Caso Rocío Santa Cruz: “Mi hijo cayó en una depresión, yo bajé 20 kilos y nadie se preocupó por mí”, dijo la viuda de Topo Cabrera
Después de conocerse la noticia tras la decisión de la jueza Georgina López Liva de dejar en libertad a Rocío Santa Cruz, abogada, ex miss Argentina condenada por atropellar y matar a Ramón “Topo” Cabrera en 2016, la viuda de la víctima, Irene Paré, aseguró estar indignada con la decisión, aunque admitió que la esperaba.
“Yo estoy indignada, pero sabía que esto podía pasar, ella tiene cinco abogados, igual tenía la esperanza de que quede firme su sentencia y vaya presa”.
Afirmó que sus tres hijos son los que más sufren la decisión de la jueza civil y que su situación económica no le permite detenerse en los vaivenes de la justicia.
“Yo desde que comenzó el juicio no tengo trabajo, mi hijo más chico cayó en un estado depresivo y tenía un gran futuro en el club Guaraní, pero después de lo de su papá no se pudo recuperar. Si hoy a mis hijos los llaman de un club, yo no tengo ni para comprarles una zapatilla porque Topo era el que tenía tarjeta, y les compraba los botines, mi otro hijo había viajado a España porque es taekwondista y hoy yo no puedo seguir ayudándolos. Yo no puedo llorar, no me puedo caer, porque tengo que ayudar a mi familia, yo era empleada doméstica y no consigo trabajo sólo tengo una pensión de la Municipalidad y no me alcanza, así que eso me preocupa más que lo que pase con ella (Rocío)”.
Irene en una entrevista con TDM de canal 12, se lamentó de la decisión de la jueza López Liva. “No sé lo que va a pasar ahora porque ella es de la justicia, pero te puedo asegurar que si yo tiro una piedra en la casa de Rocío Santa Cruz hoy, a los cinco minutos tengo tres patrulleros llevándome presa, y sí me quedo presa”.
Si bien había sido condenada, la abogada posadeña no estaba detenida ya que debía aguardar que la sentencia quedara firme. Sin embargo, una desobediencia judicial -tenía prohibido salir del país – la puso tras las rejas. El fin de semana la jueza Georgina López Liva hizo lugar a un Hábeas corpus presentado por la defensa y la dejó en libertad.
“Ellos me ofrecieron plata antes de que empiece el juicio, pero yo no quiero plata, yo bajé 20 kilos, y mis hijos son los más indignados, y nadie se preocupó por mí. Yo quiero que ella esté presa y cumpla su condena”.