Luces y sombras

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Hace un puñado de meses, un Javier Milei por entonces en campaña electoral, despreciaba públicamente al peso y prometía una dolarización como salida inmediata de la inflación y los problemas económicos de la Argentina. “Jamás en pesos, jamás en pesos. El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono”, fue una de sus frases más escatológicas en relación con la moneda nacional. El viernes el ministro de Economía, Luis Caputo escribió exactamente lo contrario: “La gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos”. Después remarcó que “el peso va a ser la moneda fuerte”. De “ganar en dólares” a tener que venderlos para pagar impuestos… en apenas siete meses. 

Más allá de la amenaza latente que significa “vender los dólares” (que se supone estaban en los ahorros) para pagar impuestos, la contradicción es una muestra más de la incertidumbre que domina la escena económica, donde se celebra el resultado del ajuste, como si fuera una buena noticia en sí misma. 

Para Milei la suba del dólar no es responsabilidad de su Gobierno, sino de la especulación, el Fondo Monetario y hasta Sergio Massa. Denunció que esta semana hubo dos intentos de “corridas cambiarias” y apuntó una vez más contra el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, a quien acusó de beneficiar al gobierno anterior y de “poner peros” a la actual gestión en el marco de las negociaciones con el organismo de crédito internacional. “¿Por qué el FMI le permitía todo a [Sergio] Massa?”, cuestionó el mandatario en una conversación con un canal de streaming.

“Nosotros seguiremos haciendo bien las cosas. Es una decisión del Fondo avalar todo el desastre que hizo [el exministro de Economía, Sergio] Massa”, sentenció Milei. “Y nosotros que sobrecumplimos nuestra metas más exigentes nos hace lo que nos hizo”, marcó el mandatario en alusión directa a la intervención de Valdés en las negociaciones con el organismo de crédito internacional.

No hay una línea a seguir. Se pasa de un día para el otro de la economía libre de ataduras estatales a una feroz intervención del mercado cambiario. No hay rumbo de reactivación. Se va improvisando sobre la marcha con mucho ruido caótico que impide una proyección de mediano plazo. La economía no deja de caer y no aparecen señales de reactivación que generen entusiasmo ni interlocutores estables para poner en marcha la gestión. Funcionarios que salen eyectados por Twitter y otros que se enteran de su despido en una misión oficial, como Fernando Vilella, quien fue reemplazado por Sergio Iraeta en la secretaría de Bioeconomía. Ni hablar de los asesores económicos, que no  pueden expresar alguna mirada disidente, so pena del escarnio público. Primero fue expulsado el economista Fausto Spotorno. Ahora le tocó el turno a Teddy Karagozian, el mayor empresario textil de la Argentina, quien tuvo una frase infeliz: “Mi capacidad de imaginación y la información que tengo yo es diferente a la que tiene el señor Presidente”, aseveró cuando le preguntaron sobre el plan económico. Ambos sufrieron después la acusación de “traición” por parte del Presidente, quien acusó (a Spotorno) de “querer afanarse información confidencial para hacer más rentable la consultoría”. Sobre el empresario sostuvo que “traicionó” al “fracasar en imponer su agenda prebendaria”. Todo por redes sociales y apenas un par de horas después de expulsarlos del “consejo de asesores” presidenciales. 

Los días pasan entre esos desplantes de 140 caracteres e insólitas disputas palaciegas como la que desplegaron la vicepresidenta Victoria Villarruel y la Dama de Hierro Karina Milei… por los cánticos de la selección. La Vicepresidenta se metió a defender a la selección y de paso acusó a Francia de país colonialista -nada que no supiéramos, aunque las buenas costumbres diplomáticas indican que no hace falta decirlo-. La Hermana fue a la embajada a pedir disculpas.

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El vocero Manuel Adorni dio los detalles: “Efectivamente [Karina Milei] fue a explicar que el desafortunado comentario ocurrido en las redes fue a título personal y que no era la posición del Gobierno entremezclar cuestiones de pasiones deportivas con cuestiones diplomáticas” y remarcó que las relaciones con Francia están “absolutamente intactas” tras la visita de la hermana presidencial.

Huelga decir que cuando hablan, el Presidente y la vicepresidenta, lo hacen en nombre del Gobierno… porque son el Gobierno. Por cierto, el tuit de la vice sigue fijado en su cuenta.

El estimador mensual de actividad económica que el Gobierno celebró como un triunfo sobre la hora, carece de datos sólidos para el entusiasmo. Si bien mayo marca una suba de 2,3% en la comparación interanual y de 1,3% respecto a abril en la medición desestacionalizada, las estadísticas son engañosas: entre lo poco que crece está Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con 103,3 por ciento. Nueve sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Construcción (-22,1% ia),  Industria manufacturera (-14,2% ia) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-11,41% ia). La UIA aportó otro dato: en mayo la actividad industrial registró una caída en la comparación anual (-14,3% i.a) y mensual (-0,6%, sin estacionalidad). Se trató del doceavo mes de caída consecutiva. En lo que va del año la caída del sector industrial es de -12,8%. 

En la misma línea, el INDEC señaló que el uso de la capacidad instalada de la industria fue del 56,8% en mayo, más de diez puntos por debajo del registrado un año antes.

Y entre lo que creció, también hay matices. No es lo mismo la Agricultura de la zona centro del país, que las economías regionales. Según el último semáforo de Coninagro, que monitorea 19 producciones, solo dos sectores están en verde, cinco en amarillo y doce en rojo, manteniendo una tendencia de dificultades que se prolongó en los últimos meses. Entre los que siguen en rojo está la yerba mate, con precios de la materia prima en caída y ventas en el mercado interno que no logran recuperarse. Y la tendencia, en una de las principales economías regionales de Misiones, no parece revertirse en el corto plazo. La hoja verde que en diciembre costaba 210 y en marzo 250 pesos, se paga ahora entre 170 y 200 pesos, pero con plazos de 30, 60, 90 o incluso 120 días.

“El contexto puede empeorar gravemente, porque el Gobierno no accede a los dólares para pagar las importaciones, desde fertilizantes a repuestos, que se necesitan para el agro o la industria. ¿Qué va a pasar? ¿Querés importar? Traeme los dólares. ¿De dónde? No importa. Entonces hay que comprar dólares en el mercado real -blue- y los insumos van a subir al valor del blue. En vez de 900 a 1.500 pesos. El que no compró fertilizante, no podrá comprar ahora. Ni para la yerba, ni para el té ni para nada. No podemos cubrir los costos ni la tarefa”, advirtió el productor Cristian Klingbeil.

El productor yerbatero y tealero también lanzó una crítica al modelo Caputo: “Vender dólares para pagar impuestos es descabellado. Uno paga impuestos por tener una rentabilidad, que no tenemos. Si tenemos que sacar del colchón para pagar impuestos quiere decir que nos estamos fundiendo”. 

La yerba es una de las preocupaciones centrales del Gobierno provincial. Monitoreo constante y búsqueda de soluciones. Hay dos o tres medidas en marcha y un par más en proceso. En la última semana el gobernador Hugo Passalacqua anunció la ampliación de una línea de créditos que arrancó en 80 millones por empresa a 400 millones por industria, con el objetivo de mejorar el precio de la materia prima. Es una tarea titánica que lucha contra la desregulación del mercado que rige desde diciembre por el DNU del Presidente, una de las primeras muestras de su plan económico.

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Después, con la ley Bases que allanó el camino a la aplicación de sus ideas, no quedan obstáculos para el modelo libertario. Sin embargo, los primeros siete meses de gestión revelan sus consecuencias: si se compara la cantidad de empleadores que declararon trabajadores entre noviembre de 2023 y abril de 2024, se redujo de 512.357 casos a 504.497 casos, perdiéndose en total 7.860 empresas. En el mismo período, según datos del Centro de Economía Política Argentina, se redujo 1,73% la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas, con una pérdida de más de 176 mil puestos: de 9.857.173 a 9.686.478 empleos.

El empresario Gonzalo Menor, del grupo Servando, puso en palabras este escenario. En una entrevista con Open1017, señaló que “veníamos bastante ilusionados, pero estamos preocupados porque si no se recupera o al menos que se vea un pequeño camino de recuperación, tenemos miedo que esto se estanque y termine en un problema más grave” “En nuestra actividad, la de todos los días y que hablamos con Renault Argentina, ellos tampoco ven un camino muy fácil, están a la espera de un acuerdo con los bancos y que bajen las tasas. Nuestra recuperación comercial sigue esperando. Desde enero para acá seguimos esperando mejoras permanentes con una expectativa que no se está dando entonces ya llega un momento en que se terminan tus recursos, tengo colegas que ya venían esperando la recuperación que no se da”, detalló. 

En otros actores económicos la situación es un poco más saludable. Los exportadores de madera y derivados de Misiones celebran por estas horas un potente crecimiento de las exportaciones, que pasaron de 31,5 millones de dólares en el primer semestre de 2023 a 46,5 millones de dólares en el mismo período de 2024. El crecimiento es del 47,4 por ciento, mientras que Corrientes marcó una caída del 13,1 por ciento. Sin embargo, el empleo forestal, entre abril del año pasado y abril de este año, cayó 12,95 por ciento. 

En general, las exportaciones de Misiones crecieron 25 por ciento en el primer semestre. El té mejoró 7 por ciento con 41 millones de dólares y la yerba mate 6,4 por ciento, al alcanzar los 36,3 millones de dólares en la primera mitad del año. Tanto en la madera como en la yerba, se puede advertir una concentración de la rentabilidad. 

En contraste, el valor del dólar es hoy un incentivo para el turismo receptivo. Brasileños y paraguayos vuelven a aparecer por las ciudades de Misiones atraídos por el tipo de cambio. La temporada de invierno está siendo positiva para las Cataratas del Iguazú, que en lo que va del mes ya recibió más de 90 mil visitantes, con un flujo mucho más intenso desde la reapertura de la Garganta del Diablo, el principal atractivo de la maravilla natural. La concesionaria apuesta a un plan de inversiones para duplicar y luego triplicar el número de ingresos del Parque Nacional Iguazú, cuyo pico fue en 2019, con 1,6 millones. De todos modos, no será un resultado inmediato: para este año se espera una baja del 21 por ciento en comparación con ese año. 

Sin embargo, los números empiezan a mejorar. En el sector esperan redondear una temporada de invierno con una ocupación promedio del 80 por ciento, un número muy alentador en comparación con los primeros meses del año.

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