Graduado de la UNaM se destaca como investigador en Japón

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Nacido en Marcos Juárez, Matías Caldez eligió la FCEQyN para cursar la Licenciatura en Genética, carrera que culminó en 2012. Investiga los procesos metabólicos del hígado y recientemente fue designado como Investigador Especialmente Contratado  (Advanced-Postdoc) del Centro de Investigación WPI Immunology Frontier Research Center, Universidad de Osaka, Japón.
A tal fin, ya está trabajando en el desarrollo de inmunoterapias para curar enfermedades hepáticas bajo la dirección del renombrado y reconocido inmunólogo Profesor Shizuo Akira.
A bordo de una pasión
Matías Caldez es oriundo de Marcos Juarez, Córdoba. Ingresó a la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales en 2005 y se graduó como Licenciado en Genética en 2012. Su tesis de grado fue dirigida por el Dr. Pedro Zapata, actual secretario general de Ciencia y Tecnología de la UNaM.
Hace algunos meses se radicó en Osaka, Japón donde realiza sus investigaciones posdoctorales bajo la dirección del Dr. Shizuo Akira  en el Inmunology Frontier Research Center, espacio al cual llegó tras postularse personalmente para trabajar con este destacado  investigador japonés. Recientemente fue designado como Investigador Especialmente Contratado (Advanced-Postdoc).
En su posgrado, Caldez busca comprender el progreso de las enfermedades metabólicas crónicas en el hígado. Con los hallazgos  podrán tener más herramientas para detectar enfermedades hepáticas en forma temprana y desarrollar nuevas drogas y tratamientos para estas enfermedades.
Es Embajador científico de ASTAR. Busca promover la igualdad de acceso de hombres y mujeres a la ciencia. Desarrolla un canal de Instagram con ese fin.
Había comenzado su carrera en el exterior en Singapur, donde desde 2012 investiga los cambios metabólicos en la regeneración hepática, tema que fue su tesis doctoral.
¿Por qué el hígado dañado sigue enfermo?
“Investigo cuál es el mecanismo de la regeneración hepática y los cambios metabólicos que ocurren cuando el hígado sufre algún daño y se regenera”, indicó Caldez al Programa de Comunicación de la FCEQyN.
“Lo que buscamos entender es por qué los pacientes que sufren enfermedades metabólicas, como hígado graso, generalmente fallecen después de la receptomía (trasplante) hepática”, amplió.
La universidad pública, el gran trampolín de su vida
Sobre su llegada al universo de la genética, Caldez resaltó “al terminar el colegio secundario, decidí que quería seguir esta carrera, fuertemente influenciado por el trabajo de su profesora de Biología en la escuela de Marcos Juárez.
“Elegí la FCEQyN porque es una universidad pública”, señaló.
Recordemos que esta carrera creada en 1975, es pionera en Sudamérica y por muchos años fue la única propuesta en Argentina. Posteriormente se creó una en la Universidad de Morón –es privada- y otra en la Universidad de Pergamino, que es pública aunque su formación en diferente.
“Durante la carrera tuve la posibilidad de interactuar con muchos profesores y estudiantes, fui ayudante de varias cátedras lo cual me permitió desarrollar muchas habilidades como la comunicación y adaptarme a nuevas situaciones. Y esas habilidades me ayudaron a crecer como investigador y explotarlas en mi doctorado”, indicó.
Entre los mentores de su formación, lista encabezada por su madre, su abuela y su tía Elsita, destacó a la profesora Neni Valdez, “por haberme puesto en contacto con gente que tiene realidades completamente distintas a las que nosotros vivimos, lo cual me hizo inclinar hacia la biomedicina”, y a su director de tesis, Dr. Pedro Zapata, graduado de la FCEQyN que “me ayudó a ganar habilidades técnicas en la biología y me dio un apoyo importantísimo al final de mi carrera”.
Buscar nuevos horizontes en el exterior
Paralelamente al cursado y a las ayudantías en las cátedras, Matías tuvo la posibilidad de viajar a presentar sus trabajos en conferencias en Europa, Japón. Con ello, fue hilvanando contactos con científicos de todo el mundo. Interacción que “ayuda a entender cómo diferentes comunidades tienen diferentes necesidades” y que también le permitió autogestionar nuevos espacios para continuar sus investigaciones fuera del país, al igual que cientos de graduados de la FCEQyN de esta y otras carreras.
Singapur, otra vida
“Meses antes de terminar la carrera quería tener una experiencia en el exterior, en Asia, para ver cómo eran las condiciones de vida. En octubre de 2011, la embajada de China en Argentina me recomendó viajar a países que tengan influencia china. Sugirieron Hong Kong y Singapur. Entonces envié mails a directores que me ofrecieron becas, que las agencias de formación científica de cada país tenían para estudiantes extranjeros”, resaltó.
Finalmente decidió optar por Singapur donde hizo una pasantía de nueve meses y luego aplicó a una beca doctoral, la cual concluyó en 2017 al presentar una tesis que describe nuevas vías metabólicas en mecanismo de regeneración hepática.
Posdoctorado en Japón
“Cuando terminé el doctorado quería tener otra experiencia laboral, fuera del país. En una conferencia en Singapur en noviembre de 2017, me contacté con el Dr. Shitzu Akiro (Osaka, Japón, Inmunology Frontier Research Center). Le comenté sobre mis trabajos e intercambiamos contactos de correo. Esa misma tarde, luego de la conferencia, le mandé un correo y le comenté que me interesaba su trabajo de investigación y que si tenía espacio para recibir investigadores”, relató Matías.
“El doctor Akiro me respondió consultándome qué proyecto tenía en mente. En diciembre de 2017 en una conferencia en Japón volvimos a contactarnos y tuve oportunidad de conocer el laboratorio. Le interesó el trabajo que yo estaba haciendo y decidió contratarme con una beca posdoctoral de avanzada”.
La beca inició en enero de 2018.
“Es para mí un gran honor que un investigador de tanto prestigio confíe en darme una posición con tanta responsabilidad cuando aún tengo tan poca experiencia como pos doctorando”, resaltó uién ya es investigador especialmente contratado (Advanced-Postdoc) del Centro de Investigación
Oportunidades igualitarias para las mujeres en la ciencia
Junto a jóvenes científicos del mundo, Matías participa en una red de promotores de las ciencias. Su enfoque es orientado a la inclusión de mujeres y niñas.
“Muy pocas mujeres ocupan lugares de liderazgo en la ciencia, y eso lo considero una vergüenza, porque el espíritu de la ciencia es reducir la igualdad y tenemos que luchar para construir ese mundo con más igualdad”, resaltó.
“En ciencia hay una gran desigualdad entre la representación masculina y femenina. Como comunidad científica necesitamos empoderar a las mujeres para que ocupen lugares de poder y puedan gobernar desde allí, puedan promover mucha más igualdad”, manifestó señalando que “en el siglo XXI no podemos tolerar más desigualdad en ningún tipo de estrato social”.
Y destacó que en sintonía con un cambio cultural mundial “se están generando nuevas políticas para reducir esta desigualdad”.
Científico: un servidor de la comunidad
“Generalmente nuestras investigaciones son subvencionadas por la comunidad, lo que hace que el científico sea un servidor de la comunidad” lo cual implica una “responsabilidad moral única”, recalcó Caldez.
“Quiero agradecer a los habitantes de nuestro planeta y de nuestro país que generosamente contribuyen a nuestra investigaciones a través de los impuestos y dando apoyo a los científicos”, resaltó Matías, comprometido en “trabajar para devolver lo que siempre nos han ofrecido”.
Alentó a los estudiantes secundarios a seguir una carrera.
“Los jóvenes tienen algo que se necesita en la comunidad científica: la creatividad”, destacó resaltando: “me encantaría que esta historia personal estimule en los jóvenes el espíritu científico, para que se unan nuestra lucha cotidiana para generar igualdad”.

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