Crónicas de un tiempo de un país
Escriben Guillermo Knass y Martín Leiva Varela, ECONEA, para Economis. Año 1985, junio, el flamante presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos Paul Volcker, inició un proceso de suba de tasas de interés (la muy renombrada tasa FED) para cumplir la misión encomendada: bajar la inflación de la economía más grande de la tierra que desde finales de los años 70 superaba el 13 %; algo totalmente inimaginable en estos días donde los precios norteamericanos crecen a no más del 2 % anual.
Pero los 80 fueron tiempos movidos, guerra fría y cortina de hierro mediante las jóvenes democracias latinoamericanas que trataban de consolidarse y reivindicar los derechos y garantías mínimas de dignidad de vida de sus habitantes, entre las dos potencias que se disputaban el control del mundo.
En medio de esa tormenta, el entonces Ministro de Economía del país, Juan Sourrouille viaja de urgencia a los Estados Unidos y se entrevista con Volcker
- Mire tengo dificultades con sus políticas
- No puede ser, a ver los números
Sourrouille que no era ningún improvisado desplegó la información sobre el escritorio y consiguió algo que demostró que había desempeñado bien su cargo: el reconocimiento de Volcker…. “Tiene razón. Pero yo no puedo cambiar la política antinflacionaria de mi país”.
- ¿Y que hacemos?
- “Habrá que navegar”, concluyó Volcker.
- El resto es la historia conocida que desemboco en la hiperinflación unos años más tarde.
Y que tiene que ver
Mucho se compara la política económica del actual Gobierno con algo de los 90, pero nosotros queremos traer al presente algo de los 80, y la vulnerabilidad que genera para el país esta nueva etapa de endeudamiento.
Cuando el endeudamiento es en dólares la tasa FED se torna una cuestión de vida o muerte del plan económico del país por varios motivos. Nos referiremos a los principales:
- El costo de la deuda: Que suba la tasa FED implica que el costo de adquirir dólares sube. Si tenemos que renegociar la deuda o pedir más préstamos estos serán cada vez más caros.
- La actividad económica: La tasa por lo general se sube como una política antinflacionaria. Simplificadamente la idea es que la gente ante un buen rendimiento, prefiera comprar un bono o hacer un plazo fijo en vez de consumir, entonces existe menos demanda y menos inflación. Pero que caiga la actividad económica también significa que haya menos exportaciones de nuestros productos.
- El precio de los commodities: cuando la tasa sube en general los productos primarios bajan de precio. Esto ocurre en parte por lo explicado en el punto 2 (caída del consumo de estos productos) y en gran parte porque al tener el Tesoro tasas más altas, los inversionistas prefieren bonos del tesoro de Estados Unidos a comprar futuros de trigo, soja o petróleo. Por ello los precios se desploman y como las exportaciones de estos productos son muy importantes para los ingresos en dólares de los países latinoamericanos, estos caen conjuntamente.
- La fuga de capitales: invertir en bonos de Estados Unidos es lo más seguro que hay. Si encima ofrece un rendimiento superior obliga a los países más riesgosos a ofrecer una tasa mayor, por ende, un costo financiero mayor para retener los capitales adentro.
La evidencia:
En el gráfico está arriba el PBI Argentino y abajo la tasa FED. Nótese que cuando la tasa baja el PBI sube y viceversa, también no debemos dejar de observar que desde el año 2009 esta tasa se encuentra en los niveles más bajos de la historia reciente.
Luego de la crisis subprime en 2009 EEUU inicio una política de expansión monetaria y tasas bajas para que el mundo no caiga en una recesión similar a la famosa de 1929. Pero a medida que EEUU retoma su crecimiento normal el principal objetivo de la FED muta de evitar la recesión a evitar la inflación:
Durante el presente año la inflación norteamericana prácticamente duplico a la del 2016, que fue muy superior a la del 2015. Esto se está vislumbrando como una clara señal de hay que empezar a controlarla y que mejor que subir la tasa para esto.
Conclusión:
Si aumenta la tasa en EEUU es inevitable recibir un coletazo, la caída de la actividad, y los precios de las materias primas se van a hacer sentir como pasó siempre.
Lo que nos queda por hacer es tratar de minimizar el impacto de la suba en nuestra economía doméstica. En el año 85 no se podía hacer mucho ya que el elevado endeudamiento externo y déficit fiscal heredado de la dictadura tiraron por la ventana cualquier alternativa de supervivencia del plan económico ante la suba de tasas.
Si bien la administración de Macri recibió una situación fiscal complicada, el endeudamiento en dólares no era un problema a finales del 2015, el gradualismo en el achicamiento del déficit se verá erosionado por el aumento de los intereses en dólares, por el aumento de la deuda y una potencial suba de la tasa FED. Se debe replantear urgente el financiamiento del Estado argentino.
El propio Volcker reconoció la capacidad del entonces ministro del Alfonsín, incluso pusieron 3000 millones de dólares de ese entonces para respaldar el plan Austral, pero no pudo con la FED por la deuda heredada. El plan actual no tenía ese problema, al menos no en la gravedad de los 80. Que no nos tumbe una suba de tasas que al ritmo de la inflación norteamericana se viene si o sí.
hola, con respecto a la fuga de capitales por la suba de la tasa de la fed cabe mencionar en la situacion que pone al gobierno , queb se ve en una situación critica con respecto a la decisión sobre que hacer con la tasa de interés,porque si la sube, sigue deprimiendo la economía, disminuyendo la inversión productiva, la demanda agregada y el nivel de producto, pero evita en cierta medida la crisis de balanza de pagos por ingreso de divisas por la cuenta capital, pero si baja la tasa , no entran de divisas, las expo crecen muy lento y la toma de deuda implica pagar mas intereses ,y lo mencionado, siendo ese el medio oara financiar el deficit fiscal, este se estaria agravando aun mas por estos intereses mas altos