El agro lidera el ingreso de dólares, pero las retenciones limitan su crecimiento, advierte la BCR
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La agroindustria explica el 92% del ingreso neto de divisas, pero sigue bajo presión fiscal: advierten que los derechos de exportación limitan su crecimiento
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, entre 2020 y 2024 el sector agroindustrial aportó más del 90% del superávit cambiario del país. Sin embargo, junto con el petróleo y la minería, enfrenta una asistencia estatal negativa que reduce su valor agregado y pone en riesgo su capacidad de expansión.
Aportes estratégicos: el agro como sostén del superávit externo
La agroindustria argentina, junto al sector minero, se consolidó como el principal generador neto de divisas del país durante los últimos cinco años. De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el agro aportó el 92% de las divisas netas ingresadas entre 2020 y 2024, sobre un total de más de US$177.000 millones.
El concepto de “aporte neto” refiere al ingreso de divisas por exportaciones menos las salidas por importaciones vinculadas al mismo sector. En ese sentido, la agroindustria exportó seis dólares por cada dólar importado, y la minería, nueve por cada uno. Esta elevada eficiencia en generación de divisas contrasta con otras actividades que requieren mayor volumen de insumos del exterior.
Exportaciones: el agro, la industria automotriz y la energía en el podio
En términos absolutos, el agro explicó el 61% de todas las divisas liquidadas por exportaciones de bienes en el último lustro. Le siguieron la industria automotriz y el sector energético, con 10% cada uno.
El informe también destaca el cambio estructural en la balanza energética: tras años de déficit, el sector cerró 2024 con un superávit de US$2.624 millones, impulsado por el desarrollo de Vaca Muerta y la maduración de inversiones.
Derechos de exportación y asistencia negativa: un freno al potencial
Pese a su aporte decisivo al balance cambiario, el estudio advierte sobre un factor estructural que restringe el desarrollo del agro: la asistencia estatal efectiva negativa, producto centralmente de los derechos de exportación.
De acuerdo con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), 37 de los 40 sectores analizados en 2023 recibieron asistencia positiva, mientras que alimentos y bebidas, agricultura, ganadería y energía registraron asistencia negativa. Esta situación implica que la política económica vigente reduce el valor agregado de estas actividades.
La BCR advierte que estos desincentivos fiscales “ponen un techo al crecimiento” de los sectores más competitivos en materia de exportaciones. Según estimaciones propias y datos del BID, el agro, a pesar de ser responsable de 9 de cada 10 dólares del superávit externo, opera con políticas que debilitan su capacidad de expansión e inversión.
Críticas desde el campo
Frente a este panorama, entidades del agro vienen insistiendo en que la carga tributaria que soporta el sector, en particular las retenciones a las exportaciones, actúa como una traba al desarrollo, desalienta la incorporación de tecnología y afecta la competitividad externa, especialmente frente a países con regímenes fiscales más favorables.
El conflicto se acentúa ante una economía que sigue demandando divisas para estabilizar el tipo de cambio y evitar presiones inflacionarias, mientras los principales generadores de dólares enfrentan condiciones que limitan su margen de crecimiento.
Oportunidades y condicionantes para el desarrollo productivo
Con un nuevo superávit energético y el liderazgo indiscutido de la agroindustria como generadora neta de divisas, la Argentina se encuentra ante una oportunidad estratégica para consolidar su balanza externa. Sin embargo, la persistencia de políticas fiscales que desalientan la producción exportadora puede socavar esa posibilidad.
El informe de la BCR apunta al desequilibrio entre el rol que el agro cumple en el modelo económico y el marco normativo que lo regula, y sugiere que una revisión del sistema de derechos de exportación será clave para transformar el potencial en desarrollo sostenido.
