Cuáles son las medidas del Gobierno nacional para dar mayor consistencia al programa económico
El Gobierno nacional anunció una batería de medidas económicas para dotar de mayor consistencia al programa económico entre las que se incluyen un DNU para modificar el presupuesto -prorrogado de 2021- para 2022, una recalibración de la política monetaria con suba de tasas de interés, y puesta en marcha de una segmentación de tarifas de energía y gas para reducir los subsidios.
El Gobierno nacional anunció una batería de medidas económicas para dotar de mayor consistencia al programa económico entre las que se incluyen un DNU para modificar el presupuesto -prorrogado de 2021- para 2022, una recalibración de la política monetaria con suba de tasas de interés, y puesta en marcha de una segmentación de tarifas de energía y gas para reducir los subsidios.
El objetivo es reforzar el “crecimiento sostenible con generación de empleo y el fortalecimiento de las condiciones para reducir la inflación”, a la vez que la coordinación de las políticas fiscal y monetaria -por medio de los cambios en subsidios y de la tasa de interés- pretende “robustecer la acumulación de reservas internacionales”.
Las medidas mantienen el compromiso con las metas cuantitativas del programa económico fijadas para 2022 y acordadas con el FMI: acumulación neta de US$ 5.800 millones de reservas internacionales, un máximo de 2,5 puntos del PBI en déficit fiscal primario, y una emisión monetaria para asistir al Tesoro de hasta 1 punto del PBI.
Según manifestó el Ministerio de Economía, si bien se cumplieron las metas fijadas para el primer trimestre del año, la guerra en Ucrania y, más recientemente, la inestabilidad financiera internacional, generaron un fuerte incremento en el precio internacional de alimentos y combustibles, lo que repercutió sobre insumos y costos de producción y en la estacionalidad del gasto público.
“El cambio en las condiciones imperantes conlleva la necesidad de una continua adaptación de la administración macroeconómica”, afirmó en un comunicado la cartera que conduce Martín Guzmán.
Desde el punto de vista fiscal, el DNU 331/2022 publicado el jueves (16/06) modificó el presupuesto prorrogado y realizó cambios en el nivel esperado de inflación (de 57,7% promedio para 2022) que permite al Gobierno hacer un nuevo cálculo de recursos y créditos de la Administración Pública Nacional (APN), como así también una determinación del déficit primario en base devengado.
“El incremento de los precios internacionales de la energía requiere fortalecer la asignación del presupuesto hacia aquellas funciones con mayor impacto distributivo y de expansión de la capacidad productiva en el mediano y largo plazo”, señalaron fuentes de la cartera de Economía.
En ese sentido, se fijó un régimen de segmentación de subsidios para usuarios residenciales de energía eléctrica y gas natural – a través del Decreto 332/2022-, con el que se evaluará la capacidad de pago de los hogares a partir de sus condiciones socioeconómicas, con el fin de mejorar el impacto distributivo de la asignación.
Si bien los segmentos medios y en situación de vulnerabilidad tendrán incrementos en factura por debajo de la variación del coeficiente de variación salarial (CVS), el segmento identificado como de mayor capacidad de pago tendrá una reducción de los subsidios gradual hasta alcanzar la cobertura plena del costo de la energía hacia fines de 2022.
En cuanto a la política monetaria, el Banco Central (BCRA) definió un aumento de 3 puntos porcentuales de la tasa de rendimiento de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días de plazo, pasando de 49% a 52% nominal anual (TNA), mientras que los depósitos a plazo fijo para personas humanas será 53% TNA (+5 puntos porcentuales) para las imposiciones a 30 días y hasta 10 millones de pesos.
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se fija en 50% TNA (+4 puntos porcentuales).
Del mismo modo, se ajustaron a la alza las tasas de interés que cobran los bancos para préstamos a empresas y para consumo, como tarjetas de crédito y programas de compras en cuotas.
La meta del Gobierno es incentivar a los sectores exportadores a acelerar sus ventas al subir el costo de financiamiento, y fomentar la demanda de pesos por parte de los ahorristas, hoy atraídos a deshacerse rápidamente del dinero al comprar bienes durables o de distinto tipo ante el aumento sostenido de los precios.