podemos ver muchos magos haciendo trucos, pero muy pocos que hacen “magia” y emocionan.
Podemos escuchar a muchas personas hablando ante cualquier público y con un alto nivel de formación en su profesión (políticos, profesores, abogados, médicos, periodistas), pero no comunican bien, por lo tanto no emocionan.
Todavía cuesta tomar consciencia que ese déficit en la comunicación implica siempre una pérdida de competitividad, para una profesión, para un cargo, para una empresa.
¿Cuál es la razón de esto?
Básicamente que en la escuela y en la universidad se olvidaron de enseñar esta importante materia: la comunicación, la capacidad de expresarse con eficacia.
Pero además actuamos como si no fuera importante, como si fuera suficiente sólo con saber leer y escribir.
Para comunicar bien no alcanza con hablar, sobre todo hay que escuchar.
Hablar no es comunicar, comunicar es hablar con eficacia, es transferir ideas y sentimientos.
Es pasar ideas de mi mente a la mente del público que escucha y sentimientos de mi corazón al corazón del público.
Si lo consigo, he comunicado.
Y por estos días vemos otros de los grandes defectos que conspiran con una buena comunicación, la “incontinencia verbal”.
Esta frase la dijo en un reportaje Mijail Gorvachov ex Jefe de estado de la antigua Unión Soviética: “La enfermedad de nuestro tiempo es la incontinencia verbal. Se gastan muchas palabras en proclamas pero no se concreta nada. Son mensajes vacíos”.
Llegó la hora de tomar en serio la comunicación y mejorar la manera de hablar en público.
Llegó la hora de dedicarle más atención y más recursos lo cual significará ganar eficacia, liderazgo, tiempo y seguramente mejores resultados.
Los maestros y profesores explicaban la lección y después preguntaban, nosotros debíamos responder por escrito, mecanismo que se sigue utilizando en nuestro sistema educativo actual.
Esta era y es la mejor manera de formar receptores, pero no emisores, por lo tanto no estamos acostumbrados a hablar, ni tampoco a escuchar activamente.
El gran desafío de todos aquellos que quieran tener oportunidades laborales, profesionales, emprender o negociar con éxito, deben vencer el miedo y aprender a hablar en público y comunicar.