Disparidades
“Es poco lo que se puede hacer desde acá. Pero en las crisis hay que ampliar la plataforma social y lo hemos hecho. Los misioneros no solo nos cuidamos, hemos buscado los medios para sostener el modelo”. Carlos Rovira habla poco, pero cuando lo hace, siempre deja mucho para el análisis. No se le escucha nunca una crítica directa, pero sí conceptos que marcan el contraste entre la política económica del “misionerismo” y la que hoy rige los destinos del país. El jueves, antes de la histórica sanción de la ley de paridad de género, Rovira hizo una extensa exposición del cuadro de situación política y económica. Muchos se fueron intrigados por el interrogante que abrió con una frase: “No estoy pensando en mi futuro. Hasta el día que me muera voy a seguir debatiendo y aportando ideas. Siempre voy a ceder mi lugar a otro. No puedo hablar de un proceso de refresco si no cedo el lugar. Es un proceso necesario para todos, para imprimir a la política una dimensión de mayor vigor y excelencia. Creo en las nuevas oportunidades y en la nueva gente”. Pero su exposición fue mucho más abundante para entender el posicionamiento político y marcar una guía de cómo se manejará la Renovación en la contienda electoral de 2019, con Cambiemos como principal rival y posiblemente en una fecha distinta de las presidenciales.
“Seguimos ideológicamente el sentir del misionero y no al revés. Por eso hay correspondencia y más en épocas de crisis. El márketing sirve, pero lo real es estar al lado del que sufre, del que necesita que se lo acompañe”, expresó.
“Las crisis son enormes oportunidades para el refresh de los partidos políticos, pero hay que adecuar la estructura. En este espacio actuamos y definimos antes las transformaciones. La Renovación es el único partido político del pais que cumplio la paridad sin tener la ley aprobada. La gente se ha ido adueñando de este partido político y el verdadero dueño de la democracia es la gente”, culminó. Crisis. Durante los 47 minutos que duró su exposición, esa palabra fue repetida en varias oportunidades.
“La crisis está a la vista, hay problemas serios, otros no tan serios, graves, urgentes. Es poco lo que podemos hacer desde el Estado provincial, porque las decisiones las toma el Gobierno nacional. Pero nuestra guía ha sido siempre resolver los problemas al alcance. Hemos dotado a la provincia de leyes de vanguardia respondiendo a la crisis. Cuando la economía no va, hay que incentivar otros campos, como la política social, la educación y la salud, que en el último presupuesto han llegado a niveles nunca vistos de asignación de recursos provinciales para responder a la altísima calidad de servicios, como los de la salud, totalmente gratuitos, de costo cero para los misioneros”, expuso el conductor de la Renovación, como primer sello distintivo del ajuste que aplica la Nación en todas esas áreas y un poco más. Lo único que aumenta en el Presupuesto nacional es el monto destinado a los intereses de la deuda, que alcanza un récord de 600 mil millones de pesos.
En Misiones, en cambio, desde hace más de una década, la educación es la prioridad en la asignación de recursos y como consecuencia, mejoran indicadores educativos y la Provincia es una de las pocas donde los estudiantes “tuvieron el privilegio de estudiar todos los días, porque las escuelas estuvieron siempre abiertas”, como destacó el gobernador Hugo Passalacqua.
Las palabras de Rovira refrescan el posicionamiento ideológico de la Renovación en relación con Cambiemos. Sin un manual de estilo que defina las acciones, las ideas tienen como centro al misionero.
La garantía de gobernabilidad a un espacio distinto, tiene que ver entonces con conseguir sostener las expectativas de desarrollo en la tierra propia. Así se explica el acompañamiento al Presupuesto nacional, al que se le arrancaron algunas “concesiones”, como la creación del monotributo especial para tabacaleros y cañeros o compensaciones por la pérdida de recursos, que vendrán de la mano de un aumento del impuesto a los Bienes Personales, que le servirá a la Nación para cubrir sus necesidades financieras. Mauricio Macri será recordado como el Presidente que más aumentó la presión fiscal. Justo lo contrario a lo que venía prometiendo.
“Es un presupuesto de decrecimiento y nosotros apostamos siempre por el crecimiento. Pero no es nuestra responsabilidad”, contestó Rovira cuando se le consultó sobre la sanción del presupuesto nacional en la madrugada de este jueves.
“Acompañamos después de aportar lo que podíamos corregir. Pero vamos por la positiva. Es muy triste ver las democracias del mundo acorraladas por el no. Todas las formas de negacionismo son muestras de frustración política. Creemos que la política es el gran arte que disponen los pueblos de una verdadera construcción, es el gran arte de dialogar, debatir con intensidad sin esconder ningún pensamiento y de acordar para buscar una salida de esta crisis”, explicó. ¿Un mensaje para los propios? ¿Un mensaje para quienes deambulan buscando la unidad de la oposición para enfrentar 2019 con expectativas?
Apenas unas horas había estado en Posadas Alberto Fernández, el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner, buscando interlocutores para avanzar en la idea de un gran acuerdo opositor. “Parece que no nos podemos poner de acuerdo, pero confío en que habrá más coincidencias. Nadie puede decir este sí y este no. Lo cierto es que debemos superar algunas asperezas. Nos hemos maltratado mucho”, admitió en diálogo con Economis el también ex operador del cada vez más solo Sergio Massa, quien, pese a medir entre los presidenciables, está lejos de Cristina, tan amada como odiada. Pero parece que Massa finalmente decidió jugar para la unidad: se presentaría por dentro del PJ aún con Cristina candidata. Habrá que ver qué pasa con Juan Manuel Urutubey, que coquetea con María Eugenia Vidal o con Miguel Ángel Pichetto, que sacó a relucir todo su repertorio para defender el ajuste que contiene el Presupuesto nacional, incluido un discurso xenófobo en contra de quienes protestaban fuera del Congreso.
Lo cierto es que la diferenciación con el modelo económico nacional encuentra cada vez más adeptos. Rovira remarcó la distancia con el modelo misionero. Sostuvo que en Misiones se hacen todos los esfuerzos para no seguir cayendo en la recesión en la que está hundida el país. “Es poco lo que se puede hacer desde acá. Pero en las crisis hay que ampliar la plataforma social y lo hemos hecho. Los misioneros no solo nos cuidamos, hemos buscado los medios para sostener el modelo”, afirmó.
El conductor de la Renovación insistió en que la Legislatura se puso al frente de esa red de contención con leyes de vanguardia en materia de salud, educación y la ampliación de derechos sociales. Justamente, Misiones dio un paso adelante en la inclusión al sancionar la ley de paridad de género para los cargos políticos. Fue una noche histórica la del jueves, celebrada por miles de mujeres que tienen ahora una oportunidad mayor de participación en la política después de una larga lucha que se inició mucho antes de que el tema se imponga en la agenda. En Misiones el primer proyecto de paridad fue presentado por la peronista Ramona Zamora. Después, entre 2004 y 2005 se presentaron sendos proyectos de la Renovación y de la oposición, que incluso intentó forzar una ley casi sin debate ni los consensos alcanzados ahora.
“La ley de paridad de género le dará un plus a la sociedad. Es un concepto más amplio que va a dar otra dimensión a la mujer porque rompe la cáscara que fue hecha por el hombre varón, el hombre macho. Pero Misiones se fue preparando desde la política, he tenido el honor de haber tenido una vicegobernadora mujer, la Corte de Justicia de Misiones está conformada por su mayoría por mujeres. En nuestro espacio político siempre hemos sido más generosos con las mujeres porque ellas se merecen y porque había un convencimiento tácito de la participación de la mujer. Con la participación de la mujer la sociedad va a tener un plus, pero no hay que verlo como un derecho ganado, sino como una responsabilidad ganada que va a ser mucho más importante”, analizó.
Sin embargo, mucho camino queda por recorrer para alcanzar una igualdad real. Por primera vez el Instituto Provincial de Estadística y Censos relevó datos sobre el reparto de la torta económica en Misiones. Algunos datos son desalentadores. La mujer sufre más el desempleo y la brecha salarial es abismal en varios sectores.
En promedio, la mujer obtiene menos ingresos en la rama de los servicios financieros, inmuebles, alquiler y empresas (-114,3%); en la rama del comercio (-60,0%) y en la rama de enseñanza -donde es mayoría absoluta- (-7,1%). Obtiene mayores ingresos respecto al hombre, en la rama de la construcción (+44,4%) y en la rama de la administración pública, defensa y seguridad social (+5,6%). Mal de muchos… en Argentina recién habría igualdad laboral en 2.060. Peor aún, en tiempos de ajuste y en el presupuesto, la destrucción del empleo afecta mucho más a las mujeres, al mismo tiempo que debilita las demandas laborales.
Pero el ajuste será la constante. Pese a que el Gobierno celebra haber sellado un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, habrá contracción económica este y el próximo año, con suerte. Pero el préstamo no tiene como objetivo la reactivación, sino que apenas una garantía para evitar el default, que, de todos modos, es un peligro latente. El propio FMI reconoce como excesivo el nivel de endeudamiento y teme que su propio diseño del ajuste, no sea suficiente para minimizar la exposición de la Argentina a cualquier turbulencia. Según los técnicos del organismo, la deuda llegaría al 81 por ciento del PBI a fin de 2018.
Pese a la alegría del Presidente por haber recibido el favor de Lagarde, en un documento explicativo, el FMI no ahorró críticas al mejor equipo: cuestiona la comunicación, el manejo de los tiempos de Macri para anunciar un acuerdo que no se había cerrado y que disparó el dólar a 42 pesos y critica el exceso de deuda en dólares sin medidas para desarrollar el mercado local. “Hay riesgos significativos para la sostenibilidad de la deuda”, advierte el team Lagarde.
No es un prestamista bueno, pero admite que el programa puede fallar y que el préstamo no alcance para cubrir el déficit y los vencimientos de deuda. También reconoce que la economía todavía no encuentra una luz al final del túnel y que la inflación no cedió.
Por último, el FMI pone al acuerdo con Macri entre los cinco ajustes más severos que pactó.
Algunas proyección del Fondo (que no son las mismas que las de Nicolás Dujovne)
Indicador 2018-2019
PBI -2,8% / -1,7%
Consumo Privado -9,9% / -4,6%
Inversión -7% / -9,5%
Desempleo 9,8% / 10,9
Pero quizás el punto más polémico es que el FMI exige una nueva reforma del sistema previsional, una vuelta de tuerca a un mix entre cajas privadas, ajustes en las jubilaciones y estirar la edad jubilatoria. Entre las demandas del team Lagarde se reitera incrementar en forma gradual la edad de jubilación, en especial de las mujeres (bienvenidas a la paridad), reducir el haber inicial de los futuros jubilados y cambiar la fórmula de actualización de la Ley de Movilidad de los ya jubilados.
Nada que el Gobierno no esté dispuesto a aceptar. La sanción del Presupuesto 2019 es un listado de concesiones a un severo programa de ajuste. La inversión social aumentará un 32% y la seguridad social, un 35%, bastante por debajo de la inflación del ¿50? de este año. El gasto en salud crecerá 29%, lo mismo que la asistencia social. El aumento promedio del gasto previsto es 24,5%, la mitad que la inflación proyectada en 2018 y apenas empatada con la que se espera en 2019.
En paralelo, se desprende, como antes de la educación, de subsidios y aportes esenciales. “Las provincias entendieron la necesidad de ir al equilibrio fiscal y se van a hacer cargo de más responsabilidades, como los subsidios al transporte y la tarifa social de electricidad. El federalismo impulsado por el Gobierno, gracias al cual las provincias recuperaron recursos y autonomía, les permite asumir estos compromisos. El esfuerzo también recae sobre el sector privado y, en particular, sobre el sector exportador, que va a contribuir a aumentar los ingresos del Estado Nacional a través del impuesto transitorio a las exportaciones, que dejará de ser necesario cuando la economía se estabilice”, celebró el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Los recursos coparticipables, sin embargo, arrastrados por la recesión, comenzaron a “actualizarse” por debajo de la inflación por segundo mes consecutivo.
“Es un presupuesto de decrecimiento y nosotros apostamos siempre por el crecimiento”, dijo Rovira marcando una de las disparidades entre Misiones y la Nación.
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