Recesión: Primeros datos que confirman el escenario más temido
El freno en la actividad se acentuó en enero, una recesión confirmada por números rojos con cifras de caída interanual de dos dígitos en (casi) todos los rubros.
Los primeros indicadores de la actividad económica dan cuenta de la profundización de la recesión durante enero, tras el shock devaluatorio de diciembre, que disparó la inflación e hizo caer con fuerza el poder adquisitivo, y, en consecuencia, el consumo.
Y mientras desde el Ministerio de Economía, confían en que la suba de precios se desacelerará en los próximos meses, por el enfriamiento de la economía que provoca esta recesión, los analistas ponen en duda que eso pueda llegar a suceder en el plazo que calcula la administración de Javier Milei.
En Inveqc advirtieron que todos los datos disponibles de enero, en particular aquellos relacionados al mercado interno, “evidencian un no table deterioro, no solo en términos anuales, sino también versus el comportamiento de diciembre”.
Según sus cálculos, el patentamiento de autos cayó un 33% contra enero del 2023, las ventas minoristas cayeron 25,5%, mientras que la construcción anotó un rojo de 28,2% Según sus cálculos, el patentamiento de autos cayó un 33% contra enero del 2023, las ventas minoristas cayeron 25,5%, mientras que la construcción anotó un rojo de 28,2%
“También se redujo un 20% el despacho de cemento, un 19,2% el patentamiento de motos (venía de crecer 16,7% en diciembre) y 16,7% la producción de autos. Por último, los impuestos nacionales ligados a la actividad cayeron entre 15% y 25% real anual (guarismos mucho peores a los del último mes de 2023)”, agregó la consultora.
Por último, remarcó como contraste que “los únicos dos indicadores que mostraron variaciones positivas fueron la liquidación de divisas del agro (64%), suba que s e explica por la muy baja base de comparación -como consecuencia de la sequía histórica en 2023-; y pasajes de cabotaje total, con un crecimiento de 6,5 por ciento. En resumen: los sectores recesivos superaron ampliamente a aquellos expansivos durante diciembre-enero, profundizándose la caída de la actividad”, concluyó.
Recesión desde el arranque
A un diagnóstico similar llegó un informe de IERAL, el centro d e investigación de la Fundación Mediterránea, que concluyó que “los datos de nivel de actividad de arranque de 2024 tienden a confirmar la profundidad de la dinámica recesiva“. Según sus cálculos, en enero la merma en la demanda de bienes de consumo masivo habría sido de entre el 7% y el 8 % interanual.
También se destacó que el índice Construya, que mide la actividad de 11 empresas representativas de la construcción, registró una merma interanual de 28,2 % en enero, luego de caer un 17,4% en diciembre.
En el caso de la producción automotor, el desplome del 16,7% contra el enero anterior se dio luego de que el sector, uno de los más dinámicos de la industria local, haya registrado un incremento promedio del 13,7% durante 2023.
Es en este contexto que el BCRA informó un fuerte descenso de los préstamos en pesos al sector privado: 16% mensual en términos reales y un 41% interanual. “El crédito estaría reflejando el ingreso de la ec onomía a una fase recesiva del ciclo económico, asociada con la elevada incertidumbre reinante al final de la administración anterior y la corrección de las distorsiones de precios y de los desequilibrios macroeconómicos acumulados encarada por el nuevo gobierno”, argumentó el Central en su último informe monetario.
Inflación
Según el documento de IERAL, es precisamente este enfriamiento de la economía la primera ancla para desacelerar la suba de precios.
“En el cortísimo plazo el freno a la inflación proviene de la intensa recesión que estamos atravesando, una medicina contraindicada para el mediano y largo plazo”, advirtieron.
En los últimos días, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó en los medios que la inflación “está viniendo significativamente por debajo de lo que se esperaba”.
Según el último REM, la inflación para enero sería de 21,9% y 18% para febrero. A partir de ahí, descendería paulatinamente hasta volver a una inflación de dígito (8,2%) en junio. “Pronósticos y horizontes nunca son buenos porque si se demoran, uno siempre queda preso de estas predicciones que no son fáciles. Sí tenemos la expectativa de un mejor segundo semestre”, agregó el funcionario.
Por su parte, desde Invecq plantearon que el PBI caería 3,5% promedio durante 2024, en “un escenario optimista de estabilización exitosa”.
Se trata de una corrección de su anterior pronóstico, que esperaba una caída menor. Las razones que motivaron ese cambio, explicaron, fueron “el importante arrastre estadístico negativo que dejaría la contracción de diciembre y las menores chances de que la economía logre estabilizarse durante el segundo trimestre, lo que pone en duda el rebote de la actividad para la segunda parte del año”.
La consultora 1816 hizo un relevamiento similar y los índice de actividad son los mismos que Invecq, pero le agregó a la ecuación el factor de la caída de los salarios, que repercute en el consumo masivo.
“Si bien los datos de inflación marcan una clara desaceleración (25,5% en diciembre, zona 20% en enero, muy probablemente menos de 20% en febrero), la contracara de eso es la brutal recesión que muestran los indicadores de alta frecuencia de diciembre y enero”, indicaron en un informe a clientes.
“El salario real de los trabajadores privados registrados tuvo en diciembre la mayor caída mensual en al menos 30 años y es muy probable que en enero los sueldos hayan alcanzado un nivel más bajo que el de la crisis de 2001″, anticipó.
Fuente Urgente 24