La línea a seguir

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La inflación se aceleró más de lo esperado por los analistas y alteró al sistema financiero a la espera una nueva suba de tasas. La frase describe la situación de la economía de Estados Unidos. Pero mantuvo en vilo al equipo económico de Mauricio Macri porque sus consecuencias pueden afectar las expectativas locales. Una suba de tasas de la Reserva Federal haría más caro el crédito de la Argentina a través de la emisión de deuda y, en definitiva, pondría más restricciones al financiamiento.
El Gobierno nacional estuvo pendiente de las noticias porque el modelo es frágil a los movimientos externos. Cualquier chispazo en el norte, puede significar una explosión en el sur. El financiamiento vía deuda externa es sensible al humor de los mercados y especialmente, al valor del dólar. Será más caro endeudarse.
La suba de tasas de la Reserva Federal es incluso más preocupante que las tasas del Banco Central en la Argentina, que también utiliza la misma lógica para frenar la inflación.
Sin embargo, la suba de precios volvió a sorprender en enero, con aumentos superiores a los esperados. El Indec midió 1,8 por ciento, lo que da una inflación anual del 25 por ciento –en el Nordeste, que incluye a Posadas, se dio la segunda suba más relevante-. Enero no solo mete presión al cumplimiento de las metas blandas que se fijó el Gobierno, sino que revela el contraste entre la toma de decisiones de las principales espadas del gabinete. Los precios que más aumentaron fueron los regulados por el propio Estado, es decir, la energía, los combustibles y los servicios públicos.
Las medidas tomadas por el Gobierno, conspiran contra las metas del Gobierno. Proyectada, la inflación llegaría al 19,6 por ciento en 2018, 30 por ciento por encima de las metas recalibradas.  Las paritarias se pretenden al quince por ciento anual.
Seguramente estas contradicciones habrán estado en la mesa de trabajo del del Presidente y su equipo en el retiro espiritual de Chapadmalal. Fueron tres días de introspección en la residencia de descanso oficial donde se repasó la gestión y se compartieron las metas para 2018. No fue, en rigor, un relanzamiento, como se esperaba, sino más bien un encuentro para reforzar la línea. Macri defendió a sus ministros más cuestionados y sostuvo que “deben demostrar que las acusaciones no tienen sustento”. Se refería a Jorge Triaca, el ministro de Trabajo que despidió a su empleada a quien tenía en negro y al subsecretario General de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, quien según una investigación ocultó más de un millón de dólares en una cuenta bancaria en Andorra. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, también fue denunciado por su vinculación a fondos offshore que compraron deuda emitida por el Gobierno.
En materia económica también se sostiene el rumbo, con un megaequipo comandado por Marcos Peña, con las demás carteras sometidas a su bendición. El Jefe de Gabinete quiere más trabajo en equipo que lucimientos personales. Los éxitos, en definitiva, deben ser del Presidente.
“Pudimos reflexionar, compartir horas de trabajo con el equipo, repasar lo que hemos vivido estos dos años de Gobierno y concentrarnos en este 2018 que se presenta como un año bueno, en el que vamos a seguir creciendo, encarando transformaciones”, sostuvo Macri después de defender la transparencia de su gestión.
Sin retiro espiritual ni asado de por medio, el gobernador Hugo Passalacqua convocó a sus ministros para hacer también un repaso de la gestión en cada área y afinar acciones para el 2018, que comienza a tomar forma recién en marzo, con el inicio de las clases y la actividad política que recobra el ritmo.
La reunión fue pactada para el miércoles y cada ministro deberá exponer los avances en sus áreas.
El turismo es el que mejores resultados puede mostrar. Enero ha sido exitoso y el carnaval volvió a marcar récord de visitas. Sin embargo, en el sector turístico hay preocupación compartida por los costos laborales, que afectan la rentabilidad e impactan en la calidad de los servicios. Hay intensos debates en el sector empresario. La llegada de nuevos jugadores de mucho peso puede transformar el mapa turístico. Los que no se actualicen, corren el riesgo de perder su porción de la torta.
Educación tiene un camino casi allanado hacia un comienzo de clases sin complicaciones. El acuerdo salarial con el gremio mayoritario garantiza que las escuelas estén abiertas para recibir a los estudiantes, pese a que seguramente habrá medidas de fuerza de los sindicalistas más afectos al piquete que a la tiza. De cualquier modo, el escenario económico no permite hacer las mismas concesiones que en el pasado. Para insistir en alguna reivindicación, habrá que ser parte de la mesa de negociaciones.
El cambio de actitud era esperado por la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones, que siempre lidera las negociaciones salariales y pone la espalda para las críticas, mientras los díscolos apuestan al piquete, pero disfrutan de los mismos aumentos.
En el Agro se viven días intensos. El ministro José Luis Garay surfea entre intereses en pugna, mientras debe equilibrar la balanza para conseguir precios que cuiden el bolsillo del pequeño productor. Hay negociaciones paralelas en varios frentes. En el forestal la Asociación Forestal Argentina presiona por la extensión del uso de los bitrenes y por cambios en la ley 25080 de promoción de bosques implantados. Las miradas son distintas en cuanto a la continuidad de esa ley.
Por eso, Garay decidió convocar a todos los sectores a un plenario donde cada uno exponga sus posiciones cara a cara antes de seguir las conversaciones en el Congreso nacional. Mientras, se negocia el precio del tabaco y de la yerba mate. En el insumo para los cigarrillos se está cerca de un acuerdo con el aval de la industria. Con el otrora oro verde no parece tan encaminado el acuerdo. Lo más probable es que la industria fuerce un nuevo laudo. El sector productivo está desprotegido en medio de sus luchas internas por la representatividad.
Con menor protagonismo, también hay un reclamo latente de los ganaderos misioneros por la obligatoriedad de instalar Controladores Electrónicos de Faena (CEF), en las plantas faenadoras de bovinos y porcinos dispuesta por la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario que funciona bajo la órbita del Ministerio de Agroindustria de la Nación. No es la única medida del Gobierno nacional que atenta contra los pequeños productores del interior y parece favorecer a la Pampa Húmeda.
La normativa, rubricada por el área de Fiscalización de Carnes, en su artículo 8 establece con plazo hasta el 28 de febrero que “las empresas que no cuenten con los dispositivos instalados serán suspendidas en su inscripción”. Para muchos ganaderos misioneros, los costos son imposibles de asumir. “Vamos directo al matadero”, graficó un empresario del sector.
Un picadero de carne debió enfrentar también estos días el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, quien tuvo que salir a aclarar a propios y extraños los términos de un acuerdo publicitado por Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad admiradora del Far West, donde el comisario era más célebre cuanto más rápido desenfundaba.
Bullrich anunció ansiosa un acuerdo para instalar una base de la DEA en Misiones, una especie de task force monitoreada por los agentes gringos con capacidad de acción en la tierra colorada.
La realidad indica que la ministra fue ganada por la ansiedad de un título. No habrá base yanqui en Posadas, sino que los policías misioneros se capacitarán con la agencia antidrogas de Estados Unidos en tácticas y manejo de tecnología. Una task force como la que imaginó Bullrich implica cesión de soberanía y territorio que necesita inevitablemente del aval del Congreso nacional y provincial.
No habrá nada de eso, aseguran en el ministerio de Gobierno, sino una capacitación que fue largamente gestionada por la gestión de Passalacqua, que puso al combate a la droga como una prioridad, con resultados record de decomisos y detención de narcos. Nunca antes se había secuestrado tanta droga en Misiones, pero los nostálgicos prefirieron obviar ese combate frontal contra el narcotráfico y enfocarse en la supuesta invasión para pegarle al Gobierno provincial.
Incluso dentro del Gobierno hubo algunas voces en contra del acuerdo y la más expresiva fue la ministra de Derechos Humanos, Tiki Marchesini, contradiciendo la línea de trabajo oficial.
La militarización yanqui es un hecho largamente debatido en Misiones y la región. “Misiones es la provincia más militarizada. No se trata solamente de la presencia tropas o de personal vinculado a las Fuerzas Armadas estadounidenses, sino de otros países, servicios de inteligencia de las primeras potencias están trabajando desde hace mucho tiempo”, decía en 2004 Hernán Damiani, entonces un férreo opositor a ejercicios militares en la Triple Frontera con fuerzas estadounidenses. Damiani era diputado nacional en ese entonces, sobreviviente de la gestión De la Rúa. Bullrich había sido ministra de Trabajo la misma alianza, solo que eyectó en 2001, incluso antes del fugaz presidente. Hoy vuelven a ser parte de la misma alianza.
El modelo de Policía de Misiones, aún con sus fallas, está lejos de ser el que defiende Bullrich, de mano dura y gatillo fácil. Lamentablemente, es un modelo que se impone para sostener políticas que tienen consecuencias sociales negativas. Río de Janeiro es hoy el mejor ejemplo. La ciudad del carnaval y la eterna alegría está militarizada por decisión del presidente Michel Temer. La mano dura contra el narco fracasó allí lo mismo que la militarización en Colombia o México. No es un modelo que se quiere imitar.

Después de anunciar aumentos salariales para el sector activo, que se trasladarán a los pasivos, en porcentajes bastante más generosos que en la Nación, Passalacqua pretende reforzar la línea social de su gestión en momentos en que la situación económica se hace sentir. El plan de obras también estará enfocado en la inclusión social.
En las otras áreas hay altos y bajos. Después de un enero caótico con los aumentos en la energía eléctrica, como consecuencia del tarifazo de Juan José Aranguren, volvió la calma al anunciar la marcha atrás con los incrementos de enero. La decisión de Passalacqua se prescindir de los aumentos locales fue reconocida por distintos sectores sociales y puso a Misiones de relieve ante otras provincias que acumulan protestas por subas nacionales y locales, a la que se suman aumentos en los combustibles.
En Misiones, Emsa retrocedió sobre sus aumentos y Posadas goza del beneficio del ITC diferenciado por segundo año consecutivo. No hay casualidades. Lo primero se puede hacer porque hay solvencia financiera y manejo austero de los recursos. Lo segundo, obedece a buena sintonía entre el Gobernador y el Presidente.
Macri considera a Passalacqua como uno de los gobernadores en los que se puede confiar en lo político y sostiene a Misiones como ejemplo de una buena administración económica. Podría haber un nuevo encuentro en los próximos días.

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