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Al menos ocho muertos por una estampida en un festival de música en Estados Unidos

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Cerca de 50.000 personas asistían al Astroworld en las ciudad texana de Houston cuando se produjeron los incidentes. “En pocos minutos, tuvimos de repente a varias personas en el suelo con algún tipo de paro cardíaco”, informó la policía.

Al menos ocho personas murieron y varias resultaron heridas en las últimas horas debido a una estampida entre los asistentes al festival de música Astroworld, en Houston, sur de Estados Unidos, informaron las autoridades y los medios locales.

“La multitud comenzó a agolparse en la parte delantera del escenario. Esto creó un movimiento de pánico que provocó que hubiera gente herida”, dijo el responsable de los bomberos de Houston, Samuel Peña, en una conferencia de prensa.

“Tenemos al menos ocho personas fallecidas esta noche (del viernes) y otras varias heridas” agregó.

Al menos 17 personas fueron trasladadas al hospital y 11 de ellas habían sufrido un paro cardíaco, según este responsable citado por la agencia de noticias AFP.

Además, más de 300 personas resultaron con heridas leves, entre ellas algunas con raspones y contusiones menores, según las autoridades. Cerca de 50.000 personas asistieron al festival de música Astroworld en las ciudad texana.

La estampida ocurrió mientras estaba actuando el rapero estadounidense Travis Scott, que paró varias veces el concierto cuando vio el movimiento de pánico, según informa el medio Houston Chronicle.

La policía de Houston investiga la causa del incidente examinando las imágenes grabadas en el estadio.

Algunas, que circularon por las redes sociales, muestran a decenas de asistentes al festival abalanzándose sobre las puertas, mientras los guardias de seguridad se ven incapaces de contener el flujo.

También se puede ver a varias personas cayendo, derribando los detectores de metales de la entrada del estadio, aunque no está claro si ese incidente está relacionado con las muertes.

“En unos pocos minutos, tuvimos de repente a varias personas en el suelo con algún tipo de paro cardíaco”, dijo el jefe de la policía Larry J Satterwhite. El festival fue cancelado y no continuará este sábado como estaba previsto, informaron las autoridades.

Astroworld es un festival de música creado por el propio rapero Scott en 2018. El artista, de 29 años y que tiene un hijo con Kylie Jenner, una de las protagonistas de un reality show muy popular, se dio a conocer en 2013 y ya logró seis nominaciones a los Grammy.

Durante el fin de semana estaban programados otros conciertos como el de los raperos Chief Keef y 21 Savage, y el grupo de rock australiano Tame Impala.

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Alberto Fernández en el G20: encuentro con Joe Biden y aval de Macron y Putin

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El Presidente mantuvo un diálogo informal con el estadounidense. En su intervención criticó las acciones del FMI y recibió apoyos.

En el marco del encuentro del G20, la delegación argentina consiguió lo que vino a buscar: que el presidente Alberto Fernández pudiese mantener un encuentro informal con el presidente de los Estados Unidos Joe Biden.

El encuentro entre ambos fue “muy cordial”, intercambiaron deseos de una pronta reunión formal y elogios hacia el papa Francisco, con quien se reunió ayer Biden.

En medio de las deliberaciones, y cuando el gobierno argentino ha llegado hasta Roma, Italia, con una propuesta para que el G20 se expida en forma crítica de la actual arquitectura del sistema económico global con un énfasis en la participación de los organismos como el FMI, el presidente Fernández dialogó con Biden acerca de la actual situación de la pandemia, y el interés de ambos por el rol global que mantiene en la actualidad el Papa Francisco.

El presidente Alberto Fernández participa del decimosexto encuentro de los jefes de Estado de los países miembros del G20 entre los cuales se encuentra la Argentina. En su discurso, criticó a la actual estructura del sistema financiero global. Pero, sobre todo, al FMI.

“El actual sistema, que prioriza a la especulación por sobre el desarrollo de los pueblos, debe cambiar. La deuda externa que mi gobierno heredó con el Fondo Monetario Internacional y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal: única en la historia por su monto y por sus condiciones de repago, aprobada para favorecer a un gobierno en la coyuntura, acaba condenando a generaciones que miran impávida el destino que le ha sido impuesto”, dijo el mandatario argentino.

Además, sentenció: “No hay inocentes en esa historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes, como los que dieron esos recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada”.

“Que nadie se confunda. No vengo a renegar del capitalismo. Vengo a alzar mi voz contra los que han sometido al capitalismo de la producción y el trabajo a la lógica de la especulación financiera. La ética social debe darle contenido a la economía”, dijo.

En medio del encuentro, Fernández obtuvo el apoyo del presidente francés Emanuel Macron quien parafraseó al mandatario argentino. Además, vía zoom, el líder ruso Vladimir Putin se mostró preocupado por la inequidad que generó la pandemia y apuntó al rol del sistema financiero global, en la línea de lo mencionado por Argentina.

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El fracaso imperial en Afganistán: un nuevo hito histórico que marca el cambio de época

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La historia muestra evidencias muy fuertes de lo difícil que ha sido conquistar Afganistán, a lo largo de los siglos. Y sus complejidades culturales son difíciles de entender, si se parte de pautas convencionales en Europa, EEUU o países afines. Esas complejidades, transformadas en distorsiones, las trasmiten los grandes medios que manejan casi excluyentemente las noticias. Así fue como pasaron casi desapercibidos los 20 años de intervención armada “occidental” en ese país.

Ese territorio, en buena parte muy escabroso, con un mosaico de población de tipo tribal o de clanes o de etnias y culturas diferentes, usualmente es poco o nada comprendido por parte de la mentalidad “occidental”, muy teñida de pautas anglosajonas y del oeste de Europa.

Se ubica en una de las encrucijadas de los movimientos económicos y militares que se desplazaron en el Asia profunda y en el nutrido intercambio de Asia y Europa, estando en la histórica Ruta de la Seda de China, por lo que fue vía de paso y de apetencias de conquistas. Supo de las acciones de diversos conquistadores y grandes emperadores, como Tamerlán, Alejandro, los Sasánidas persas y muchos más, pasando por el dominio británico en el siglo XIX; luego los avatares de las dos guerras mundiales, la intervención militar de la Unión Soviética, y por último, la intervención militar de EEUU y sus aliados de la OTAN. El tema es de magnitud enciclopédica.

Pero desde lo geopolítico, esta inapelable derrota de EEUU marca un punto de quiebre, tal vez definitivo, de la ya muy resquebrajada era del poder económico, político y militar omnímodo y excluyente de los anglos de América.

La breve vigencia del ya superado Mundo Unipolar, dio paso al actual Mundo Multipolar, desde aproximadamente el cambio de milenio, pareciéndose cada vez más a un resurgir de la Guerra Fría, pero con un contexto muy diferente.
Varios analistas mencionan la vuelta del bipolarismo, aquel pretérito con los dos poderosos contendientes: EEUU y la URSS; hoy mutado en los bloques contrapuestos de Atlantistas (EEUU, UE, Japón y otros); y Continentalistas (China, Rusia, Irán y aliados).

Incluso El Papa y algunos otros mencionan con preocupación la escalada de enfrentamientos a los que llaman La Tercera Guerra Mundial en cuotas, muy marcada por la sucesión de intervencionismos de los anglosajones.
La contundente debacle total de EEUU fue la segunda de su belicista historia, plagada de agresiones, intervenciones armadas directas y encubiertas, y guerras convencionales.

Pero a diferencia de la primera, en la cual fueron expulsados sin atenuantes de Vietnam, en 1975, en la actualidad los síntomas de deterioro del poder excluyente que detentaba antes, ahora son muchos e indisimulables.

Solo 15 años después del colapso militar de Vietnam, con la debacle de la ex Unión Soviética, el mega poder mundial dejó de ser compartido, comenzando el Mundo Unipolar, lo que significó que la derrota de Vietnam no afectó en lo esencial el poderío imperial de EEUU.

Fue lo que Francis Fukuyama calificó como “El Fin de la Historia”, o la supuesta era del poder omnímodo sin fin de los anglosajones y el mega poder neoliberal. Épocas de sucesivas intervenciones armadas directas, que en varios casos significaron el desguace o la destrucción generalizada de los Estados agredidos, siempre bajo sucesivas excusas de “portar armas de destrucción masiva” (nunca halladas), “defender la democracia” (instalando el caos o gobiernos dóciles) o “cuidar los derechos humanos” (a los bombazos).

Entonces, después de la catástrofe bélica de Vietnam, el “honor” de los anglosajones y de los europeístas fue “reivindicado” agrediendo Yugoeslavia, Iraq, Libia, Grenada, Panamá, y operaciones con menos prensa en la sufrida África Subsahariana.

Casi medio siglo después, al soportar la segunda gran debacle bélica, el contexto que enfrenta EEUU es bastante diferente.

Su presupuesto bélico es abrumadoramente superior al de las demás naciones…pero…China y Rusia parecen estar invirtiendo en forma más eficiente, o al menos parecería que no tienen las poderosas presiones internas del complejo industrial militar, básicamente privado, ávido de ganancias, que en varios casos parece haberse embarcado en proyectos muy costosos y no siempre de eficiencia acorde a sus astronómicos costos.

Ante esa nueva realidad, tanto China como Rusia evidenciaron “marcar la cancha” con claras líneas rojas, que seria riesgoso que alguien intentara trasgredir.

De esa forma, el Mar de China dejó de ser un “área de paseo” para las flotas de EEUU y la OTAN. Lo propio en las cercanías de las fronteras del “Oso Ruso”, donde se juegan peligrosos minués de amenazas y retrocesos entre la OTAN y Rusia y sus aliados o afines cercanos, como Bielorrusia, las regiones del este de Ucrania y Armenia; y también el Mar Negro, que no es por cierto la mera continuación del “mare nostrum” de la OTAN. La Rusia de Putin ya no es el gigante en desguace que era con Yeltsin, y el fuerte apoyo prestado a Siria impidió que Los Atlantistas la transformen en tierra arrasada, lo que si se consumaba, tenía a El Líbano en el siguiente turno para “ser atendido”.

A su modo, Irán, también marca soberanía y apoya a Siria, no doblegándose ante el intervencionismo atlantista, que se evidencia en forma constante.

En ese complejo contexto, y pese a sucesivas amenazas de intervenciones armadas “por la democracia”, EEUU y sus socios “sacaron músculos” pero no consumaron agresiones directas contra Corea Del Norte, Venezuela, Nicaragua y Cuba. Claro que Corea Del Norte limita con China; mientras Rusia envió buques de la marina y bombarderos estratégicos, en misiones de “buena voluntad” a Venezuela y Nicaragua, demostrando que no solo equipó a la Fuerza Armada Bolivariana, sino que la apoya en concreto.

Definiendo posturas, China se manifestó contra el bloqueo de Cuba, dijo que Latinoamérica no es patio trasero de nadie, y convalidó los reclamos argentinos respecto a Malvinas.

A la vez, el supuesto “patio trasero” no está quieto ni en estado de total complacencia con “el gran país del norte”.
Entre Méjico y Argentina se logró rescatar a Evo Morales y sus colaboradores cercanos, lo cual posibilitó la salida abrupta de los usurpadores del poder en Bolivia. En Argentina, pese a la abundante “ayuda” crediticia provista por EEUU y el FMI como su operador financiero, el neoliberalismo fue sacado del poder en forma inobjetable. En Perú, en forma compleja por la virtual paridad electoral, el neoliberalismo fue derrotado electoralmente. En Chile y Colombia, con violentas represiones, se lograron sofocar ¿temporalmente? amplias manifestaciones populares anti oligárquicas. Y en Brasil, los poderes concentrados corporizados en Bolsonaro, parecen tener creciente oposición. Claro que Ecuador, Paraguay y Uruguay, son alineados al ultra conservadurismo afín al neoliberalismo. Y Las Guayanas quedan como remanentes del colonialismo europeo, dos de ellas independientes pero muy vinculadas en lo cultural con sus viejas metrópolis, y una como anacrónico enclave colonial.

Argentina en particular, rubricó sendos acuerdos estratégicos con China y Rusia, concretándose algunas de las muchas iniciativas ofrecidas por ambas potencias, en rubros de infraestructura. Y quedan además pendientes las concretas ofertas de material de defensa, que tanto necesitamos. No es casual que, según trascendidos, un reciente enviado de Biden, haya sugerido las “inconveniencias” para nuestro país, de avanzar en esos acuerdos de grandes obras y equipamiento bélico, con las dos grandes Potencias Continentalistas. Indignante injerencia de EEUU en nuestro país, con el FMI como ariete, ante el intencional desastre financiero provocado por el neoliberalismo encarnado en el macrismo.

Como contexto general, mucho antes de las previsiones de analistas afines al neoliberalismo, China está superando el poderío económico de EEUU; mientras que la vieja Europa no parece alinearse dócilmente con EEUU contra el vecino ruso, de cuyo gas depende en forma creciente, y cuya buena vecindad parecería ser sensatamente conveniente tanto para el mosaico de naciones liderado por Alemania y Francia, como para el gigante territorial y estratégico ruso. Solo el Reino Unido parece totalmente alineado con los dictados de sus “primos” del otro lado del mar.

En ese muy complejo escenario geopolítico mundial, sin perjuicio de la lógica de intentar mantener buenas relaciones diplomáticas con todos los sectores, acorde a la tradición diplomática argentina, es necesario recordar que mientras EEUU reflota la agresiva Doctrina Monroe, China y Rusia nos ofrecen acuerdos interesantes, que no tendrían los condicionamientos incluso lesivos a la soberanía, que parece querer imponernos la potencia imperial en declive.

Como a EEUU se le escurre rápidamente –en términos históricos- el poder en otras regiones, es previsible que quiera acentuar sus presiones en Íbero América y El Caribe.

También debe tenerse presente que solo EEUU, el Reino Unido e Israel, votan contra Argentina en el sensible tema de Malvinas…del cual su proyección es La Antártida, y las sutiles amenazas a La Patagonia, por medio de nada inocentes ONGs, manipuladas desde Gran Bretaña, con las “progresías” de “viudos del marxismo” y otros supuestos “anti sistema” como marionetas dóciles a su servicio.

Nada de todo eso, tan complejo y elemental a la vez, parece ser comprendido por los muy colonizados mentales patrioteros de bandera, formateados como dóciles lacayos de los dictados imperiales atlantistas.

Curiosamente, o no tanto, las muy agresivas y entusiastas “progresías”, que por lo general dicen ser “anti sistema”, siguen al pie de la letra, los dictados de ONGs anglosajonas, que les dictan agendas en temas muy controversiales (indigenismo, ecologismo ultra, doctrinas de “género” y similares, y otras), que terminan siendo funcionales a los objetivos imperiales de crear y profundizar conflictos internos, para debilitarnos y eventualmente, para sumirnos en el caos que nos balcanice.

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El Presidente se reunió en Olivos con Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden

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El presidente Alberto Fernández recibió este mediodía al asesor de Seguridad Nacional del gobierno de los Estados Unidos, Jake Sullivan, con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales en base al tratamiento de cuestiones prioritarias para ambos países.

A lo largo de su charla con Sullivan –quien es el principal asesor en política internacional y a cargo de coordinar la política exterior de los Estados Unidos- se abordaron distintos temas de interés bilateral como el cuidado del medio ambiente y el cambio climático, la revisión de las instituciones financieras y la lucha contra la pandemia.

En el encuentro se trató también la relevancia de reforzar las capacidades de respuesta en la batalla contra el COVID-19, así como el potencial de la Argentina para la producción y distribución de vacunas.

El primer mandatario le dio al funcionario norteamericano una carta para el presidente Biden en la que le agradeció la donación recibida de los Estados Unidos de 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna y le transmitió el impacto que esto tendrá en la campaña de vacunación argentina en curso.

Otros de los temas conversados fue la necesidad de promover una nueva arquitectura tributaria y financiera global acorde a los desafíos y requerimientos propios de un desarrollo humano sustentable, inclusivo y solidario.

El Jefe de Estado estuvo acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; el Ministro de Economía Martin Guzmán; el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello y la asesora presidencial Cecilia Nicolini.

Durante la mañana Sullivan mantuvo un encuentro en la Casa de Gobierno con varios ministros nacionales. En dicho encuentro se abordaron temas como la agenda productiva, tecnológica y comercial, la electromobilidad, acuerdos de cooperación en materia de defensa, la agenda de financiamiento en temas de medio ambiente y la agenda de economía del conocimiento para desarrollar entre ambos países.

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Relaciones EEUU-América Latina: cambio de tono, continuidad de fondo

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Por Andrés Malamud* – Durante la presidencia de Donald Trump, la prioridad externa de Estados Unidos fue la rivalidad estratégica con China. América Latina se mantuvo siempre bajo el radar: el único viaje presidencial a la región fue a Buenos Aires en ocasión del G20 y, aun así, el
objetivo principal del periplo fue la negociación de una tregua comercial con China.

La política exterior de Joe Biden cultivará diferencias de grado pero no de signo. La competencia con China ganará en foco y perderá en espuma, pero mantendrá la más alta prioridad. Las relaciones con América Latina ganarán en matices y perderán en confrontación retórica, pero la región seguirá siendo menos prioritaria que el Asia Pacífico, el Indo-Pacífico y Europa.

La física provee analogías sugerentes para anticipar lo que le espera a la región. La fórmula de la relatividad, e=mc2, orienta desde hace años lo que Estados Unidos ve en América Latina: energía, migraciones, cocaína al cuadrado. Solo problemas. Sin embargo, en los últimos años todos disminuyeron. Las nuevas tecnologías le permitieron a EEUU tornarse prácticamente autosuficiente en petróleo, por lo que su dependencia de Venezuela ya no existe. Paralelamente, el auge del opio y las drogas sintéticas redujeron el impacto de las drogas naturales de origen latinoamericano. Finalmente, los flujos migratorios con México se equilibraron, tornándose el propio México en el muro que bloquea la llegada de migrantes centroamericanos.

El espacio también es relevante. La mitad de América Latina que se extiende al norte del canal de Panamá cae dentro del perímetro de seguridad norteamericano. Lo que sucede en esa región, sea apogeo criminal, inestabilidad política o involucramiento de potencias extra-regionales, es considerado una amenaza a la seguridad nacional. Al sur
del canal, en cambio, disminuye la sensibilidad imperial hacia las amenazas y aumenta el margen de autonomía de los estados regionales. Ahí es donde China se hace fuerte en inversiones y, sobre todo, en comercio, pero es improbable que EEUU se mantenga impasible ante un mayor avance
tecnológico y en infraestructura. Washington refuerza los muros del patio trasero para frenar al 5G.

Aquí entra el tiempo. Diversas investigaciones señalan que, aunque 19
países de la región han firmado su ingreso a la Belt and Road Initiative, el avance de China solo se ha producido ante la retracción de EEUU. Si Washington vuelve por sus fueros, la actitud más probable de China será
replegarse o esperar. Su planificación del desarrollo a largo plazo le concede esa posibilidad. Por eso, la confrontación directa de las superpotencias por América Latina es implausible.

En cuanto a Argentina, dos designaciones en el futuro gabinete serán clave. En primer lugar, el Secretario del Tesoro definirá los términos de la negociación con el Fondo Monetario Internacional. Si el elegido es Larry Fink, fundador y director ejecutivo de Blackrock, el fondo que reestructuró su deuda con Argentina, el proceso podrá ser más ríspido. El otro cargo es el de subsecretario del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental. Si el designado fuera Juan S. González, quien ejerció un cargo similar durante el gobierno de Obama, las relaciones serán amistosas
aunque no necesariamente estrechas. En una publicación del 28 de julio en que González analiza la futura relación de Biden con la región, Argentina no aparece mencionada (a diferencia de, por ejemplo, Venezuela, Colombia, Chile y Brasil).

En síntesis, China seguirá siendo el rival estratégico y América Latina, aunque segmentada, mantendrá un bajo nivel de prioridad para la nueva administración. Cambiarán, eso sí, los modos (más diplomacia y menos prepotencia) y los instrumentos (más multilateralismo, aunque genere más reuniones que resultados). Cuba subirá posiciones en la agenda, mientras Venezuela seguirá siendo la principal piedra en el zapato, México y Colombia los principales socios y Brasil la mayor incógnita.


*Andrés Malamud: Integrante del Comité Externo Consultivo de ABECEB

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