Milei en el Congreso: acuerdo con el FMI, superávit fiscal, ajuste estatal y promesas de privatización

Compartí esta noticia !

Milei inauguró las sesiones ordinarias del Congreso con un balance económico y promesas de reformas estructurales

El discurso del presidente Javier Milei en la Asamblea Legislativa dejó varias aristas para analizar, en especial aquellas que no se vieron en la transmisión oficial. Por caso, las cámaras no mostraron el encuentro del jefe de Estado cuando su vicepresidenta, Victoria Villarruel, salió a recibirlo en su llegada al Congreso. Solo unos pocos saben cómo fue ese saludo.

En las imágenes de la cadena oficial sí hubo espacio para mostrar a la diputada Marcela Pagano con su bebé, y a los padres de Presidente junto a su nuera, Yuyito González, en uno de los palcos.

Sin lugar a dudas, el cruce con Facundo Manes fue el más destacado. Durante el discurso, el legislador radical le mostró a Milei la Constitución, como ha hecho muchas veces en las sesiones en Diputados al cuestionar al Gobierno. De inmediato, el Presidente le recomendó leerla bien.

Te falta mucha teoría política y mucha lectura”, le dijo, interrumpiendo su parlamento, mientras distintos legisladores intercambiaban gritos en el recinto, a tal punto que Villarruel tuvo que llamar al orden para calmar los ánimos. Mientras tanto, Milei se reía de la reacción opositora.

En su discurso, el mandatario pidió que el Congreso “no politice” la aprobación de los pliegos de los jueces, como “ocurrió este año con los candidatos a conformar la Corte Suprema”. Fue entonces cuando el legislador le mostró una Constitución nacional. “Leela, Manes, te va a hacer bien. Supuestamente, vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no aprendiste nada. Leela bien. Quizás tu versión es con inteligencia artificial y cambia de libertaria a kirchnerista, como hiciste vos, Manes”, le respondió el Presidente, en un cruce que duró varios minutos.

La intervención de Manes, que no se vio en la transmisión oficial, derivó en nuevas respuestas del Presidente. “Manes, te falta mucha teoría política. Te falta mucha lectura, Manes”, finalizó mientras las cámaras oficiales enfocaban los aplausos del oficialismo.

Un repaso de la gestión y las metas para el futuro

El presidente Javier Milei abrió el 143º período de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso enfocado en los logros económicos de su primer año de gobierno y la promesa de profundizar reformas estructurales. Con un tono desafiante, aseguró que Argentina “dejó atrás la decadencia” y destacó la estabilidad fiscal como pilar de su gestión.

Superávit fiscal y caída de la inflación

Uno de los puntos centrales de su discurso fue la economía. Milei afirmó que, por primera vez en 123 años, el país logró un superávit financiero sin recurrir al default, un logro que atribuyó a la disciplina fiscal y a la eliminación de impuestos distorsivos. También destacó la fuerte reducción de la inflación, que pasó de una proyección del 17.000% anualizado al 19% según los últimos registros.

Duro mensaje contra la “casta política” y el gasto público

El mandatario reiteró su crítica a la “casta política” y justificó el ajuste en el sector público, incluyendo el cierre de más de 200 organismos estatales y el despido de 40.000 empleados. “Ajustar a la política no solo no es recesivo, sino que es expansivo”, aseguró, resaltando que la pobreza bajó del 56% al 33% según datos de la Universidad Torcuato Di Tella.

Privatizaciones y desregulaciones

En línea con su agenda liberal, Milei anunció que su gobierno continuará con el plan de privatización de empresas estatales, mencionando avances en Aerolíneas Argentinas, AySA e Intercargo. Además, resaltó la eliminación de regulaciones en sectores clave como el inmobiliario y el transporte aéreo, donde según sus datos se alcanzó un récord histórico de pasajeros transportados.

Agenda legislativa: equilibrio fiscal obligatorio y reforma laboral

En materia legislativa, el presidente adelantó proyectos para establecer el equilibrio fiscal obligatorio a nivel nacional y provincial, reducir el gasto público al 25% del PBI en 2027 y eliminar más impuestos. Asimismo, anunció una reforma laboral para “dinamizar el empleo formal” y facilitar la contratación.

Seguridad y Justicia: penas más duras y control migratorio

En el ámbito de seguridad, Milei destacó la “guerra contra el narcotráfico” y la reducción del índice de homicidios al nivel más bajo en 25 años. Anunció también una reforma penal para endurecer las penas y la implementación de un sistema acusatorio en todo el país. En cuanto a política migratoria, propondrá restricciones al acceso de extranjeros a servicios públicos y la posibilidad de cobrar matrícula universitaria a no residentes.

Cierre desafiante y mensaje al Congreso

Cerca del final, Milei enfatizó que continuará con las reformas “con o sin apoyo” del Congreso. “Si este Congreso no acompaña, cambiaremos el Congreso”, advirtió, y reiteró su compromiso con la “motosierra” para achicar el Estado. Con su característico cierre, exclamó: “¡Viva la libertad, carajo!”.

Transmisión alternativa

Hubo también una transmisión alternativa, desde la cuenta de Instagram del presidente de bloque de Democracia para Siempre, Pablo Juliano.

La transmisión alternativa de la bancada de Democracia para Siempre enfocó en varias oportunidades a Villarruel, que se mantuvo casi inexpresiva durante el mensaje presidencial, sin aplaudir ni reaccionar ante sus dichos. Diferente fue el caso del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, a quien se lo vio hacer señales y gestos con sus manos en reiteradas oportunidades, a destinatarios difusos en los palcos y entre los presentes en el recinto.

Esta difusión alternativa de la Asamblea Legislativa mostró distintos gestos de los legisladores ante las palabras de Milei, como por ejemplo las risas de Florencio Randazzo ante los elogios al Gabinete, a los cuales los diputados libertarios reaccionaron ovacionando de pie a algunos de ellos, como Patricia Bullrich (a quien también vitorearon) y Luis Caputo. Los diputados de Encuentro Federal Nicolás Massot y Emilio Monzó no adherían a los festejos. Tampoco cuando llamó “Unión por la Plata” al bloque del peronismo que se ausentó durante su mensaje.

La transmisión muleta buscó reflejar también la gran cantidad de butacas vacías, consecuencia del desplante de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, pero también de buena parte del bloque de Encuentro Federal y Democracia para siempre, a excepción de Juliano y Facundo Manes.

Entre otras de las curiosidades de la Asamblea Legislativa está la llegada al recinto de la legisladora de La Libertad Avanza Lorena Villaverde, quien no solo ingresó con un busto de Milei, sino que además se sacó una selfie con el juez de la Corte Suprema de Justicia Riccardo Lorenzetti.

Las 25 frases más fuertes del discurso

Las frases más fuertes del Presidente durante su discurso en el Congreso

  1. “La sociedad argentina es una de las más familiarizadas con la frustración política de la historia moderna. Por programas económicos insostenibles y por infinitas promesas incumplidas, cada nueva experiencia política ha traído más frustración que la anterior”.
  2. “Nuestra receta es clara y concisa: venimos a romper la calesita, a quitarle la manija al sortijero y trazar una horizonte de progreso hacia adelante con cambios profundos que atacan la raíz de nuestros males”.
  3. “Cuando ya era evidente que la inflación era inevitable dijeron que nos íbamos a hundir. Qué malas noticias para ustedes, keynesianos de acá y de todo el mundo. Desde abril que la economía no para de crecer y que ustedes, keynesianos, no pueden parar de llorar”.
  4. “No sé cómo se llaman ahora los de Unión por la Patria. ¿Unión por la Plata?”.
  5. “Si Kicillof quiere resolver el problema tiene dos alternativas: abandonar esa visión abolicionista y castigar a los criminales; o correrse del camino y dejarnos resolver el problema a nosotros”.
  6. “¿Quieren terminar con la pobreza? ¡Terminen con el curro de la política!“.
  7. “Cerramos más de 200 áreas del Poder Ejecutivo con funciones duplicadas u obsoletas, y echamos a más de 40.000 empleados públicos, cuyos sueldos cargaban sobre las ya castigadas espaldas del sector privado”.
  8. “Eliminamos la obra pública, uno de los curros más grandes de la política. Es falso que la obra pública genera trabajo. Hay que financiarlas. Y se financian con impuestos, con generación monetaria o con deuda. La obra pública no genera puestos de trabajo; genera impuestos”.
  9. “En Capital Humano, eliminamos el curro de los gerentes de la pobreza, quitándole el poder de extorsión a un grupo de sinvergüenzas que obligaban a marchar a quienes necesitaban la asistencia social”.
  10. “Necesitamos aprobar la ley de baja de la edad de imputabilidad, para que quienes son lo suficientemente conscientes como para cometer crímenes de adultos, paguen las consecuencias de sus actos”.
  11. “Durante la campaña presidencial invitamos a todos los argentinos a juzgarnos por nuestras ideas. Hoy, habiendo transitado poco más de nuestro primer año, los invitamos a juzgarnos nuevamente, pero esta vez por nuestros resultados”.
  12. “Hemos concluido que en nuestro primer año de gestión ya hemos cumplido el 75% de nuestras promesas, algo inédito en la historia argentina”.
  13. “El orden público y la vida social en paz deben volver a ser la regla y no la excepción en la Argentina”.
  14. “El de Carlos Menem fue el mejor gobierno de la historia… ¡Hasta ahora!”
  15. “Nuestra Nación ha sido generosa con los inmigrantes. Pero otra cosa distinta es ser tomados de tontos por nuestros vecinos, o ser un centro de beneficencia pagado por el bolsillo de los argentinos”.
  16. “No hay nada más importante que privatizar las empresas públicas”.
  17. “La Justicia no va a funcionar correctamente hasta que la política se decida a dejar de politizar los nombramientos de los jueces, fiscales y defensores públicos”.
  18. “Es necesario estar dispuestos a flexibilizar o incluso, llegado el caso, salir del Mercosur, que lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos”.
  19. “Necesitamos agravar las penas del Código Penal. Sí, ¡todas las penas del Código Penal!”.
  20. “A nosotros no nos motiva el poder. Si fuera el caso, haríamos como los gobiernos anteriores en año electoral y nos pondríamos a emitir dinero para atraer votos. No tenemos una ambición de poder, lo que sí tenemos es una ambición reformista”.
  21. “Para realizar las reformas que el país necesita, hace falta apoyo del poder legislativo. Queremos darle la oportunidad a este congreso para acompañarnos en el ambicioso proceso que hemos emprendido. así podrían, quizás, recomponer su relación con la sociedad que hoy parece irremediablemente rota”.
  22. “Este congreso ya demostró una y otra vez que entre ustedes y los argentinos, algunos no tienen problema en elegirse a ustedes mismos. En especial, los que no vinieron”.
  23. “Si aceptan mi oferta, veré que están dispuestos a involucrarse en lo que el país necesita. Caso contrario, habrán demostrado que el único camino para cambiar el país, es cambiar este congreso”.
  24. “Jamás nos vamos a rendir”.
  25. “Aunque les cueste entenderlo y se resistan, vamos a hacer a la Argentina grande nuevamente”.

Discurso del Presidente Milei en Apertura del 143° período de Sesiones Ordinarias del Congreso

JAVIER MILEI: Diputados y Senadores del Congreso de la Nación, gobernadores, ministros de la Corte Suprema de Justicia, embajadores, estimados miembros del Gabinete nacional, y a todos los argentinos que nos están escuchando desde sus hogares. Buenas noches.

Hoy estamos aquí reunidos, como establece la Constitución nacional en su artículo 99, para dar cuenta del estado de la Nación y así dar inicio a un nuevo periodo legislativo. Debo decir que miro hacia atrás, a lo que fue nuestro primer discurso del estado de la Nación, indudablemente podemos afirmar que hoy el país es radicalmente distinto a lo que era hace tan solo un año. Pero antes de hacer un balance acerca de lo que ha sido este primer año de gestión de la nueva administración, quiero hacer una breve reflexión.

Probablemente, la sociedad argentina sea una de las más familiarizadas con la frustración política de la historia moderna. Para sintetizar esta idea en un número palpable, somos un país en donde la pobreza se multiplicó por 10 entre 1974 y finales de 2023. Para tener una idea, desde la década del 70 hasta acá el mundo bajó la pobreza del 50% al 10%; y nosotros del 5 la llevamos al 50, una verdadera aberración fruto de la casta política.

Eso quiere decir que la única experiencia que tuvieron los argentinos a lo largo de la mayoría de sus vidas fue una senda deterioro de su poder adquisitivo, una larga agonía con pequeños intervalos de crecimiento, rápidamente frustrado por brutos mazazos de realidad. Es natural que después de tantas décadas transitando este espiral de empobrecimiento para una gran mayoría la decadencia se sienta como una fatal e inescapable situación o una dolencia crónica a la que uno amargamente se acostumbra.

Por programas económicos insostenibles y por infinitas promesas incumplidas, cada nueva experiencia política ha traído más frustración que el anterior. Por eso se habla de la ciclotimia política argentina: nos ilusionamos con un cambio, chocamos, nos desencantamos y el ciclo comienza nuevamente, borrando con el codo lo escrito con la mano. Que se quede tranquila que no lo vamos a repetir. Vas a crecer en libertad.

No es casualidad que escuchemos constantemente «no te ilusiones, es en vano» o «Argentina siempre va a defraudar». Tampoco es casualidad que las últimas elecciones las haya ganado el primer presidente liberal-libertario, un completo outsider del sistema. Es algo que jamás hubiese ocurrido si los políticos tradicionales hubiesen mejorado nuestras vidas. La Argentina durante cien años giró como una calesita en un sendero decreciente, dando vueltas sobre su propio eje, erosionando en cada vuelta su economía, su credibilidad y la calidad de vida de sus ciudadanos.

Y por qué fallaron todos nuestros intentos de salir. La respuesta es simple: porque siempre se partió desde un diagnóstico equivocado. Nadie nunca cuestionó el eje sobre el que giraba la calesita: la mano negra del Estado omnipresente. Todas las falsas dicotomías de nuestra historia, campo o industria, dólar barato o caro, peronismo o antiperonismo, escondieron atrás la misma constante; y la política siempre defendió al Estado con uñas y dientes, viendo la administración pública como un botín a ser conquistado. Eso es el verdadero modelo de la casta.

Entonces, ¿cómo íbamos a tener distintos resultados si en lugar de cambiar la receta estábamos solamente cambiando el cocinero? Nuestra receta es clara y concisa: venimos a romper la calesita, quitarle la manija al sortijero y trazar un horizonte de progreso hacia adelante con cambios profundos que atacan la raíz de nuestros males.

Para ello, tomamos el toro por las astas, proponiéndonos resolver los problemas de fondo. Por eso, nos encomendamos recuperar la racionalidad económica, achicar el Estado, devolverle la libertad a la sociedad, restablecer el imperio de la ley y borrar los privilegios que la política acumuló a lo largo de los años. De esta manera, pasamos de heredar quince puntos de déficit fiscal consolidado —entre el Tesoro y el Banco Central— a tener durante nuestro primer año superávit financiero, libre de default. Algo que no había ocurrido en los últimos 123 años.

En paralelo a la disciplina fiscal, le aplicamos un torniquete a la emisión monetaria y gracias a estas dos anclas hemos reducido la inflación de una manera sin precedentes, incluso a una velocidad más rápida que la propia convertibilidad, que hasta el día de hoy era el programa de estabilización más exitoso de nuestra historia.

Hoy, nosotros podemos hacer alarde, sin lugar a dudas, de que nuestro programa económico es el más exitoso hasta la fecha. Solo para ejemplificar con números: el índice de inflación mayorista cuando asumimos, que anualizado daba 17.000%, mientras que el mismo índice anualizado para el último registro fue de 19% anual. Y esto lo logramos sin confiscación tipo Plan Bonex, sin controles de precios, sin fijar el tipo de cambio y con recomposición tarifaria. Algo que nunca se hizo en Argentina.

Gracias a quitarle a la política el poder de regular los precios a su antojo, logramos solucionar problemas de desabastecimiento de sectores claves, como el de los combustibles y pudimos corregir el enorme problema de precios relativos que nos dejaron. Al asumir teníamos cerca de 20 tipos de cambio diferentes, con una brecha entre el oficial y el libre que había llegado a niveles del 200%. Hoy la brecha se encuentra en valores inferiores al 15%.

Pasamos de una economía donde las cuotas habían dejado de existir a una economía donde existen créditos hipotecarios a treinta años. Es decir, pasamos de hablar de hiperinflación a hablar de estabilidad a largo plazo. En el camino eliminamos y redujimos impuestos y aranceles de distinto tipo, el señoreaje, esto es la emisión de dinero para financiar el déficit que se traducía en inflación y que le robaba a los argentinos quince puntos del PBI; el Impuesto País, las retenciones a las exportaciones de manera definitiva para las economías regionales y de manera transitoria para los productos tradicionales que, tarde o temprano, las vamos a terminar de eliminar.

También eliminamos el impuesto a las transferencias inmuebles, actualizamos los montos de Ganancias para autónomos, actualizamos los montos del monotributo, redujimos Bienes Personales, y realizamos el blanqueo de capitales más exitoso de la historia, pese a que los agoreros decían que iba a ser un fracaso.
Además, redujimos aranceles a una gran cantidad de importaciones, eliminamos impuestos internos para la compra y venta de autos y redujimos derechos de importación para autos eléctricos e híbridos. Como consecuencia de todo esto, la economía en el año 2024 punta a punta en términos interanuales, no solo no cayó, sino que creció entre las puntas alrededor de 5%. Esto ocurrió contra todos los augurios de los agoreros del fracaso, que pronosticaban una caída vertical de la actividad económica de la que no íbamos a recuperar. Esto es interesante porque cualquier otra experiencia con la mitad de ajuste, sí hubiera derivado en caídas entre el 10 y el 15% del PBI.

Entonces, cuando empezamos a hacer el ajuste, dijeron que era imposible; que ni siquiera íbamos a poder lograr un punto de ajuste en el propio 2024. Y en el primer mes de gestión, gracias a ese coloso que tenemos como ministro de Economía, que es Luis ‘Toto’ Caputo, alcanzamos el equilibrio fiscal en el primer mes de gestión.

Después, dijeron que era transitorio, que no lo íbamos a poder sostener, y cuando, con el correr de los meses, veían que el equilibrio fiscal seguía, empezaron que igual no íbamos a poder bajar la inflación, que se iba a estacionar en el treinta, y bajó; que se iba a estacionar en el veinte, y bajó; que se iba a estacionar en el ocho, y bajó; que se iba a estacionalizar en el cuatro, y bajó. Y seguimos haciendo que la inflación baje.

Entonces, cuando ya era evidente que la inflación había entrado en un sendero decreciente, empezaron con las acusaciones del keynesianismo berreta, diciendo que nos íbamos a hundir, y que la actividad económica se iba a desmoronar, y que iba a explotar la pobreza. Qué malas noticias para ustedes, keynesianos de acá y de todo el mundo, porque no solo eso; la actividad, medida desestacionalizado, diciembre contra diciembre, terminó subiendo 4,8%; sin estacionalidad 5,5%; desde abril que la economía no para de crecer y que ustedes que keynesianos no pueden parar de llorar.

Cuando hablaban de caídas sin final, de la L y de la pipita de Nike suave…, fue en V aunque les duela a los del Frente para la Victoria, no sé cómo se llamen ahora, la Unión por la Plata, no sé.

En definitiva, nuestro programa de ajuste fue expansivo. Fue expansivo porque, tal como dijimos durante la campaña, la gran mayoría del ajuste recayó sobre el sector público y no sobre el sector privado, al que le devolvimos cerca de 15 puntos del PBI al eliminar el déficit fiscal; y además le devolvimos cinco puntos adicionales dado el crecimiento económico entre diciembre 23 y diciembre 24. Fruto de ello es que observamos como la pobreza en la frecuencia mensual medida por la Universidad Torcuato Di Tella, que metodológicamente es similar a la de CEDLAS, de la UCA y el propio ministerio Capital Humano o el INDEC, en una frecuencia semestral bajó del 56% al 33%, que en cantidad de habitantes se traduce en 10
millones de personas que salieron de la línea de la pobreza.

En definitiva, ajustar a la política no solo no es recesivo, es expansivo. Y elimina la pobreza. ¿Quieren terminar con la pobreza? Terminen con el curro de la política. Esta caída de la pobreza se vio impulsada por la baja de la inflación, el aumento sostenido de los salarios reales y las jubilaciones, y el aumento de la AUH en términos reales y del Plan Alimentar, dado que para nosotros la reconstrucción argentina debe hacerse con todos adentro, en serio, no en discursos.

Porque aunque necesitar de la asistencia social sea una tragedia, es necesario señalar que los que fueron relegados durante décadas son las víctimas del sistema y no los victimarios. Por eso el ajuste cayó y seguirá cayendo sobre la casta y nunca sobre los sectores más vulnerables. Pero ninguno de todos los éxitos en materia económica fueron casualidad, sino consecuencia de que Argentina pasó de ser el peor alumno de la clase a ser el abanderado. De hecho Argentina es hoy uno de los cinco países del mundo que actualmente goza de superávit financiero.

Eso explica también que los vaivenes históricos del prime time televisivo no redunden en cimbronazos económicos para decepción de políticos mezquinos y mandriles. Cuando los fundamentos del programa se mantienen, el ruido de la coyuntura no es otra cosa que eso: solo ruido. Al mismo tiempo, nos propusimos achicar el Estado de manera absoluta. Así fue como cerramos más de 200 áreas del Poder Ejecutivo con funciones duplicadas u obsoletas, y echamos a más de 40.000 empleados públicos, cuyos sueldos cargaban sobre las ya castigadas espaldas del sector privado. Para ver la ridiculez del Estado presente y las aberraciones que hicieron para estafar a los argentinos con el Estado, tomé uno de los tantos ejemplos que tenemos para contar, que es, por ejemplo, el de la agencia de viajes. Entonces, teníamos Dirección de Agencia de Viajes. Además, teníamos Dirección de Control de Agencia de Viajes y, además, teníamos Dirección de Registro de Agencia de Viajes. Un escándalo. Todo armado para estafar a los argentinos de bien en favor de la casta política.

También eliminamos decenas de fondos fiduciarios que la política usaba discrecionalmente a su antojo. Eliminamos cajas de militancia como el INCAA, el INADI, el ministerio de la Mujer y Télam y volvimos superavitarias empresas emblemáticas de la militancia deficitaria, como Aerolíneas Argentinas, AySA, Intercargo y ENARSA, entre otras, mientras empezamos a dar los primeros pasos para la privatización de todas las empresas públicas, porque entendemos que el Estado no está para reemplazar al empresario.

Además, eliminamos la obra pública —que era uno de los curros más grandes de la política—. Y aquí también quiero dejar en claro una de las grandes falacias y mentiras de la política para con la gente, cuando dicen esa mentira de que la obra pública genera trabajo. Le digo a los argentinos de bien que eso es falso. Es falso porque las obras públicas hay que financiarlas y se financian con impuestos, ya sea de impuestos explícitos o con emisión monetaria que deriva después en el impuesto inflacionario o con deuda, esa inmoralidad que castiga a las generaciones futuras. Por lo tanto, cuando se financia la obra pública, se quita capacidad de demanda en otros sectores y el empleo que se crea con la obra pública es empleo que se destruyó en otras áreas de la economía. Áreas donde sí la gente quería gastar, y no estas cosas de prepo hechas por el Estado que solo benefician a aquellos que la ejecutan y nada a los argentinos de bien. Por lo tanto, espero que por lo menos del debate público después de quedar claro esto, erradiquemos esa mentira de que la obra pública no genera puestos de trabajo, la obra pública genera impuestos.

También eliminamos por completo la publicidad oficial, instrumento del que se valía la casta para operar políticamente y difundir sus mentiras en los medios. Fuimos los únicos en eliminar la pauta oficial; nosotros no necesitamos sobornar a los medios, nosotros tenemos logros, no necesitamos periodistas
mentirosos pagados por el erario público.

Le quitamos potestades ridículas al Estado, que nunca se le debieron haber concedido. Durante nuestro primer año de gestión, entre el DNU 70/23, la Ley Bases y el proceso de desregulación más grande la historia, hemos concentrado alrededor y concretado 1700 reformas estructurales, eliminando regulaciones que cercenaban libertades comerciales y económicas y le ponían palos en la rueda al gran motor productivo de nuestro país, que es el sector privado. Acá también quiero hacer un ejemplo que ese maravilloso y superlativo ministro que tengo, que es el ministro de Desregulación, el doctor Federico Sturzenegger. Es más, dadas las costumbres de una parte de la clase política, hemos decidido hacer el ejemplo en términos de cuánto pesaba el papel. Entonces, por ejemplo, en el caso de las desregulaciones para las frutas, las regulaciones que teníamos pesaban 1600 gramos. Hoy, con el accionar de Federico Sturzenegger, esas regulaciones han caído a 80 gramos. Es decir, cayeron en un 95%. Creo que casi no hace falta que lo diga, pero ese correlato entre lo que pesaban las regulaciones tenía otro correlato en otro tipo de papeles. Digamos, a veces verdes y a veces europeos, porque entran más en el mismo peso.

Gracias a ello, logramos desregular treinta mercados que hoy son más libres. Como por ejemplo, el transporte aerocomercial, que el mes pasado tuvo un récord histórico con más de cuatro millones y medio de pasajeros transportados, superando en demasía el anterior registro que fue en el año 2019. La revolución de los aviones, pero recargada. Quizás, el ejemplo más emblemático de nuestro modelo sea el mercado inmobiliario. Gracias a que eliminamos la ley infame y difunta Ley de Alquileres. Se multiplicaron exponencialmente los alquileres publicados y el costo del alquiler bajó hasta un 30% en términos reales.

En materia de Capital Humano, eliminamos el curro de los gerentes de la pobreza, quitándole el poder de extorsión a un grupo de piqueteros sinvergüenzas que obligaban a los más necesitados a marchar por sus propias causas, bajo amenaza de robarles la asistencia social. Gracias a esto, logramos bajar la cantidad de piquetes en la calle y rutas de más de 8.200 a cero. Sí, escucharon bien: en 2023 tuvimos más de 30 piquetes por día hábil; y ahora hace más de diez meses que no hay un solo piquete en las calles de todo el país.

En materia de Seguridad Nacional, bajo el liderazgo de la doctora Bullrich, durante 2024 vimos el índice de homicidio más bajo de los últimos 25 años, habiéndolo bajado once puntos en comparación a 2023. Es decir que tuvimos el índice de homicidios más bajo de Sudamérica. En Rosario, una ciudad que estaba completamente atormentada por el narcotráfico, gracias al Plan Bandera encabezado por la ministra vimos el índice de criminalidad más bajo desde 2006, con menos de cien crímenes registrados. En definitiva, gracias ministra Bullrich por devolvernos el orden y la paz y la seguridad a los argentinos de bien para que sea un infierno para los delincuentes. También aprobamos los proyectos de reiterancia y reincidencia, junto a la Ley Antimafias para fortalecer un principio universal que durante tanto tiempo estuvo olvidado en estas tierras: el que las hace, las paga.

En materia judicial, implementamos el sistema acusatorio en doce provincias, la mitad del país, que permitió lograr condenar por narcotráfico en tan solo un mes, cuando antes tardaban más de tres años. A su vez, estamos impulsando el juicio por jurados, una de las reformas que nos debíamos desde la fundación del país para que la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos dependan en última instancia de la decisión de sus conciudadanos, y no de un juez, eliminando así el último vestigio de poder monárquico en la Justicia.

En lo que refiere a Defensa, estamos reequipando y jerarquizando nuestras Fuerzas Armadas nuevamente, después de décadas de olvido y de desprecio hacia ellos. Tan solo esta semana llegó el primero de los 24 F16 que compró nuestra administración, la adquisición de armamentos más importante de los últimos cuarenta años.

En Política Exterior, pasamos de ser un hazmerreír a nivel global, aliado de los países con peor performance en el concierto de las Naciones, como Cuba y Venezuela, a ser un protagonista inesperado. Hoy, producto de nuestra ambiciosa política económica y de nuestras posiciones férreas en política exterior, los ojos del mundo se posan sobre la Argentina después de mucho tiempo; en algunos casos incluso toman nota del trabajo que hemos hecho para aplicarlo en sus propios países, como está haciendo Elon Musk al frente de la cartera de desregulación de los Estados Unidos.

No es menor lo de Elon con la motosierra. La motosierra, hoy, es un símbolo de cambio de época y el inicio de una nueva era dorada para la humanidad, pero esta vez, en vez de ir a contramano del mundo, Argentina está a la vanguardia del mundo.

Creo que haciendo este breve repaso de las miles de cosas que han cambiado en el último año, podemos afirmar de manera inapelable que el estado de la Nación es hoy mucho más prometedor que el que teníamos hace un año. Durante la campaña presidencial invitamos a todos los argentinos a juzgarnos por nuestras ideas. Hoy, habiendo transitado poco más de nuestro primer año, los invitamos a juzgarnos nuevamente, pero esta vez por nuestros resultados.

Esto es sumamente importante, porque si la resignación argentina es producto de las promesas incumplidas, su redención dependerá de que cumplamos nuestra palabra, y lo vamos a hacer a rajatabla. En un relevamiento realizado por el secretario de Comunicación, nuestro vocero, el gran Manuel Adorni, hemos concluido que nuestro primer año de gestión, es decir 25% del tiempo de nuestro mandato, ya hemos cumplido o estamos cumpliendo más del 75% de nuestras promesas. Algo inédito en la historia
argentina.

Es más, quiero hacer una nota al pie de página sobre esta afirmación, porque no es que estamos cumpliendo porque nuestro programa fuera un programa poco ambicioso. Durante toda la campaña tuvimos el acoso y el hostigamiento, que decían que todo lo que proponíamos era imposible. Era súper ambicioso, nadie creía que podíamos lograr lo que estamos logrando. Y en ese sentido, no solo estamos haciendo cosas que prometimos en campaña, sino que además estamos haciendo muchísimas más cosas que las que prometimos en campaña. Y cuando uno hace esta corrección, llevamos cumplido el 97% de las promesas de campaña en solo un año.

Y es por eso que quiero hacer un alto en el discurso, porque en la vida hay que ser agradecido y no hay que ser mezquino, y quiero agradecer a cada uno de mis ministros por la enorme labor que ha hecho cada uno de ellos durante este año. Quiero dar las gracias al doctor Guillermo Francos, a ‘Toto’ Caputo, a Santiago Bausili, a Patricia Bullrich, a Sandra Petovello, a Federico Sturzenegger, a Luis Petri, a Mariano Cúneo Libarona, a Mario Lugones, a Gerardo Werthein, a Manuel Adorni y a Karina Milei por permitirme liderar el mejor gobierno de la historia argentina.

Así, antes de nosotros, gracias al modelo empobrecedor de la casta, la Argentina estaba rendida. Era un pordiosero pidiendo limosna al que nadie quería darle ni 3 centavos, y cada argentino vivía en la angustia permanente de que el valor de su dinero se le esfumara de la mano. Hoy a todas luces estamos viviendo una nueva realidad, bien distinta a la que vivíamos hace un año. La estabilidad económica que estamos conquistando no significa que hemos llegado a puerto, pero sí que estamos cada día un poco mejor, como ya se viene comprobando con la sostenida recuperación salarial de los últimos nueve meses. Tampoco significa que no vaya a haber volatilidad. La vida no funciona de esa manera; no es un movimiento rectilíneo uniforme, siempre hay altos y bajos, momentos de tensión y momentos de tranquilidad. Así ha ocurrido con el proceso de desinflación y así ocurrirá con el proceso de crecimiento. Pero lo que importa no es una foto, sino la tendencia. Y de la misma informa que la inflación tenderá a cero, el PBI per cápita tenderá a crecer de modo sostenido en el tiempo.

Aquí, quiero mencionar un trabajo de un colega economista que se llama Juan Pablo Nicolini, que es de la Universidad Di Tella y que, además, trabaja en la Reserva Federal, y en un trabajo que hizo sobre política fiscal y crecimiento económico, te muestra que alcanzar el equilibrio en la línea financiera, como lo hace Argentina, implica que Argentina tiene por delante una tasa de crecimiento sostenido del PBI per cápita del 4,5%. Y a eso hay que agregarle algunas cuestiones adicionales, porque el trabajo no hace diferenciación entre lo que es la caída del Riesgo País —que lo recibimos cerca de 3000 puntos básicos y hoy está rondando los 750—, tampoco habla que el equilibrio alcanzado fue hecho en base a reducir impuestos, bajar el gasto público y no como se hacían antes los ajustes aumentando la presión impositiva. Tampoco contempla la enorme cantidad de reformas estructurales que hemos hecho. Solo, solo el DNU 70/23 y la Ley Bases representan una reforma estructural ocho veces más grande que la reforma que hizo Carlos Menem cuando fue el mejor gobierno de la historia, hasta ahora.

Imagínense si además sumamos las 900 regulaciones que Federico Sturzenegger eliminó en el camino, si sumamos el RIGI y si asumimos también que estamos terminando con la distorsión que genera la inflación. Pero Roma no se construyó en un día, y la realidad es que lo hecho hasta ahora es apenas una pequeña muestra de lo que el país necesita para curarse de forma definitiva. Para lograr ese objetivo necesitamos tener un modelo sustentable en el tiempo, un ordenamiento jurídico que proteja el fruto del esfuerzo de cada argentino, y un modelo institucional acorde al país con ambición de grandeza. Por eso necesitamos seguir llevando a cabo innumerable cantidad de reformas de fondo; el único camino para reconstruir la Argentina es el del reformismo permanente. Al año pasado lo bautizamos el Año de la Defensa de la Vida, la Propiedad y la Libertad, porque fue el año en el cual le dijimos basta al modelo de la casta política y dimos los primeros pasos en la dirección del modelo de la libertad. Este año será el Año de la Reconstrucción de la Argentina: ya sentadas las bases, debemos empezar a reconstruir los cimientos de nuestra gran Nación. Pero nada de todo eso será posible si no avanzamos en atacar los problemas estructurales del país.

Nuestros equipos están trabajando en más de una docena de leyes de fondo. Es decir que ponen los cimientos sobre los que debe construirse este nuevo edificio. Estos proyectos atacan desde cuestiones económicas hasta cuestiones administrativas del Estado: financiera, penales, civiles, cuestiones vinculadas a la seguridad nacional, nuestro sistema de inteligencia, cuestiones vinculadas al comercio, a la propiedad privada y una serie de temas estructurales que hacen del diseño institucional de un país que debe pensar en grande.

Hoy quiero aprovechar para mencionar algunas sobre las estamos trabajando. En función de la predisposición de este Congreso, de la dinámica de la campaña electoral que comienza en breve y de la secuencialidad económica necesaria, estas reformas podrán ser abordadas o bien durante este periodo legislativo, o las abordaremos a partir del 11 de diciembre de este mismo año.

Imagino que esta zona se va a poner un poquito más violeta. Si queremos verdaderamente ser una potencia, la primera asignatura sobre la que debemos avanzar es en desterrar la inflación para siempre. Que ya no dependa de que venga una persona con la convicción de hacer lo correcto sino en convertir en ley una verdad incuestionable de la economía argentina: el déficit fiscal es la madre de todos los males de la historia del país. De las 22 crisis que se registraron desde el inicio del siglo XX, 20 tienen origen fiscal, el cual ha oscilado entre alto y extravagantemente alto. Lo cual a la postre, se ha traducido en endeudamiento con su posterior default, en financiamiento con emisión monetaria que derivó en inflación e hiperinflación, o aumentos de impuestos que ahogaron el crecimiento mientras cercenaban la libertad económica e individual.

En consecuencia, debemos transformar en obligatorio el equilibrio fiscal para cualquier presupuesto estatal, sea nacional o subnacional, pero no alcanza con el equilibrio fiscal; es necesario acompañarlo con una reducción severa del gasto público para devolverle a la sociedad lo que hoy el estado le confisca vía impuestos.

Por eso, debemos establecer también una meta fiscal para que en el 2027 el gasto público consolidado de Argentina sea de 25 puntos del PBI como máximo, tal como nos comprometimos todos en el Pacto de Mayo, donde tanto el Estado nacional como las provincias y los municipios tendrán que cumplir su parte. Porque cuanto menor sea el tamaño del Estado, habrá mayor libertad económica, mayor crecimiento económico, mayor ingreso per cápita y, por ende, menos pobres en la Argentina. Es decir, el verdadero tradeoff es entre si estamos dispuestos a aceptar más gasto público para tener más pobres. Yo prefiero achicar el Estado y que haya menos pobres en la Argentina.

Es necesario seguir pasando la motosierra profunda por el Estado para remover capas geológicas de gasto injustificado y achicar el Estado en serio. La motosierra no es solo un programa de gobierno, es una política de estado que seguirá durante años y no parará hasta que no encuentre el final del Estado en el largo plazo.

Hay que revisar área por área del Estado y ninguna es más importante que privatizar las empresas públicas, porque aunque hoy sean superavitarias por primera vez después de quince años, no dejan de ser una carga para el sector privado. Si bien la Ley Bases y el DNU 70/23 incluyeron elementos fundamentales para dar los primeros pasos en reformar el mundo del trabajo, necesitamos profundizar este camino. El régimen laboral que impera desde hace 50 años quedó completamente obsoleto y hoy lo único que hace es proteger con beneficios a las pocas personas que van quedando en el sector formal, mientras expulsa cada año a millones a la informalidad. Este es el principal motivo por el que el empleo privado formal no crece desde hace casi quince años.

En este sentido, solo con un mercado laboral dinámico, que genere empleo formal, podremos aspirar a tener el sistema previsional sustentable que décadas de desmanejo arruinaron. También es imperativo llevar a cabo una reforma impositiva estructural, para así reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y pasar a tener únicamente seis impuestos, terminando con el infierno logístico que implica tributar en Argentina.

Sumado a eso, el espíritu de la reforma en la que estamos trabajando es brindarle autonomía fiscal a las provincias en los impuestos que hoy recauda el Estado nacional en su nombre. De este modo, el Estado nacional establecerá un piso mínimo para cada impuesto, sustancialmente inferior al total actual, y luego las provincias podrán elevarlo a su criterio, lo que indudablemente generará una competencia fiscal entre las provincias que dinamizará así sus economías.

Del mismo modo, necesitamos devolverles a los argentinos la libertad de comerciar con quienes deseen, para que bienes y servicios ingresen al mercado local y así cada uno pueda comprar libremente productos de mejor calidad a mejor precio. Durante décadas, bajo la premisa de proteger un puñado de puestos de trabajo, se le encareció deliberadamente el costo de vida a millones de argentinos. En muchos casos, forzándolos incluso a adquirir bienes de dudosa calidad a precios completamente distorsionados. No es justo que solo quienes pueden pagarse un viaje al exterior puedan comprar lo que deseen a precio internacional. Tiene que ser para todos. Abrir los mercados también le abrirá las puertas del mundo a las empresas argentinas para que puedan salir a vender nuestros productos a 8000 millones de personas, en un contexto internacional donde lo que la Argentina tiene para ofrecer será muy requerido.

También quiero acá terminar con otra falacia, con la que nos han estado mintiendo por casi cien años, y que es el tema de la industria infante, un infante que por lo menos tiene 90 años ya. O, digamos, de proteger la industria X, porque genera puestos de trabajo. Esa también es otra mentira. Porque si en el proceso de apertura de la economía ingresa un producto de mejor calidad o mejor precio y quiebra una empresa, también es cierto que los consumidores ahora tienen más dinero en su bolsillo y los pueden gastar en otros sectores de la economía. Por lo tanto, se reasignará el empleo e irá a sectores donde es más productivo y donde hay mayores salarios y, por ende, hay mayor bienestar para todos. Por lo tanto, basta de la mentira proteccionista, porque en el fondo no es ni más ni menos que un curro entre los políticos y los empresarios prebendarios.

El primer paso en este sendero es la oportunidad histórica que tenemos para entablar un acuerdo comercial con Estados Unidos. Una oportunidad que ya se nos presentó hace veinte años y dejamos pasar, desaprovechando el último gran boom de crecimiento que vio el planeta. Pero para aprovechar esta oportunidad histórica que se nos vuelve a presentar, es necesario estar dispuesto a flexibilizar o, incluso, llegado el caso, a salir del Mercosur, que lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos.

Pero hace falta ir aún más profundo, restableciendo la inviolabilidad de la propiedad privada, para lo cual hace falta descender al subsuelo de las leyes, los códigos Civil y Comercial, y Procesal Civil y Comercial. Urge devolverle la libertad de asociación a todos los argentinos, reduciendo las prerrogativas del Estado y aumentando las de cada ciudadano. Es inadmisible que los individuos no tengan derecho a pactar acuerdos libremente entre sí sin la intromisión de cualquier juez de poca monta, cuyo capricho a menudo está aparejado de ataduras políticas o económicas. Aquí es donde se juega la famosa seguridad jurídica por la cual la política reclama hace años, pero por la que nunca hizo nada. Esto se resuelve con un Código Civil y Comercial claro e impermeable a la interpretación maliciosa de cualquier juzgado. Además el orden público y la vida social en paz deben volver a ser la regla y no la excepción en la Argentina.

Actualmente, tenemos un sistema judicial y un Código Penal repleto de grietas por los que se coló el virus del antipunitivismo, que además de estar moralmente mal, demostró su estrepitoso fracaso. Lo vimos esta semana en la trágica noticia del asesinato de Kim Gómez, una nena de tan solo siete años que fue brutalmente asesinada. Quiero expresar mis condolencias para con su familia y asegurarles que tienen el compromiso de este presidente para luchar incansablemente contra el flagelo de la inseguridad.

Además, aprovecho para decirle al gobernador Kicillof que mientras siga sosteniendo que los delincuentes, los asesinos y los violadores son víctimas del sistema, en línea con el wokismo jurídico de Zaffaroni, no solo no tenemos nada para conversar, sino que además quiero decirle que jamás resolverá el gravísimo problema de inseguridad de la Provincia, ya que ser tolerante con los delincuentes es castigar a las personas de bien. Si quiere resolver el problema tiene dos alternativas: abandonar esa visión abolicionista y castigar a los criminales, o correrse del camino y dejarnos resolver el problema a nosotros. Porque si hay algo que caracteriza este Gobierno Nacional es que no nos tiembla el pulso, y los problemas los arreglamos en serio.

Durante demasiado tiempo, la política le dijo a los argentinos que no iba a castigar el delito, que los delincuentes eran víctimas de un sistema injusto y que, por lo tanto, no eran responsables de sus acciones. Lo único que lograron fue que para muchos delincuentes delinquir ya no tuviera costos. Lo sufren los bonaerenses todos los días. Pues bien, con los proyectos de reiterancia y reincidencia del Gobierno aprobados por este Congreso, terminaremos finalmente con la puerta giratoria en la Argentina.

Además, la implementación del nuevo Código Procesal Penal en todo el país está demostrando de forma inapelable su capacidad de acelerar los tiempos de un juicio de años a meses, y tenemos la responsabilidad de extender el funcionamiento de este sistema a todas las provincias del país. Pero la eficacia del proceso penal es solo una arista de la cuestión. Necesitamos elevar los costos para quienes delinquen. Por eso necesitamos aprobar la Ley de baja de la edad de imputabilidad para que quienes son lo suficientemente conscientes para cometer crímenes de adultos, paguen las consecuencias de sus actos como adultos.

Pero, lamentablemente, llegará tarde. Porque hoy uno de los asesinos de Kim tiene catorce años y goza de ser inimputable. No se lo puede juzgar. Y el otro criminal cometió delitos siendo menor de dieciséis años, lo cual significa que con nuestra Ley de Imputabilidad no hubiera estado libre en un principio. Necesitamos bajar la edad de imputabilidad, y no solo eso. Necesitamos también agravar todas las penas del Código Penal. Sí, todas las penas del Código Penal. Emprendiendo así la reforma del Código Penal más importante de los últimos cien años, algo que tiene que ocurrir en carácter de urgente. Pero el problema no se limita al crimen ordinario. El narcotráfico y el terrorismo representan un peligro claro y presente para los argentinos. Desde las ciudades tomadas por el narco, hasta la tragedia de la familia Vivas, todos los días nos recuerdan que los argentinos necesitamos instrumentos para luchar contra quienes quieren atentar contra nuestras vidas. No tendremos piedad con el crimen organizado ni con el terrorismo. Para ello la flamante Ley antimafia nos permitirá meternos sin la intermediación de gobiernos locales en las madrigueras del narcotráfico. Además, estamos trabajando en una Ley de seguridad nacional que le provea herramientas al Estado nacional, a nuestro servicio de inteligencia y a nuestras Fuerzas para perseguir a quienes quieren atentar contra la vida de los argentinos.

Para concluir, no podremos resolver la crisis de delincuencia en nuestro país sin una Justicia independiente, pero efectiva. Y la Justicia no va a funcionar correctamente hasta que la política se decida a dejar de politizar los nombramientos de los jueces, fiscales y defensores públicos. En esa línea, nosotros tenemos la intención de avanzar en el envío de los pliegos de todos los cargos vacantes de la Justicia Federal, incluidos el procurador general, el defensor general, el defensor del pueblo, todos los juzgados federales, todas las fiscalías y todos los defensores públicos que hoy faltan designar, que son alrededor del 40% de los magistrados de la Justicia Federal.

Esto tiene que ser obvio para todos. Es imposible que la Justicia cumpla su deber si funciona al 60% de su capacidad. Esperamos que la política esté a la altura de esta urgencia nacional y no politice la aprobación de los pliegos, a diferencia de lo que ocurrió este año con los candidatos a conformar la Corte Suprema. Si queremos ser un país serio, también debemos llevar a cabo una reforma migratoria.

Leela, Manes, te va a hacer bien, supuestamente vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no aprendiste nada. Leela bien. Quizás, tu versión es con inteligencia artificial y cambia de libertaria a kirchnerista, como hiciste vos, Manes.

Manes, te falta mucha teoría política. No podés, no podés confundir…

(Victoria Villarruel: Les pido silencio por favor mientras habla el presidente de la Nación. Muchas gracias)

Te falta mucha lectura Manes.

Nuestra Nación ha sido generosa con los inmigrantes, pero otra cosa distinta es ser tomado de tontos por nuestros vecinos o ser un centro de beneficiario pagado por el bolsillo de los argentinos. Queremos que aquellos extranjeros que estén de forma transitoria o temporaria en nuestro país tengan que pagar
los servicios que utilizan.

También debemos permitir a las universidades cobrarles a quienes no son residentes permanentes; así como es necesario endurecer severamente las condiciones de deportación para los extranjeros que delinquen. Es lo que hace cualquier país que se hace valer. Y si esto necesita algún tipo de justificación, es porque a lo largo del último siglo se ha vuelto costumbre la falta de respeto al pagador de impuestos.

Por otra parte, tenemos que recuperar el imperio de la igualdad ante la ley, terminando con este sistema de cupos de distinto tipo que impone desde a quién emplear hasta a quién votar. Hemos llegado al punto en el que hay cupos hasta para emplear gente en medios de comunicación o para la programación de artistas en un festival. Con la supuesta justificación de proteger a ciertos grupos percibidos como oprimidos, hemos perjudicado injustamente a los demás, vulnerando la igualdad ante la ley que consagra nuestra Constitución.

Tenemos que recuperar una verdad básica de la democracia liberal, que es que el límite de los derechos de uno son los derechos del prójimo. Estos son unos pocos de los tantos proyectos de reformas de fondo en lo que estamos trabajando, y en los que avanzaremos en la medida que la dinámica política y la secuencialidad económica lo requieran.

Finalmente, pero no por eso menos importante, para hacer realidad estos proyectos y los cambios que el pueblo argentino demanda, estamos avanzando en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para poder terminar de sanear el balance del Banco Central y salir del cepo cambiario definitivamente durante este año.

Llevamos décadas con la mochila del déficit fiscal y endeudamiento, que se agravó porque durante toda la historia argentina, en lugar de enfrentar el problema fiscal, los distintos gobiernos eligieron endeudarse; ya sea con el mercado, con organismos multilaterales de crédito o con el propio Banco Central a cambio de emisión de dinero. Por eso hoy, gracias a la solvencia de nuestro programa económico, estamos en condiciones de emprender este nuevo acuerdo sin aumentar nuestra deuda bruta. Para que se entienda la dimensión del problema monetario que arrastramos desde el inicio de nuestra gestión, y para que se entienda también qué estamos buscando con este nuevo acuerdo, es importante describir brevemente el problema.

El Banco Central, como todo agente de la economía, tiene un balance patrimonial, cuya identidad contable señala que el patrimonio neto del mismo viene dado por la diferencia entre sus activos y pasivos. En cuanto a los activos del Banco Central, los mismos se componen de reservas internacionales y títulos públicos emitidos por el Gobierno nacional. En cuanto al pasivo, en el mismo se encuentra la base monetaria, esto es el dinero emitido que está en manos de los ciudadanos y los bancos en formato de encaje, y la deuda remunerada porque antes se llamaba LEBACS, luego el Leliqs, después Pases. En este sentido, cuando suben los pasivos del Banco Central, ya sea por emisión de pesos contra títulos públicos que no tienen mercado, es decir, emisión espuria o por el devengamiento de intereses de los pases, el patrimonio del Banco Central se deteriora. De este modo, en la medida que el patrimonio neto se hace cada vez más negativo, se necesita mayor nivel de precios para licuar las deudas del Banco Central, tal que se ajuste al tamaño real de los activos del mismo. En este sentido, en la medida que el Tesoro se financia colocando títulos sin valor en el Banco Central, el nivel de precios de largo plazo es más alto, y con ello mayor la tasa de inflación en el presente.

Desde esta perspectiva, entonces, es muy simple explicar por qué desde la salida de la Convertibilidad el precio del dólar se multiplicó por 1200 veces. En primer lugar, por la estafa descomunal de la pesificación asimétrica, lo cual implicó que la política se robó 14.000 millones de dólares que respaldaban la base en el 2001; y que a dinero de hoy, ajustado por la inflación americana, son 30.000 millones de dólares. Es decir, con la pesificación asimétrica, ese chiste tan impulsado alegremente y bancado por Clarín, que después bueno, tuvo su Ley de Medios para que no quiebre, ahí le robaron a los argentinos 30.000 millones de dólares.

La segunda estafa fue el Fondo del Bicentenario, cuando por el capricho electoral de Cristina Fernández de Kirchner se extrajeron del Banco Central 10 mil millones de dólares, que a dinero de hoy serían 15.000 millones de dólares. O sea, ahí le robaron al Banco Central 15.000 millones de dólares, que en el fondo se lo robaron a todos los argentinos vía impuesto inflacionario. Sin embargo, el saqueo de los políticos por medio del Banco Central no se acaba con esas dos estafas monumentales, sino que a eso hay que sumar los 25.000 millones de dólar futuro en el 2015 y los 40.000 millones de las SIRAs en el 2023. Esto significa que en los últimos 25 años, la política vía al Banco Central le robó a los argentinos 110.000 millones de dólares. Vengan ahora a hablar de estafa piramidal. Dale.

Por lo tanto, ante semejante destrucción del activo del Banco Central, no debería sorprender el desastre inflacionario que hemos vivido en los últimos veinte años. Y dado que el dólar es un precio más de la economía, es casi natural que se haya multiplicado por 1200 veces como dije antes. En función de ello, nosotros hemos cortado con el déficit fiscal y el cuasifiscal por lo que el BCRA ya no volvió a estafar a los argentinos con emisión de dinero, ni para el Tesoro ni para los intereses de los pasivos remunerados. Ya que de hecho la base monetaria amplia permanece constante desde mediados del año pasado. Así como lo escuchan: la base monetaria amplia no crece desde mediados del año pasado. Tampoco se buscó la solución mediante la toma de deuda en el mercado, ya que la deuda consolidada de la Nación bajó en 30.000 millones de dólares. Nosotros no proclamamos el desendeudamiento en palabra, lo hacemos en los hechos.

Por lo tanto, el presente acuerdo con el FMI lo que busca es restaurar el activo del Banco Central, y con eso su patrimonio, para que de este modo la inflación sea solo un mal recuerdo del pasado. Así, el dinero que ingrese del FMI, el Tesoro lo utilizará para cancelar parte de su deuda con el Banco Central. Al mismo tiempo, se podría objetar que si bien la deuda bruta permanece constante, hay un cambio en el acreedor. Sin embargo, este argumento implicaría aceptar que la política está dispuesta a seguir estafando a los argentinos con la inflación. Esto es, alguien podría señalar que estamos cambiando impuestos explícitos por un impuesto implícito no legislado. Sin embargo, lo interesante aquí es que nosotros vamos a honrar nuestros compromisos; y los fondos para enfrentar esta deuda surgirán de un mayor ajuste fiscal vía reducción del gasto público, de modo tal que la operación resultante sea una transferencia de riqueza desde el Estado a todos los argentinos de bien, y en especial a los segmentos más vulnerables de la
población, ya que ellos son los más castigados por el impuesto inflacionario.

A su vez, dada la importancia estratégica que tiene este acuerdo para la Argentina, quiero anunciarles que en los próximos días le pediré al Congreso que apoye al Gobierno en este nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Este nuevo acuerdo nos brindará las herramientas para sanar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente para todos nuestros ciudadanos y para poder atraer mayores inversiones que se traduzcan en menor inflación, mayor crecimiento y nivel de empleo, con las consecuencias… mejores salarios que implican menor cantidad de pobres e indigentes. Quiero ser claro con una cosa: nosotros vamos a resolver el problema que todos los gobiernos anteriores causaron con el déficit fiscal y su financiamiento. En consecuencia, esperamos que este Congreso adopte la misma postura que tuvieron con todos los demás, que es acompañar desde sus bancas, apoyando al Gobierno en este nuevo acuerdo.

En definitiva, como verán, si bien hemos colocado los cimientos del cambio, aún tenemos que poner ladrillo sobre ladrillo para reconstruir este edificio abatido que es nuestra Nación. Y dados los vientos de cambio que soplan, estamos ante una oportunidad histórica. Muchos la han calificado, tal vez, como nuestra última oportunidad. Como expuse aquí mismo hace exactamente un año, cuando los invité a firmar el Pacto de Mayo: mi preferencia sería que abordemos esta oportunidad histórica de reconstrucción en unidad, con todos los sectores de la política y la sociedad empujando en la misma dirección. Todavía sueño con que este cambio de rumbo puede ser la oportunidad para comenzar un ciclo de unidad nacional que nos exceda como generación, como ocurrió en la primer parte del siglo XIX, y que dentro de cien años, cuando escriban de esta época, puedan referirse a nosotros como la generación del 20, que cambió a la Argentina.

A nosotros no nos motiva el poder. Somos el primer caso en la democracia moderna que entra al año electoral sin hacer política económica teñida por el ciclo político. Porque no tenemos una ambición de poder. Lo único que tenemos es una ambición reformista y queremos darle la oportunidad a este Congreso para acompañarnos en el ambicioso proceso que hemos emprendido. Así podrían, quizás, recomponer su relación con la sociedad que hoy parece irremediablemente rota. Espero que tomen esta invitación por lo que es: una chance para participar de la tabula rasa que siempre hemos predicado y creemos necesaria para la reconstrucción nacional. Pero si fueran a declinarla, francamente, no nos sorprendería. Este Congreso ya demostró, una y otra vez, que entre ustedes y los argentinos algunos no tienen problema de elegirse siempre a ustedes. En especial los que no vinieron. Esto es: algunos han hecho del Congreso un instrumento para defender las conquistas del Estado sobre el individuo, en vez de un instrumento para realizar los cambios profundos que el país necesita. Y ni que hablar de aquel sector de la política que está tan rancio al cambio y enemistado con la razón que ni siquiera se digna a bajar al recinto para escuchar una apertura de sesiones legislativas.

Pero si dudan aún acerca de nuestra vocación de cambio, recuerden lo que pasó el último año. Para todas y cada una de las reformas puestas en práctica, nos dijeron que era imposible. Pero pronto aprendieron, a regañadientes, que lo que nosotros nos proponemos lo cumplimos. No importa cuán empinado sea el camino y cuántos obstáculos haya en el medio, porque para nosotros la política es el desafío de hacer posible lo que los políticos siempre dijeron que era imposible. Repito: para nosotros la política es el desafío de hacer posible lo que los políticos siempre dijeron que era imposible. Sino miren lo que hicimos con el equilibrio fiscal.

Por eso, si este Congreso eligiera no acompañar de forma mayoritaria al Gobierno nacional en esta propuesta que les extiendo, sepan que eso no detendrá el proceso de cambio que el pueblo argentino nos encomendó. Lo vamos a hacer solos, lo vamos a hacer a nuestra manera, pero tarde o temprano lo vamos a hacer, librando la batalla que haya que librar en todos los frentes para lograrlo. Pelearemos en el Congreso de la Nación, pelearemos en las provincias y en los municipios, en la legislatura y consejos deliberantes, daremos la batalla de visitante en los medios analógicos y lo haremos de local en las redes sociales, lo haremos en la calle si así lo demanda la historia. Y nunca, pero nunca nos rendiremos. Jamás nos vamos a rendir. Y aunque les cuesta entenderlo y se resistan, vamos a hacer a la Argentina grande nuevamente.

Si aceptan mi propuesta, veré que están dispuestos a involucrarse en lo que el país necesita. Caso contrario, habrán demostrado que el único camino para cambiar el país es cambiar este Congreso. Por todo lo expuesto, queda claro que estamos ante una disyuntiva: queremos seguir aplicando las mismas recetas fallidas que nos llevaron al borde del precipicio o queremos salir adelante. Solo hay una forma de hacerlo, hacer de una vez por todas lo que corresponde. Yo me niego a creer que lo mejor de este país ya pasó; al contrario, estoy convencido de que lo mejor está por venir. Ahora la elección está en sus manos y los ojos del pueblo argentino están sobre todos ustedes. De esta manera, quedan inauguradas las centésimas cuadragésimas terceras sesiones ordinarias de nuestro Congreso de la Nación. Finalmente…

Victoria Villarruel: Habiéndose cumplido el objetivo de esta solemne Asamblea, queda levantada la misma.

Javier Milei: No terminé. Digo, no te apures. En definitiva, que Dios bendiga a los argentinos, que las fuerzas del Cielo nos acompañen y ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo!

Compartí esta noticia !

Diputados aprobó la Ley de de Ficha Limpia

Compartí esta noticia !

Ficha Limpia: un triunfo simbólico para el Gobierno, pero con horizonte gris en el Senado

En una jornada caliente, con cruces en el recinto, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Ficha Limpia impulsado por el Gobierno. Se trata de la segunda victoria de La Libertad Avanza (LLA) en las extraordinarias, tras el voto favorable que obtuvo la semana pasada el proyecto para suspender las PASO, texto que se encamina a ser sancionado la semana próxima en el Senado.

El caso de Ficha Limpia, que pretende impedir que se candidateen a cargos electivos aquellas personas con condenas en segunda instancia por delitos contra la administración pública, es tal vez más complejo. Acá el triunfo del oficialismo es simbólico: una muestra de fuerza y de dominio de la Cámara baja ante un peronismo que anda a los tropezones en el parlamento, y que de yapa le permitirá, en el año electoral, proponerse como la fuerza que pelea contra la corrupción. Una bandera para polarizar con el kirchnerismo.

Ocurre que, en rigor, en el Gobierno descartan que el proyecto pueda prosperar en el Senado, donde el dominio de Unión por la Patria (UP) es abrumador: cuenta con 34 bancas sobre 72. Se descuenta que el bloque unificará criterios, ya que entienden que el texto, así como está redactado, es un intento de sacar de la cancha a Cristina Kirchner, quien fue condenada el año pasado en segunda instancia en la causa Vialidad. Se prevén dificultades para LLA para alcanzar los 37 votos, ya que al tratarse de una ley electoral se requiere de una mayoría agravada. Es decir, abstenciones o ausencias complicarán al oficialismo para llegar a ese número.

El dictamen del peronismo, uno de los seis que llegaron a Diputados, estipulaba que el bloqueo para postularse rigiera para quienes tuvieran condena firme, es decir, agotada la instancia de la Corte Suprema. También pedía ampliar el listado de delitos a lavado de activos y contrabando. Un paso más al que plantea el texto libertario.

Si bien LLA accedió a modificar el articulado a pedido de la oposición dialoguista, ese punto se mantuvo inalterable. Sí dejó de lado la denominada “Cláusula Petri” (en referencia al ministro de Defensa), que ponía plazos de vigencia a las sentencias según sean años electorales o no electorales. Anteriormente, el dictamen expresaba que no podrían presentarse a elecciones quienes hubiesen recibido una segunda condena antes del 31 de diciembre del año anterior a los comicios.

Así, a pedido de los bloques dialoguistas, se modificó el artículo 1 del dictamen y el plazo se extendió, amoldándose al calendario electoral. De acuerdo al nuevo texto, no podrán postularse “cuando la confirmación de la condena se produzca con anterioridad al comienzo del plazo establecido en el artículo 25 del Código Electoral Nacional”. La presentación de los padrones se realiza 180 días antes de la elección. Para el caso de las legislativas 2025, previstas para octubre, el 29 de abril sería el “deadline” para bloquear una candidatura a través de un fallo judicial de segunda instancia.

La relación de fuerzas en la Cámara alta hará que el oficialismo estire los tiempos, y hay dudas respecto a si el proyecto (a diferencia de las PASO que se tratará la semana próxima) llegará a debatirse en el Senado durante las extraordinarias. “No dan los tiempos, no se llega con el dictamen”, confiaron desde LLA a Ámbito, ya que no se llamó al debate en comisiones.

Incluso, hay un dato de color: si quisieran acelerar, por el viaje de Javier Milei a los Estados Unidos, Victoria Villarruel no podría presidir una sesión la semana próxima. Excepto que se repitiera el blooper del teléfono descompuesto entre la Casa Rosada y su despacho, como ocurrió el día del desplazamiento de Edgardo Kueider.

En medio de esos enredos, tampoco parece que los máximos esfuerzos del Gobierno estén puestos en ese proyecto. Desde que LLA frenó la iniciativa del PRO en noviembre, quedó en el aire la sensación de que el oficialismo prefiere a Cristina Kirchner enfrente. Además, suponen que sería regalarle el argumento de la proscripción. Lo dijo en diciembre, de manera explícita, el jefe de Gabinete Guillermo Francos. En el kirchnerismo, no obstante, desconfían de esa hipótesis.

¿Pudo haber cambiado algo desde entonces? Tal vez, la decisión de la Casa Rosada de subir al ring a Axel Kicillof, como el antagonista. Una duda que queda flotando, pero que en tal caso es menor a la que cunde respecto a las voluntades reales al momento de la votación. Por eso, quizás no esté mal para el oficialismo conformarse con la victoria (simbólica) de la Cámara de Diputados.

Compartí esta noticia !

Se oficializó la sesión para tratar una nueva fórmula de movilidad jubilatoria

Compartí esta noticia !

Será el próximo martes a las 11. Hay cinco dictámenes, pero los despachos de Unión por la Patria y de la oposición moderada son los que corren con más chances dado que son similares y podrían unificarse en caso de arribar a un acuerdo.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, oficializó hoy la convocatoria a sesión especial para el próximo martes pedida por la UCR y otros bloques “dialoguistas” para tratar los proyectos que proponen una nueva fórmula de movilidad jubilatoria.

La citación llegó con suspenso, ya que pasaban los días y no terminaba de concretarse. En total se pondrán en consideración del recinto cinco dictámenes, entre los cuales los de Unión por la Patria y de la oposición moderada son los que corren con más chances dado que son similares y podrían unificarse en caso de arribar a un acuerdo. 

De hecho, el 15 de mayo pasado en el plenario de Previsión Social y Presupuesto, UP y la oposición “dialoguista” estuvieron a punto de dar el batacazo: hubo conversaciones hasta última hora para presentar una propuesta conjunta pero no fue posible.

Sin embargo, los esfuerzos no cayeron en saco roto ya que estas fuerzas políticas se comprometieron a limar las pequeñas diferencias entre ambos dictámenes de cara a la sesión del próximo martes a las 11 hs.

En definitiva, se firmaron cinco dictámenes: el de mayoría fue el de Unión por la Patria con 33 firmas, y le siguió el de UCR+Hacemos+CC con 19. La Libertad Avanza (19), el PRO (8) y el Frente de Izquierda (2) presentaron dictámenes propios.

Unión por la Patria accedió a rebajar sus pretensiones originales de recomponer inicialmente las remuneraciones en un 30% y se acopló a la propuesta de “los dialoguistas” de fijar esa compensación en el 20,6% correspondiente a lo perdido por los jubilados en el mes de enero.

Con esta fórmula, la jubilación mínima quedaría en 285 mil pesos en el mes de junio, según calculó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

Al ajuste mensual por IPC (inflación medida por el INDEC) se sumaría además un aumento adicional: en marzo de cada año se establecería un cálculo por el cual se reconocería un aumento del 50% de la variación del RIPTE (variación salarial) por sobre la variación del IPC el año calendario anterior.

Lo que dinamitó el acuerdo con Unión por la Patria fue la decisión de Hacemos Coalición Federal de “meter por la ventana” en el dictamen la obligación de ANSES de cancelar en un plazo máximo de seis meses la totalidad de las deudas que mantiene con las cajas previsionales provinciales así como con los jubilados con sentencias firmes favorables a partir de lo producido de los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del organismo.

Además, el dictamen de la oposición moderada elimina los regímenes jubilatorios especiales para presidente y vicepresidente de la Nación.

Como muestra de buena fe del kirchnerismo y de la voluntad de llegar a un acuerdo de acá a la fecha de la sesión, el dictamen que presentó Unión por la Patria no fue el original, más ambicioso en términos de recuperación de capacidad adquisitiva para los jubilados, sino que respetó los términos del estado de negociación que se había alcanzado con los dialoguistas.

La Libertad Avanza firmó un dictamen que reproduce los dispuesto en el decreto 274/24 del Poder Ejecutivo Nacional, es decir, ajuste mensual por IPC con impacto a los dos meses y compensación del 12,5%. Con esta fórmula, la jubilación mínima será de 265 mil pesos en junio.

El PRO, en tanto, firmó un dictamen que incorpora en la fórmula de actualización no solamente el IPC sino un componente vinculado a la variación salarial (RIPTE), y agregan un 8% de recomposición al 12,5% dispuesto por el Gobierno (en total 20,5%) pero dándole al Poder Ejecutivo la posibilidad de liquidar ese adicional a su criterio.

También el dictamen del PRO elimina las jubilaciones de privilegio tanto para presidente como vice, y pone esos cargos en el sistema general.

El dictamen de minoría del Frente de Izquierda prevé que la jubilación mínima en ningún caso esté por debajo del monto equivalente a la Canasta Básica del Adulto Mayor, y propone una actualización de haberes tomando alternativamente el IPC o el RIPTE, según cual resulte más favorable. Además, asegura el 82% móvil para todos los jubilados. 

Así las cosas, Diputados volverá a sesionar el martes próximo y es posible que Unión por la Patria pida una ampliación del temario con la incorporación de los proyectos sobre financiamiento universitario y restitución del FONID, toda vez que había adelantado su intención de pedir una sesión especial para la misma fecha del 4 de junio.

Compartí esta noticia !

Passalacqua da su mensaje de Estado: ejes sociales y las inversiones que se proyectan

Compartí esta noticia !

El gobernador Hugo Passalacqua abrió las sesiones de la Cámara de Diputados con su mensaje de Estado en el que dejó claro que habrá que poner “lo mejor de la política” para superar una situación que “no es fácil”. “Parece un deja vu”, señaló el mandatario en el inicio de su discurso, en comparación con su primera gestión, entre 2015 y 2019, cuando también le tocó gobernar con signo político distinto y una situación económica de crisis. “Por fortuna, tengo la certeza de que vamos a salir de ello, porque los misioneros tenemos el ancho en la manga y es la propia gente y la voluntad  de progresar. Debemos Tirar del carro a la par. La Renovación no puede hacerse a un lado en nada, salga bien o salga mal, siempre afrontamos lo que tenemos que hacer”, sentenció. 

“La cobardía política es inadmisible en estos tiempos, lo mismo que las mezquindades y el más feroz de los enemigos, la soberbia. Solamente juntos podremos salir al éxito como provincia soberana. Gobernar es buscar consensos y si no los hay, crearlos. Somos un espacio político responsable, inclusivo en opiniones, como fue en su génesis cuando Carlos Rovira invitó a encontrar puntos en común, con la cultura del encuentro. Paz y tolerancia. Siempre convocando, jamás excluyendo, Por eso se incorporan tantos jóvenes. Independientes, renovadores, libertarios. Sostenemos el respeto a ideas ajenas. Ni antiguas ni nuevas grietas entrarán a estas geografías”, advirtió.

Passalacqua trazó un panorama certero del estado de situación. “Soy un ciudadano soy perfectamente consciente de la suba de precios y la inflación. No soy ajeno a los gastos que debemos afrontar día a día. Sabemos que los salarios provinciales están aún por debajo de esos indicadores pero estamos poniendo nuestro máximo empeño en compensar los más velozmente posible, esa distancia entre los salarios y la variación de precios (inflación)”, remarcó.

Todo en un contexto de baja recaudación por la caída del consumo. Porque cada sueldo de cada docente, enfermero o portero se paga con la recaudación“.

Sin embargo, destacó que Misiones tiene un escenario menos complejo que otras provincias. “Somos solo seis provincias de 24 que tienen menos empleados públicos cada 100 mil habitantes. No tenemos un empleo público pesado”.

Pero, tal como anticipó Economis, detalló que los recursos hoy están en retroceso. “En marzo tuvimos el peor registro de coparticipación de los últimos 10 años. Nuestros impuestos, como el IVA, viajan a Baires y vuelven transformados en “fondos nacionales”. Enviamos 90 mil millones, vuelven 45. La mitad“, afirmó.

“Sumado a la quita del fondo compensador del transporte, que impactó en el bolsillo del trabajador. En la última medición de la CAME, en estos últimos cuatro meses hubo una retracción del comercio de un 25,5%. Sumado a estos datos, tenemos la singularidad de vivir en frontera con otros países que dejaron de venir a hacer sus compras debido al incremento de precios entre diciembre y abril. Pero no es una queja, nosotros seguimos liderando las exportaciones del NEA, comprendiendo al 39,4% del total de la región. Esto nos alienta”, sostuvo.

En esa línea, destacó el aporte del puerto de Posadas, que hace unos días batió su récord de carga con 80 contenedores. “El Puerto de Posadas y el Parque Industrial de la Innovación complementan este ecosistema de instituciones del Estado para diagramar el concepto de crecimiento económico y agroindustrial. Hoy en día, el puerto opera la ruta Posadas-Zárate, donde siete empresas de Misiones y Corrientes exportan té, pasta celulosa, madera aserrada y tablones, y otras 20 empresas  de la región han solicitado cotización. Días atrás, nuestro puerto vivió un nuevo hito para consolidarse como polo logístico modelo de la región, al exportar una carga récord de madera al mundo, con más de 80 containers de madera aserrada y chips”, destacó.

Asimismo, confirmó el anticipo de Economis, sobre la llegada al Parque Industrial de la firma brasileña Kagiba para la fabricación de 60 mil pelotas mensuales para el fútbol argentino. La planta se inaugurará en quince días.

El Gobernador anunció la continuidad de los Ahora como respaldo a los comercios y el consumo y el lanzamiento del Ahora Neumáticos, para comprar lunes y martes hasta en 12 cuotas sin interés. “Más del 10% de las ventas minoristas se realizan con estos programas”, explicó.

En materia productiva, Passalacqua volvió a cuestionar la desregulación yerbatera que impulsó el Gobierno nacional y ratificó que Misiones insistirá con 505 pesos por kilo de hoja verde. En paralelo, destacó el trabajo de los diputados nacionales para incorporar el capítulo tabacalero en la ley Bases que se aprobó el lunes. “Vemos con agrado el avance de la lucha conseguido ayer en Diputados de Nación, en conjunto con las demás provincias tabacaleras, asociaciones y cooperativas, obteniendo media sanción para que todas las empresas cigarrilleras paguen el estampillado lo que corresponde, lo que se verá reflejado en beneficio del pequeño productor misionero”, detalló. En la campaña pasada se acopiaron más de 18 millones de kilos, proporcionando un sustento vital para 11 mil familias. Este año las proyecciones siguen siendo aún más prometedoras, con estimaciones que superan los 12 millones de kilos.

El mandatario celebró que el sector bovino cuente hoy con un stock de casi 400.000 cabezas, representando el 0,7% del stock nacional: “Aspiramos a crecer”, dijo. Resaltó “el Centro de Reproducción y Genética Aplicada es un jugador esencial para fortalecer la actividad lechera y ovina. Hoy estamos favoreciendo a las cooperativas lecheras y familias productoras con entregas de toros de excelente genética”.

La industria frigorífica está representada por 24 mataderos frigoríficos habilitados para faena, demostrando así la importancia para apuntalar a la actividad ganadera.

Passalacqua puso de relieve la estabilidad macroeconómica de Misiones. “Estamos estables según la consultora Moody´s. Una de las tres únicas que sostuvo la calificación. El resto descendieron. No tenemos una pesada deuda como otras provincias”, explicó. Y adelantó que esa posición no va a cambiar: “No vamos a comprometer deudas ni gastar más de lo que ingrese”. En contraste, destacó que a través del Fondo de Crédito, Misiones lleva invertidos 2.500 millones en el desarrollo de emprendedores y ahora se elevó a quince millones el monto del préstamo, con hasta 60 meses de devolución, además de la creación de un Fondo de Garantía público, como instrumento financiero de apoyo.

Compartí esta noticia !

Interna Libertaria: “Mi único jefe político es Javier Milei”, dijo Marcela Pagano

Compartí esta noticia !

La diputada libertaria negó una interna, pero defendió su postulación y ratificó sus intenciones de encabezar la comisión de Juicio Político.

En el ojo de la tormenta por la impugnación de su nombramiento al frente de la comisión de Juicio Político, la diputada nacional de La Libertad Avanza Marcela Pagano no se quedó callada y desafió a quienes dentro de su fuerza política están frenando su encumbramiento en ese cuerpo de trabajo clave para el funcionamiento del Congreso.

“(El presidente Javier) Milei dio el aval y él es mi único jefe político”, aseguró al referirse a una comunicación que habría tenido lugar el sábado pasado en la que el presidente habría dado luz verde para que la periodista fuera oficializada al frente de Juicio Político.

La mencionada comisión había sido convocada para este miércoles a las 11 con la finalidad de conformar sus autoridades, y un sector del oficialismo encabezado por el jefe de bloque, Oscar Zago, impulsaba la designación formal de Pagano como presidenta.

A las 10.59 llegó a las casillas de mail de los integrantes de la comisión la comunicación de que la reunión había sido suspendida por decisión del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

Después de un tenso intercambio, los diputados que estaban allí presentes desafiaron la instrucción del riojano y avanzaron con la votación de las autoridades.

Esa votación fue desconocida por Menem, que señaló que nada de lo actuado en la reunión tenía validez alguna porque había sido suspendida previamente a su inicio.

Sin vueltas, Pagano alzó la voz, reafirmó su postura y la de Zago, defendió su postulación y ratificó sus intenciones de encabezar la comisión.

“Yo particularmente no tengo interna con nadie. A Milei se le informó que me iban a postular y dio el aval. Entiendo que después hay oportunidad de cambiar de autoridades. Milei dio el aval y él es mi único jefe político”, expresó.

La diputada libertaria dijo que desconocía qué es lo que había pasado “en el medio” entre la convocatoria a la sesión y la notificación de que estaba suspendida.

“Me senté ahí, conduje la comisión porque sino la perdíamos y se la quedaba el kirchnerismo”, argumentó Pagano, quien es resistida, según algunas versiones, por la secretaria general de Presidencia, Karina Milei.

“La comisión se llevó adelante y lo que hicimos fue evitar que se avanzara con la posible pérdida de la comisión y me eligieron a mí. La realidad es que después se pueden revisar las autoridades, pero hoy la comisión sesionó y se constituyeron autoridades”, siguió.

En diálogo con periodistas acreditados en Diputados, Pagano aseguró que Menem “no tiene facultades para bajar una reunión que ya estaba empezando porque había quórum”.

Además apuntó contra el riojano al asegurar que “el no tiene facultades para proponer” a un candidato para una comisión, y al respecto afirmó que “institucionalmente quien propone” es el presidente de bloque”, es decir, Zago.

Si hay alguna diferencia interna se tiene que dirimir adentro del espacio. No sabemos qué pasó. El presidente está en Estados Unidos pero mientras estuvo en Argentina dio conformidad de que yo estuviese al frente de esta comisión“, planteó.

Al borde de la ruptura y con Zago en la cuerda floja, se reúne el bloque de La Libertad Avanza en Diputados

“Si quieren que deje la presidencia, lo hago”, sorprendió el jefe del bloque libertario, quien quedó en una situación conflictiva luego de desautorizar Martín Menem y defender la designación de Marcela Pagano en la comisión de Juicio Político.

En plena crisis por el escándalo vinculado a la designación de Marcela Pagano al frente de la comisión de Juicio Político, el bloque de La Libertad Avanza se reunirá esta noche para intentar ordenar su interna a cielo abierto. 

El cónclave se producirá a partir de las 20.30 en medio de rumores crecientes sobre un posible desplazamiento de Oscar Zago como presidente del bloque, a raíz de diferencias preexistentes con la conducción de la Cámara que tocaron su punto máximo este miércoles. 

“Si quieren que deje la presidencia, lo hago”, manifestó el aún jefe de bloque en declaraciones televisivas a sabiendas de que se encuentra en la cuerda floja, con acusaciones sobre indisciplina partidaria, y críticas respecto a su supuesta incapacidad para “contener” las distintas visiones que hay al interior de la fuerza.

Zago quedó en una situación conflictiva dentro de su espacio político luego de que desautorizara públicamente a Martín Menem al promover la designación de Pagano al frente de la comisión de Juicio Político pese a que la reunión había sido suspendida por el presidente de la Cámara baja.

La mencionada comisión había sido convocada para este miércoles a las 11 con la finalidad de conformar sus autoridades, y un sector del oficialismo encabezado por el jefe de bloque impulsaba la designación formal de Pagano como presidenta.

A las 10.59 llegó a las casillas de mail de los integrantes de la comisión la comunicación de que la reunión había sido suspendida por decisión del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

Luego de que algunos diputados opositores se quejaran a viva voz, fue el turno de Zago quien en lugar de defender al presidente de la Cámara de su propio espacio político lo expuso políticamente.

“El presidente de la Cámara de Diputados no nos comunicó a los miembros de esta comisión que se iba a suspender, por eso estamos presentes aquí. Nos hemos enterado en este preciso momento. Estamos cuatro miembros, falta un solo miembro de nuestro bloque. Pedimos disculpas de nuestro bloque”, expresó.

Le salió al cruce un diputado de su mismo bloque, Lisandro Almirón, quien acusó a Zago de haberse cortado solo, de “no representar los intereses de La Libertad Avanza” y de “faltarle el respeto” a Menem. 

“Mi posición es hacer la reserva de la presidencia porque hay un integrante de La Libertad Avanza que preside este Congreso al cual se le está faltando el respeto en muchas cosas y no puede el presidente del bloque consentir esas cosas”, fustigó, mientras a tan sólo un metro Zago exhibía una risa nerviosa, y Pagano giraba la cara con incomodidad.

Después de un tenso intercambio, los diputados de la comisión que estaban allí presentes desafiaron la instrucción del riojano y avanzaron con la votación de las autoridades.

Esa votación fue desconocida por Menem, que señaló que nada de lo actuado en la reunión tenía validez alguna porque había sido suspendida previamente a su inicio, y convocó a una nueva reunión para el jueves que viene.

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin