En defensa de las banderas

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Sin estridencias, pero con firmeza. La presentación que hizo Misiones ante la Corte Suprema de Justicia en respuesta a la demanda de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, expresa claramente el espíritu misionerista en la defensa del terruño. Sin alzar la voz, pero con la convicción necesaria para proteger los recursos que le corresponden.

A un mes de las elecciones, el mandato del gobernador Hugo Passalacqua fue dejar claro que el pleito debe resolverse en el Congreso, donde se definen las cuestiones de reparto de fondos federales. Habrá que ver cuando deciden los cortesanos dar su veredicto. El presidente Mauricio Macri espera que no sea antes de las elecciones, para evitar un cisma con los gobernadores si la balanza se inclina hacia su favorita en Buenos Aires.

Para tomar dimensión del conflicto, valen algunos números. Si la Corte beneficia a Buenos Aires, Vidal se alzaría con un botín de 53 mil millones de pesos a costa de las provincias. Misiones perdería más de tres mil millones de pesos, el equivalente a dos masas salariales.

“Es una demanda contra Misiones y debo salir en defensa de los recursos de todos los misioneros. Queremos que esto se debata en el parlamento nacional, porque si prospera esta demanda, los misioneros, no el Gobierno, pierden millones de pesos y eso es escuelas, hospitales, casas. Pelear con uñas y dientes y esta pelea la vamos a dar”, definió Passalacqua.

El mandatario misionero entiende que una disputa semejante no puede ser decidida por los miembros de un tercer poder, que no tiene responsabilidad de gestión. También que una quita de ese volumen a las provincias, en momentos en que se presiona por una reforma impositiva y previsional, sería decretar la inviabilidad financiera de buena parte de las provincias.   

Con ambas zanahorias el Gobierno nacional intenta sostener la seducción hacia el sector empresario para fomentar inversiones. El espejo de Brasil está al alcance de la mano y aunque quieren cuidar las formas antes de las elecciones, está claro que la precarización laboral aplicada en el vecino país, es el ejemplo a seguir. “Ojalá se pudiera hacer la reforma laboral a lo Brasil”, admitió el presidente del bloque de diputados radicales en el Congreso, Mario Negri.

La promocionada reforma tributaria no es más que un programa de ajuste sobre las provincias. La Nación es la que se lleva la mayor porción de la recaudación de impuestos y es la que más cobra. Pero el estigma volvió a caer sobre las provincias “mal administradas” por caudillos que “viven de la cajita feliz”. Nada que no se haya escuchado en los 90 y en los primeros años de este siglo, antes de la fuga en helicóptero de Fernando De la Rúa.

Buenos Aires, gobernada por Vidal, es la que más cobra por Ingresos Brutos, pero el Gobierno nacional y sus economistas afines, ponen el acento en las provincias más chicas que tienen menos posibilidad de defenderse en el videoclip de los medios porteños que concentran el dominio sobre la opinión publicada.

 

Pese a estar en forma permanente en el discurso oficial, algunos dudan de que Macri vaya a fondo. El consultor político Enrique Zuleta Puceiro, invitado por la Confederación Económica de Misiones a disertar en Posadas, lo dijo con claridad: “No creo que haga ninguna reforma importante, porque él quiere ser presidente de nuevo. Me extrañaría, aunque está en el libreto, como Néstor Kirchner, que no acepte ser presidente, eso tendría un éxito para él, pero yo creo que intentará una reelección, y muy difícilmente se pueden plantear reformas. Como dijo Jean Claude Juncker, en el discurso que abrió el otro día en la Unión Europea: “Sabemos perfectamente lo que hay que hacer, lo que no sabemos es cómo hacer que nos voten después de lo que hicimos”. Yo creo que no hay ninguna reforma de fondo para esto”.

Viejo conocedor del paño, Zuleta Puceiro advierte que Cambiemos no necesita demasiado para mantener el timón. “La fuerza de Cambiemos no está en la economía. No genera ni confianza ni entusiasmo. Pero tampoco necesita que la sociedad esté entusiasmada”, sugirió.

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Por eso, estima que Cambiemos tendrá un piso nacional de 40,2 por ciento, por encima de Unidad Ciudadana, con 23,2 y el Peronismo Federal, con 10,8. 1País de Sergio Massa llegaría a 10,1 y podría clausurar las posibilidades de convertirlo en un referente nacional.

Zuleta Puceiro reveló que casi el 40 por ciento de los argentinos se siente “más próximo” a Macri, pese a que admite que con Cristina vivió tiempos mejores. La candidata a senadora logra esa identificación apenas con el 21 por ciento, mientras que Sergio Massa cosecha un 16.Si hubiera un ballotage, el 54,5 por ciento votaría a Macri y solo un 35,3 a Cristina, proyectó.

Esta ni la que viene serán elecciones del peronismo. El peronismo está mutando. Los dirigentes nacionales como Cristina ni los vieron a los nuevos dirigentes, no los conocen. No hay representaciones, no se pueden hacer consensos sin actores fundamentales”, analizó. Para Cristina pronostica un futuro de conducción de una porción del peronismo, pero insuficiente para ser la conductora de la oposición.

Dante Sica, un especialista en economía y comercio exterior, de la consultora Abeceb, aseguró que en la Argentina en la que se está afianzando la recuperación. “Hay consenso de que ello está sucediendo. Heterogéneo y a distintas velocidades y puede decirse que fue la salida más lenta de las últimas cinco recesiones, pero quizás sea la más sostenida, no por consumo inflado por anabólicos. El hito puede ser la elección de octubre. Si el Gobierno repite la elección seguirán alineadas las expectativas de la política y la economía.

“Puede decirse que el Gobierno de Macri empieza el 23 de octubre, con más músculo político para plantear agenda de reformas estructurales”, aseguró. El famoso segundo semestre.

Previamente, Nadín Argañaráz, también invitado por la CEM, dio una visión “fiscalista” del escenario. cuestionó severamente el gasto público en el país, pero especialmente en las provincias y aseguró que se debe “hacer algo” con Ingresos Brutos, porque frena el desarrollo.

“El aumento del gasto público entre 2002 y 2016 se explica por el incremento de Nación y Provincias en un 19,3 por ciento, mientras que el gasto en personal creció solo 5,1 y las prestaciones de la seguridad social en el mismo porcentaje. La inversión directa apenas lo hizo en 2,2 por ciento. Misiones pasó de 36 a 51 empleados cada mil habitantes, con un aumento significativo del empleo público”, criticó. 

 “¿Cómo se financia esto? Con presión tributaria. La presión tributaria pasó del 21,2 por ciento a casi el 35 por ciento del PBI, con un aumento de casi 62 por ciento. En 2016 baja de la presión tributaria explicada por merma de derechos de exportación y baja de Ganancias en personas físicas. Eso marca la caída de la presión, que por primera vez en muchos años, fue significativa”, argumentó. Pero, de acuerdo a sus propios datos, Misiones es una de las provincias con menor empleo público promedio, muy por debajo de la media nacional. 

 

 

A contramano del escenario pintado en Buenos Aires, Misiones luce un esquema económico sólido y eficiente que permitió sostener el desarrollo de una provincia discriminada en el reparto de fondos públicos. Misiones es una de las pocas provincias que custodió su caja previsional y hoy la administra con solvencia. Desde las usinas mediáticas porteñas, en cambio, se desliza la idea de que todas las cajas son deficitarias y sirven como sustento para prácticas políticas.

El Instituto de Previsión Social de Misiones paga más de cuatro mil millones de pesos en jubilaciones y pensiones y después de muchos años de crisis, puso fin a la emergencia previsional con incentivos para el retiro de los agentes públicos. Gracias a esas políticas, Misiones se mantiene entre las provincias con menor cantidad de empleados públicos por cada mil habitantes, bastante por debajo de la media nacional.

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Esa gestión es la principal bandera que tiene la Renovación para hacer política. Las transformaciones realizadas vinieron de la mano de una administración eficiente y de la generación propia de recursos a través de la Dirección General de Rentas. Los datos de la recaudación indican que la economía misionera comenzó una lenta recuperación después del parate generalizado en el primer año del cambio.

Sin embargo, esos “brotes verdes” todavía no alcanzan a toda la geografía productiva y menos a todos los misioneros por igual. En Posadas, donde las asimetrías generadas por el dólar planchado y los sucesivos tarifazos, están provocando una permanente fuga de divisas, hay 31 mil personas con problemas de empleo y cientos de comercios bajaron sus persianas. Al cierre del primer semestre de 2017, la pobreza en hogares ascendió a 21,4 por ciento y en personas, alcanzó al 29,7 por ciento. La indigencia en hogares creció a 3,2 por ciento de los hogares y a 4,2 por ciento de las personas.

Es en Posadas donde se concentra la batalla central de las elecciones. Cambiemos confía en ratificar el resultado de las primarias, para posicionarse en la capital y garantizarse votos que le permitan acrecentar el número de legisladores provinciales. A un mes de las elecciones están haciendo uso intensivo de los consejos de Durán Barba: no hablar de política y mostrarse en cercanía con “los vecinos”. Ni siquiera los candidatos a concejales de Cambiemos muestran demasiado sus cartas, con la confianza de que la imagen presidencial alcanza.

La Renovación también busca recuperar votos en Posadas, escenario que le fue adverso en las primarias. Hay datos cruzados y un panorama incierto. Muchos confían en que la irrupción de los sublemas alimentará un crecimiento en la capital y la recuperación en otros municipios con un caudal bajo. Hay un entusiasmo que no se percibía en las primarias. Curiosamente, un legislador de Cambiemos dio un diagnóstico más optimista que en el propio oficialismo: “La Renovación crece y nosotros estamos en el techo”, confesó.

En el resto de los partidos la efervescencia es mayor. Saben que si se resignan a la polarización, quedarán fuera de carrera, por lo que están trabajando a destajo para sumar cada voto posible. El partido Agrario y Social, en conjunto con la Renovación, tiene un elemento para trabajar en estas semanas. La decisión de la AFIP de recategorizar de manera compulsiva a todos los monotributistas podría causar estragos en la producción misionera. Al menos ocho mil tabacaleros podrían perder su monotributo social o programas sociales. El ministro del Agro, José Luis Garay y el candidato a senador, Héctor “Cacho” Bárbaro, coinciden en los reproches al organismo recaudador, hasta ahora sin respuestas.

En el puertismo los avatares son internos. Sorprendió a los militantes de Unión Popular una convocatoria vía carta documento a participar de una asamblea en I-Porá, la estancia de Ramón Puerta, otrora destino exquisito de la alta política misionera. “Es un claro apriete”, denunció Claudio Roa, el presidente de UP que desconoce cualquier intento de unir la “colectora” de Ramón del Rosario Velázquez a la candidatura de Pedro Puerta, el heredero que no logra armonizar a sus dirigentes.  

Lejos de escaparle a las definiciones políticas, el candidato a senador por la Renovación, Maurice Closs cuestiona a los aspirantes de la oposición que hacen oficialismo en contra de los intereses de Misiones. “¿Si la Renovación no se hace cargo de la defensa de Misiones? Nadie lo hará. Nosotros sabemos hacerlo y así lo demostramos. Los legisladores de Cambiemos son y serán legisladores de la Casa Rosada. Así lo demostró por ejemplo el diputado nacional Luis Pastori cuando no nos acompañó con el tema yerbatero, con la ley de Pymes y lo están demostrando estos días en favor del reclamo de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires”.

 

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