Diputados debate un régimen especial para pymes de frontera: beneficios fiscales y lucha contra el contrabando
Un régimen inspirado en Brasil para reducir asimetrías. Diputados impulsa un régimen especial para pymes de frontera: alivio fiscal y freno al contrabando
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La Cámara de Diputados analiza un proyecto de ley que busca crear un régimen especial para pymes radicadas en zonas de frontera. La iniciativa, inspirada en el modelo brasileño de “Lojas Francas de Frontera Terrestre”, pretende reducir las asimetrías fiscales y cambiarias, equilibrar precios frente a los países vecinos y desincentivar el contrabando, que hoy genera una brecha de hasta el 40% en los productos.
El proyecto, presentado por el diputado entrerriano Gustavo Bordet, propone declarar de interés nacional el fomento y la protección de las Mipymes que operen en áreas limítrofes. La iniciativa plantea beneficios impositivos, la creación de un Consejo Nacional del Comercio Fronterizo (CNCF) y un marco regulatorio específico para incentivar nuevas inversiones.
El esquema se inspira en la Ley Federal Nº 12.723/2012 de Brasil, que regula las “Lojas Francas de Frontera Terrestre”. Sin embargo, en el caso argentino no se trata de zonas francas tradicionales, sino de un sistema de normas “cíclicas”, que otorguen incentivos tributarios para compensar las diferencias con los países vecinos.
Entre las medidas más relevantes se destaca la exención de IVA para compras en comercios fronterizos hasta un monto de u$s500 por persona y por mes para extranjeros y u$s1.000 para compradores nacionales, con el fin de igualar la competitividad de precios.
Asimetrías cambiarias y el impacto en las pymes locales
Según el director de Defensa al Consumidor de Misiones, Alejandro Garzón Maceda, la situación actual es crítica: “Hoy tenés un 40% de desventaja con otras fronteras y un bajo poder adquisitivo, que repercuten negativamente y lleva a que la gente de la zona compre en países vecinos”.
La volatilidad cambiaria provoca un ciclo de expansión y contracción en las ventas locales: cuando el tipo de cambio favorece al peso argentino, las empresas venden masivamente y abren sucursales; cuando se deprecia, deben cerrarlas. “Hace dos años los mayoristas argentinos vendían por pallets. Hoy muchos locales tuvieron que bajar la persiana”, recordó Garzón Maceda.
Por su parte, Fabián Hryniewicz, director de la Comisión de Fronteras e Ilegalidad de CAME, señaló que el régimen podría tener un impacto fiscal positivo por el mayor movimiento en zonas fabriles y comerciales del centro del país, además de obligar a los comercios a formalizar relaciones laborales para acceder a los beneficios.
El proyecto ingresó originalmente en 2018 y fue retomado este año en la Comisión de Pymes, donde recibió una buena aceptación. Sin embargo, su avance se encuentra paralizado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por el diputado libertario José Luis Espert, que hasta el momento no convocó a tratar iniciativas opositoras.
La falta de consenso político y el contexto de restricciones fiscales generan dudas sobre la viabilidad del régimen. No obstante, Bordet defendió la propuesta al afirmar que “las ciudades fronterizas comparten vínculos sociales, culturales y económicos que trascienden los límites nacionales, pero la ausencia de un marco especial expone a las Mipymes a las consecuencias de las asimetrías macroeconómicas y cambiarias”.
¿Puede frenarse el contrabando?
De aprobarse, la norma tendría impacto directo en provincias como Misiones, Formosa, Corrientes, Salta y Jujuy, donde la pérdida de competitividad y el contrabando afectan de manera estructural al comercio. Además, permitiría aprovechar la integración regional para generar mayor circulación de turistas y consumidores en condiciones fiscales equilibradas.
La experiencia brasileña muestra que la implementación de incentivos controlados en frontera puede reducir el contrabando minorista, aunque su éxito depende de una fiscalización estricta y de la coordinación entre provincias, Nación y municipios.
En términos políticos, la medida abre un frente de negociación entre oficialismo y oposición, en un contexto en que las economías regionales reclaman herramientas para sostener empleo y producción frente al drenaje de consumo hacia países vecinos.
