Esperamos para 2018 un año previsible desde lo económico. Esta característica se da a partir de re programar las metas de la economía nacional por parte de el equipo del presidente Macri. En este contexto de inflación y tasas sinceradas, la economía se debe desenvolver sin sobresaltos.

 

El nivel alcanzado por el dólar, determina mayor competitividad a las exportaciones de productos argentinos. Asimismo los acuerdos alcanzados por el Gobierno nacional y la mayoría de los gobernadores, garantizan un marco de orden y previsibilidad en el gasto público.

 

Estos acuerdos también constituyen una clara señal de confianza para la inversión. La única incógnita de cara al 2018 constituye el debate sobre la reforma laboral, la discusión atada a la productividad y a la posibilidad de discutir salarios por empresa.

 

Todos estos elementos determinan un escenario de crecimiento, si bien es cierto no a tasas chinas, sobre bases sustentables. Esperamos consolidar durante 2018 la tendencia de baja inflacionaria a partir de las nuevas metas, y de crecimiento en la actividad industrial y en la construcción a partir del acceso al crédito.