Empresarios de Oberá piden a la CELO mayor flexibilidad en el pago de la energía eléctrica
La CRIPCO pidió a la CELO permitir nuevamente el pago de la energía eléctrica con cheques de terceros, señalando que la medida actual afecta la liquidez empresarial en un contexto económico complejo.
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La CRIPCO solicitó que se reevalúe la restricción al uso de cheques de terceros. Argumentan que la medida afecta la liquidez y complica el cumplimiento de las obligaciones en un contexto económico recesivo.
La Cámara Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá (CRIPCO) presentó una nota formal a la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) solicitando la revisión de la medida que prohíbe el pago del servicio eléctrico con cheques de terceros.
El planteo, dirigido a la presidenta de la entidad, ingeniera María Emilia Pires, refleja la preocupación del sector empresarial y productivo frente a una disposición que, según advierten, limita los medios de pago disponibles en un momento de alta presión financiera y caída de la actividad económica.
Preocupación empresaria por la restricción financiera
Desde la CRIPCO recordaron que el uso de cheques de terceros es una práctica comercial extendida y legítima, especialmente en economías regionales donde las empresas medianas y pequeñas dependen de circuitos financieros informales para sostener su operatoria diaria.
“La medida que impide a los socios utilizar cheques de terceros para abonar el servicio eléctrico genera dificultades concretas para cumplir con las obligaciones corrientes”, expresaron en la nota remitida a la cooperativa.
El documento subraya que mantener opciones de pago flexibles es clave para garantizar el cumplimiento de los compromisos por parte de los usuarios empresariales y evitar acumulación de deuda o cortes de servicio. En ese sentido, la cámara planteó que la reevaluación de la decisión sería un paso necesario “para acompañar el esfuerzo del sector privado en un contexto económico adverso”.

Costos energéticos y caída de la actividad
La solicitud de la CRIPCO se enmarca en una coyuntura caracterizada por altos costos de energía, menor rentabilidad industrial y contracción del consumo interno.
Empresarios locales advierten que las restricciones en los mecanismos de pago afectan la liquidez, particularmente en sectores productivos que deben afrontar facturas elevadas de electricidad mientras enfrentan demoras en los cobros o ventas a plazo.
Si bien la cooperativa no se expidió públicamente hasta el momento, el planteo de la entidad empresaria busca abrir una mesa de diálogo institucional que permita encontrar soluciones prácticas sin comprometer la sustentabilidad financiera de la CELO.
El pedido pone nuevamente sobre la mesa el desafío de equilibrar la gestión de las cooperativas eléctricas —que deben garantizar el cobro y la estabilidad operativa— con las dificultades de los usuarios comerciales e industriales en una economía que aún no muestra señales de recuperación.
Equilibrio entre gestión y desarrollo local
La relación entre las cooperativas de servicios y las cámaras empresariales del interior provincial se volvió más relevante en los últimos años, ante la necesidad de articular políticas locales que favorezcan la continuidad productiva y el empleo.
En ese marco, la CRIPCO insistió en que la flexibilidad en los medios de pago no implica morosidad, sino una herramienta que permite a las empresas mantener la regularidad de sus compromisos, en especial en períodos de recesión o inestabilidad financiera.
El pedido, que busca reabrir el debate sobre la política de cobro de la CELO, podría también derivar en una revisión más amplia de los mecanismos de financiamiento del servicio energético en la región, considerando la importancia del acceso a la electricidad como insumo esencial para la producción y el comercio.
