Aprueban uso combinado de dos terapias dirigidas contra la leucemia más frecuente en adultos

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En los últimos 15 años, se han revolucionado la comprensión y el manejo de la leucemia linfocítica crónica (LLC)[3], que es la leucemia más frecuente en adultos.[4],[5] La quimioterapia que se utilizaba años atrás ha sido ampliamente superada por opciones como anticuerpos monoclonales, inmunoterapia y, más recientemente, terapias dirigidas, que inhiben determinadas proteínas que intervienen en el desarrollo de esta leucemia.

“La llegada progresiva de estos avances fue brindándoles a los pacientes la posibilidad de vivir más, lograr una mejor calidad de vida, proyectar un futuro, recuperar su rutina, volver a trabajar y retomar todas sus actividades cotidianas: algo impensado para una enfermedad así y que refleja el aporte de la ciencia para mejorar salud”, refirió Fernando Piotrowski, paciente y Director Ejecutivo de la Asociación ALMA.

Sobre este punto, la Dra. Silvana Cugliari, jefa de hematología del Instituto de Oncología ‘Ángel Roffo’, sostuvo que “se debe ser optimista sobre esta enfermedad porque sigue en el candelero de la investigación. Existe una amplia comunidad científica investigando específicamente en LLC y la última tendencia es a estudiar los beneficios de combinar las distintas terapias existentes y aprobadas”.

En ese sentido, la ANMAT en nuestro país aprobó en los últimos años las indicaciones de tratamientos finitos, por periodos de tiempo acotados, de dos años o un año, combinando anticuerpos monoclonales con terapias dirigidas, logrando incrementar significativamente el control de la LLC, con elevadas tasas de respuesta profunda, también llamada ‘enfermedad mínima residual negativa’, que es la ausencia de enfermedad detectable en sangre.

“El tratamiento finito tiene beneficios significativos, además de su elevada eficacia, porque permite a los pacientes periodos libres de tratamiento, evita resistencias a los fármacos y evita la toxicidad acumulada del tratamiento, en comparación con los que se administran en forma continua”, describió la Dra. Cugliari.

El avance más reciente consiste en la aprobación local de la indicación del uso combinado de dos terapias dirigidas, ambas de toma oral, con mecanismos de acción diferentes, pero complementarios, que obtuvieron resultados sinérgicos, superando los beneficios que lograban cada una individualmente.

Las moléculas son un inhibidor de BTK, que inhibe la multiplicación de las células leucémicas[6], y un inhibidor de BLC-2, que restaura el proceso de muerte celular, que se encuentra alterado en los linfocitos enfermos.[7],[8]

Esta fue una de las grandes novedades presentadas durante el XXVI Congreso Argentino de Hematología, organizado por la Sociedad Argentina de Hematología, que está teniendo lugar del 1 al 4 de noviembre en Mar del Plata.

Tratamiento personalizado

¿Al paciente se le realizaron estudios moleculares y se determinó su perfil genético? ¿Es un adulto joven o un adulto mayor? ¿Qué tan frágil se encuentra? ¿Tiene un adecuado esquema de contención familiar? ¿Vive cerca del centro donde se atiende? ¿Cuáles son sus preferencias? ¿Cómo es su estado general de salud? ¿Presenta otras comorbilidades cardiovasculares, metabólicas o inmunológicas?

“Responder estas y otras preguntas nos permite a los profesionales de la salud tomar las mejores decisiones terapéuticas posibles. Procuramos consensuarlas con el paciente, partiendo del conocimiento de su perfil genético, entendiendo qué mecanismos desarrollaron la enfermedad en su organismo, pero considerando también su realidad, su contexto y sus preferencias. Esto hace que el tratamiento de la LLC sea altamente personalizado, lo que representa un verdadero cambio de paradigma respecto de cómo se interpretaba y trataba esta enfermedad poco tiempo atrás”, explicó la especialista.

El mejor tratamiento también es aquel que el paciente puede recibir y cumplir, lo que hace que -en ocasiones- la decisión terapéutica se vea influida también por aspectos no médicos -sino administrativos y burocráticos- vinculados a las posibilidades de acceso a la salud. Se debe trabajar para que las posibilidades de acceso a las terapias innovadoras sean igualitarias y universales, independientemente de la cobertura médica, geografía y la situación socioeconómica del paciente.

Cuándo iniciar el tratamiento

Existe alrededor de un tercio de pacientes que no necesitará tratamiento desde el principio. Son pacientes que muy probablemente llegaron al diagnóstico en forma fortuita en un estudio de control. Está demostrado que tratar la LLC antes de que esté activa no le provoca ningún beneficio al paciente. En este grupo debe monitorearse con frecuencia si la enfermedad progresa o no.

Un segundo tercio nunca necesitará tratamiento, porque su enfermedad no va a progresar, pero eso solo puede determinarse a través de controles. Esta leucemia se presenta en promedio en la séptima década de la vida. Por lo que, si no progresa en 15 o 20 años, quizás el paciente llegue a la expectativa de vida natural sin haber tenido que iniciar un tratamiento.

El tercer tercio es el que sí precisará tratarse desde que se diagnostica. Suelen ser los que fueron al médico por algún síntoma específico, lo que da la pauta de que la enfermedad se encuentra activa. Si no se tratan, esta leucemia seguirá progresando y el paciente tendrá un peor devenir.

“Enfermarse hoy de leucemia linfocítica crónica es muy diferente de haberlo hecho 20 o 30 años atrás. Las claves son realizarse controles de salud para detectar cualquier enfermedad a tiempo, forjar un buen diálogo con el equipo médico tratante una vez que se llegue al diagnóstico y, luego, cumplir con sus indicaciones para lograr el mejor manejo posible de esta enfermedad”, concluyó Fernando Piotrowski.

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Moretones sin razón, fiebre que no baja, sudoración nocturna y agrandamiento del abdomen, los síntomas de leucemia más identificables

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El diagnóstico es el primer paso de un camino largo que la persona recorrerá con su leucemia. Deberá administrar emociones, el impacto en su entorno, cambios en su rutina, tal vez alteraciones en su cuerpo por los efectos de la medicación y también quizás encuentre obstáculos por parte de su cobertura de salud para acceder a estudios y tratamientos. Pero, para tener el mejor pronóstico posible, el diagnóstico oportuno es crítico; así lo destaca la Asociación ALMA en el marco de la organización del 2° Congreso Internacional Online para Pacientes con Leucemia, un espacio gratuito para acercar información a los pacientes y a su entorno.

“Es mucha la carga que llevan las personas con leucemia. Por eso, organizamos la segunda edición de este congreso, para acercarles información, contribuir a su empoderamiento y así ayudarlos a ser protagonistas en el manejo de su enfermedad”, sostuvo Fernando Piotrowski, paciente con leucemia mieloide crónica y Director Ejecutivo de ALMA.

La leucemia es un grupo de enfermedades oncohematológicas que se originan en las células primitivas productoras de glóbulos blancos. Se dividen en agudas (que se desarrollan rápidamente) y crónicas (que lo hacen lentamente) y, a su vez, en mieloides y linfoides, según el tipo de glóbulo blanco. Cada una tiene diferentes abordajes terapéuticos y pronósticos[3].

En líneas generales, los principales síntomas de leucemia son[4]:

·        Fiebre o escalofríos

·        Fatiga persistente, debilidad

·        Infecciones frecuentes o graves

·        Pérdida de peso sin intentarlo

·        Ganglios linfáticos inflamados

·        Agrandamiento del hígado o del bazo

·        Formación de hematomas con facilidad

·        Sangrados nasales recurrentes

·        Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia)

·        Sudoración nocturna

·        Dolor o sensibilidad en los huesos

“La dificultad con estos signos y síntomas de leucemia es que algunos son poco específicos, confundibles con otros cuadros y es poco probable que hagan que la persona vaya a la guardia a hacerse estudios. Por eso, estas oportunidades de concientización tienen que contribuir, justamente, a que la comunidad pueda identificar aquello que pueda orientar a la detección y vaya al médico. Luego, allí se confirmará o no el cuadro con un análisis de sangre y estudios específicos, pero es importante no dejar pasar tiempo valioso para intentar controlar la evolución de estas enfermedades”, sostuvo la Dra. Beatriz Moiraghi, médica de planta del Hospital Ramos Mejía y una de las organizadoras del Congreso.

En leucemias de lenta evolución, como la linfocítica o la mieloide crónica, los síntomas pueden ser tan poco precisos que es habitual que el diagnóstico sea un hallazgo inesperado que sucede cuando la persona se realiza estudios por otras causas, dado que un análisis de sangre rutinario muestra rápidamente la existencia de niveles anormales de glóbulos blancos.

“La leucemia mieloide aguda, en cambio, es considerada una urgencia médica porque requiere que el tratamiento se inicie lo antes posible y no hay tiempo que perder. En esos casos es vital que la persona no confunda una fiebre elevada con un cuadro gripal o con COVID-19. Lo mejor es sacarse la duda acudiendo a una guardia”, remarcó la Dra. Moiraghi.

– Expertos remarcan que estas manifestaciones deben orientar a la sospecha y requieren una consulta. Otras, como fatiga, dolor óseo y petequias (pequeñas manchas rojas en la piel) tienden a pasar más desapercibidas y demoran la detección.

Las últimas décadas han sido sumamente prolíficas en términos de avances en innovación para el manejo de todas las leucemias. En casos como la leucemia linfocítica crónica, con esquemas finitos libres de quimioterapia, se logra llevar la enfermedad a niveles indetectables durante periodos de tiempo prolongados y la persona puede llevar una vida normal. Para otras leucemias como la mieloide aguda, se van aprobando esquemas de drogas combinadas -disponibles en nuestro país- que logran reducir el riesgo de mortalidad e incrementar la sobrevida en personas que tienen contraindicada la quimioterapia por su fragilidad o edad avanzada.

Pacientes más informados

En el congreso para pacientes, referentes de primera línea abordarán temas como avances y nuevos enfoques en el manejo de los distintos tipos de leucemia, el trasplante y sus indicaciones, el valor de las emociones en cáncer, cómo acompañar a un paciente con cáncer, cómo distinguir las fake news en cáncer y los mitos y realidades de la investigación clínica.

“La edición de 2021 fue un éxito absoluto que superó todas nuestras expectativas, lo que refleja la enorme necesidad de información que todavía tienen los pacientes. Participaron más de 5 mil personas de todos los continentes. Para esta edición, ya contamos con la adhesión de múltiples organizaciones de pacientes líderes en nuestra región y, dada la calidad de los expositores confirmados, confiamos en superar lo obtenido el año pasado y continuar posicionando a este evento como un hito anual para la comunidad de pacientes”, refirió el Dr. Diego Montes de Oca, otro de los organizadores del congreso.

“Estamos sumamente entusiasmados. Para hacer posible este congreso nos hemos reunido doctores, sociedades científicas, asociaciones de pacientes y fundaciones, ya que juntos somos más y mejores, concluyeron desde ALMA.

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Señalan que la leucemia, a través de una detección temprana, puede alcanzar hasta un 40% de curación

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En el marco del Día Mundial de Concientización de la Leucemia Mieloide Aguda, desde el Parque de la Salud de la Provincia de Misiones Dr. Ramón Madariaga, a través del Servicio de Hematología, del Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga” informan sobre esta enfermedad del sistema linfático. Destacan que si se detecta a tiempo existe una posibilidad de cura de aproximadamente 40 %.

Por lo que, la Responsable del mencionado Servicio, Dra. Haydee Bernard, explicó qué es la leucemia y qué porcentaje de curación presenta. “La leucemia es un cáncer de la sangre, que compromete las células progenitoras de la médula ósea, es una enfermedad que con una detección temprana, puede alcanzar un 40 % de curación”.

A ello, añadió información sobre la importancia de los controles de laboratorio, “los pacientes pueden no tener síntomas, y los indicios de la enfermedad aparecen en un laboratorio de rutina, presentándose como anemia, defensas bajas, glóbulos blancos muy bajos o muy altos, pueden tener plaquetas bajas, por lo que el diagnóstico es un hallazgo de laboratorio”

Además, se refirió a la consulta clínica, “otros pacientes sí presentan síntomas pueden referir cansancio, debilidad muscular, dificultad para realizar sus tareas habituales, todo esto por la anemia que acompaña esta enfermedad”.

Otros síntomas, que mencionó la Profesional fue el sangrado, puede ser de nariz, o ante un traumatismo ser más elevado que otros casos, las mujeres pueden tener sangrados fuera de su menstruación o más abundantes durante su periodos, las petequias (marcas similares a las picaduras de mosquitos o hematomas) y las infecciones de muy difícil resolución.

Finalmente, la Dra. Haydee Bernard, se refirió al alcance de atención que tiene el Servicio de Hematología. “Somos un Centro de Referencia, abarcamos a todos los pacientes hematológicos de toda la Provincia y las leucemias agudas en particular, son todas tratadas en esta institución, porque disponemos de un área específica de aislamiento, para este tipo de paciente, para un correcto tratamiento”. 

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Leucemia: nueva opción terapéutica para su subtipo de difícil tratamiento

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La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó un nuevo tratamiento para pacientes adultos con un subtipo leucemia llamada linfoblástica aguda (LLA) de células B precursoras[i], que no hayan respondido favorablemente a las restantes opciones terapéuticas disponibles. La nueva droga, denominada inotuzumab ozogamicina, demostró buenos resultados en este subgrupo de pacientes que habitualmente representan el 25% del total de casos de LLA de células B.[ii]

“Inotuzumab ozogamicina viene a sumarse a una serie de nuevas opciones terapéuticas, en su mayoría del grupo de las inmunoterapias, que nos proveen de más y mejores herramientas para el tratamiento de aquellos pacientes que presentan este tipo de leucemias, para las que hasta hace pocos años contábamos con muy pocas alternativas de tratamiento”, afirmó el Dr. Gustavo Kusminsky, Jefe de Hematología y Trasplante Hematopoyético del Hospital Universitario Austral. 

En Argentina se diagnostican aproximadamente 800 nuevos casos de este tipo de leucemia por año. Un 50% se presenta en niños menores de 15 años y el 50% restante ocurre en adultos, con una mediana edad de 50 años.[iii] Si bien el curso de la enfermedad en la población infantil es bastante favorable, no sucede lo mismo con los adultos: aproximadamente entre el 20% y el 40% responden adecuadamente al tratamiento, otro 20% son refractarios o recurrentes y entre 4 y 5 de cada 10 sufren una recaída en unos meses o años, con pronóstico poco favorable.[iv]

El tratamiento estándar es la quimioterapia e incluso para aquellos casos en los que está presente el cromosoma Filadelfia, existe una familia de drogas llamada ‘inhibidores de la tirosina quinasa’, que han demostrado ser eficaces. No obstante, tanto en uno como en el otro tipo de tratamiento, en aproximadamente 6 de cada 10 casos la enfermedad presenta resistencia y muchos de estos pacientes recaen.[v]

“Siempre es una buena noticia disponer de nuevas opciones terapéuticas para ofrecerle a nuestros pacientes. Particularmente, inotuzumab ozogamicina viene respaldado por robustas investigaciones que evidencian un beneficio tangible para un grupo importante de pacientes”, afirmó la Dra. Isolda Fernández, Jefa del Servicio de Hematología de FUNDALEU e integrante de la Subcomisión de Leucemias Agudas de la Sociedad Argentina de Hematología (SAH).

Para Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la Asociación ALMA, “la aprobación y disponibilidad de inotuzumab ozogamicina en Argentina es muy esperanzadora para los pacientes que no tienen una buena respuesta al tratamiento de su LLA; esperamos que esta medicación sea prontamente incorporada en los vademécums de los diferentes prestadores de nuestro sistema de salud”.

Avala la seguridad y eficacia de la nueva droga el estudio clínico aleatorizado multicéntrico en fase III denominado INO-VATE ALL, publicado en el New England Journal of Medicine, en el que significativamente más pacientes tratados con inotuzumab ozogamicina alcanzaron una remisión completa de la enfermedad en comparación con los que recibieron quimioterapia.[vi] Incluso un número mayor de pacientes asignados al fármaco en estudio logró no tener evidencia de células de leucemia presentes en la sangre o en la médula al cabo de la terapia. En lo que respecta a niveles de sobrevida sin recaídas y a sobrevida general, la nueva droga mostró mejoras comparada con el tratamiento estándar, aunque las mismas no fueron significativas.

“Al comparar en el estudio INO-VATE ALL los resultados de los pacientes que recibieron inotuzumab ozogamicina en relación al grupo asignado a la quimioterapia estándar de rescate, hubo una diferencia significativa a favor del grupo de inotuzumab ozogamicina: 73,8% versus 30,9% respecto a la posibilidad de obtener una remisión de la enfermedad[vii]. En este sentido, los pacientes con inotuzumab ozogamicina pudieron planear la continuidad de su tratamiento hacia un trasplante hematopoyético, que representa la única opción curativa en esta población, pero a la que se debe llegar en remisión completa, preferiblemente con ‘Enfermedad Residual Mínima’ (ERM) negativa”, señaló el Dr. Kusminsky, quien también es expresidente de la Sociedad Argentina de Hematología (SAH).

La investigación incluyó más de 300 pacientes que habían recibido al menos un esquema de quimioterapia, mientras que aquellos casos que presentaban el cromosoma filadelfia positivo (Ph+) tenían que haber cursado un tratamiento previo con al menos un inhibidor de la tirosina quinasa.IV

De los primeros 218 pacientes que participaron del ensayo, aproximadamente el 80,7% de los tratados con inotuzumab ozogamicina alcanzaron una remisión completa, con o sin recuperación hematológica y casi el 80% no tenía ni siquiera un residuo mínimo de enfermedad. Los índices de remisión completa y enfermedad residual mínima en los pacientes tratados con quimioterapia fueron de entre 29,4% y 28,1%, respectivamente. IV

Entre los pacientes que sí lograron una remisión completa, la mediana de las respuestas fue de 4,6 meses en quienes recibieron inotuzumab ozogamicina y de 3,1 meses en los asignados a quimioterapia, mientras que la sobrevida libre de progresión de la LLA fue de 5 meses en los tratados con la nueva droga y de 1,8 meses en los del grupo de quimioterapia, y la sobrevida general fue de 7,7 meses vs. 6,7 meses respectivamente. En cuanto a los efectos secundarios, la nueva droga presentó infecciones, anemia, hemorragia y náuseas. Ambos grupos presentaron efectos secundarios graves similares, como por ejemplo neutropenia febril. IV

Inotuzumab ozogamicina posee un mecanismo de acción innovador, en el que se ensamblan el anticuerpo monoclonal y un agente citotóxico llamado ‘calicheamicina’. El blanco del inotuzumab es un antígeno (denominado CD22) que se produce en forma excesiva en la superficie der las células tumorales de la LLA. Al acoplarse la droga al antígeno, su contenido se internaliza en la célula leucémica y se libera la calicheamicina en el interior del ADN de dicha célula, iniciando un proceso de muerte celular programada, conocido como ‘apoptosis’. 

“Si bien es un tema que está en estudio -sostuvo la Dra. Fernández- todo indicaría que la acción combinada del anticuerpo monoclonal con el agente antineoplásico permite llegar hasta el interior de la célula leucémica y combatirla, con los resultados evidenciados en las investigaciones clínicas y en la práctica diaria en los países en lo que la nueva droga ya está disponible”.

inotuzumab ozogamicina fue designado en 2015 como terapia innovadora para el tratamiento de la LLA en los Estados Unidos por parte de la Food and Drug Administration (FDA) de ese país, y fue aprobada en Europa al año siguiente. Hoy se encuentra disponible en varios países, incluidos Brasil y Chile en nuestra región.

La leucemia es una de las enfermedades oncohematológicas más comunes, con un estimado de 350 mil diagnósticos cada año en el mundo.[viii] Se produce cuando crecen y se acumulan células anormales en la médula ósea y el torrente sanguíneo, lo que impide que las células sanguíneas normales funcionen con eficacia. [ix] Dependiendo de la rapidez con que progresen, las leucemias se clasifican en agudas (leucemia linfoblástica aguda -LLA- y leucemia mieloide aguda –LMA-) o crónicas (leucemia linfática crónica -LLC- y leucemia mieloide crónica –LMC-).[x]

Representa una enfermedad potencialmente mortal, lo que genera elevados niveles de ansiedad, tanto en los pacientes como en sus familiares. La leucemia puede producir síntomas graves como aumento de las infecciones debido a una reducción en la inmunidad del paciente, anemia, debilidad, fatiga, moretones, sangrado prolongado, disminución del apetito y pérdida de peso. También inflamación de los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo.[xi]

Si bien no se conoce hasta el momento una forma de prevenir la LLA, se sabe que son factores de riesgo la edad (en similares proporciones los dos extremos de la vida, niños y adultos mayores), ser varón, el tabaquismo y la exposición a altos niveles de radiación y a ciertas sustancias químicas, como el benceno. [xii]

“La carga emocional que genera recibir un diagnóstico de cualquier tipo de leucemia es muy fuerte, tanto para el paciente como para el entorno, familia, amigos y en el trabajo. Todo se ve afectado ante esa nueva realidad. Afortunadamente, la medicina avanzó mucho y hoy disponemos de muchas opciones terapéuticas que cambiaron el curso de estas enfermedades. Desde ALMA aconsejamos que, ante cualquier diagnóstico de cáncer o de enfermedad de las llamadas ‘raras’, además de realizar el seguimiento correspondiente con el médico tratante, la persona o el familiar busque contactarse con una organización de pacientes que aborde esa patología. En las organizaciones de pacientes trabajamos en base a nuestra propia experiencia y es muy bueno poder contar con alguien que ya transitó el camino que ellos comienzan a recorrer”, concluyó Piotrowski.

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Histórico: Argentina arranca 2019 con un nuevo tratamiento para la leucemia más frecuente en adultos

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La oncohematología es una de las áreas de la medicina que más avances experimentó en los últimos años. Nuevos desarrollos han cambiado dramáticamente el manejo de varias enfermedades de este tipo y un caso paradigmático es el de la leucemia linfocítica crónica, que es la más frecuente en adultos.
Acaba de aprobarse en nuestro país el uso combinado de dos medicaciones, que arrojó resultados muy esperanzadores, porque permite que 9 de cada 10 pacientes con esta leucemia remitan, es decir, que su enfermedad llegue a niveles indetectables, y sostengan esa remisión en el tiempo. Además, tras 3 años, la sobrevida de los pacientes es de alrededor del 90%.
“Cada pequeño paso que da la ciencia nos genera expectativas y renueva nuestro entusiasmo en el camino que recorremos con la enfermedad que nos toca atravesar. En este tipo de leucemia, los últimos años han sido muy prometedores y este nuevo avance es una gran noticia”, sostuvo Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la Asociación ALMA.
Hasta hace poco, esta leucemia se trataba fundamentalmente con quimioterapia. En Argentina ya estaba disponible la primera terapia dirigida que permitía evitar la quimioterapia, lo que -además de mejorar los resultados clínicos- impactaba positivamente en la calidad de vida de los pacientes, por evitar todos los efectos indeseados asociados habitualmente con la quimioterapia.
Ahora, los profesionales de la salud podrán indicar esa droga en combinación con otra, que en un estudio clínico internacional demostraron que juntas logran además niveles de remisión que jamás se habían alcanzado con las terapias existentes hasta el momento.
Las novedades más recientes sobre el uso de esas medicaciones fueron presentadas a principios de diciembre en los Estados Unidos, en el congreso anual de la Sociedad Americana de Hematología, como uno de los avances más significativos del año y nuestra autoridad regulatoria acaba de aprobar el uso combinado de esas terapias.
Una característica adicional de esta opción terapéutica consiste en que es un tratamiento ‘finito’, que debe seguirse por 2 años y allí se frena. En otras leucemias, se obtienen remisiones completas, pero muchos pacientes debe recibir medicación de por vida. Por eso, es sumamente esperanzador contar con opciones que permitan frenar el tratamiento, sosteniendo la remisión.
“Confiamos en que es sólo cuestión de tiempo hasta que la ciencia nos permita ganarle definitivamente a leucemias como ésta, porque ya estamos viendo avances profundamente significativos en términos de remisión”, agregó Piotrowski.
Es necesario que se siga investigando para que todos los pacientes puedan controlar su enfermedad y lograr que no regrese, pero está claro que se está yendo en ese camino y lo que parecía impensado pocos años atrás hoy es una realidad para muchos.
“Aquí en Argentina, contamos con muy buenos hematólogos y oncohematólogos capacitados para tratar adecuadamente a los pacientes con leucemia y que siempre se actualizan de las novedades que surgen a nivel mundial y que llegan a nuestro país. Eso nos hace tener la certeza de que los pacientes que necesiten de estos avances podrán conversar con su médico al respecto y evaluar en conjunto si corresponde que inicien este tipo de tratamiento”, agregó el Director Ejecutivo de la asociación de pacientes.
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es una enfermedad de lenta evolución que afecta dos veces más a los varones que a las mujeres y representa el 30% de todos los tipos de leucemia y la edad promedio de aparición suele ser a los 71 años[1].
¿Cómo se detectan las leucemias?
Los síntomas más comunes que pueden alertar la presencia de algún tipo de leucemia son fiebre, sudoración nocturna, inflamación de los ganglios del cuello, axilas o ingle, fatiga persistente, picazón o sarpullido, infecciones frecuentes, dolor articular, pérdida de peso y falta de apetito.
Si bien muchos de estos son síntomas que pueden referir a diversas enfermedades, si se siente alguna de estas irregularidades es propicio consultar al especialista. Aunque los pacientes con LLC pueden presentar una amplia gama de síntomas y signos al momento del diagnóstico, un 70% de ellos es diagnosticado en forma incidental durante un recuento hematológico de rutina[2].
ALMA organiza encuentros gratuitos y abiertos para pacientes y familiares con distintos tipos de leucemia, como Leucemia Mieloide Crónica o Leucemia Linfocítica Crónica. Son oportunidades para que los pacientes y su entorno escuchen a expertos que explican en qué consisten estas enfermedades y por lo general también participan psicólogos que brindan herramientas para logran un buen soporte emocional. Para más información, seguir a Asociación Leucemia Mieloide Argentina en Facebook o escribir a info@asociacionalma.org.ar.
¿Qué son las leucemias?
Las células sanguíneas son producidas por la médula ósea. A medida que se dividen y maduran, van transformándose en células sanguíneas de diferentes tipos[3],[4]. Cuando una de las células que va a formar glóbulos blancos cambia y se convierte en una célula de leucemia, ya no madura normalmente. Generalmente, se divide más rápido de lo normal. Las células leucémicas no mueren cuando deberían hacerlo, sino que se acumulan en la médula ósea reemplazando a las normales. En algún momento, éstas salen de la médula ósea y entran al torrente sanguíneo, causando un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre.

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