Ciudades de frontera: arquitectura para transformar territorios en Misiones
El aula 3.5 de la sede Santos Mártires de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) se convirtió, el pasado miércoles 24 de septiembre, en un espacio de reflexión sobre el rol de la arquitectura en los territorios de frontera. Con la guía del docente Carlos Borio y la participación activa de estudiantes de los últimos años de la carrera, se presentó el proyecto “Ciudades de Frontera”, un ejercicio académico que busca trascender el aula y proyectarse sobre las realidades concretas de municipios como San Antonio y Bernardo de Irigoyen, en el extremo noreste de Misiones.
La extensión universitaria como servicio al territorio
“El proyecto se enmarca en lo que denominamos extensión de cátedra”, explica Borio. “Se trata de brindar servicios al medio, colaborando con comunidades que tienen menos recursos para acceder a asistencia técnica en planificación urbana”.
El profesor remarcó que la arquitectura no se limita a la escala del lote y la vivienda, sino que también debe pensar el ordenamiento de ciudades enteras. “Misiones tiene una realidad muy particular: es una frontera viva, marcada por la dinámica entre lo legal y lo ilegal, lo formal y lo informal. Allí la planificación urbana puede aportar sinergias, integración y mejoras en la calidad de vida de la población”.
En este sentido, los alumnos asumen un desafío real: no solo deben aplicar conocimientos técnicos, sino también gestionar vínculos con los municipios, establecer contactos y sostener el diálogo con autoridades locales.
San Antonio: crecer en medio de la distancia y la falta de recursos
El intendente de San Antonio, Fausto Rojas, agradeció a la UCSF y a los estudiantes por acercarse a un municipio “lejano y con tantas necesidades”. Según el jefe comunal, San Antonio enfrenta la paradoja de estar a pocos metros de una potencia regional como Santo Antônio (Brasil), pero carecer de infraestructura y políticas de desarrollo suficientes.
“Somos uno de los municipios más distantes de Posadas, y con serias dificultades por la falta de apoyo nacional. Aun así, más de 2000 sanantonianos cruzan a diario a trabajar al Brasil, algo que descomprime nuestra situación económica”, señaló Rojas.
Para el intendente, el aporte universitario representa “una esperanza de crecimiento” y un insumo para soñar con un municipio mejor planificado. “Ojalá el día de mañana podamos financiar estas ideas y hacerlas realidad”, subrayó.
Bernardo de Irigoyen: visibilizar el potencial de la frontera seca
Por su parte, Maximiliano Lugo, representante de Bernardo de Irigoyen, destacó la importancia del trabajo de los estudiantes en un contexto de carencia de profesionales especializados en ordenamiento territorial.
“Para nosotros, que los chicos se acerquen y nos entreguen proyectos concretos es muy valioso. Después depende de nosotros llevarlos adelante. Lo importante es que esto visibiliza a Bernardo de Irigoyen y nos permite pensar en una planificación conjunta con las ciudades vecinas de Brasil, como Dionísio Cerqueira y Barracão”, indicó.
La condición de “frontera seca” de Irigoyen agrega complejidad y, a la vez, oportunidades. Según Lugo, la interacción binacional puede convertirse en un motor de desarrollo regional.
Arquitectura con compromiso social
El proyecto “Ciudades de Frontera” refleja un aspecto esencial de la formación en la UCSF: el compromiso con la realidad social y territorial. Para Borio, la experiencia “es gratificante porque los estudiantes asumen el desafío de salir al territorio, dialogar con los actores locales y aplicar con rigor académico sus conocimientos”.
La jornada no solo fue un ejercicio académico, sino también una demostración del impacto que la universidad puede tener en territorios periféricos. Misiones, con su compleja trama de fronteras, asimetrías y oportunidades, se convierte así en un laboratorio vivo para que los futuros arquitectos aprendan a diseñar no solo espacios, sino también futuros posibles.














