Día Internacional de los Bosques: en busca de acción y soluciones para un mundo mejor

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El 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, una fecha proclamada desde el 2012 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para concientizar sobre la importancia de la conservación de los bosques nativos y las graves consecuencias del avance de la deforestación.   

Este año, bajo el lema “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor”, la comunidad internacional se une para reflexionar sobre la importancia de conservar y restaurar los bosques. Según datos de la ONU, la innovación y la tecnología desempeñan un papel crucial en el control y monitoreo forestal, y permiten a los países informar eficazmente sobre el estado de sus bosques. Esto contribuye a una reducción significativa de las emisiones forestales de dióxido de carbono, mostrando la eficacia de sistemas innovadores y transparentes de seguimiento forestal. 

“Estamos en deuda con nuestros bosques y es una cuenta que debemos saldar” afirma Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina“Es de suma importancia priorizar la protección de los bosques pensando en el presente y el futuro de las comunidades locales, así como el de la sociedad en general. Para ello necesitamos la asignación de los fondos y los recursos correspondientes, y su correcta aplicación. En el Día Internacional de los Bosques reforzamos nuestra preocupación y el pedido urgente de protegerlos de manera efectiva”. 

Según los monitoreos de la superficie de bosque nativo, realizados por la Nación, entre 1998 y 2022, se deforestaron 6.4 millones de hectáreas de bosque nativo principalmente por causa del avance de la frontera agropecuaria – la misma cifra que se perdió a nivel global durante 2022. Adicionalmente, el informe sobre causas e impactos de la deforestación de los bosques nativos señala que 87% del bosque nativo perdido correspondió a la región chaqueña y el 43% ocurrió durante la vigencia de la actual Ley de Bosques. 

Los bosques tienen, además de un valor ecológico, un importante valor económico, social y cultural. Es imposible hacer frente a la crisis climática, desarrollar economías sustentables y revertir la pérdida de naturaleza, sin los bosques. No es necesario generar nuevos objetivos para frenar la deforestación, se debe cumplir con las ambiciones y objetivos ya planteados, ya que lamentablemente la pérdida y degradación de los bosques persisten a pesar de todos los compromisos, y declaraciones locales y globales detalló Lucía Lazzari, coordinadora de paisajes terrestres de la Fundación Vida Silvestre. 


El Bosque Atlántico y el Gran Chaco: dos de las ecorregiones más amenazadas del planeta y presentes en Argentina 

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El Bosque Atlántico, compartido por Argentina, Brasil y Paraguay, se enfrenta a una grave crisis de deforestación y degradación. Se trata de una de las ecorregiones más amenazadas del planeta y alberga una riqueza biológica única: contiene el 7% de las especies de plantas y el 5% de las especies de animales vertebrados del mundo. Originalmente cubría 1.345.300 km2. Sin embargo, en los últimos 40 años fue reducido significativamente – debido a la deforestación, urbanización, producción – y hoy queda sólo el 17% de los bosques originales. 

Los tres países aún enfrentan desafíos para la conservación de la ecorregión, siendo la restauración del paisaje una oportunidad para aumentar la cobertura forestal y mejorar la calidad de vida de las personas. En el Bosque Atlántico, representado por la selva misionera en nuestro país, vive el felino más grande de Latinoamérica que se encuentra en peligro crítico de extinción en nuestro país: el yaguareté.
Más info en https://bosqueatlantico.vidasilvestre.org.ar/

Por su parte, el Gran Chaco se trata de la ecorregión boscosa más extensa del continente americano después del Amazonas, con una diversidad ambiental y social excepcional. Se extiende en gran parte de Argentina, Paraguay, Bolivia y una pequeña porción de Brasil, y sus ambientes —bosques, pastizales, sabanas, arbustales y humedales— la hacen una región única en el mundo. Sin embargo, el Gran Chaco es una de las principales ecorregiones del país y se encuentra seriamente amenazada: es uno los sitios con mayor deforestación del mundo y niveles más altos de degradación.  

Desde hace más de un siglo esta región enfrenta la pérdida sostenida de su patrimonio natural y cultural principalmente por el cambio de uso del suelo para producción agropecuaria y forestal y negocios inmobiliarios, causando deforestación, conversión y degradación de sus ambientes naturales, desplazamiento y empobrecimiento de las comunidades indígenas, extinción de especies y pérdida de los servicios ecosistémicos. En Argentina ya hemos perdido más del 30% de los bosques chaqueños y, a pesar de contar con la Ley de Bosques, entre los años 2007 y 2021, el 76% de la deforestación fue ilegal. Más info en: https://granchaco.vidasilvestre.org.ar/

Fundación Vida Silvestre Argentina trabaja en ambas ecorregiones en proyectos de conservación y restauración, tanto de la selva misionera como de los bosques chaqueños, junto con la sociedad local y gobierno, con el objetivo de lograr la protección y el manejo responsable de los recursos naturales y compatibilizar los planes de desarrollo regional con la conservación de la biodiversidad.

La deforestación genera graves consecuencias sociales, ambientales y económicas: contribuye a intensificar el cambio climático, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero; reduce el hábitat para especies animales y vegetales, fomentando su extinción; dificulta la capacidad de los suelos de regular excedentes de agua y propicia la aparición de enfermedades infecto contagiosas de origen animal. Además, la deforestación atenta gravemente contra el sustento de las comunidades locales, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico. 

En el Día Internacional de los Bosques, la llamada es clara: asumir compromisos, asignar recursos y actuar de manera efectiva. La conservación y restauración de nuestros bosques no son solo imperativos ambientales, son esenciales para preservar la salud, el bienestar y la supervivencia de nuestra sociedad y del planeta. 

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