
Vyo: brotes perfectos de yerba y selva
El apellido Urrutia es uno de los tradicionales en el sector productivo de Misiones. La familia fue pionera en té y yerba y marcó su impronta en varios puntos de Misiones. Las nuevas generaciones siguen esa línea, aunque adaptadas a la modernidad y con una proyección más sustentable. Con esa mirada nació VYO, una nueva marca registrada del grupo Máximo Urrutia, donde germinan las mejores semillas de yerba mate y también especies nativas, con una envidiable capacidad de producción de 1,6 millones de plantines al año.
En uno de los accesos a Oberá, por la ruta 103, se divisa el cartel indicador del vivero. A unos cien metros está el portal de acceso que no permite adivinar lo que se gesta un poco más al fondo. Inmensos invernaderos, con la máxima tecnología hacen crecer a mudas de yerba mate seleccionadas y clonadas a partir de las mejores semillas aportadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y también de muestras propias. La mejor publicidad es un cliente satisfecho que vuelve año a año: Rubén Peretta, de Colonia Alberdi, llega a sacar 38 mil kilos por hectárea con los plantines de VYO. El promedio en Misiones no supera los cinco mil kilos. Urrutia también plantó en Loreto, con una planificación para cosecha mecanizada.
Peretta apostó desde los comienzos del vivero, que ya tiene diez años de producción constante, explica Valeria Morales, una ingeniera forestal, magíster en Ciencias Agrarias.

Valeria nació en Campo Ramón y exuda pasión ante cada pregunta. “Trabajamos con un material mejorado, con semillas provenientes de huertos y semilleros clonales del INTA. En febrero realizamos la compra de semillas y hacemos la siembra en almácigos, con una temperatura ambiente de 30 grados promedio, ya que la yerba mate tiene un porcentaje de germinación muy bajo, de alrededor del 20%”, señala Morales.
El proceso de germinación es lento y comienza entre el tercer y cuarto mes, es decir, hacia agosto o septiembre. En ese momento, se inicia el repique, que consiste en trasladar las plántulas germinadas a los contenedores definitivos. “Los contenedores que manejamos son bandejas plásticas y tubetes biodegradables, que representan una innovación en nuestro sistema productivo, ya que permiten plantar la plántula con el tubo, facilitando su adaptación al suelo”, explica.
El repique se lleva a cabo entre agosto y diciembre. Una vez que la planta alcanza los 20 o 25 centímetros de altura, se inicia la clasificación por tamaño. Las plántulas más grandes son trasladadas a la fase de rustificación, un proceso clave para su adaptación a las condiciones del campo. “En esta etapa, las plantas dejan de estar en invernadero y pasan a un ambiente de media sombra, sin las condiciones de calor y protección plástica, para que se adapten mejor al entorno natural”, detalla Morales. Este proceso dura entre 15 días y un mes, aunque algunas plantas permanecen más tiempo, lo que resulta beneficioso para su desarrollo.
Luego de la aclimatación, las plántulas reciben luz solar directa y, a partir de abril hasta agosto, se realiza el procesamiento y la entrega a los productores. En cuanto a la capacidad productiva del vivero, Morales indica: “Si manejamos los ciclos correctamente, podemos producir entre un millón y un millón y medio de plantines por año. En bandejas plásticas producimos entre 500.000 y 600.000 unidades, mientras que en tubetes biodegradables llegamos al millón”.




Los plantines son comercializados en toda Misiones, con principales clientes en las zonas productoras de Apóstoles y la zona centro. También abastecen a productores de San Pedro, Andresito y San Vicente, así como a la provincia de Corrientes, particularmente en la zona de Garrucho.
El uso de tubetes biodegradables y el sistema de rustificación destacan como estrategias clave para mejorar la calidad y eficiencia en la producción de plantines de yerba mate, asegurando su óptima adaptación a los campos productivos de la región.
Todo el proceso está certificado por el INTA y el Senasa y se garantiza la trazabilidad desde la plantación hasta la cosecha. El trabajo en los viveros requiere mucha dedicación y paciencia artesanal. Aunque las condiciones de germinación y maduración son “Disney” para las plantas, su manejo demanda un cuidado meticuloso. De eso se ocupan jóvenes de Oberá, que trabajan en el vivero en turnos rotativos. El software de manejo y el sistema de riego también fueron diseñados por especialistas de la capital del monte, cabecera del departamento con mayor extensión de yerba mate de Misiones.
“Es un orgullo para Oberá visitar estas empresas y acompañar gestiones que contribuyan a su crecimiento. Nos sorprende gratamente la fuerza de desarrollo demostrada en sectores como el vivero Vyo, que cuenta con tecnología de punta para la producción de plantas de yerba mate y especies nativas”, destacó el intendente Pablo Hassan, quien visitó la planta industrial.
Oberá se ha consolidado como un nodo comercial e industrial clave, con empresas que compiten a nivel nacional en rubros como producción, ferretería, repuestos de automotores, pinturerías y decoración, supermercados e hipermercados, y el sector automotor. “A pesar de que estamos en una zona geográficamente distante de los grandes centros urbanos, la trayectoria, responsabilidad y compromiso de nuestros empresarios han convertido a Oberá en un punto estratégico para la distribución y la comercialización”, agregó Hassan.
Hassan señaló que la próxima puesta en marcha de la zona aduanera de Oberá y del Parque Industrial potenciarán aún más el crecimiento local. “Todos estos factores hacen que Oberá continúe posicionándose como la ciudad más importante en el desarrollo económico de la zona centro y una de las más relevantes de la provincia”, concluyó el intendente.
Calidad certificada
Para garantizar la calidad de todo el proceso, sumaron producción de especies nativas, que enriquecen los yerbales, aportan biodiversidad y sirven también para recomponer montes degradados. Incluso ya cerraron acuerdos con Fundación Vida Silvestre que compró plantines de algunas de las 40 especies en producción, entre madera y frutas. Desde cedro, lapacho, jacarandá, cerella, pitanga, ceibo misionero y yabuticaba.




A cargo del vivero de nativas, que comenzó a producir hace poco más de un año, está Andrea Schendelbeck.
Explicó que trabajan en conjunto con la Facultad de Ciencias Forestales, que cuenta con áreas semilleras distribuidas en distintas zonas de la provincia. Además, reciben semillas de la cooperativa yerbatera de Dos de Mayo. Como parte de su plan de expansión, el vivero busca certificar nuevas áreas semilleras, especialmente en la zona sur de Misiones, con el fin de ampliar la variabilidad de las especies disponibles.
El vivero ofrece tanto especies maderables como frutales. Entre las primeras se encuentran el timbó colorado, anchico colorado, lapacho negro, lapacho amarillo, loro negro, curupay, rabomoli, anchico blanco, jacarandá, caroba y timbó blanco, entre otras, sumando más de 40 variedades. En cuanto a las especies frutales, destacan el ubajay grande y chico, aguaí, guayú, pitanga, serrella, jaboticaba y jacaratía, todas valiosas para atraer fauna a las chacras y como fuente de alimento para el consumo humano.
Además del valor ecológico, Andrea remarcó que estas especies cumplen un rol clave en la conservación del suelo y el agua, recursos esenciales para la producción agropecuaria en Misiones.
En cuanto a la disponibilidad de las plantas, cualquier persona puede adquirirlas en el vivero, ya sea para plantaciones comerciales o para su uso en jardines particulares. El equipo brinda asesoramiento sobre qué especies son más adecuadas según el tipo de suelo y el espacio disponible, garantizando así una mejor adaptación de las plantas a su entorno.
“Todos son bienvenidos a acercarse, ya sean productores que quieran enriquecer sus yerbales o personas que deseen incorporar especies nativas en sus hogares”, concluyó Andrea, destacando el compromiso del vivero con la preservación ambiental y el desarrollo sustentable en la provincia.
Otra innovación fue la incorporación de bolsas de papel biodegradable, que se diseñan en el mismo vivero, con papel importado de países nórdicos. Para la sombra de la yerba mate diseñaron tapitas de pino, elaboradas con maquinaria importada desde China.