Advierten que se detuvo el crecimiento poblacional del yaguareté: hay 90 en la selva misionera

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El Día Internacional y Provincial del Yaguareté busca celebrar y concientizar sobre la existencia de la especie y el importante rol que posee para el bienestar y la salud de los ecosistemas y de las personas en las áreas donde habita. Por eso, a través de la cooperación entre los países que integran una de las regiones donde vive el tercer felino más grande del mundo, hoy se difunden los resultados del relevamiento con el que se realiza periódicamente una estimación de la población de yaguaretés en el Bosque Atlántico del Alto Paraná. El anuncio se hizo en el marco de una conferencia de prensa convocada por la Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté. 

Los resultados del monitoreo poblacional de la especie indican que hay una leve reducción, en comparación con el mismo monitoreo realizado dos años atrás. De un total estimado en un rango entre 84 y 125 individuos (con una media de 105) en 2018, el estudio realizado entre 2020 y 2021 indica que ahora son aproximadamente entre 76 y 106 los yaguaretés (con una media de 90) que habitan el Bosque Atlántico del Alto Paraná, compartido por Argentina y Brasil.  

Los rangos indican la cantidad mínima y máxima de yaguaretés que habitan la región transfronteriza. Este dato se desprende de un estudio de monitoreo de la población de yaguaretés que realiza cada dos años el equipo de investigadores argentinos de Proyecto Yaguareté (CeIBA-UNAM-CONICET), y el equipo del Proyecto Onças do Iguaçu de Brasil (ICMBio-PNI), y que cuenta hace más de 18 años con el apoyo de la Fundación Vida Silvestre Argentina y WWF.  El estudio constituyó un gran esfuerzo que abarcó más de 560.000 hectáreas de los dos países, donde se colocaron 215 estaciones de muestreo provistas con cámaras trampas.  

“La estimación que presentamos es levemente inferior a la obtenida en el año 2018, y muy similar a la del 2016. Luego de la recuperación poblacional sostenida que veníamos observando entre el 2005 y el 2018, encontramos que esa tendencia creciente parece haberse detenido”, destacó Agustín Paviolo, investigador de CONICET y coordinador de Proyecto Yaguareté. Además, agregó “Los datos del próximo relevamiento que haremos en el año 2022 van a ser muy importantes porque nos mostrarán si la leve disminución observada en el 2020-2021 se consolida como tendencia y si la población comienza a declinar nuevamente”.  

El estudio de monitoreo poblacional se realiza cada dos años, en esta oportunidad se vio demorado por las limitaciones provocadas por la COVID-19. No se registraba una disminución poblacional desde el 2005. Esta situación despierta preocupación y alerta en las instituciones y organizaciones que trabajan por la conservación del yaguareté. La presión de caza hacia el yaguareté y sus presas, la deforestación y fragmentación del bosque, y los atropellamientos en rutas y caminos, son las principales razones que amenazan a la especie. 

Para Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina“los resultados de este nuevo monitoreo de yaguaretés demuestran que es necesario redoblar los esfuerzos de conservación. Lo más importante ahora es entender que necesitamos que los esfuerzos de la comunidad, las organizaciones ambientales y el gobierno continúen incrementándose y comprometiéndose así a retomar la tendencia en alza poblacional del yaguareté en uno de los hábitats con mayor potencial para la especie. Tenemos que unirnos y comprometernos con el cuidado de nuestros recursos naturales, de la biodiversidad y nuestro entorno, porque ello se traduce en calidad de vida para todas las personas”. 

“Los datos muestran que, a pesar de nuestros esfuerzos en actividades de investigación, sensibilización, trabajo conjunto con comunidades locales y articulaciones internacionales, necesitamos hacer más para que estos animales sobrevivan. El yaguareté es considerado un indicador de la calidad de la biodiversidad local. Por lo tanto, su declive poblacional indica que todo el ambiente también está en riesgo, y deja en claro que cuidar de esta especie es cuidar nuestra propia calidad de vida”, comentó el analista de conservación de WWF-Brasil, Felipe Feliciani.  

El objetivo es que los esfuerzos de conservación de la especie se realicen de manera trinacional en todo el Bosque Atlántico, para fortalecer su hábitat y por ende su población. Por esa razón, Paraguay se ha sumado a la realización de los monitoreos periódicos del felino. Los equipos de trabajo de los tres países compartieron metodologías, conocimiento y equipos de trabajo para monitorear 64.000 hectáreas en ese país. En Paraguay existen solo dos remanentes del Bosque Atlántico del Alto Paraná que mantienen una población de yaguaretés, estos son la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú y la Reserva Natural Morombi, donde sólo habitan un total de 12 individuos de yaguareté. 

“La situación del Jaguareté es sumamente alarmante en el Bosque Atlántico de Paraguay. A través del monitoreo de sus poblaciones realizado entre el 2019 y 2021, sabemos que sólo quedan 12 individuos de la especie en los dos últimos remanentes de la ecorregión que habita el felino. Nuestras acciones han logrado la extensión de la Ley de Deforestación Cero en la Región Oriental, hasta el año 2030. Esta extensión nos ofrece una gran oportunidad para revertir la pérdida de su hábitat, restaurar la conectividad entre los remanentes, pero debemos contar con el apoyo de toda la comunidad”indicó el Gerente de Proyectos de WWF Paraguay, Alberto Esquivel. 

La conservación de este felino va mucho más allá de la protección de una sola especie. La conservación exitosa del yaguareté es fundamental para mantener los bosques, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural. Estos esfuerzos no solo protegen toda la vida silvestre en el paisaje que representa el hábitat del yaguareté, sino que también ayudan a diversificar las oportunidades económicas para las comunidades locales y contribuyen a mitigar y adaptarse al cambio climático global. 

Sobre el relevamiento y los “rangos poblacionales” 

El estudio poblacional realizado entre 2020 y 2021 fue el más grande desde el comienzo de los monitoreos poblacionales del yaguareté. La región monitoreada representa uno de los últimos refugios de yaguaretés del Bosque Atlántico del Alto Paraná. El estudio se realiza a través de la cooperación internacional entre Fundación Vida Silvestre Argentina, y los equipos de la Organización Mundial de Conservación (WWF) de Brasil y Paraguay, junto a investigadores de Projeto Onças do Iguaçu (Instituto Pro-carnívoros), Proyecto Yaguareté (CeIBA-UNAM-CONICET); la Universidad Nacional de Asunción, Facultad de Ciencias Exactas y naturales, La Fundación Moisés Bertoni en Paraguay. La información es obtenida a partir del análisis de cámaras trampa, mediante las cuales es posible monitorear a la especie en sitios clave, para estimar el tamaño y la densidad de sus poblaciones. 

Las fotografías de yaguaretés obtenidas son separadas e individualizadas mediante un análisis del patrón de manchas del pelaje, únicos e irrepetibles en cada animal. Posteriormente, mediante modelos matemáticos se estima el número de individuos presentes en el área relevada, que por lo general es mayor al número de individuos registrados en las cámaras. En base a ese análisis, se logran obtener una estimación poblacional y un rango posible asociado, que indican la cantidad mínima y máxima de individuos que podría tener la población, ya que por cuestiones metodológicas no es posible obtener un dato exacto.  

La situación del yaguareté años atrás 

El primer relevamiento poblacional en la región se realizó en 1995 por el equipo del investigador brasilero Peter Crawshaw, y se estimó que 400 yaguaretés habitaban el Bosque Atlántico del Alto Paraná. Sin embargo, en 2005, cuando se reanudó el estudio, se registró una alarmante reducción del 90%, con tan sólo entre 30 y 54 individuos viviendo en la región. Con el paso de los años, y con un esfuerzo trinacional compartido, el número poblacional de yaguaretés se fue recuperando paulatinamente. En 2014 la población comenzaba a recuperarse, y se estimaba el número entre 51 y 84, mientras que en 2016 las cifras aumentaban a un rango de 71 a 107 individuos. En 2018, los estudios confirmaban una tendencia de aumento poblacional, entre 84 y 125.  Esto demuestra que es posible revertir el número actual y que los esfuerzos de la comunidad, organizaciones y gobierno brindan resultados positivos. 

La Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté es un espacio colaborativo para trabajar por la conservación de la especie. Está integrada por: Administración de Parques Nacionales, Aves Argentinas, Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA), Fundación Vida Silvestre Argentina, Grupo Solidario, Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, Proyecto Zorro Pitoco y Red Yaguareté. 

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Misiones celebra el día provincial del Yaguareté

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A través del decreto 1760/18, se dispuso que todos los 29 de Noviembre se festejará el “Día Provincial del Yaguareté”, conmemoración que tendrá lugar cada 29 de noviembre para reivindicar a uno de los monumentos naturales más representativos de la vasta fauna misionera.

La determinación acompaña el reconocimiento ecológico, ético, social y cultural que realiza la Provincia de Misiones del felino más grande de América, cuya presencia implica no sólo un ecosistema en óptimo estado de conservación; sino que también determina la existencia de otras especies, la salud de la selva y del ecosistema y, en definitiva, redunda en un factor directo para el bienestar del ser humano. Es por ello que la elección de una fecha para celebrar la existencia de la “verdadera fiera” (como se desprende de su traducción del guaraní) resulta una colaboración a los esfuerzos de conservación que realiza no sólo la Provincia, sino también numerosas instituciones y organizaciones, al tiempo que implica un afianzamiento en el respeto a la identidad misionera.

Cabe recordar que Misiones fue la primera provincia del país en declarar monumento natural al yaguareté y es la única que monitorea de manera periódica la población de la especie. Asimismo, el Gobierno de la Provincia lleva a cabo el Plan de Acción para la Conservación del Yaguareté del Corredor Verde, que posee 7 programas: protección de hábitat, monitoreo e investigación, control y fiscalización, educación y extensión, comunicación y conservación, entre otras 38 acciones estratégicas.

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Día del Yaguareté: el felino más grande de nuestro continente

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El 29 de noviembre es el Día Internacional del Yaguareté. Esta fecha busca celebrar y concientizar sobre la existencia de la especie y el importante rol que posee para el bienestar y la salud de los ecosistemas y de las personas en las áreas donde habita.

Por su amplia distribución geográfica histórica se lo llama de diversas formas según la cultura y la región donde habita y habitó: yaguareté, jaguareté, onça pintada, tigre americano, balam, jaguar, entre otros. Es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león.

En una investigación de opinión pública realizada para Fundación Vida Silvestre el 35% de las personas del país respondieron que el animal silvestre más emblemático de la fauna argentina es el yaguareté, encabezando el listado. Sin embargo, el 70% respondió que conoce poco y nada sobre la especie, pero el 90% asegura que se encuentra en peligro de extinción.

Foto Steffan Windstrand

El yaguareté es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas. Como predador, se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia y requiere grandes extensiones de territorio para vivir. Es una especie muy sensible a las alteraciones del ecosistema, e incluso llega a ser el primero en desaparecer cuando el hábitat se deteriora. A su vez, el yaguareté cumple un rol esencial controlando las poblaciones de las demás especies de animales y plantas, manteniendo el equilibrio en el ecosistema. Por ello, si el yaguareté se encuentra en peligro de desaparecer, representa un indicador de que todo su entorno está en riesgo.

La presión de caza del yaguareté y sus presas, la deforestación y fragmentación del bosque, y los atropellamientos en rutas y caminos, son las principales razones que amenazan a la especie.

¿Qué hace Fundación Vida Silvestre Argentina por su conservación?

“En Misiones realizamos diferentes acciones con el objetivo de reducir las amenazas sobre el tigre criollo, como también promover un manejo sustentable del territorio, a través de alianzas con otras organizaciones, comunidades y gobiernos hemos logrado importantes avances en los últimos años. Trabajamos arduamente para aumentar la población de la especie, combatiendo la caza, y colaborando con la resolución positiva de los casos de conflicto entre el yaguareté y las comunidades. Juntos hemos logrado prácticamente duplicar la cantidad de yaguaretés presentes en la selva misionera.”, detallo Manuel Jaramillo, director general de Vida Silvestre Argentina.

Foto Michel Gunther.

Fundación Vida Silvestre Argentina trabaja desde el 2002 en la provincia de Misiones por la conservación del felino, ¿qué hicimos?

  • En 2004 colaboramos con el primer censo de la especie y en 2005 se estimó una población de entre 30 y 54 yaguaretés en Misiones y el Parque Nacional do Iguaçu de Brasil.
  • Junto a Proyecto Yaguarete continuamos realizando monitoreos a lo largo de los años a través de cámaras trampa para estimar el tamaño y la densidad de la población de la especie.
  • En 2018, comparado con el primer monitoreo, se duplicó la cantidad de yaguaretés: se estima una población de entre 84 y 125 en el mismo territorio.
  • Junto a otras instituciones desarrollamos el Plan de Acción para la Conservación de la Población de Yaguareté del Corredor Verde de Misiones.
  • La meta del plan es alcanzar una población que nos permita sacar a la especie del riesgo de extinción en la selva misionera.

¿Cómo trabajamos por su conservación?

  • Buscamos reducir las amenazas sobre el tigre criollo.
  • Promovemos alianzas con otras organizaciones, comunidades y gobiernos.
  • Colaboramos y apoyamos a la autoridad de aplicación responsable de combatir la cacería.
  • Colaboramos con la resolución de casos de conflicto entre el yaguareté y las comunidades / productores.
  • Trabajamos en la conservación y recuperación de su hábitat, de manera local, trinacional (junto a WWF Brasil y WWF Paraguay) y regional (con WWF Global).
  • Implementamos acciones de concientización para de fauna en rutas que atraviesan áreas protegidas.
Foto Izalete Tavares.
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El 97% de las personas considera que la extinción del Yaguareté “sería muy grave”

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Este estudio se realizó con vistas al Día Internacional de este felino, a celebrarse el lunes próximo. El 35% de las personas lo reconocieron como el animal silvestre más emblemático de la fauna argentina.

El 97% de las personas considera que la extinción del Yaguareté “sería muy grave” y el 90% sabe que hay peligro de que así suceda, según una encuesta de la Fundación Vida Silvestre Argentina con vistas al Día Internacional de este felino, a celebrarse el lunes próximo 29 de noviembre.

De acuerdo al relevamiento, el 35% de las personas lo reconocieron como el animal silvestre más emblemático de la fauna argentina pero el 70% respondió que conoce poco y nada sobre la especie y el 90% asegura que se encuentra en peligro de extinción.

El Yaguareté, por su amplia distribución geográfica histórica se lo llama de diversas formas según la cultura y la región donde habita y habitó. En la página web de la Fundación se puede encontrar mucha información sobre esta especie. 

Información sobre esta especie

Asi se lo conoce como yaguareté, jaguareté, onça pintada, tigre americano, balam, jaguar, entre otros. Es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león.

Es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas.

Como predador, se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia y requiere grandes extensiones de territorio para vivir. Es una especie muy sensible a las alteraciones del ecosistema, e incluso llega a ser el primero en desaparecer cuando el hábitat se deteriora. “El yaguareté cumple un rol esencial controlando las poblaciones de las demás especies de animales y plantas, manteniendo el equilibrio en el ecosistema. Por ello, si el yaguareté se encuentra en peligro de desaparecer, representa un indicador de que todo su entorno está en riesgo”, destacó La Fundación en un comunicado.

La presión de caza del yaguareté y sus presas, la deforestación y fragmentación del bosque, y los atropellamientos en rutas y caminos, son las principales razones que amenazan a la especie.

Foto Steffan Widstrand

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Arami, la yaguareté correntina, ya vive libre en los Esteros del Iberá

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Ya son siete los yaguaretés que recorren libres los inmensos Esteros del Iberá. El viernes se volvieron a abrir las puertas del Centro de  Reintroducción de Yaguareté ubicado en el Parque Iberá.  Esta vez fue el turno de Arami, una hembra nacida en este mismo centro hace unos  tres años atrás, en junio del año 2018. Arami forma parte de un proyecto que busca recuperar al yaguareté en Corrientes, donde se extinguió hace más de  70 años. El proyecto es parte del legado de Tompkins Conservation y lo llevan  adelante Fundación Rewilding Argentina, la provincia de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales.  El año 2021 ha marcado un hito en este gran sueño de reintroducir al yaguareté,  extinto en la provincia hacía más de 70 años, con las primeras liberaciones de  individuos. Desde enero, Mariua y sus dos cachorros Karai y Porã, y desde abril, Juruna con sus cachorros Sagua’a y Sãso recorren libres los pastizales, montes y  bañados del Iberá. Hoy la liberación de Arami merece una distinción especial, ya que  junto con su hermana Mbarete representan los dos primeros yaguaretés nacidos durante este siglo en Corrientes. Su nacimiento en 2018 trajo esperanzas acerca del  posible retorno del yaguareté al Iberá; hoy esa esperanza se transforma en realidad.  

Arami —“Cielito” en guaraní, como fuera bautizada por los niños y niñas de la región—  con sus tres años y tres meses, ya es una yaguareté adulta que ha mostrado tener  destreza para cazar presas como carpinchos y cerdos cimarrones y comportarse como  cualquier yaguareté silvestre. Así como Mariua y Juruna, Arami también posee un  collar con tecnología GPS que permitirá monitorearla diariamente para conocer su  ubicación y desplazamientos, así como su adaptación a la vida libre.  

Arami ya se encuentre libre en la provincia que la vio  nacer. Con ella se sigue celebrando el retorno de esta especie emblemática de los  ecosistemas y cultura de Corrientes. 

En palabras del gobernador de Corrientes,  Gustavo Valdés, “este es un logro de todos los correntinos. Mediante el turismo de  naturaleza, el Parque Iberá se presenta como una gran oportunidad para el desarrollo  social y económico de nuestra provincia, además de ser un motivo de orgullo para los  correntinos. Juntos sigamos trabajando por la naturaeza, es la que nos hace únicos  en el mundo”. 

Natalia Jauri, Vicepresidenta de la Administración de Parques  Nacionales resaltó que “el retorno del yaguareté en esta región significa un paso más  en el avance hacia la restauración del ambiente y seguiremos trabajando para lograr este objetivo¨. 

La presencia del yaguareté como predador tope resulta de vital importancia para  alcanzar un ambiente saludable y completo, en el cual todas las especies se encuentran en números suficientes y cumpliendo su rol ecológico. 

Con la vuelta del  gran felino también se recuperan aquellos relatos e historias que resaltaban la  admiración por su fuerza y belleza. Estas historias hoy vuelven a referenciarse en la  presencia tangible del yaguareté, que a la vez fortalece a Iberá como un destino de  turismo de naturaleza de nivel internacional. 

Los siete yaguaretés ya liberados en Iberá, cinco de ellos nacidos en la provincia,  representan una hazaña correntina sin parangón en el mundo. Y simboliza el éxito de  la restauración del ecosistema del Iberá, hoy fuente de una alternativa productiva  sostenible en el largo plazo y para el bienestar de todos: humanos y vida silvestre.  

Antecedentes. El yaguareté es monumento natural en Argentina, y se extinguió en la  provincia de Corrientes hace más de 70 años. Hoy se estima una población de  alrededor de 250 ejemplares en todo el país donde está categorizado como en  Peligro Crítico de Extinción.  

El proyecto de reintroducir esta especie comenzó en 2012 con la construcción del Centro de Reintroducción de Yaguareté (CRY). En 2018 nacieron las dos primeras cachorras en el CRY; Arami y Mbarete, cuya madre Tania proviene del Bioparque de Batán y su padre Chiqui del Refugio Faunístico Atinguy, en Paraguay. Desde su nacimiento, ambas cachorras han sido mantenidas sin contacto con humanos, primero viviendo con su madre y luego sin ella, para finalmente ser mantenidas por separado para evaluar sus capacidades individuales de caza y comportamiento.  

A ellas en 2019 se sumaron Jatobazinho, Juruna y Mariua, los tres de origen silvestre que fueron donados por instituciones de Brasil. Tras el nacimiento de los cachorros de Mariua y Juruna, ambas madres fueron liberadas en enero y abril de este año respectivamente y ya se encuentran viviendo en vida libre en Iberá con sus crías que continúan creciendo. Jatobazinho, padre de las crías, permanece en el CRY sin contacto con humanos y a la espera de su pronta liberación. Todos ellos han estado viviendo en corrales de gran tamaño que son manejados a distancia, sin necesidad de observar a los animales en forma directa, alimentándose de carpinchos y cerdos cimarrones que ellos mismos cazan.

Tras vivir en un recinto de 1,5 ha donde aprendió a cazar por sí sola, Arami fue trasladada a un recinto de 30 hectáreas donde ha perfeccionado sus habilidades de caza, recorriendo los ambientes de bosque, pastizal y bañados. Para iniciar su fase de liberación completa, se abrió un portón en este gran recinto, por donde Arami podrá salir cuando lo desee y comenzar a explorar su territorio totalmente libre. 

El retorno del yaguareté a Corrientes en el Gran Parque Iberá fue iniciado por  Tompkins Conservation y es llevado a cabo por la Fundación Rewilding Argentina, en  conjunto con el Gobierno de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales.  Junto con el retorno de este predador, se ha reintroducido (o se está en proceso de  hacerlo) otras especies como el venado de las pampas, el oso hormiguero gigante, el  guacamayo rojo, la nutria gigante, el pecarí de collar y el muitú, a las que se sumarán  otras especies que han desparecido de este gran humedal, pero que tienen el  potencial de regresar y recuperar sus roles en el ecosistema.  

A la vez, durante estos años se logró desarrollar una economía local basada en el turismo de naturaleza, con 10 localidades que cuentan con acceso al Gran Parque Iberá y con servicios de atención al visitante para realizar excursiones de avistamiento de fauna nativa, experiencia que el yaguareté fortalecerá rápidamente. 

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