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Déjà vu explícito

“Es el peligro que gane la gente del PRO. Nos vacunarían bien feo. Es peligroso para nosotros”. Las palabras son de un productor cuando se enteró por Economis de la propuesta económica que anticipó Cambiemos. No. No está identificado con el Gobierno. 

Mientras todo el país estaba disfrutando el festejo por la tercera Copa del Mundo, la política se enfrascaba en un cierre de año frenético, en un anticipo furioso de lo que será 2023. Prácticamente no hubo tiempo para sacarse la camiseta argentina. La grieta volvió en toda su expresión, dejando atrás el mes de comunidad albiceleste, pendiente de lo que sucedía en Qatar. Las dos principales disputas, interesan mucho en Misiones. 

En el Congreso la alianza Cambiemos desnudó en forma anticipada su oferta económica 2023 con un proyecto de ley para imponer una desregulación económica a lo Domingo Cavallo en 1991. Ni siquiera es muy original. El texto es casi idéntico. Y, como el ex ministro cuando eliminó la CRYM, la nueva iniciativa propone dejar librado a las “fuerzas del mercado” el precio de la yerba mate y quitarle el financiamiento al Instituto Nacional de la Yerba Mate para fiscalizar calidad y cumplimiento de los valores mínimos.

La desregulación es una idea fija en Cambiemos. El ex presidente Mauricio Macri la había dejado trascender en 2017 y después la hizo explícita en 2018 en una reunión con empresarios y el entonces gobernador Hugo Passalacqua en Puerto Iguazú. Lo frenó el propio Gobernador y después la amenaza de los productores de sacar a los tractores a la calle. Pero la idea siguió latente. Ahora volvió en forma de proyecto de ley, firmado por la diputada tucumana Paula Omodeo, con el acompañamiento del misionero Alfredo Schiavoni, quien también es un entusiasta de la desregulación, aunque nunca fue tan explícito como ahora, al menos con la yerba mate. Antes decía que “el Estado no podía retirarse de la fijación de precios”. Ahora asegura que “en nuestro criterio sería mucho más sano dejar actuar libremente las leyes de oferta y demanda”.

¿Qué pasó en los 90, mientras duró la desregulación Menem-Cavallo? Solo hace falta preguntarle a alguno de los protagonistas de los tractorazos de 2001 y 2002. Brutal deterioro económico por la baja de los precios de la materia prima y una enorme transferencia de recursos hacia los eslabones más altos de la cadena. 

“El kilo de hoja verde pasó de $0,20 (en 1991) a $0,06 (en 2001) en pesos convertibles uno a uno. Y el precio en góndola se mantuvo casi constante.

Si se multiplica 14 centavos de dólar perdidos por la producción primaria por 700 millones de kilos por 10 años, da el número de transferencia de ingresos hacia la industria, el comercio y los impuestos”, enumera el licenciado en Economía Javier Gortari, ex rector de la Universidad Nacional de Misiones y estudioso de la yerba mate. 700 millones de kilos x 0,14= 98 u$s millones año. Una década, casi mil millones de dólares que pasaron de la producción a unas pocas manos. 

El oro verde valía menos que nada y se cambiaba por mercadería o por combustible. Los tareferos estaban sujetos a una sobreexplotación y los derechos sociales o de salud eran una quimera. La década de los 90 también impulsó un enorme éxodo rural. La chacra no valía nada. La bronca acumulada le dio vida al INYM en 2002. Desde entonces, no sin polémicas, es allí donde se discute el equilibrio yerbatero, con más herramientas para que el productor sea custodiado. “El productor no tiene que estar tranquilo con estos embates del poder económico”, definió el presidente del organismo, Juan José Szychowski. 

No es casual entonces que el proyecto de Cambiemos salga a la luz después de uno de los mejores precios conseguidos para la materia prima desde que se creó el INYM. La Nación otorgó un aumento para la materia prima del 49 por ciento, fijando el precio mínimo de la yerba mate en 70,08 pesos por kilo. Ese precio fue una conquista de la insistencia del Gobierno provincial y el mismo INYM para recomponer el precio en beneficio de más de doce mil pequeños productores misioneros. Misiones es la principal productora de yerba mate de la Argentina y mejorar el precio es inyectar dinero directamente en la chacra. Cada peso es una diferencia millonaria que se reparte en cada uno de los pueblos.

En la década desregulada hubo un puñado de ganadores. La industria correntina y un par más en Misiones, lograron hacerse con cada eslabón de la cadena y ser autosuficientes. Pero no había derrame. En Corrientes sigue el mismo esquema, con una industria dominante y unos pocos productores alrededor. Son los mismos que se opusieron a la resolución 170 del INYM, que le puso cupo a las plantaciones. 

No es ese el modelo que defiende hoy Misiones, que apuesta por la producción local y el productor en la chacra. La agricultura familiar vendió este año por tres mil millones de pesos. Y la apuesta es ir por más. Contra eso va el proyecto de Cambiemos. No es que sorprenda demasiado. El plan Maizar, que se intentó imponer en Misiones durante la gestión de Macri, buscaba maximizar la rentabilidad con un enorme costo ambiental y 250 mil hectáreas de maíz transgénico. 

Sin embargo, la iniciativa del diputado Schiavoni sacudió la modorra al hacer explícito el modelo económico de un eventual regreso de Cambiemos al poder. Alfredo trabaja para Horacio Rodríguez Larreta y hoy cobra otra dimensión la foto tomada durante la visita del candidato presidencial a Misiones. La gira cerró en el yerbal Santa Inés, junto a Martín Arjol, Florencia Klipauka y Pedro Puerta. Allí Larreta conoció un “modelo” yerbatero. Arjol y Klipauka juran que no acompañarán la iniciativa. Puerta, empresario yerbatero como su padre, hizo silencio. 

El radicalismo se animó a hacer explícitas sus diferencias con los socios mayoritarios y emitió un duro documento en el advierte que “los derechos conquistados por las luchas se defienden, no se entregan”. 

“El proyecto de ley de desregulación económica para el desarrollo productivo intenta modificar la ley que creó el Instituto Nacional de la Yerba Mate, institución que en los momentos más críticos ordenó y fijó un rumbo en la economía yerbatera. Por eso queremos manifestar nuestro rechazo, ya que el sector productivo no fue consultado ni convocado a debatir cómo mejorar los distintos eslabones de la cadena productiva. El Inym, después de 20 años tiene algunas cosas para mejorar y también para conquistar, como por ejemplo un Mercado Consignatario, pero sigue siendo una herramienta fundamental para la economía de nuestro producto madre”, señaló la UCR misionera. 

“La UCR Misiones nunca transigió en este tema, porque hace tiempo elegimos lo que queremos representar”, se desmarcó el partido. ¿Fractura? ¿Que se rompa pero que no se doble? Nada de eso. El futuro radical sigue atado a lo que decida el PRO. Con Martin Arjol recluido en el Congreso, Ariel Pianesi teje alianzas con Martín Goerling, el candidato a gobernador  bendecido por Patricia Bullrich, que cuenta entre sus filas con Humberto Schiavoni. Un hermano con cada candidato. Los diferentes gustos electorales no significa que piensen distinto. El senador fue más allá que el diputado y aseguró que la fijación de precios del INYM “desincentiva las inversiones” y que “no debe ser el precio del productor marginal el que fije el de toda la cadena”. 

“Con un dólar oficial tan retrasado y con retenciones es lógico que perdamos mercados. Primero debemos sincerar el tipo de cambio y adecuarlo a lo que debe valer y luego eliminar todas las trabas a las exportaciones como las retenciones al sector productivo”, detalló el mayor de los Schiavoni. Nuevamente, un modelo económico explícito: desregulación, devaluación y fin del cepo. La diferencia, apunta Schiavoni, es que si ganan en 2023 podrían hacer lo mismo pero más rápido: “Cuando Macri asumió teníamos quince senadores de 72 y hoy tenemos 33; por lo que vamos a tener mayoría propia en la próxima elección. En Diputados teníamos 80 y ahora tenemos 116. Por eso el gradualismo aplicado por Macri”, detalló. 

A la ecuación también se debe sumar un Poder Judicial que usualmente inclina la balanza hacia un solo lado y que no esconde sus preferencias políticas.Ni siquiera en Lago Escondido. El fallo de la Corte, previsiblemente a favor de Capital Federal, volvió a dejar expuesta la fractura entre Gobierno y oposición. Los cortesanos avalaron un aumento de la coparticipación que Macri le dio por decreto a Horacio Rodríguez Larreta y que Alberto Fernández hizo volver atrás cuando llegó al Gobierno. De nada valieron las quejas de los gobernadores que presentaron un Amicus Curiae para ser tenidos en cuenta. En un fallo con una mirada unitaria, los jueces ordenaron suspender la aplicación de una ley del Congreso y que la Nación le otorgue el equivalente a 2,95% de fondos coparticipables a la Capital. Se estima que la transferencia debería ser por un monto cercano a los 200 mil millones de pesos, casualmente en un año electoral. La paradoja es que la victoria unitaria de Larreta es la derrota federal de los demás gobernadores. Se le hará sinuoso el camino al candidato presidencial. 

El Presidente, con el respaldo de algunos gobernadores, decidió que es un fallo “de imposible cumplimiento” y que los recursos no serán girados. Recusará a la Corte y pedirá que el caso se analice nuevamente, porque entiende -el Presidente- que los jueces emitieron sentencia sin haber resuelto la cuestión de fondo. También consideran que el fallo genera un conflicto de poderes porque avanza sobre las facultades del Poder Ejecutivo de definir cómo se ejecuta el Presupuesto -el de 2023 ya fue aprobado y no incluye las partidas que deberían ser giradas a Capital-.

Misiones no se sumó al desacato, aunque por obvias razones acompaña el reclamo. Junto a Salta, Neuquén y Río Negro -provincias gobernadas todas por espacios políticos fuera de la grieta-, el gobernador Oscar Herrera Ahuad advirtió que “los fallos se respetan” aunque no se compartan y que, en última instancia, si el dinero no se gira a la ciudad de Larreta, debe ser distribuida entre las demás provincias y no sólo repartida en Buenos Aires. En definitiva, no deja de ser una puja para financiar la seguridad en el Amba. El resto de las provincias se arreglan solas. 

En esa línea está Misiones. Misiones termina el año con los mejores indicadores de empleo del Norte Grande y es el primer aglomerado del interior del país con mayor tasa de empleo y de actividad. Se espera el 2023 con la expectativa de consolidar esa tendencia con nuevas herramientas: el puerto de Posadas que está a horas de poder operar con carga y la Zona Aduanera Especial, cuya implementación depende de detalles que deben ser definidos con el ministro de Economía, Sergio Massa. 

Mientras tanto, la política comienza a tomar color. Con la confirmación de las candidaturas a gobernador y vice de Hugo Passalacqua y Lucas Spinelli, de a poco van apareciendo postulantes. Al intendente de Posadas, Leonardo Stelatto, quien buscará ser ratificado, se le sumaron en las últimas horas la diputada Soledad Balan y el ministro de Desarrollo Social, Fernando Meza. Nuevamente, la mezcla de experiencia y juventud. 

En la oposición no hay certezas. por ahora esperan las señales de Buenos Aires.

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