EEUU denunció plan iraní para matar a funcionario de Trump, en venganza por asesinato de Soleimani
Estados Unidos denunció hoy un complot iraní para matar a John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional del gobierno de Donald Trump, en venganza por el asesinato de Qasem Soleimani, y anunció cargos contra un miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Estados Unidos denunció hoy un complot iraní para matar a John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional del gobierno de Donald Trump, en venganza por el asesinato de Qasem Soleimani, y anunció cargos contra un miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
El Departamento de Justicia dijo en un comunicado que Shahram Poursafi, de 45 años, también conocido como Mehdi Rezayi, había ofrecido pagar 300.000 dólares a una persona en Estados Unidos para matar a Bolton, también exembajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas durante el gobierno de George W. Bush, informó la agencia AFP.
Aparentemente, el plan buscaba vengar la muerte de Qasem Soleimani, destacada figura y comandante de la Guardia Revolucionaria, asesinado en enero de 2020 en Irak en un ataque estadounidense.
El complot fue revelado a las autoridades por la persona que supuestamente debía asesinar a Bolton, cuya identidad no fue divulgada.
Según el comunicado de prensa, entre octubre de 2021 y abril de 2022, Poursafi se puso en contacto con esta fuente confidencial mediante mensajes encriptados, dándole instrucciones para localizar, fotografiar y luego matar a Bolton.
Le ordenó que abriera una cuenta de criptomonedas y luego le dio una dirección de Bolton, antes de instarlo a poner en marcha el plan previo al primer aniversario de la muerte de Soleimani, quien fue jefe de la Fuerza Quds, la unidad encargada de las operaciones exteriores dentro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
El general iraní, artífice de la estrategia de Irán en Medio Oriente, fue asesinado el 3 de enero de 2020 en un ataque con drones en Bagdad.
Pasada la fecha del primer aniversario, Poursafi siguió presionando a la fuente confidencial para que matara a Bolton, prometiéndole otro contrato de un millón de dólares si la primera operación tenía éxito, de acuerdo con la denuncia estadounidense.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) publicó una orden de captura de Poursafi con varias fotos, dos de las cuales lo muestran vistiendo el uniforme de la Guardia Revolucionaria.
“Durante sus intercambios, la fuente confidencial se refirió repetidamente a Poursafi como vinculada a la Fuerza Quds. Poursafi nunca lo negó”, señaló la justicia estadounidense.
Si es arrestado, lo que es poco probable ya que parece estar en Irán, Poursafi enfrenta hasta 25 años de prisión en Estados Unidos.
En un comunicado, Bolton agradeció al Departamento de Justicia y al FBI y criticó a los miembros del gobierno de Irán como “mentirosos, terroristas y enemigos de Estados Unidos”.
Además, exhortó al presidente Joe Biden a no restaurar el acuerdo nuclear.
No hubo una respuesta inmediata desde Teherán, y la acusación contra Poursafi tiene lugar cuando Irán evalúa un acuerdo internacional propuesto en conversaciones de Viena para revivir el pacto de 2015 que busca evitar que Teherán desarrolle armas nucleares.
Estados Unidos, bajo el gobierno de Trump, abandonó en forma unilateral ese pacto nuclear, que el actual gobierno de Biden intenta reflotar.
Durante meses, Teherán ha retrasado el acuerdo, exigiendo que Estados Unidos elimine su designación oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica como organización patrocinadora del terrorismo.
“Esta no es la primera vez que descubrimos complots iraníes para vengarse de personas en suelo estadounidense y trabajaremos incansablemente para exponer e interrumpir cada uno de estos esfuerzos”, dijo el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Matthew Olsen.
Bolton, uno de los principales “halcones” de la política exterior estadounidense y un fuerte crítico de Irán, fue asesor de seguridad nacional en la Casa Blanca de Trump desde abril de 2018 hasta septiembre de 2019. Entre 2005 y 2006 fue embajador ante la ONU del gobierno de Bush hijo.
Los documentos judiciales indican que Bolton estaba al tanto del complot y cooperó con los investigadores, permitiendo que se enviaran a Poursafi fotografías suyas fuera de su oficina en Washington.
Otro funcionario que se creía en la lista de objetivos de Teherán era Mike Pompeo, secretario de Estado cuando fue asesinado Soleimani.
En ese momento Pompeo, quien antes había sido director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), dijo que Soleimani había estado planeando ataques a gran escala contra objetivos estadounidenses, como embajadas.