Reservas: Morgan Stanley prevé acumulación neta del BCRA pese a déficit externo
Morgan Stanley proyecta un déficit externo “manejable” para Argentina y prevé acumulación de reservas. La entidad financiera espera un superávit de la cuenta financiera del 2,7% del PBI, que compensaría el déficit corriente y permitiría reforzar las reservas del BCRA. Destacan la estabilidad cambiaria dentro de la banda flotante y sostienen que el programa con el FMI puede mantenerse operativo.
En un nuevo informe de seguimiento macroeconómico, Morgan Stanley calificó como “manejable” el déficit proyectado para la cuenta corriente de la balanza de pagos de Argentina en 2025. La entidad estimó que ese desequilibrio alcanzará 2,2% del Producto Interno Bruto (PIB), pero que será compensado por un superávit en la cuenta financiera del 2,7% del PIB, lo que permitiría incluso sumar reservas al Banco Central.
El análisis adquiere relevancia en un contexto donde el mercado observa con atención el comportamiento del frente externo, en medio de presiones cambiarias, salidas de capitales estacionales y el cumplimiento de metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Expectativas de estabilidad cambiaria y continuidad del programa con el FMI
Según el reporte, la Argentina está mostrando capacidad para acumular reservas netas y cumplir con pagos de deuda en moneda extranjera, aunque proyecta un desvío de USD 2.800 millones respecto a la meta de acumulación comprometida con el FMI en la Primera Revisión del 13 de junio.
No obstante, el banco valora positivamente las medidas recientes para fortalecer el stock de divisas, así como el cumplimiento de metas fiscales y monetarias. En este sentido, Morgan Stanley considera que el programa con el Fondo podría seguir en curso, sin necesidad de rediseños en el corto plazo.
Además, destaca que el actual régimen de tipo de cambio flotante —“dentro de una banda amplia”— ayuda a contener los riesgos de una crisis de balanza de pagos, aunque advierte que el país necesitará avanzar hacia fuentes más sostenibles de financiamiento externo para mantener este esquema a lo largo del tiempo.
La advertencia clave del informe radica en que, si bien el déficit externo actual es manejable, su prolongación dependerá de la capacidad del país de atraer flujos sostenidos de capital, tanto financieros como de inversión directa. Sin esos ingresos estructurales, el desequilibrio externo podría volverse más vulnerable ante shocks externos o cambios en la percepción de riesgo país.
A su vez, el informe revalida la importancia de mantener un ancla fiscal firme y un enfoque monetario prudente para evitar que las tensiones del sector externo se trasladen al frente cambiario o inflacionario.
La evaluación de Morgan Stanley resulta una señal de confianza relativa para los inversores y los hacedores de política económica, en tanto valida que las herramientas actuales están funcionando para estabilizar las variables clave. Sin embargo, también reitera los desafíos pendientes: profundizar la apertura financiera ordenada y consolidar la competitividad de la cuenta corriente, sin recurrir a controles ni intervenciones distorsivas.


