Potencia exportadora: Misiones y un perfil agroindustrial que hace la diferencia
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Como se ha señalado en más de una ocasión, Misiones cuenta con una fortaleza en sus características productivas y exportadoras que la distingue dentro de la región del NEA: un perfil marcadamente agroindustrial, en contraste con la matriz primarizada de las otras provincias del nordeste. Históricamente, productos como la pasta para papel y celulosa, el té, la yerba mate, el tabaco Burley y los productos forestales han sobresalido en el catálogo exportador misionero. A esto se suma un rasgo distintivo: si bien se trata de bienes de origen natural, en su mayoría atraviesan procesos de industrialización que les otorgan un mayor valor agregado.
Sin embargo, junto a estas ventajas, también persisten ciertos desafíos. La matriz exportadora provincial muestra una alta concentración: más del 80% de las ventas externas se explica por menos de cinco posiciones arancelarias. Aún más relevantes son las dificultades logísticas, que no solo complejizan el proceso de exportación, sino que además lo encarecen. En este sentido, la reactivación del Puerto de Posadas comienza a corregir parte de estas distorsiones y abre una oportunidad para mejorar la competitividad de las exportaciones misioneras.

Dicho esto, volvamos sobre la principal característica misionera: un perfil industrializado que es superior en la región del NEA. Este punto es relevante por más de una razón. En primer lugar, un perfil manufacturero agroindustrial conlleva mayor valor agregado y mejores ingresos, debido a que los productos industrializados incorporan procesos productivos que aumentan su valor de mercado, lo que equivale a decir que por la misma cantidad de materia prima, se obtiene más ingreso. A la par, se produce mayor generación de empleo más calificado y sostenido: la producción agroindustrial requiere más mano de obra que la producción primaria, un empleo que además suele ser más formal, mejor remunerado y estable. Una economía más industrializada tiende a crear puestos de trabajo más diversos, desde operarios hasta técnicos e ingenieros.
Desde el punto de vista de la exposición a los escenarios internacionales, un perfil mayormente agroindustrial tiene menor (aunque no nula) vulnerabilidad a los precios internacionales.
Las provincias con alto perfil primarizado están altamente expuestas a fuertes oscilaciones de precios en los mercados internacionales, como la soja, donde si bien hay tiempos de fuerte bonanza, también hay las de fuertes caídas.
En cambio, los productos con valor agregado tienen precios más estables. Si bien no están exentos de volatilidades de precios, como pasó esta temporada en Misiones por caída en precios internacionales, están algo menos expuestos que otras economías.
Desde el punto de vista del “derrame”, los procesos agroindustriales generan mayores efectos multiplicadores en la economía local: demanda insumos, servicios logísticos, tecnología, transporte, energía, etc., que fortalecen el tejido productivo provincial y generan mayores oportunidades para pequeñas y medianas empresas.
Hay muchas más razones para indagar pero, en resumen, un perfil exportador agro industrializado no solo mejora las condiciones económicas generales sino que crea condiciones para un desarrollo más equilibrado, inclusivo y sustentable. En ese sentido, Misiones tiene una ventaja relativa frente a otras provincias del NEA.
¿Cómo vemos reflejado esto en los datos? Hay dos formas directas de ratificar la posición agroindustrial misionera en la región. En primer lugar, su importancia relativa en las exportaciones manufactureras. En el primer cuatrimestre, Misiones concentró el 57% de las manufacturas agropecuarias del NEA y el 79% del total regional en las industriales.
Por ende, Misiones explicó el 64% del total de manufacturas exportadas por el NEA, ratificando y fortaleciendo al mismo tiempo su perfil exportador en la región. Este grado de participación manufacturera misionera sobre la región no es nuevo, sino que es constante a lo largo de los años.
En segundo lugar, el impacto del valor agregado se da por el lado de los precios promedio de exportación, un indicador clave para entender la calidad, el posicionamiento y el valor de lo que la provincia vende al mundo. No se trata solo de cuánto se exporta en términos de volumen, sino de cuánto se gana por cada unidad exportada. Un precio promedio alto suele indicar que el producto exportado no es simplemente una materia prima, sino que ha pasado por procesos de industrialización, mejora de calidad, empaque, diseño o certificación.
Además, son un indicador de posicionamiento competitivo en mercados internacionales, a la par que tener mayores precios promedio suele traducirse en mejoras de recaudación y en mayor rentabilidad para las empresas, entre otras cosas.
Los datos de 2025 muestran que Misiones lidera la región en este indicador, con un precio promedio de USD 667,5 por tonelada. En comparación, Chaco alcanza USD 317,5, Corrientes USD 535,6 y Formosa USD 399,9. La diferencia con Chaco es especialmente significativa: mientras esa provincia exportó USD 110 millones y 347 mil toneladas, Misiones vendió USD 147 millones con solo 221 mil toneladas.
Es decir, Chaco exportó mayor volumen, pero Misiones generó ingresos mucho mayores por tonelada, con una brecha de USD 350,1.
A nivel nacional, Misiones sigue siendo un actor menor en volumen y monto, condicionado por su ubicación y la falta de infraestructura, una problemática recurrente en el norte argentino por años de abandono. Sin embargo, en términos de precios promedio de exportación, su posicionamiento es destacado.
En el primer cuatrimestre, el precio promedio argentino fue USD 575,3 por tonelada. Misiones lo supera con USD 667,5, ubicándose como la provincia con el undécimo mayor precio promedio del país, la más alta del NEA y la quinta en el Norte Grande.
Incluso, este valor de Misiones supera a provincias líderes en volumen exportador como Buenos Aires (USD 617,6), Santa Fe (USD 508,1) y Córdoba (USD 422,5).
Dada esta situación, continuar impulsando el crecimiento y la diversificación de las exportaciones es clave para el desarrollo sostenible de Misiones. No solo contribuye a generar divisas que alivian las restricciones externas del país, sino que también fortalece el entramado productivo local, impulsa empleo calificado y estimula innovación e inversión. En un contexto nacional e internacional complejo, profundizar la inserción internacional de su agroindustria y avanzar hacia una mayor sofisticación exportadora permitirá a Misiones consolidar su perfil diferenciado en el NEA y ampliar su influencia en el escenario nacional.
