Fase 2 del Gobierno: “Le queda grande el nombre, el acreedor no quiere renovar deuda”
El economista Rodolfo Santángelo cuestionó la denominada Fase 2 del plan económico de Milei/Caputo y advirtió sobre la desconfianza de los tenedores de bonos.
Santángelo cuestionó el anuncio del Gobierno del inicio de la Fase 2 y comenzó sus críticas desde el mismo título del programa: “Le queda grande para ‘fase 2’, si lo vemos chiquitito es por la fase 4, como temas gordos…”.
Tras esa primera crítica, amplió su concepto: “todavía estamos con el esquema que se armó para la emergencia el 10 de diciembre, donde había que destapar la olla de los problemas heredados, y se cometió el error de creer que esa etapa de emergencia, que salió más o menos bien dentro de los problemas que había, no fue empalmada con algo más permanente. No fueron las medidas preparatorias de algo más grande, sino que se continuó con el programa de emergencia”.
Sobre las medidas en concreto de la nueva etapa económica que anunció el Gobierno, el economista puntualizó: “Estas medidas de la letra fiscal y los puts, y que van a emitir cero, me parece que no tienen entidad como para llamarla etapa 2, o etapa 3, la que sea…estamos esperando los resultados del programa. Y paradójicamente -y ya ha pasado otras veces en la historia-, en los momentos que vienen mejores resultados antiinflacionarios vienen malos resultados en la parte externa, en la parte de reservas, que era totalmente previsto, y hoy el principal problema que tiene el programa económico es que no acumula reservas. Los meses que vienen pinta que van a dar mal, entonces se quedó encajada en la Etapa 1, y todavía no hay etapa 2 que merezca ese nombre”.
“Teníamos un problema de que no entraban reservas y ahora se pretende que salgan las reservas, con lo cual se agrava el problema”, opinó Santángelo en relación a los anuncios de Caputo la semana pasada sobre la emisión cero y la compra de divisas.
“No está clara la regla de si se van a vender los dólares que se van a comprar, con lo cual no se podría vender ninguno, o si se van a vender dólares del stock de reservas que, si volvemos al lenguaje del año pasado -o presente-, porque sigue siendo un lenguaje presente, son reservas no propias del Banco Central”, cuestionó.
Acerca del estado de las reservas de la autoridad monetaria, el economista precisó: “Las reservas que ha acumulado el Banco Central son, apenas para llegar a un neto cero. Son reservas no propias, son reservas ajenas, son reservas de los depositantes”.
Acerca de las declaraciones del ministro Luis Caputo de la semana pasada sobre buscar un “peso fuerte”, Santángelo analizó la situación de la moneda nacional: “Hay que separar varios temas, por un lado es el dólar libre que está en 1400, que es un valor que no lo veo groseramente atrasado ni súper caro como estaba en octubre, está en un valor de transición”.
En esa línea, abordó la cuestión de la emisión desde tres aspectos: “Vamos a las ‘canillas de emisión’ monetaria: la canilla fiscal es la que luce que está cerrada, y en ese sentido eso es muy bueno, más allá de las dudas profesionales que uno tiene”.
“La segunda canilla es la de la renovación de la deuda, y no depende de una medida oficial, no depende de si el put, la Lefi, o pasamos la deuda del bolsillo derecho al bolsillo izquierdo, pasa de la voluntad del acreedor de renovarle la deuda al gobierno, y en ese sentido todavía los desafíos son muy grandes porque el riesgo país está en valores astronómicos, y significa que el acreedor no quiere renovar la deuda. Entonces, ahí la voluntad del gobierno de tener la canilla cerrada será testeada cuando el acreedor, quiera renovar o no su tenencia de deuda”, prosiguió.
“Y la tercera canilla, es en la que creo que tenemos un problema porque está cerrada pero habría que reabrirla, porque habría que volver a emitir pesos de la compra de dólares. Si la canilla de acumular reservas está cerrada porque no hay superávit en el sector externo, tenemos un problema. Ojalá se abra esa canilla de pesos y lo que hay que hacer al peso es transformarlo en una moneda atractiva. Si el peso va a ser una mercadería escasa, porque no hay déficit fiscal, bienvenido sea, pero el peso tiene que ser una moneda estable y atractiva, y a partir de su estabilidad, que sea una moneda abundante, para que la gente lo quiera porque lo demanda, y el origen de esa abundancia de los pesos, no para salir a emitir como loco, es que el Banco Central vuelva a comprar dólares”, concluyó al respecto.
“El dólar libre bajará cuando haya confianza, cuando haya ingresos de capitales, cuando en serio los argentinos queramos sacarnos los dólares de encima, porque queremos tener pesos, y no cuando haya discursos que serán unos más en la historia argentina de discursos”, finalizó.