La Garganta del Diablo es el atractivo central de las Cataratas del Iguazú. Llegar ahí permite apreciar toda la fuerza de la naturaleza en su máximo esplendor. Pero para llegar ahí -de modo seguro- hay que atravesar cientos de metros de pasarelas que atraviesan el río Iguazú hasta la cascada principal. Esas pasarelas tuvieron que ser reparadas tras la última gran crecida del río, que arrastró varios eslabones. 

Para que el atractivo recupere todo su esplendor, hay que volver a poner a punto las pasarelas. En esa tarea están unos “locos” a prueba de vértigo y sin miedo a mojarse. Ingenieros, técnicos, especialistas y operarios son parte del equipo que está reponiendo una a una las pasarelas para que en julio, una de las temporadas altas del turismo de las Cataratas, esté todo el recorrido repuesto. 

Finalizó otra semana de trabajo en torno a la reconstrucción de las pasarelas de la Garganta del Diablo. Entre las tareas que se realizaron, se destaca la reposición de balasto (capa de piedras) del tramo de vías, en el acceso a la estación del principal atractivo dentro del Parque Nacional Iguazú.

A muy buen ritmo, con supervisiones constantes en el tramo de vías a la Estación Garganta, se examinaron los trabajos de vibrado con la máquina bateadora de balasto y de alineado de vías, un paso fundamental en esta etapa.

Tras culminar esta instancia, iniciará la última: la reparación del Balcón Garganta, verdadero núcleo del paseo turístico de cataratas.

La rutina de trabajos continuará como hasta ahora y de no haber interrupciones de tipo climático, operarios y profesionales a cargo estiman que en julio, para el inicio de las vacaciones de invierno, la Garganta del Diablo volverá a recibir las miradas de los visitantes locales y de todo mundo.

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