El radicalismo misionero en un cumple
Con lo que no cumplen es con la demanda de la sociedad. Este domingo 10 de marzo, la UCR misionera acude a elecciones internas partidarias. En 20 municipios de la provincia van a imprimir boletas, abrir comités, movilizar empleados de la justicia electoral, escribanos, autos y generar un gasto inmenso en un momento de crisis económica muy profunda en el país.
Además de una crisis de representación, el centenario partido también atraviesa una inmensa desconexión con la realidad. Ante la búsqueda de la casta radical por sostener la caja política y los pocos cargos que puedan, acuden a movilizar para definir una conducción; contrario a otros espacios que deciden dialogar y ponerse de acuerdo para que prime, sobre todo, el bienestar de la gente.
De un lado, Javier Mela y Osvaldo Navarro buscan renovar el partido. Del otro lado, Luis Mario Pastori, Hernán Damiani, el delfín de Gustavo Valdés, Martín Arjol, Ariel Pianesi y Rodrigo De Arrechea buscan sostener la estructura de la casta radical: de sangre azul, posadeña y para unos pocos. ¿Por qué importa? Bueno, de cara al 2025 son ellos quienes decidirán la lista posible integración de un frente electoral con Puerta y el PRO, y definirán a “dedo” los candidatos para la lista de diputados provinciales.
No extraña la desconexión del radicalismo con las necesidades de la gente, aprovechando los últimos cartuchos de financiación a los partidos políticos que hace el Estado Nacional, la van a “quemar” en votos y movilización; siguen sin proponer y pensar propuestas para la provincia de Misiones y hacen la vista a un costado de los problemas que aquejan a los argentinos.
Los problemas de la política son, principalmente, por el alejamiento de la dirigencia de la gente, porque no viven los mismos problemas, pero tampoco hacen el mínimo esfuerzo de empatizar. Esto explicaría, en gran parte, la fragmentación que sufre la oposición misionera ante el Frente Renovador que prima siempre el diálogo y los consensos para poder ponerle el rostro a la realidad misionerista ante la Nación.