Trump fue absuelto en el juicio político por el asalto al Capitolio
El Senado de Estados Unidos absolvió hoy al exmandatario republicano Donald Trump en el juicio político que se le abrió por “incitación a la insurrección” durante el asalto al Capitolio, en el segundo proceso de este tipo en su contra.
Con un resultado de 57 votos a favor de la condena y 43 en contra, la Cámara alta no alcanzó los dos tercios necesarios para condenar e inhabilitar al magnate republicano a ocupar cargos públicos en el futuro y cerró así el proceso iniciado por su rol durante el ataque al Congreso del pasado 6 de enero, en el que murieron cinco personas.
No obstante, siete senadores republicanos votaron a favor de la condena, a diferencia del primer impeachment a Trump, donde sólo lo había hecho el senador Mitt Romney.
En esta ocasión, a la totalidad de los demócratas se sumaron Bill Cassidy (Luisiana), Susan Collins (Maine), Richard Burr (Virginia), Lisa Murkowski (Alaska), Mitt Romney (Utah), Ben Sasse (Nebraska) y Pat Toomey (Pensilvania), reportó la cadena ABC News.
Tras conocer su absolución, el exmandatario -vetado de las redes sociales- rompió el silencio que había mantenido desde su salida del poder el 20 de enero y celebró la decisión.
“Nuestro magnífico, histórico y patriótico movimiento, Make America Great Again (Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo), acaba de empezar”, dijo en un comunicado Trump, quien podrá disputar la candidatura presidencial del Partido Republicano para los comicios de 2024.
En su declaración, el magnate republicano calificó al proceso como “una nueva fase de la mayor caza de brujas de la historia” y volvió a afirmar que “nunca se ha tratado así a ningún presidente”.
Este fue el segundo juicio político contra Trump, que en 2020 también resultó absuelto en un proceso por abuso de poder.
La imposibilidad de condenar al magnate quedó clara esta mañana, tras trascender que el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, votaría a favor de la absolución.
“El juicio político es un proceso para destituir y por ende hay una falta de jurisdicción en este sentido”, dijo el dirigente en una carta a sus correligionarios citada por medios, en la que afirmó que fue una decisión “difícil”.
Sin embargo, tras la votación, McConnell admitió en el hemiciclo que Trump es responsable “moralmente y en la práctica” de haber provocado los incidentes del 6 de enero.
El proceso, que se anunciaba como el más rápido de la historia, estuvo a punto de extenderse por días o semanas, luego de que el Senado aprobara hoy sorpresivamente la inclusión de nuevas comparecencias, tras filtrarse la información que el exmandatario no quiso frenar a sus seguidores una vez iniciado el asalto al Capitolio.
De acuerdo al diálogo reproducido por la cadena CNN, durante el ataque al parlamento del 6 de enero, Trump rechazó una petición formulada por el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para ordenar a sus simpatizantes que suspendieran el asalto.
“Bueno, Kevin, creo que esta gente está más molesta que tú por las elecciones”, respondió Trump al pedido, pese a que McCarthy le indicó que sus seguidores estaban entrando hasta por las ventanas.
No obstante, los congresistas demócratas que ejercieron como fiscales lograron un acuerdo con la defensa de Trump para admitir solamente la declaración de la legisladora republicana Jamie Herrera Beutler, responsable de revelar la polémica conversación.
Es que en lo único en que coincidieron demócratas y republicanos fue en el deseo que el proceso sea rápido: el oficialismo para que el Senado pueda centrar su tiempo en aprobar la ayuda para mitigar los efectos económicos del coronavirus y la oposición para poder pasar página.
Con apenas cinco días de duración, este juicio político fue el más corto de la historia de Estados Unidos: el primero contra Trump, el único mandatario en ser juzgado dos veces, duró 21 días; el que tuvo como acusado a Bill Clinton duró 37 días; y el que se realizó contra Andrew Johnson demandó 83 jornadas.
Los abogados defensores concluyeron ayer sus argumentos en solo tres horas, acusando a los demócratas de perseguir a al exmandatario.
Bruce Castor, uno de los letrados, sostuvo que el objetivo de la acusación era “anular a los 75 millones de votantes de Trump y penalizar puntos de vista políticos”.
Michael van der Veen, también miembro del equipo legal, calificó la acusación como inconstitucional y de “acto de venganza política”.
Previamente, en su momento de exponer los argumentos, los legisladores demócratas, que acusaron a Trump de “traición”, mostraron grabaciones, muchas de las cuales nunca antes se habían difundido.
Los videos incluyeron el momento en que la turba irrumpía en el edificio, con legisladores angustiados recibiendo ayuda de los guardias de seguridad, manifestantes participando en un combate cuerpo a cuerpo con la policía y el audio de los oficiales de policía del Capitolio pidiendo apoyo.
En la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo el jueves que algunos legisladores republicanos “pueden haber cambiado de opinión” sobre la responsabilidad de su predecesor tras ver esas imágenes.
“Estoy ansioso de ver qué harán mis amigos republicanos, a ver si se levantan”, expresó ayer, en otro escueto comentario sobre lo que estaba ocurriendo en el Congreso.