La romántica emprendedora que invita a una pausa para saborear un té con estilo
“Me enamoré de la Camellia Sinensis”. De ese amor nació La Francisca, la Casa de Té que se inauguró hace una semana en Posadas. Mirta Pasqualino, es la atrevida enamorada que quiere contagiar su pasión por el té y los blends.
La varita emprendedora de Mirta convirtió la vieja esquina de Buenos Aires y Catamarca en una elegante casona mágica que contiene exquisiteces muy diversas. Desde perlas de hojas de té con jazmín de China, hasta muffins de yerba mate.
El budín de rosas, también podría ir muy bien con un té paquistaní. La Francisca es sin dudas el encuentro entre Misiones y el mundo a través de la Camellia Sinensis. Esa es la magia de Mirta.
“Si el té es bueno, es mejor probarlo solo (sin endulzante) para degustarlo y luego sí, podés usar azúcar, miel, melaza, lo que gustes; o agregarle una perla de jazmín”, explica. Y ¿qué es esa perla? Una pequeña bolita de hoja de té que dentro tiene una flor de jazmín: un producto traído de la China.
La Francisca ofrece más de quince variedades de blends entre “viajeros” y “misioneros”. Y pronto estará a disposición una creación de Mirta que se llama “Mia Sorella” (mi hermana). “Es un blend que hice en base a los gustos de mi hermana: los cítricos. Son refrescantes, pero también son buenos para el invierno”, explica Mirta.
“Me encanta la ductilidad del té. Me enamoré de la camellia sinensis. Desde como es el cultivo, es muy delicado. Hasta la cosecha que es maravillosa. Y es una especie que se lleva bien con todo. Se lleva con las flores, frutas, especias, con hierbas aromáticas y medicinales y por eso se pueden hacer los blends. Se puede disfrutar un té verde, o un blend con cardamomo, o flores”.
“Los blends con chocolates y especies son mis favoritos. Con cardamomo, jengibre o pimientas, se prestan para el invierno y es muy típico en la India”.
Mirta es una viajera también. Trajo de China, Japón, y países de Europa una serie de teteras, tazas, medidores, infusores, relojes y todo tipo de accesorios que se utilizan para preparar el té.
La Casa de Té está decorada con vajilla de diferentes lugares del mundo y los cuadros que la misma Mirta pintó. También se lucen las pinturas de Ángela, su hermana, quien la acompaña en este viaje por los caminos milenarios de la cammelia sinensis.
Mirta es una emprendedora. Es ingeniera agrónoma, fue docente y directora de una escuela EFA en San Ignacio. Abrió una academia de arte y un hostel boutique.
El hostel fue galardonado como el mejor de Argentina en 2017. Luego compró el fondo de comercio de “Té Bar” donde aprendió los gajes del oficio: “Fui una kamikaze, tuve que aprender a usar la cafetera, a llevar la bandeja, todo”. Pero la vida la llevó a enfrentar la enfermedad de su marido y decidió dejar todos sus emprendimientos. Luego, con la cura de su compañero de vida, llegó esta nueva oportunidad.
La Francisca, es un nombre particular. ¿cuál será la historia? “Primero, antes de tener el proyecto, pensé en el nombre. Quería un nombre francés, con glamour, pero se prestaba a confusiones, se escribe de una manera y se pronuncia de otra; luego, pensé en darle un toque regional, en un nombre guaraní, pero también tiene una fonética especial. Hasta que dije, algo simple, en español que todos recuerden y pensé en el nombre de mi hijo Francisco. Pero es una casa de té, no podía ser ‘El Francisco’; lo consulté con él y no le molestó”.
Menú regional
Mirta desarrolló una receta de muffin de yerba mate y un budín denominado Hu (negro, en guaraní): “Lo hago con melaza de San Javier, es como la masa negra”. También creó un budín de rosas con hebras de té verde (ver video).
Hay chipas y sandwiches, variedad de tortas y masas. Los blends de té se renovarán en primavera.
Ping Pong
Té de Misiones: “Es llamativo el color. El té de otros lugares es más claro. El de Misiones tiene un color fuerte y eso gusta mucho”. Mirta quiere vender exclusivamente té misionero “para el turista o el cliente local”.
“El 95 % del té que se consume en Estados Unidos es misionero, se lo consume como té helado”.
Té Blanco: “Se cosecha a mano, de manera muy delicada para no romper los brotes”. Si es muy barato, Mirta sospecha de que realmente sea té blanco. “En hebras, tiene un color cenizo”.
Té Verde: “Es el que menos me gusta. No debería decirlo, pero es así. El té negro es mi favorito”.
Té con leche: “Me encanta. Tanto que se habla del té británico. Ellos lo cortan con leche o con crema también. Es parecido al nuestro. Es muy noble la camellia sinensis, se amiga con todo”.
Desafío: “Lograr que la gente también opte por opciones menos tradicionales para acompañar el té, como muffins salados; o el sandwich inglés para la hora del té”.
Viaje inolvidable: “¡Italia! Viajé varias veces y siempre tengo nostalgias de volver. Deben ser los genes de mis nonos”
Ficha de vida
Mirta Pasqualino
59 años
Nació en ciudad de Buenos Aires el 1/2/1960
Tiene 2 hijos
Casada con un misionero
Trabaja (con apoyo incondicional) su única hermana que se llama Angela Pasqualino
Es Ingeniera Agrónoma (UNNE Corrientes)
Profesora de Dibujo y Pintura