“Mentime… que me gusta”
Hola mis amigos lectores. Esta frase es una de las sentencias que mejor explica lo peor de esta etapa que transita el país, donde la manipulación y multiplicación de falsas noticias –tanto en redes como en medios convencionales- relativizaron la importancia de lo cierto y lo no cierto. Por lo tanto, mi deber como amante de la verdad y en detrimento de la “posverdad” instalada, es poner claro sobre oscuro a esas cuestiones que a usted dejaron de interesarle, quizás porque el acceso a la verdad quedó en manos de los menos poderosos.
En 2015 le dijimos a la gente que nos voten porque -entre otras cosas- el país estaba lleno de haraganes que cobraban planes sociales e íbamos a terminar con el populismo. Y que era injusto que usted trabaje y pague a esos haraganes.
También le dijimos que iba ser un “chupín de nene” bajar la inflación, que el dólar a 16 era un fracaso, que no pagarían ganancia los trabajadores asalariados y muchas mentiras más, que afortunadamente a nuestros votantes, les encanta justificar con “la herencia recibida…”.
Pero bueno, lo cierto es que usted y yo, el “cheto” de Baires, el que quiere ser “cheto”, el Pyme de Misiones y toda clase media en general votamos a Mauricio. Le pusimos el votito por un “cambio” para que se termine con esto de los planes sociales y que esta gente “agarre una pala” al grito de “basta de vivir de prestado viejo”. Nos cansamos de que con nuestros impuestos se mantenga a estos vagos, frutos del clientelismo y el populismo barato.
Mi querido y “emprernado” lector, le tengo una noticia que suma un aporte a su ciega y -prejuzgando- consciente y/o velada ignorancia.
¡¡¡Aumentaron los hogares con programas sociales!!! Más de la mitad de los beneficiarios no tienen los estudios terminados. El 87,4% de los chicos de Argentina tiene cobertura del Estado. Más del 30% de los hogares percibe alguna ayuda estatal. Esa cifra sube al 40% en la población urbana. Estas y otras tantas, son las características centrales de la radiografía de asistencia social que hoy ofrece una Argentina sumergida en el casi 34% de pobreza, amén de las modificaciones que se realizaron en la forma de medir la pobreza desde que asumió el compañero Macri, estrategia que dificulta aún más la comparación.
Según un relevamiento que hizo el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, nuestra política social aumentó el nivel de cobertura de asistencia social de planes.
Y hay una realidad que supera todo: los niveles de pobreza no sólo no bajaron, sino que aumentaron al 33,6%, según los datos de la UCA, y los estratos medios de la sociedad empezaron a recibir más ayuda estatal en una curva ascendente que no parece tener fin. O sea, aumentamos “la herencia”.
También, hubo un aumento de los hogares de clases medias profesionales que empezaron a recibir una ayuda estatal: 3,3% en el 2017 contra el 4,8% en el 2018.
Lo interesante de esto, ingenuo amigo votante del “cambio”, es que el “asistencialismo” que sí sacamos no fue el de los “haraganes”, sino el suyo, el de la clase media. Por eso, dejamos de subsidiar la energía y el transporte.
Otra frase célebre del amigo “compañero” Mauricio en campaña fue: “Vamos a bajar la inflación a un dígito” y la mandamos a las nubes… lo más parecido a un centrodelantero en mala racha.
En su seguidilla de yerros frente al arco, nuestro líder empresarial, también había dicho que “los trabajadores no van a pagar el impuesto a las Ganancias”. Contrariamente a lo prometido por el Presidente, hoy 1,9 millones de personas pagan este tributo, un número superior a quienes lo hacían en diciembre de 2015; y no porque haya más o mejor trabajo, sino porque metimos a más trabajadores en la bolsa.
También se refirió a los empleos formales del sector privado. Entre noviembre de 2015 y septiembre de 2018, se destruyeron 31.200 puestos de trabajo, que a esta altura de febrero de este año serían muchos más, porque el efecto viral todavía no se detuvo. Muchos comercios y empresas cerraron sus puertas y dejaron a sus empleados en Pampa y la vía. Y la mega-generación de empleo tan prometida se fue a la “bosta”.
Entonces y en pocas palabras, lo que hicimos fue generar más “holgazanes” y acrecentamos su manutención, además de que cuidamos que estén bien pasivos de conseguir trabajo -pues cada vez hay menos- y a usted trabajador y convencido votante, no sólo le hacemos pagar más impuestos, sino que le subimos la luz, el gas, el agua, la nafta, los peajes, el transporte, el supermercado, la obra social, etc. etc. También le acostamos con el salario, pues la inflación se lo come, porque tenemos que mantener a la pobreza que generamos y que vinimos a “guaú” eliminar. Ni nuestros viejitos jubilados se salvaron de nuestra acertada política económica. O sea, a la clase que nos votó ¡¡¡pito catalán!!!
Tengo en la cabeza la canción 9 de Julio de los “Callejeros” que dice: “… otro delincuente que miente roba, gobierna y se va… otro país irán dejando estos sucios a la posteridad y otros los sufrirán, y en el medio no te encuentro y sufro en la ciudad….” En fin, ustedes entenderán que es “la herencia”. Heredamos el gen de la indisposición al compromiso, pero de la viveza del “mentime que me gusta”. Conformensen con eso.
Como siempre amigos, del otro lado de la reja está la realidad, de este lado también está la realidad, lo único irreal es la reja.