Rosamonte logró la certificación Rainforest para la producción de yerba y té
Los productos con el sello Rainforest Alliance Certified ™ se cultivan y cosechan en granjas y bosques que siguen prácticas sostenibles. Lograr el sello es un trabajo arduo y minucioso que no siempre es alcanzado. Pero desde el miércoles, la firma Rosamonte aparece entre las que pueden incluir su marca con la preciada distinción. La empresa de Apóstoles certificó sus plantaciones de té y yerba mate de toda la provincia, lo que la coloca en un selecto grupo de producción sustentable a nivel mundial.
Es un programa de certificación basado en la sostenibilidad, con tres pilares fundamentales la protección del medio ambiente, la equidad y la viabilidad económica de la empresa. Este programa se basa en las normas de Red de Agricultura Sostenible (RAS), que es una alianza de fundaciones y ONG que se encarga de crear los criterios sociales, económicos y ambientales. Para que una finca pueda ser certificada tienen que cumplir las normas exigidas por el programa y así poder utilizar el sello Rainforest Alliance Certified.
De este modo, Rosamonte tiene acceso a mercados exigentes en cuanto a calidad no solo del producto, sino del entorno social y económico, especialmente en Europa. Las empresas que carecen de la certificación tienen más trabas para ingresar a esos países, ya que tiene que cumplir más requisitos.
La empresa misionera ahora apunta a no vender el té a granel sino con algún valor agregado, lo que le aportará una distinción en relación a la competencia.
Rosamonte ha iniciado un proceso de expansión para convertirse en una empresa agroganadera y ya no solo dedicada a la yerba mate, que de todos modos, cada vez está presente en más países: el año pasado ingresó a Sudáfrica.
La visión de su creador, Ramón “Nene” Hreñuk, es clave en este rumbo: “Los agroalimentos son el futuro de la economía mundial, pero para participar con éxito en ese negocio hay que pensar en grande, hay que producir en escala suficiente para abastecer al mercado interno y a los grandes centros urbanos mundiales”, había definido hace unos años.