Juan Carlos Argüello

Periodista, director de Economis

Las elecciones y el día después

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El día después será mucho más trascendente que lo que ocurra este domingo en las urnas. Si la oposición se impone, como proyectan algunos sondeos, el Gobierno estará obligado a revisar su hoja de ruta para sostener la escasa gobernabilidad que todavía le queda. La preocupación de la sociedad y de “los mercados” es qué hará el Presidente en ese escenario. En la memoria hay una experiencia reciente tras una derrota electoral, que terminó en una devaluación que no hizo más que profundizar la crisis incipiente. No pasó hace tanto. Fue durante la gestión Cambiemos, cuando Mauricio Macri pidió a la oposición que se haga cargo del derrumbe económico. 

La noche en la que el Presidente perdió las Primarias Abiertas y Obligatorias, mandó a dormir a los argentinos -pasadas las 21 y sin los datos oficiales-. El lunes amaneció con una devaluación de más del 21%. 

El escenario es alarmantemente similar. La economía real se derrumba en forma constante desde hace ya demasiados meses, lo mismo que sucedía en aquel momento, incluso después del inédito préstamo del FMI de 57 mil millones de dólares que obtuvo el jefe de Cambiemos. En apenas dos años, Milei tuvo respaldos superiores entre el FMI y el generoso Donald Trump para intentar sostener “el modelo” y contener el dólar, mientras la recesión se profundiza, con descontento creciente, cierre de empresas y más de 250 mil empleos perdidos. El hilo conector es una sociedad hipotecada por generaciones.

Pero los mercados que deberían estar felices con un Gobierno de los suyos, no muestra misericordia. El viernes, en la última jornada previa a las elecciones legislativas, el dólar oficial cerró en $1.465 para la compra y $1.515 para la venta en el Banco Nación, con una suba de $10 respecto del jueves, recuperando exactamente lo perdido en la jornada anterior. La divisa acumuló así una ganancia semanal de $10 (0,7%), mientras que en lo que va de octubre registra un incremento de 8,2%, reflejo de la tensión cambiaria previa al proceso electoral. En el circuito bancario, el tipo de cambio minorista promedió entre $1.510 y $1.515, con picos de hasta $1.520, mientras que el dólar mayorista se ubicó en $1.492, prácticamente al límite superior de la banda cambiaria fijada en $1.492,55, lo que alimentó las versiones sobre posibles intervenciones del Banco Central.

Los analistas advierten que, si el oficialismo no supera el 30% de los votos, podría producirse un “lunes negro” con caída en bonos y acciones y un salto en las cotizaciones del dólar. En cambio, una mejor performance electoral —por encima del 35%— podría desencadenar un rally alcista en pesos, impulsando bonos y acciones, y generando una baja del tipo de cambio en sus diferentes versiones.

“El mercado se sobre dolarizó y, más allá del resultado, en los próximos días se necesitarán pesos para pagar sueldos, alquileres e impuestos”, explicó Fernando Marengo, economista jefe de BlackToro Global Investments. “Como no hay déficit fiscal, esos pesos solo pueden provenir de la venta de dólares”, añadió.

En la misma línea, Fabio Saraniti, de Win Securities, cuestionó el nivel de dolarización previa a las elecciones: “No se entiende tanta compra en la previa. Si el panorama político se estabiliza, podría verse un desarme parcial de posiciones”.

Milei ató su suerte a los respaldos internacionales antes que a los consensos internos. Celebró la generosidad de Trump y en las últimas horas se regodeó con el desembarco de la cúpula de JP Morgan, el banco que podría ofrecer una parte de un crédito de 20 mil millones de dólares, para lo que quiere, claro está, garantías de cobro. 

El viernes el Presidente ofreció una gala para los visitantes financieros en el Teatro Colón en el que hubo reunión privada de los ejecutivos con Luis Caputo, uno de los ex empleados de JP Morgan, al igual que la plana mayor del ministerio de Economía, incluido el flamante subsecretario de Economía, el chileno José Luis Daza, quien reemplazó a Pablo Quirno -otro ex JP Morgan- quien ahora asumió como canciller ante la renuncia de Gerardo Werthein. (Algunas consideraciones al margen: antes de renunciar en medio de la guerra interna con Santiago Caputo, el ex canciller -el segundo que abandona el barco después de Diana Mondino- dejó nada menos que 80 nombramientos en distintas sedes diplomáticas. Su reemplazante, quien debe velar por los intereses de la Argentina en el exterior, no sólo es un ex JP Morgan, sino que expuso en redes su desdén por el reclamo de la soberanía sobre las islas Malvinas). 

Ajeno a cualquier cuestionamiento, el Presidente promete profundizar el rumbo. Si las huestes libertarias son ganadoras -o sufren una derrota “digerible”-, el presidente sentirá manos libres para ajustar el ajuste que se convirtió en el único elemento de discusión durante la campaña inusualmente carente de emociones e ilusiones. 

Esa Argentina paralela es la que movilizó la reacción que supera los espacios políticos. No hay una oposición única, sino preocupaciones compartidas en la defensa de las economías regionales, de la inversión pública y del empleo. El Congreso será un reflejo de esa unión, que no necesariamente es amor. Pero conlleva a decisiones conjuntas en defensa propia. 

Así como los productores de yerba padecen las consecuencias de la desregulación en Misiones, la vid está mal en Mendoza.  Sobre ese eje hay que trabajar, explicó Oscar Herrera Ahuad, el candidato a diputado nacional por la Renovación. No hubo planteos similares por parte de los demás espacios en pugna, la mayoría de ellos atados a los mandatos nacionales, como el Justicialismo y la Unión Cívica Radical o el silencio de redes del libertario Diego Hartfield, quien se cuidó de exponerse demasiado para eludir los cuestionamientos a las consecuencias de la política económica que defiende.

Enfrente, la Nación no está dispuesta a dar el brazo a torcer. Hace unas horas, el secretario de Desregulación de la Nación, Alejandro Cacace, defendió la política de liberalización de los mercados como una estrategia central del Gobierno nacional para “liberar el potencial productivo del país”. 

“Con mi amigo de Misiones tenemos la discusión por la yerba mate. Me dicen los productores que están preocupados, y vamos a conversar, pero que caiga 25% el precio de la materia prima para nosotros es bueno, porque eso termina impactando en el precio que tienen los consumidores en góndola y en la posibilidad de exportación del país”, detalló el abogado radical.

El secretario reconoció, sin embargo, que existen distorsiones en la cadena de valor, al admitir que “habrá temas de concentración” que deberán ser atendidos “con las herramientas de defensa de la competencia”.

En los hechos, los números del mercado yerbatero muestran una asimetría profunda entre el precio de la hoja verde y el de la yerba elaborada. El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) actualizó el costo de producción del kilogramo de hoja verde puesta en secadero, que asciende ahora a $423,99, según la matriz de costos aprobada por el Directorio del organismo. Se trata de un costo bruto promedio, es decir, no incluye los márgenes de utilidad del productor. Si a ese valor se le suma un 30 por ciento de rentabilidad razonable, el precio técnico de referencia ascendería a $551,19 por kilo de hoja verde puesta en secadero. 

A pesar de la actualización, los precios reales que se pagan en el mercado continúan muy por debajo de estos parámetros. En la zona Centro-Sur de Misiones, la hoja verde se paga alrededor de $180 por kilo; en el Norte, cerca de $280; y en el caso de las cooperativas, los valores rondan los $305.

Esto implica que el productor recibe entre un 40 y un 65 por ciento menos de lo que debería percibir según el costo de producción actualizado, e incluso la mitad del valor que permitiría una rentabilidad mínima.

Tampoco es real que el precio de la yerba en góndola haya bajado -en todo caso, aumentó por debajo de la línea de inflación acumulada-. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el precio promedio del kilo de yerba en góndola se ubicó en $ 4.707,72 en septiembre de 2025, con un incremento mensual del 1,4 %. En diciembre de 2023, el valor era de $ 2.138,54, lo que implica una suba del 120,14 % en menos de un año.

Herrera Ahuad plantea la necesidad de discutir la agenda federal y exigir a la Nación “reciprocidad” a la hora de analizar las leyes. Hasta ahora las provincias aportaron gobernabilidad, pero no recibieron la atención necesaria. El Presupuesto 2026 no modifica ese comportamiento de la Nación, sino que lo enfatiza. 

Se crece con todos o no se crece nada; el pueblo misionero es nuestro mandante”, advirtió Herrera Ahuad en el cierre de campaña. Herrera Ahuad apuntó directamente a las políticas nacionales, al señalar que “la producción ha caído estrepitosamente” y que “se han descuidado las economías regionales”.

Recordó que durante su gestión como gobernador “la yerba mate alcanzó el mejor precio histórico” gracias a la defensa del sector en el Congreso y en la Nación, y que hoy esa realidad cambió por la desregulación y la falta de acompañamiento a los productores.

“Los productores nos necesitan nuevamente discutiendo por sus productos, y allí vamos a estar porque sabemos cómo hacerlo”, afirmó.

También hizo mención a la crisis del sector foresto-industrial, afectado por la caída del consumo y la paralización de obras públicas a nivel nacional.

“Con mucho dolor veo todos los días a un amigo que pierde trabajo. Las políticas públicas que vienen desde la Nación no existen. Nosotros somos una provincia de trabajo y compromiso, y nunca dimos un paso atrás”, subrayó.

Hartfield, en cambio, apuesta todo a la mano invisible del mercado y jura que en el sector yerbatero comprenden los argumentos libertarios: “Yo se los dije en la cara. No fue Milei el que mató a los pequeños productores, sino la regulación del precio” de la materia prima. “El precio regulado tampoco evita la ley de la vida, que es la oferta y la demanda”, sentencia.

El argumento del ex tenista es el único en defensa de la desregulación. Hasta Ramón Puerta bregó por volver a regular el mercado. El ex gobernador que también quiere ser diputado nacional, cerró su campaña acompañado por Miguel Pichetto. El veterano dirigente fue contundente sobre el modelo libertario: “Reedita un esquema financiero “idéntico al de Martínez de Hoz”, que -recordó- “ya fracasó en la Argentina, destruyendo el aparato productivo y el empleo”.

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Elecciones e inversiones

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¿Habrá perdido Javier Milei la bala de plata para dominar las turbulencias de la economía? ¿Donald Trump terminó de sepultar sus chances de recuperar el control? 

La frase del presidente de Estados Unidos generó más zozobra que la calma que debería haber generado la promesa de un respaldo de 40 mil millones de dólares. “Si un socialista o un comunista gana, te sentís diferente sobre hacer una inversión. Si (Milei) pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina”, fue la frase del inquilino de la Casa Blanca que desconcertó a los argentinos y, especialmente, a los mercados, que reaccionaron en forma negativa. Una intromisión inocultable e intolerable en asuntos de otros países. Braden o Perón ya es un capítulo superado.

Si Milei pierde, no habrá ayuda para la Argentina, lo que conlleva a la lectura de que Trump está más interesado en sostener a flote al anarcolibertario que en respaldar a la Argentina. Está claro que el interés geopolítico es mucho mayor incluso que la simpatía que pueda despertar la sumisión libertaria. El objetivo es erradicar a China del sur -“mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría”, había retrucado la embajada de ese país en la Argentina- y que las empresas de Estados Unidos ganen protagonismo. 

El mensaje de Trump deja mucho para el análisis. Parece contar con una versión distinta de la historia y estar convencido de que Milei enfrenta una elección como candidato en una batalla crucial contra “el comunismo” o una extrema izquierda que en Argentina prácticamente no tienen representación y -mucho menos- posibilidad de triunfar. 

En cambio, ignora el Presidente del norte el escenario electoral real, que tiene al peronismo vivo, sobre todo en Buenos Aires, y a provincialismos fuertes, que enfrentan a las huestes libertarias en el resto del territorio. 

Si Milei pierde las elecciones de la semana próxima, no será contra una extrema izquierda, sino contra una suma de espacios decidida a frenar la motosierra después de dar innumerables señales de respaldo y gobernabilidad a cambio de nada. Y a costa de asumir el peso del ajuste que a esta altura, se hizo insoportable: desde diciembre de 2023 cerraron 18 mil empresas y se perdieron 250 mil puestos de trabajo -416 empleos formales menos por día-, configurando uno de sus peores momentos de la economía desde la crisis de 2001.

Para ser un economista especialista en generar riqueza con o sin dinero, el fiasco es relevante: es el segundo auxilio al que debe apelar para evitar el colapso. El FMI le dio un préstamo de 20 mil millones de dólares en el amanecer del año y ahora el swap por 20 mil millones de Estados Unidos, más otros 20 mil millones de los contribuyentes de ese país. Son 60 mil millones de dólares “auxilio” que ya posicionan a Milei como el máximo receptor de ayuda, superando los 57 mil millones que pidió Mauricio Macri para salvar su Gobierno y los 45 mil millones que consiguió Alberto Fernández para refinanciar la deuda heredada de Cambiemos. La debacle de la alianza fue por mucho menos, aunque el blindaje fue de casi 40 mil millones de dólares. En la década menemista se firmaron cuatro acuerdos con el FMI, por un monto total de US$ 10 mil millones. En 2005, Néstor Kirchner había cancelado toda la deuda con el organismo. 

Hay otra expresión que desmantela el entusiasmo juvenil con el que volvió Milei de su visita a Washington: Trump utiliza la palabra “inversión” para referirse a la Argentina. El significado de inversión es “expectativa de obtener beneficios futuros”. No es un respaldo. Es una búsqueda de ganancias, similar a la de un Fondo Buitre que compra deuda barata para después reclamar el valor nominal. No tiene nada de amigable. Business are business. Comprar barato, vender caro, como se sinceró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el principal promotor del salvataje a Milei. 

Bessent se juega su credibilidad como secretario del Tesoro y miles de millones de dólares de los contribuyentes en la apuesta monetaria que incluye la intervención directa en el mercado argentino para contener al dólar, aunque hasta ahora no haya tenido el efecto buscado. 

Es que más allá de las promesas de salvataje, lo que no hay es paciencia con el plan de ajuste que no encuentra fin. Y ese parece ser el principal escollo que deberá superar el Gobierno en las elecciones del próximo domingo. 

Las encuestas, más que ofrecer certezas, encendieron una verdadera guerra de interpretaciones. Dos de las principales consultoras del país, CB Opinión Pública y Nueva Comunicación, difundieron sus estudios casi en simultáneo y dibujaron un escenario tan polarizado como incierto, donde cada espacio parece leer un país distinto.

El relevamiento nacional de CB Consultora Opinión Pública, entre el 11 y el 15 de octubre sobre 1.668 casos, muestra a La Libertad Avanza en el primer lugar con 45,5% de intención de voto, seguida muy de cerca por Fuerza Patria, con 42,1%. Sin embargo, el escenario cambia radicalmente al mirar hacia la Provincia de Buenos Aires, donde Nueva Comunicación realizó su propio estudio, también entre el 11 y 15 de octubre, con una muestra de 2.089 casos. En ese territorio clave, Fuerza Patria, encabezada por Jorge Taiana, lidera con 44,5% de los votos, frente al 32,3% de La Libertad Avanza, que lleva la fórmula de última hora Santilli-Reichardt. Detrás se ubican el Frente de Izquierda (5,5%) y Provincias Unidas (3,5%). El rechazo hacia Javier Milei es contundente: el 55,7% de los bonaerenses consultados respondió que “no quisiera que gane La Libertad Avanza”, frente al 35,7% que expresó lo mismo sobre Fuerza Patria.

En Misiones los sondeos marcan una ventaja para la Renovación. La figura de Oscar Herrera Ahuad al frente de la lista amplió la distancia con la oposición. En segundo lugar se ubicaría el espacio libertario y muy lejos, el kirchnerismo y el radicalismo residual. 

Herrera Ahuad articuló un mensaje firme en defensa de las economías regionales en el Congreso, con la yerba mate como principal elemento, y la autonomía política en relación con la Nación. “Reciprocidad”, remarca en cada entrevista. Lo avala no sólo la experiencia en la gestión, atravesada por la pandemia, en la que Misiones logró sostener la economía en marcha, sino la trayectoria de finanzas saneadas y Estado activo. 

Los datos oficiales de la Nación marcan que no necesariamente hay que blandir la motosierra para lograr resultados sólidos. Según cuenta en su columna Alejandro Pegoraro, la Subsecretaría de Coordinación Fiscal Provincial de la Nación dio a conocer los datos de las cuentas públicas de las provincias, donde se observan resultados diferentes en los distritos, ya que a diferencia de lo que observado el año pasado, hay varias que han caída en déficit

Misiones está en el lote con saldo a favor. Ante un avance muy leve de los recursos, el gasto fue prudente: los ingresos de Misiones, que totalizaron $ 1,75 billones, crecieron apenas en 2,5% real; por su parte el gasto total, que fue por $ 1,74 billones, creció al 6,5%. En Misiones el gasto en personal (salarios públicos) creció al 22,9% real interanual; mientras que las Prestaciones de la Seguridad Social lo hicieron en +33,5% real. Por ende, dos de las cuestiones más sensibles del gasto tuvieron un desempeño positivo que impacta en el territorio. Además, reforzó el apoyo al sector privado, con alzas en las transferencias. Otro punto clave. 

En cambio, otros rubros menores estuvieron más contenidos, permitiendo así que la mayor parte del gasto, y el esfuerzo presupuestario por expandirlo, se concentre en las áreas que más aportan al desarrollo local. A la par, el gasto por servicios de deuda pública sigue en niveles bajos: apenas el 0,4%, ratificando el importante proceso de desendeudamiento que encara la provincia.

¿Cómo quedó el resultado fiscal misionero? Tuvo un superávit primario por $ 18.211 millones que representa el 1,0% de los ingresos totales y un superávit financiero por $ 12.084 millones equivalente al 0,7% de sus ingresos. Cabe señalar que dichos ratios de superávit respecto a los ingresos son algo menores que los que se observan en otros puntos del país, pero aquí viene una clave: el equilibrio se mantuvo eficientizando el gasto de manera de aplicar cada peso disponible en las áreas más importantes de la gestión económica. Ese equilibrio, que es constante, más allá de algunas turbulencias de ocasión, desarma los argumentos de los críticos.

Con recursos propios, Misiones logró cubrir la retirada de la Nación e incluso comenzó a ejecutar obras públicas que quedaron a medio hacer cuando asumió Milei. Nunca perdió esa conexión con las necesidades primarias de la sociedad. El gobernador Hugo Passalacqua fue ahora uno de los primeros en reclamar al Gobierno nacional la prórroga urgente del Decreto 514/2021, medida que había establecido la compatibilidad entre el empleo rural temporario y los programas sociales.

Passalacqua expresó que “la caída de dicho decreto perjudica seriamente a miles de trabajadores. Esperamos una pronta respuesta positiva por parte de Nación”. Lo mismo al ir a la Justicia en defensa de las personas que contaban con pensiones por invalidez, birladas por la Nación en el marco del plan de ajuste y que ahora un juez federal ordenó devolver en forma urgente. Ningún otro espacio ha hecho reclamo alguno por los costos sociales del ajuste.

Las oposiciones, en cambio, no han hecho más que repetir las fórmulas que bajan desde Buenos Aires, con un sonoro silencio de los candidatos de la Libertad Avanza, que buscan eludir tener que dar respuestas sobre el “desbarajuste” económico, como calificó Ramón Puerta a las consecuencias del plan económico.

La insistencia en defender el efecto positivo del “ajuste”, por parte de los candidatos libertarios se derrumba ante los derrapes de las figuras centrales del partido: “Hago el paralelo con la economía familiar de un presupuesto. Imaginate una familia en la que trabaja uno solo y son seis. Tienen autos, lanchas, casa de fin de semana, un caserón fenomenal, y cuando presupuestan, empiezan con delirios: uno quiere cambiar el equipo de audio, otro comprar otra lancha, y mandan al que trabaja a conseguir cinco empleos o a falsificar billetes. Eso es la Argentina”, expresó Alberto Benegas Lynch, el músico de la Banda Presidencial que ahora ocupa el lugar de José Luis Espert en la presidencia de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, a la que el economista tuvo que renunciar envuelto en el escándalo del financiamiento narco, que lejos está de terminar. 

Según Berty, el gobierno libertario busca “poner fin a esos delirios” mediante un reordenamiento del gasto público y un presupuesto orientado al equilibrio fiscal. “Lo que está haciendo Milei es, muchachos, reordenar. En paralelo a que vendés autos, lanchas y bajás la estructura, te reordenás porque tenés la casa llena de agujeros y goteras. Necesitás un presupuesto importante para salir del paso de la emergencia y del naufragio que ha dejado el kirchnerismo”, sostuvo. 

Está claro que los argentinos no tienen “lanchas y autos” para vender, sino que la mayoría a duras penas está llegando a fin de mes, pero la expresión no es sino un  calco del “le hicieron creer a un empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior””, de Javier González Fraga, investigado ahora por el fraude al Estado por más de U$S 260 millones en la administración de la cerealera Vicentín.

Ese contraste entre la economía real y los “delirios” se pondrá a prueba en las elecciones del próximo domingo.

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Un viaje al corazón de Pindó: energía al mundo

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La madera produce una extraña melodía al salir de la cinta y chocar con otras piezas idénticas. La cinta no se detiene. El movimiento dentro de la enorme planta, tampoco. Hay otros ruidos más potentes. La sierra, troncos transformándose. Cientos de operarios concentrados cada uno en su tarea. Algunos parapetados tras los monitores controlando que cada paso se cumpla a la perfección. Es una planta enorme, que alberga a unos 600 trabajadores que hacen de Pindó una potencia que gana presencia en el mundo.

Pese a las toneladas de madera trabajadas hora a hora, Pindó no es una empresa que pueda clasificarse sencillamente como forestal. Desde su génesis, con la fusión de diversas empresas de Puerto Esperanza, allá por 1976, la empresa liderada ahora por los hermanos Rafael y Andrés Scherer, es forestal, pero también yerbatera. Además custodia bosque nativo y casi “por diversión”, comenzó una “pequeña” producción de árboles frutales. Es también modelo de eficiencia energética, con su planta de generación por biomasa, que fue reconocida por la ONU y que le valió la emisión de más de 40 mil certificados de reducción de emisiones que ahora puede negociar en el mercado global. Pindó es todo eso. Y trabaja para completar el ciclo de la economía circular con el aprovechamiento de los últimos residuos de la biomasa forestal, que se vuelven a aprovechar como bioinsumos.

Fundada en 1976 por descendientes de inmigrantes suizos, la compañía está a punto de cumplir medio siglo con una estructura integrada que combina su propio vivero, yerba, energía y gestión ambiental, y un impacto productivo que la posiciona entre las empresas más innovadoras del país.


Pindó nació con el impulso pionero de reforestar con pino, araucaria y yerba mate, y hoy maneja plantaciones propias y de terceros, con una división de I+D que combina genética, eficiencia industrial y economía circular. El cuidado del suelo es clave en todo el proceso.
El vivero, que hace diez años llegó a ser el más grande del mundo en producción de yerba mate, alcanzó un récord de cuatro millones de plantines anuales entre pino y yerba. “Vivimos del campo y del monte, por eso la sustentabilidad no es una estrategia: es una forma de vida”, resume Rafael Scherer, uno de los hermanos al frente de la firma.

La compañía emplea 620 trabajadores en forma directa e indirecta -es el segundo empleador de Puerto Esperanza- y articula con 600 proveedores activos, en una red que abarca desde pequeños productores hasta gigantes forestales como Arauco, a la que le provee chips.
Pindó produce 7000 toneladas anuales de yerba propia, con 739 hectáreas cultivadas, de las cuales 168 son orgánicas. “Hacemos yerba desde 1990, con secadero propio, y mantenemos una relación comercial de más de 25 años con la cooperativa Colonia Liebig,”, detalla Scherer. La cooperativa correntina, con su marca Playadito que es líder en el mercado, hoy le compra más del 90 por ciento de la producción yerbatera.


La empresa diversificó además su matriz agroindustrial con cuatro hectáreas de maracuyá y una de frutos rojos, que generan 110.000 kilos de fruta y 40.000 kilos de pulpa congelada al año. “Incorporamos esta línea porque creemos que el futuro también pasa por los alimentos de origen natural y local, con trazabilidad y valor agregado”, explica.

“Es muy divertido y va muy con la filosofía de la empresa, que es darle valor a los productos de la tierra sin dañar el medio ambiente. Básicamente empezó como un proyecto de de frutas tropicales, de frutas locales, tenemos pitanga, maracuyá, darle valor a eso y después se fueron agregando otras frutas. La idea es que esto crezca y que tengamos un grupo de productores que nos acompañe y que tenga más margen bruto por hectárea de lo que puede hacerlo con un cultivo tradicional. Por ahí la limitante es que los mercados son un poco chicos y entonces no puedes crecer demasiado ni rápido. Pero manejándolo bien, creo que podemos llegar a hacer un lindo proyecto”, detalla Scherer.

El salto energético: de la biomasa al carbono

La creación de Pindó Eco-Energía, en 2016, marcó un antes y un después. La planta transforma los residuos del aserradero y del proceso forestal en energía limpia. “Aprovechamos la biomasa que antes quedaba acumulada y contaminaba”, señala Ana Lucía Ortiz, coordinadora de gestión del cambio.
La compañía genera 3.700 kWh por hora, con una capacidad instalada de 4 megavatios, de los cuales 2 megas se inyectan de manera constante al sistema eléctrico nacional. En nueve años, la planta produjo más de 225.000 megavatios, consolidando un modelo energético autosustentable.

El impacto ambiental fue verificado por la ONU: Pindó obtuvo 43.803 certificados de reducción de emisiones (bonos de carbono) bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), el primer proyecto de este tipo en Argentina.


“Cada bono representa una tonelada de dióxido de carbono que no llegó a la atmósfera -explica Ortiz-. Aspiramos a venderlos a unos 15 dólares por unidad, aunque el valor dependerá de la demanda y del volumen que necesite compensar el comprador. No se trata solo de una cuestión económica, sino de validar internacionalmente una forma de producir energía limpia desde Misiones”.

Con esos bonos, Pindó aspira a sumar una nueva fuente de ingresos vinculada directamente al impacto positivo de su operación. “Es un reconocimiento a nuestro trabajo, pero también una señal para otras empresas argentinas: se puede competir globalmente desde un modelo sustentable”, agrega Ortiz.

El reconocimiento de la ONU, concretado en julio de 2025 con la emisión de los certificados, otorga a Pindó SA un lugar destacado en el mercado regulado de carbono, un esquema que aporta transparencia y credibilidad a través de auditorías internacionales en cada etapa del proceso. Para la empresa, este paso significa no solo una validación técnica de sus prácticas, sino también un posicionamiento estratégico en un mercado global cada vez más exigente en materia de sostenibilidad.

Ese círculo se completa con el biochar, un subproducto obtenido del residuo forestal carbonizado que se reincorpora al suelo como bioinsumo, mejorando su fertilidad y reduciendo la huella ambiental.
El biochar es un carbón vegetal producido a partir de biomasa orgánica, como restos de madera o agrícolas, mediante un proceso termoquímico llamado pirólisis en ausencia de oxígeno. Se utiliza principalmente como enmienda para el suelo, mejorando su fertilidad, capacidad de retener agua y nutrientes, y como un método para secuestrar carbono de la atmósfera. “Nada se pierde: todo vuelve a la tierra”, dice Scherer.

Pindó logró multiplicar por catorce su facturación inicial, manteniendo una gestión integrada que va del árbol al producto final. La empresa trabaja sobre “los mejores suelos de la provincia”, con un rendimiento promedio de 36 metros cúbicos por hectárea, por encima del estándar nacional (25-30 m³/ha).
“Usamos semillas de Australia y, junto al INTA, desarrollamos un híbrido local de alto rendimiento”, explica Scherer. “Logramos un 52 % de aprovechamiento del rollo, lo que significa 155 pies por tonelada (el resto se transforma en chips). Procesamos entre 30 y 35 equipos por día, unos 1.800 rollos por turno de 12 horas”.

En el aserradero, la producción se orienta a mercados globales exigentes -la empresa mantiene presencia en China, Estados Unidos, Canadá, México, India y Vietnam-. “Exportamos madera rústica a China y al sudeste asiático, que luego vuelve a Estados Unidos más barata”, relata el empresario. Además, aunque reconoce que hay una ventana de oportunidades, todavía no sienten el efecto de la suba de aranceles que aplicó Donald Trump a Brasil, un competidor directo. “Es un ciclo global extraño -admite Scherer-, pero hoy los precios internacionales están bajos y la demanda floja. Todavía no sentimos el efecto de los aranceles, aunque el mercado sigue inestable”.

Scherer no elude la situación económica del país al analizar el flujo de producción y asegura que uno de los problemas de la Argentina es que “fluctúa demasiado”.

“Se va a la derecha, a la izquierda, se va a expansión monetaria, después se va a retracción y como empresa es muy difícil manejarse en contextos tan cambiantes. Pero hoy por hoy todo el mundo está así, así que capaz el mundo se estuvo argentinizando. Hoy estamos en todos lados, así”, analiza.

Durante la entrevista con Economis, Scherer menciona en varias oportunidades la filosofía de la empresa. Y no es otra que siempre ir “corriendo las metas”.

“El éxito no se mide en cómo estás ahora. Hoy se podría decir que estamos donde queríamos estar y estamos viendo a dónde queremos estar más adelante”, argumenta. “Uno tiene que ser inconformista. Lo que tenés que disfrutar es el camino y no la meta. La meta es es un punto para pararte y para mirar a dónde vas a seguir yendo, pero no no es que llegaste a algún lado y tienes que estar conforme”.

Reservas, biodiversidad y visión de futuro
Además del complejo industrial, Pindó administra cuatro reservas prioritarias de conservación que protegen ecosistemas nativos en la zona norte de Misiones. Allí se aplican planes de manejo sostenible que combinan regeneración natural y conservación de biodiversidad.

“Las araucarias nos dieron de comer -recuerda Scherer-. Son parte de nuestra historia. Pero el futuro exige eficiencia y adaptación: el romanticismo no alcanza si la industria pide otra cosa.”

Con una estructura diversificada y una fuerte inversión en innovación, Pindó consolidó un modelo productivo donde la eficiencia energética, la reforestación certificada y la investigación científica son parte de un mismo sistema.

“Todo lo que hacemos, lo hacemos al revés -bromea Scherer-. Pero si eso significa probar, aprender y crecer, entonces vale la pena”.

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Comprar barato, vender caro

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Vermouth con papas fritas y ¡Good Show!

Ninguna sátira de Tato Bores pudo imaginar el espectáculo extravagante de un presidente argentino sobre un escenario cantando un set de imitaciones más adecuado para un karaoke a altas horas de la noche que para un momento de crisis como el que atraviesa la Argentina. Javier Milei superó con creces otros momentos vergonzantes de la política vernácula en momentos en que su Gobierno depende del auxilio económico de Estados Unidos para frenar la disparada del dólar y una derrota en las legislativas que debilite aún más su plan de acción.

El eufórico recital del Movistar Arena contrasta con el estado de situación. Una economía tambaleante, el dólar que no para de subir, despidos y cierres de empresas y un rumbo político que se define por la sumisión al Tío Sam, en un derrotero que compromete presente y futuro de la Argentina. Más deuda, giro en la política exterior, entrega de activos y de autonomía con el único fin de salvar el corto plazo ante el creciente hastío de la sociedad. El plan de salvataje llega a cambio de más ajuste, alineamiento automático y apertura para las empresas de Estados Unidos. No es gratis ni amistoso. 

Las declaraciones de Scott Besson -el nuevo héroe nacional como en su momento lo fue Christine Lagarde-, sobre el acuerdo con la Argentina, dejan claro cómo concibe el país del norte el favor a la Argentina. 

Entrevistado en Fox News, el secretario del Tesoro explicó el salvataje a Milei como una forma de expandir la influencia de Estados Unidos en toda América. La entrevista ocurrió después de una intervención directa en el mercado cambiario argentino: Estados Unidos compró pesos y confirmó el swap por 20 mil millones de dólares. 

“Está claro cómo se beneficia Argentina con este acuerdo, ¿pero qué obtenemos nosotros?”, planteó la periodista.
Obtenemos mucho. Argentina es un faro en América Latina. El presidente Milei ha hecho lo correcto. Está tratando de romper un ciclo negativo de cien años en la Argentina. También es un gran aliado de los Estados Unidos. Vendrá al Despacho Oval el próximo martes y está comprometido en sacar a China de la Argentina. Los chinos están por todas partes en América Latina. Y cuando la gente me pregunta cómo esto no contradice la idea de “América primero”, les explico por qué no lo hace. ¿Quieren que enviemos más cañoneras, como en Venezuela? No queremos un Estado fallido”. 

¿Así que esto no es un rescate?

“Perdón, no es un rescate en absoluto. No hay dinero siendo transferido. El Fondo de Estabilización de Cambios (ESF) nunca perdió dinero, y no lo va a perder aquí. He estado en el negocio de las inversiones, principalmente en monedas, durante 40 años. Uno debe comprar barato y vender caro, y el peso argentino está subvaluado. Vamos a tener elecciones en Argentina el 26 de este mes; creemos que el presidente Milei tendrá un buen desempeño y que está dejando atrás el camino peronista. Así que vamos a usar a la Argentina como ejemplo: respaldamos a nuestros aliados. Estamos viendo a Argentina, Paraguay, Ecuador, Bolivia… creo que también Colombia en las próximas elecciones. Así que esto forma parte de ese proceso”.

Comprar barato y vender caro. ¿Qué cosa? ¿Qué es lo que compran Bessent y Donald Trump? ¿Argentina está en liquidación?  ¿Las elecciones argentinas se definen en el país del norte? Las respuestas parecen ser bastante obvias. 

Lo que sucedió sobre el cierre de la semana fue algo inédito. Un Estado extranjero interviniendo directamente en la política cambiaria de la Argentina para aplacar la fiebre del dólar. Pero, como se ha visto, es mucho más que salvar a Milei. Es una toma del control político, en una jugada que tiene repercusiones inmediatas. 

La embajada de China en Argentina emitió un comunicado en el que consideró “provocadoras” las declaraciones de Bessent que “volvieron a dejar de manifiesto la mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría que sigue caracterizando a algunos funcionarios estadounidenses, que sólo parecen moverse con un ánimo de confrontación e intervencionismo en los asuntos de otras naciones soberanas”.

“Bessent parece ignorar que China viene impulsando valiosas acciones de cooperación con los países de la región en las más diversas áreas, siempre sobre la base del respeto, la igualdad, la colaboración y el beneficio mutuo. Esta cooperación siempre se ajusta a las necesidades e intereses estratégicos de ambas partes, lo que contribuyó a promover el desarrollo económico y social en la región. En contraposición, Estados Unidos se dedicó durante años a intentar imponer su hegemonía, interfiriendo en los intereses de los pueblos y controlando a los países de la región, siendo evidentes sus actos de hegemonía y bullying”, puntualiza la diplomacia china. 

Scott Bessent y Estados Unidos deben entender que América Latina y el Caribe no es el patio trasero de nadie. También deben saber que no pueden perturbar la cooperación entre China y la región, porque es un vínculo profundo que jamás fue utilizado para perjudicar a terceros países. Los países de América Latina y el Caribe tienen el derecho a elegir, con independencia y libertad, cuál es su camino de desarrollo y quiénes son sus socios en materia de cooperación. Frente a esta situación, sería mejor que Estados Unidos deje de sembrar discordia y crear problemas donde no los hay, para hacer más aportes reales para el desarrollo de la región que dice defender”, remarca.

¿Qué implicaría la salida de China de Argentina? Los principales perjudicados serían los sojeros, que dependen del mercado asiático para buena parte de su producción. China es el segundo socio comercial de Argentina, -1.086 millones de dólares en agosto- por detrás de Brasil. Estados Unidos recién aparece en el cuarto lugar detrás de la Unión Europea. Romper relaciones tendría un brutal impacto económico para el comercio exterior. 

Los especialistas ven además de la cuestión política, una jugada económica que tendrá unos pocos ganadores. “Estados Unidos interviene directamente para mantener el dólar en la banda y que siga la especulación financiera. Meten 20 mil millones de dólares para hacer carry trade y sacar 25 o 30 en el corto plazo. Negocio. Para ellos”, aclara un economista. 

La clave está en sostener el dólar en un valor semi estable mientras la tasa de interés en Estados Unidos es el 2% y en Argentina entre 40 y 50. Y casi 60 en transferencias interbancarias. “Sea en plazo fijo, títulos o lo que sea, es un negocio redondo si tenés la llave de fijar el precio del dólar. Se entregó la soberanía monetaria. Manejando el precio del dólar en Argentina pueden regular el precio de las acciones (o sea de las empresas) argentinas y dar el golpe en el momento justo para quedarse con activos importantes”, detalla. Petróleo, gas, litio y tierras raras. ¿Agua? “En el último año y medio se fueron 16 multinacionales de Argentina. La inversión directa extranjera está en el nivel más bajo de la historia. Eso capaz dentro de poco va a cambiar, cuando se venda lo que queda nacional por nada”, describe el analista económico.

En Estados Unidos hay quienes advierten que el salvataje es malo para los contribuyentes de ese país. Algunos analistas apuntan a un negocio casi personal. Rob Citrone, un multimillonario inversor de fondos de cobertura y propietario de Discovery Capital, compró deuda argentina y acciones de numerosas empresas estrechamente vinculadas a la economía general del país. Apostó a que las políticas económicas revitalizarían la economía. Se equivocó y se expuso a perder el pellejo. El salvataje salva al amigo de Scott Bessent. Y deja casi como actores secundarios al Messi de las finanzas y el especialista en generar riqueza con o sin dinero. 

El problema es que el salvataje ni siquiera garantiza ser efectivo, aunque el país deba después pagar las consecuencias. Si el resultado electoral le es adverso, el plan del Gobierno se sumirá en la agonía. Y no hay ninguna encuestadora que se atreva a vaticinar un triunfo oficialista. 

No hay economía regional que se haya salvado de la motosierra”, definió Oscar Herrera Ahuad en una entrevista. La yerba mate encabeza ese derrotero, con casi dos años completos en rojo en el semáforo de Coninagro, después de terminar 2023 como la única economía en verde. 

El desplome de la producción primaria es tal que hasta la libertaria Ninfa Alvarenga ensayó una promesa de campaña que incluye un “Estado comprador” de hoja verde para mejorar precios y potenciar exportaciones. Una intervención estatal que va en contra de los principios libertarios, pero que bien se puede obviar en tiempos de campaña. 

La de Alvarenga es una de las pocas opiniones que se escuchó en campaña. Otro fue Ramón Puerta, quien planteó la necesidad de volver a regular el mercado yerbatero y se desmarcó decididamente de Milei, a diferencia de su hijo Pedro, quien fue aliado activo hasta que tuvo que renunciar a su banca envuelto en el escándalo de pedofilia de su amigo y socio político Germán Kiczka

El resto de los opositores no mostró ni una sola propuesta para Misiones en caso de llegar al Congreso. El radicalismo está inmerso en la confusión de “oponerse a todo” lo que tenga que ver con la política de la Renovación y no decir ni mu de las consecuencias del modelo nacional. El jueves, en la sesión de la Legislatura, la UCR conducida por Ariel Pianesi volvió a exhibir su desconcierto al rechazar el pliego de Valeria Fiore Cáceres para integrar el Superior Tribunal de Justicia. Apenas esbozada la posición radical, los memoriosos recordaron que Ricardo Barrios Arrechea nombró a Ismael Acosta, recién salido de la presidencia de la Legislatura y radical ferviente. 

Ajeno al tiempo, Diego Hartfield hace solo presencia en redes y fue quien ofició de “coordinador” del viaje desde Misiones al concierto de Milei, al que asistieron libertarios Vip. El ex tenista solo juega sobre seguro de ser el receptor del voto mileísta.

En contraste, Herrera Ahuad marcó presencia en la campaña y advierte que, una vez en el Congreso, exigirá “reciprocidad” a la Nación. “Ya dimos gobernabilidad. Ahora es qué hay para Misiones y para las provincias”, afirmó. 

“El escenario está muy complejo. No hay una sola economía regional que se haya salvado de la motosierra”, afirmó Herrera Ahuad, al referirse a las consecuencias del ajuste y la desregulación económica impulsados por el Gobierno nacional.

El diputado remarcó que la eliminación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) generó un “vacío regulatorio que dejó a los productores expuestos al libre mercado”, y que la falta de intervención del Estado “está afectando severamente a la cadena yerbatera y a todo el sector forestal e industrial de Misiones”.

“El yerbatero está en una emergencia muy compleja. La desregulación fue muy dura para la provincia. Lo mismo pasa con la madera: sin obra pública, sin mercado exportador competitivo y con un dólar que no cierra, se hace imposible sostener la producción”, sostuvo.

Herrera Ahuad recuerda que la Renovación siempre jugó a favor de los productores y que el mejor precio de la hoja verde se logró durante su gestión. Para recuperar ese sendero, celebra el retorno al Congreso de una mirada más federal, de la mano de “hombres (y mujeres)n fuertes” de las provincias. Con esa premisa, espera un Congreso “más federal, menos centralista, con representantes que defiendan los intereses de sus provincias por encima de las lógicas partidarias nacionales”.

Durante la entrevista con Tomás Rebord para el canal de streaming Blender, el exgobernador destacó la reaparición de figuras con fuerte peso territorial que regresan a la escena política nacional. Mencionó, entre otros, a Juan Manuel Urtubey -quien vuelve como candidato a senador por Salta-, y a Juan Schiaretti, que competiría por una banca en Diputados por Córdoba, con el espacio Provincias Unidas. Según Herrera Ahuad, este fenómeno marca el inicio de “otro tipo de Congreso”, más conectado con las realidades del interior profundo. La tendencia se completa con otros nombres de peso: Jorge Capitanich en Chaco, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo en Tucumán, y Gerardo Zamora en Santiago del Estero, quienes compondrán las listas de sus provincias. A ellos se suma Gisela Scaglia, actual vicegobernadora de Santa Fe, como candidata a diputada nacional. Todos con un perfil de gestión y una clara vocación de representación territorial.

En contraste, el oficialismo tuvo problemas para cerrar listas en Buenos Aires, donde tuvo que esconder a José Luis Espert por el escándalo narco para finalmente quedarse con el ex PRO Diego Santilli, en lugar de Karen Reichardt, ex Brigada Cola cuyo nombre real es Karina Celia Vázquez. Sin embargo, por ahora -esto es minuto a minuto- la cara de Espert seguirá en las boletas.

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El amanecer de octubre sorprendió a todos por la noticia económica que cambió el escenario para Posadas y Bernardo de Irigoyen, dos de las ciudades que más padecen las asimetrías eternas con la política fiscal de Paraguay y las abundantes lojas free de Brasil. El ministerio de Economía de la Nación, después de mucho trajinar, autorizó finalmente la expansión de la zona franca de Puerto Iguazú a ambas ciudades, para ayudar a equilibrar la balanza ante los precios atractivos del otro lado de la frontera.

La noticia fue inesperada. Aunque desde hace años la Provincia gestiona herramientas para mitigar el desbalance, la aparición del decreto en el Boletín Oficial no estaba en la agenda. 

El 10 de septiembre de 2024, el gobernador Hugo Passalacqua había enviado una nota al ministro de Economía, Luis Caputo reactivando el reclamo por las asimetrías que generan desventajas para los misioneros en ciudades limítrofes y en la búsqueda de que el dinero se quede en Misiones.

Para el Gobierno, los nuevos dutys pueden: 

  • Fortalecer las economías regionales, generar empleo y potenciar el turismo.
  • Aumentar la capacidad contributiva local y evitar fuga de recursos hacia mercados vecinos.
  • Crear un círculo virtuoso de inversión y desarrollo en zonas de frontera (los locales estarán a la salida del puente Posadas-Encarnación y a metros del cruce fronterizo en el extremo nordeste)

La propuesta incluye que el concesionario actual de la Zona Franca Puerto Iguazú S.A. construya la infraestructura necesaria en los nuevos puntos, la cual quedará en poder del Estado al finalizar la concesión.

También hay reparos, particularmente de los comerciantes posadeños, que ven en el futuro centro comercial una nueva competencia que los dejará en desventaja por los beneficios fiscales.

El economista Gerardo Alonso Schwarz, de la Fundación Mediterránea, trazó un primer balance: “La instalación del Duty Free genera efectos múltiples sobre la economía regional. Entre los positivos, se destaca un beneficio directo para los consumidores, que acceden a precios más bajos y liberan recursos para otros usos. Además, se estima la creación inicial de unos 200 empleos directos, con impacto adicional en puestos indirectos. El nuevo esquema también promete atraer turistas de Paraguay, Brasil y de otras provincias argentinas, incentivando el gasto en hoteles, restaurantes y bares de la zona. A ello se suman posibles transformaciones en los formatos comerciales (mayoristas, importadores, depósitos e industrias) y un efecto multiplicador si se incorporan más empresas bajo la figura de usuarios”.

Sin embargo, el analista advierte sobre el riesgo para el comercio local tradicional, en especial en rubros como calzado, deportes, vestimenta, perfumería y primeras marcas, donde la diferencia tributaria hace muy difícil competir con el Duty. El balance neto para las ciudades dependerá, en última instancia, de la evolución de esos nuevos formatos y de la incorporación de actores privados que amplíen la base de beneficios.

En Iguazú algunos comerciantes también cuestionan el impacto del Duty Free en la economía local, ya que acapara la atención de los turistas atraídos por precios bajos. Pero el Gobierno provincial advierte que esas críticas son apresuradas: un aspecto clave es que los residentes locales no podrán comprar en la zona franca de su propia ciudad, lo que evita la competencia desleal con el comercio tradicional. Por el contrario, la medida se plantea como una herramienta de complemento y potenciación: mejora la calidad de servicios, eleva la categoría de la oferta local y atrae turistas de países vecinos y de otras provincias, con impacto positivo en hoteles, restaurantes y comercios.

El Duty Free de Iguazú logró convertirse en un competidor justamente en productos importados y promete hacer lo mismo en Posadas e Irigoyen. La tienda emplea a más de 600 personas y fue elegida muchas veces como el Mejor Duty Free Shop de las Américas. 

El actual concesionario de Puerto Iguazú (London Supply Group) recibirá la extensión de su concesión, aunque se prevé la participación de otras empresas mediante la figura del “Usuario”, que habilita a personas o firmas -nacionales o extranjeras- a operar dentro de la zona mediante convenios con el concesionario. Está prevista una reunión en los próximos días con la Cámara de Comercio y la Confederación Económica para trabajar en conjunto la iniciativa.

“Se trata de un paso previo hacia la zona aduanera especial, con un perfil de “ganar-ganar”: se fortalecen el comercio local, la actividad económica y el empleo en distintos rubros”, explica el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán. 

La Provincia seguirá insistiendo con la etapa posterior –la Zona Aduanera-, que estuvo a punto de concretarse durante la gestión de Alberto Fernández y había sido una promesa de campaña del entonces ministro de Economía, Sergio Massa. 

En una noche calurosa, Eduardo Duhalde vino a inaugurar el Duty de Iguazú, el 15 de marzo de 2002. Varios gobernadores y Daniel Scioli, sobreviviente de los 90 y secretario de Turismo del bonaerense, mismo cargo que ocupa ahora, escucharon el reclamo de Rovira por las asimetrías y el desarrollo de una estrategia inicial para equilibrar el flujo de compradores que migraba a Foz do Iguaçu y Ciudad del Este.

Rovira también exigía la restitución del ITC diferenciado, beneficio que se perdió con el estallido de la Convertibilidad. Los combustibles ya eran los más caros del país, situación que hoy se agravó: desde que asumió Javier Milei, la nafta súper subió 208,9%, mientras que el Infinia Diesel lo hizo 181,7%.

Después se siguió con la reglamentación del artículo 10 de la ley Pymes que Macri promocionó pero  desconocía, y la Zona Aduanera Especial. Misma línea: frenar el flujo de compradores hacia Paraguay y Brasil. Más de dos décadas pasaron para que Nación atienda las demandas misioneras que se mantienen incólumes y nutren la identidad política de la Renovación. La misma traza puede encontrarse en la intimación del gobernador Hugo Passalacqua a Alfonso Peña, el director de la Entidad Binacional Yacyretá que está empeñado en relocalizar a los clubes náuticos de Posadas para “aprovechar mejor” la zona de la Costanera. ¿Negocio inmobiliario? ¿Privatizaciones? Passalacqua señaló que la Provincia reconoce el derecho de la EBY a utilizar tierras estrictamente necesarias para el cumplimiento del proyecto hidroeléctrico de Yacyretá, pero advierte que fuera de esos límites los inmuebles constituyen “un patrimonio común que pertenece al pueblo misionero”.

“Se trata de un recurso histórico, cultural y ambiental que no puede ser objeto de mercantilización”, señala el Gobernador en una carta documento, en una clara alusión a la posibilidad de que la entidad binacional busque concesionar espacios con fines comerciales en detrimento de su uso público.

El gobernador fue más allá: intimó a la EBY a abstenerse de cualquier acto de disposición sobre los bienes hasta que se defina de manera definitiva su situación jurídica. Además, advirtió que, de persistir maniobras contrarias al interés provincial, la administración iniciará acciones legales “en defensa del interés público, del territorio provincial y de la identidad cultural y ambiental de Misiones”. Misma posición había tomado Passalacqua en una disputa similar a la que se suscitó por el dominio del Campo San Juan, que el ex presidente de la EBY, Humberto Schiavoni, pretendió entregar a Parques Nacionales. 

Esa defensa de la autonomía y de los intereses de Misiones forma parte del ADN de la Renovación, que decidió desmarcarse de los partidos “nacionales”. Esa construcción puede leerse en la letra del Presupuesto, que cubre con recursos propios la ausencia de la Nación, tanto en las áreas vitales como en infraestructura y logística. El 70 por ciento del Presupuesto se destina a las áreas sociales. El reparto funcional del gasto confirma las prioridades. Educación y Cultura se llevan la mayor parte, con poco más de un billón de pesos, seguidas muy de cerca por Salud, que supera también el billón. Bienestar social ronda los 800 mil millones, lo que muestra el esfuerzo por mantener políticas de protección en un escenario de inflación persistente. Seguridad se ubica en unos 306 mil millones, en línea con el refuerzo de la infraestructura policial, mientras que el Desarrollo económico suma unos 350 mil millones, donde se encuadran programas de innovación, industria y apoyo a sectores productivos.

El Gobierno busca garantizar estabilidad y blindar áreas sociales y educativas, justamente las más golpeadas por el ajuste nacional. Paradójicamente, la oposición que en las últimas semanas pretendió mostrarse crítica del ajuste nacional, reiteró reparos al presupuesto provincial, que prioriza la Educación y las áreas sociales. La excepción fue el Partido Agrario y Social, que terminó votando la ley, merced a un trabajo puntilloso del diputado Christian Castro, el único de los legisladores de la oposición que mostró verdadero interés en cada artículo del Presupuesto. 

El neolibertario Javier Mela también acompañó la iniciativa por “responsabilidad”, aunque criticó el diseño y el tratamiento del proyecto, lo mismo que el PRO, que después de tres años de votar en contra, decidió aprobar el proyecto en sintonía con la posición nacional. El radicalismo, en cambio, mantuvo su tradicional voto no positivo. 

El voto de las oposiciones no desentona con el contexto nacional. El gobierno de Milei no encuentra estabilidad pese al auxilio financiero de Donald Trump y la situación económica amenaza con complicar las chances electorales de la Libertad Avanza en las legislativas de este mes. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, aclaró que Washington no desembolsará un crédito directo y que únicamente se estudia la apertura de una línea de swap, lo que enfría las expectativas que habían circulado en la Casa Rosada.

El Congreso volvió a rechazar los vetos presidenciales y lejos está de un acercamiento con los gobernadores, como le pidió el FMI para darle volumen político a la gestión. 

Para colmo, el escándalo narco que protagoniza José Luis Espert, el principal candidato de Buenos Aires potencia las chances del peronismo que se resiste a rendirse. El candidato de “cárcel o bala” no puede explicar sus vínculos con Fred Machado, un narcotraficante con pedido de extradición de Estados Unidos. El narcoempresario le pagó 200 mil dólares -por una consultoría que no se hizo- que no fueron declarados y le “prestó” su avión para que recorra el país cuando fue candidato a presidente. Lo “cobrado” por Espert sería único: el promedio por trabajos similares es 32 mil dólares mensuales. 

No desentona entonces la desregulación de los vuelos privados, la anulación de la justificación del origen de los dólares para blanquearlos, que promueve el Gobierno nacional. Hace tres meses el propio Espert presentó el nuevo “blanqueo”, disfrazado de principio de inocencia fiscal. “Todos los que tienen dólares son tratados como Al Capone. Eso se terminó”. Parece una premonitoria defensa propia. 

Nadie garantiza que el calvo economista llegue a las elecciones y, en cambio, hay temor por el daño electoral al oficialismo, igual de potente que los pedidos de coimas de la hermana presidencial que revelaron los audios de Diego Spagnuolo. En ese escenario se entra al último tramo de la campaña electoral. Passalacqua marcó territorio para mostrar que los intereses de Misiones están por encima de los dislates de Nación: “En el Congreso debemos defender al productor misionero, uno de los principales motores de nuestra economía. Oscar Herrera Ahuad  es el candidato que está presente, con sensibilidad y firmeza, para que todos sean escuchados”.

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