Operativos con amplia inscripción al Monotributo Social para formalizar la economía popular

En los barrios Lapachitos, de Posadas; Villa Stemberg, de Oberá y en el Km 3 de Eldorado, se desarrollaron intensas jornadas de operativos destinados a la inscripción al Monotributo Social que convocó en los dos primeros lugares a más de 3000 personas.

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En los barrios Lapachitos, de Posadas; Villa Stemberg, de Oberá y en el Km 3 de Eldorado, se desarrollaron intensas jornadas de operativos destinados a la inscripción al Monotributo Social que convocó en los dos primeros lugares a más de 3000 personas. Fueron organizadas por el Movimiento Evita Misiones en conjunto con la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, la Dirección Nacional de Economía Social y Desarrollo Local y el espacio político Tierra, Techo y Trabajo, que lidera el diputado Martín Sereno.

Además, por la tarde hubo un conversatorio sobre los “Desafíos de la Economía Popular”, en la Facultad de Humanidades de la UNaM, con la participación del doctor en Economía, Pablo Chena, director nacional de Economía Social, que estuvo presente en los operativos junto a un equipo de Nación. 
El principal objetivo de las inscripciones es para que los trabajadores y trabajadoras puedan acceder al monotributo social que posee tres instancias fundamentales: impositivo, previsional y acceso a una obra social.

Incluye a beneficiarios del Programa Potenciar Trabajo, además de a quienes desarrollan diversas tareas en el sector de la economía popular de la provincia.

“La instancia impositiva permite que los y las trabajadoras puedan vender sus productos emitiendo facturas; desde lo previsional podrán aportar para sus futuras jubilaciones y contarán con obra social que les permitirá elegir cobertura para su salud, además del acceso a la salud pública. Buscamos que tengan reconocimiento de sus derechos todos y todas las compañeras de la economía popular. Es un logro que conseguimos con lucha, como la mayoría de las conquistas que obtenemos”, afirmó Maximiliano Rodríguez, dirigente del Movimiento Evita, e integrante del equipo del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) que en Misiones está a cargo de Jorge Páez.

A los operativos concurrieron trabajadores y trabajadoras de Garupá, Candelaria, San José, Hipólito Yrigoyen, Apóstoles, Azara, Jardín América, General Urquiza, Puerto Rico, Capioví, Puero Leoni, Campo Viera, Bonpland, Mártires, San Vicente, Dos de Mayo, y Colonia Alberdi, entre otras, y en total se inscribieron más de 3000 personas y sus hijos e hijas como adherentes a los titulares de la obra social. La importancia del Monotributo Social es ingresar al inicio de la formalización de la economía popular. Si bien no es una solución para conseguir todos los derechos laborales, es un paso muy importante y necesario”, expresó Rodríguez.

El Renatep, herramienta de formalización

Luego del operativo de inscripción al Monotributo Social en barrio Lapachitos, y antes de recorrer unidades productivas de la economía popular, el director nacional de Economía Social, Pablo Chena, participó en la Facultad de Humanidades de un conversatorio sobre “Desafíos de la Economía Popular”, ante un auditorio de militantes de organizaciones populares y estudiantes universitarios.

Basándose en las estadísticas del Estado, Chena hizo hincapié en que de los 47 millones de habitantes del país, hay una población económicamente activa de 22 millones -de entre 18 y 65 años- que se declara en actividad laboral. De esa población, alrededor de 6,500,000 son trabajadores en relación de dependencia asalariados del sector privado que no llega a un tercio de toda la población trabajadora de Argentina.
El otro gran estructurador del trabajo es el Estado que organiza  a alrededor de 3,500,000. “Si sumamos a los del sector privado, más los de la administración pública, son alrededor de 10 millones de trabajadores de los 22 millones”.

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Luego hay un millón de personas que se declaran desocupadas y están buscando trabajo. “Con eso podríamos decir que llegamos a los 11 millones, y están los monotributistas de categorías altas, autónomos, que son alrededor de dos millones de personas más. Es decir, que sumando todo lo que el Estado registra como formas de trabajo organizadas por sector privado y público, podemos involucrar a 12 millones de trabajadores. Sin embargo, en el país hay 22 millones de trabajadores y trabajadoras”, destacó el doctor en Economía.

Chena hizo hincapié en los 10 millones de trabajadores que conforman el universo de la informalidad, y estimó que de esa cantidad, son 8 millones los que están en el sector de la economía popular, y la mitad están registrados en el Renatep, que es el primer relevamiento formal y abierto que existe en el Estado nacional para registrar trabajadoras y trabajadores de la economía popular.

Salir de la informalidad y generar fortalecimiento de desarrollo

Para Pablo Chena cuando se discuten problemáticas laborales incluyendo únicamente al sector público y privado, y sólo se involucra al 50% de los trabajadores de Argentina, se está desconociendo la gran heterogeneidad que existe en el campo laboral.

Evaluó que el sistema del capitalismo llegó para quedarse, la automatización, robotización y la inteligencia artificial limitan y delimitan la posibilidad de creación de puestos de trabajo en la actualidad. También hay una reconversión en el sector productivo donde cada vez se necesitan menos cantidad de trabajadores para hacer la misma cantidad de tareas que hace 20 o 30 años.

“Ante un sector de trabajadores que no corresponde al sector público ni al privado, nace la economía popular a partir de buscar una solución a la problemática de empleo, generando su propia economía, y resolviendo los problemas desde la propia clase trabajadora, con características propias que tienden a mejorar la comunidad porque el trabajo se constituye mayoritariamente con tareas comunitarias. Luego se extiende a las ramas productivas, como textiles, agricultura familiar, panificados, fabricación de alimentos, etc. Pero el eje siempre está puesto en lo comunitario, y tiene que ver con la transmisión de valores, con el compromiso de dignificar el trabajo y brindar soluciones concretas a esas problemáticas”, explicó el funcionario nacional.

Para el economista, se necesita construir una estrategia política y constituirse en un actor político cada vez más potente y organizado para que este sector de la economía sea reconocida, junto con la privada y la pública.

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El primer paso es la formalización y la solidez política porque permanecer en la informalidad evita el alcance de políticas y derechos laborales.
“Es muy importante concretar una formalidad para salir de la subsistencia, y generar un fortalecimiento de desarrollo, crédito, acceso a maquinarias, y a un salario social que no sea complementario sino completo. Creemos que el reconocimiento a la economía popular requiere una agenda política para que se pueda transitar en la economía de las periferias, de los barrios populares al centro de las políticas públicas”, enfatizó.

El eje de la economía popular se basa en lo comunitario

La economía popular tiene  entrelazado un componente económico, político, social y comunitario, y la única manera de que crezca es con fuerza política para imponer una agenda en el Estado. El gran desafío es tener herramientas para su desarrollo, formalización, créditos, compra estatal, articulación de la economía popular con el sector privado, desarrollo de cadenas productivas propias y básicamente el reconocimiento de derechos para el sector. “En los lugares donde logramos fuerza política para defenderla, pusimos al Estado en función de fortalecer las unidades productivas que se tradujo en mayor productividad e ingreso a sus trabajadores que no tienen nada que envidiarle al capitalismo”, sostuvo el director nacional.

Con respecto a la agricultura familiar, Pablo Chena recordó que el grueso de nuestro país se alimenta de los productos de los agricultores familiares y de pequeños productores que están aislados en la informalidad. Actualmente hay casos de grandes superficies que están comprando de manera directa a productores de la agricultura familiar cooperativizados.

“En Misiones en las cooperativas yerbateras comienza a ver una dinámica con mejor producción. Dentro de la economía popular hay muchas cooperativas exitosas como las de la construcción que trabajan en la urbanización de barrios populares, por ejemplo Lapachitos en Posadas, y en barrios de Jardín América y San Antonio. Esto lo logramos primero con el relevamiento del Renabap y con la Ley del Impuesto a las Grandes Fortunas que permite que muchas cooperativas puedan mejorar el barrio en el que viven, proveer de instalación de servicio eléctrico, redes de agua y cloacas y arreglar veredas”.

Chena enumeró que se hicieron muchas obras y otras tanto continúan en proceso. “Tenemos casos concretos de construcción de Espacios de Primera Infancia, con las tareas de promotoras de salud y educación. Creo que falta un montón; pero hay experiencias muy concretas para demostrar cómo la economía popular con el fortalecimiento del Estado es completamente viable, sustentable y con mejores resultados que el sector privado porque nuestros compañeros y compañeras con organización en los barrios populares y trabajan mejor que una empresa constructora”, manifestó el economista y funcionario nacional.

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