Desigualdad energética: el aumento de tarifas duplica el peso de los servicios en la economía de los hogares
Tarifazos y pobreza energética: el gasto en servicios públicos asfixia los ingresos familiares
El aumento de tarifas de servicios públicos en Argentina supera ampliamente el crecimiento salarial e, incluso, la inflación general, acelerando una situación de pobreza energética que afecta tanto a sectores de menores ingresos como a la clase media. Un análisis detallado revela los datos detrás de esta problemática creciente.
El gasto en electricidad y gas se ha vuelto cada vez más difícil de cubrir para las familias, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde la tarifa de electricidad para la clase media aumentó un 758% entre noviembre de 2023 y octubre de 2024. Este incremento contrasta con un alza salarial promedio del 154% en el mismo período, mientras que la inflación acumulada fue del 146,9%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Una carga insostenible para la clase media y los sectores más vulnerables
“La canasta de servicios públicos para la clase media se ha multiplicado por seis, con un incremento de casi el 500% en los últimos años”, destaca Hernán Herrera, economista especializado en energía y autor de un informe del Foro Multisectorial contra los Tarifazos. Según Herrera, este fuerte aumento en las tarifas ha colocado a numerosas familias, clubes de barrio y organizaciones comunitarias en una situación de vulnerabilidad extrema, llevándolos a recortar otros gastos básicos.
El informe, elaborado por un equipo de especialistas y representantes de pymes, cooperativas y usuarios, estima que el gasto en luz, gas y otros servicios públicos para la clase media representará el 12,2% de los ingresos netos en noviembre de 2024, un salto alarmante desde el 5,1% que representaba en el mismo mes de 2023.
Segmentación tarifaria y desigualdad en los aumentos
El esquema de segmentación tarifaria en Argentina divide a los usuarios en tres niveles según su capacidad de pago, para distribuir los subsidios de manera escalonada:
- Nivel 1: Hogares de mayores ingresos, sin subsidios progresivos, que pagan el costo completo del servicio.
- Nivel 2: Hogares de menores ingresos, con acceso a la mayor cantidad de subsidios.
- Nivel 3: La clase media, que recibe subsidios parciales.
En el último año, el Nivel 2 registró los mayores aumentos, con un alza del 225,9% en la tarifa de gas para los sectores de menores ingresos, mientras que el grupo de mayores ingresos vio una suba del 113%. Este diferencial ha impactado negativamente en el consumo, según el informe, reduciendo la demanda de energía en un 9,6% en promedio durante 2024.
Tarifas impulsan la inflación y erosionan el poder adquisitivo
Entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, el IPC general del INDEC subió un 152%, mientras que los precios regulados, que dependen de decisiones oficiales como las tarifas de servicios públicos, aumentaron un 235%. “Este esquema impagable degrada cada vez más el poder adquisitivo de los hogares y agrava las desigualdades sociales”, sostiene Herrera.
La amenaza de la pobreza energética se vuelve cada vez más palpable, al acercarse el gasto en energía al umbral crítico del 10% de los ingresos familiares. “Es crítico que un país con capacidad para generar energía propia y un superávit en ese sector esté en una situación tan precaria”, concluye el economista.