Techos fríos: la nanopintura aislante térmica que baja hasta un 40% la temperatura de techos y frentes
El planeta atraviesa una crisis climática sin precedentes y la temperatura global continúa en ascenso. El año 2024 fue, según la Organización Meteorológica Mundial, la NASA y la Unión Europea, el más cálido jamás registrado: el termómetro superó en casi 1,5 °C los niveles preindustriales. Ese aumento del calor, producto de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, impacta de lleno en la vida cotidiana, la salud y la productividad.
En regiones como la nuestra, el estrés térmico ya es una amenaza constante que obliga a hogares e industrias a multiplicar el uso de energía para refrigerar ambientes. Frente a este escenario, Macoma Argentina desarrolló una respuesta innovadora: la nanopintura Cool Roof, diseñada para reducir la temperatura exterior mediante enfriamiento pasivo en techos y frentes.
“Año tras año nos sometemos a calor más intenso producto del aumento de las emisiones de CO₂ y los gases de efecto invernadero”, señaló en diálogo con Economis, Jerónimo Peralta, CEO de Macoma Argentina, al presentar los beneficios de un producto que promete convertirse en una herramienta clave para la eficiencia energética.
¿Qué efectos tiene la nanopintura y qué beneficios ofrece?
La pintura Cool Roof, Techos Fríos, es un aislante térmico de refrigeración pasiva con un índice de 100% de reflectancia solar. Formulada con nanotecnología ecológica, refleja la radiación infrarroja (la que más calor genera), la ultravioleta (que degrada las superficies) y la luz visible.
Su diferencial está en las nanopartículas de minerales naturales que actúan como nanoesferas aislantes: crean una barrera que reduce la temperatura exterior hasta en un 40% y baja entre 10 y 20 grados la superficie. Esto se traduce en un ahorro energético de hasta 35% en climatización.

Pero no es solo una solución para el verano. La nanopintura también es anticorrosiva, impermeabilizante y evita condensaciones, lo que contribuye a un mayor confort durante todo el año, manteniendo los ambientes frescos en verano y más cálidos en invierno.
La importancia de aislar hogares e industrias
Según datos de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (Andima), el 34% de la energía que se consume en el país corresponde a espacios habitables, y de ese total, la mitad se destina a climatización. En Argentina, la mayoría de las viviendas carece de aislación térmica eficiente: alrededor del 40% del calor ingresa por el techo y un 30% por los muros, lo que obliga a los sistemas de aire acondicionado a trabajar más y consumir más electricidad.
A diferencia de otros sistemas de aislación costosos o que deben aplicarse en la construcción, la pintura Cool Roof es accesible, práctica y de colocación sencilla: cualquier persona puede aplicarla con un rodillo y obtener resultados inmediatos.
“Nuestra pintura es como un protector solar para la piel: un escudo que impide el paso de los rayos solares”, explicó Peralta, al destacar que el beneficio no es solo individual sino también colectivo: cuando varias edificaciones adoptan este tipo de recubrimiento, se genera una “piel reflectiva” urbana que reduce la temperatura de toda la ciudad, constituyendo una estrategia de enfriamiento urbano pasivo.
Un impacto múltiple
Los beneficios de la nanopintura abarcan tres frentes:
- Calidad de vida: mayor confort térmico, reducción de humedad y corrientes de aire.
- Economía: menor consumo eléctrico y valorización del inmueble en el mercado.
- Ambiente: disminución de la demanda energética y, en consecuencia, de las emisiones.
En el caso de las industrias, la mejora se refleja en la producción, al garantizar mejores condiciones laborales y reducir significativamente las facturas de electricidad.
Con este tipo de desarrollos, la eficiencia energética se convierte no solo en una necesidad frente al cambio climático, sino también en una oportunidad de innovación tecnológica y sostenibilidad.









