Escenarios
Escenario 1. “¿Todos toman mate en este auditorio?”. La pregunta descolocó a un auditorio dominado por las diatribas del “campo” del centro del país, las quejas por el valor del dólar, la presión fiscal y las retenciones. Con esa pregunta, el gobernador Oscar Herrera Ahuad rompió el esquema en el debate “Democracia y Desarrollo”, organizado por el grupo Clarín. De los lamentos del país central se ocuparon la Mesa de Enlace, Coninagro y la Federación Agraria. De los pesares de las economías regionales, aquejadas por costos más elevados por logística, tarifas y carencia de energía como el gas natural, habló el mandatario misionero, quien destacó que, a pesar de todo, Misiones es la octava economía del país.
Herrera Ahuad planteó que Misiones tiene las condiciones para estar en la góndola del “supermercado del mundo”, pero necesita estar acompañada por “decisiones patrióticas”. “Una gran solución sería la reglamentación del artículo 10 de la ley de Pymes, que hace a las cargas de las pymes, que provincias como Misiones tiene una enorme cantidad”, definió.
Ante la atenta mirada del flamante secretario de Agricultura, Juan José Bahilo, además de Ricardo Buryalle, ex ministro durante el macrismo y Manuel Otero, director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, Herrera Ahuad describió la situación de Misiones, que tiene a dos productos únicos en la Argentina, como el té y la yerba mate, un producto presente hace más de 600 años. “Nuestra cadena productiva, tiene más de 12.500 yerbateros. ¿Saben cuánto cobra un productor por kilo de hoja verde? 46 pesos. ¿Pero cuánto vale un kilo de yerba? Entre 600 y mil pesos. Al productor le llegan 46 pesos. Es ahí donde llamo a las entidades a que nos acompañen a pelear el precio para el productor. Siempre el componente que más sufre en un laudo de la yerba mate, siempre el perjudicado es el productor. Recibe menos de 50 centavos del dólar oficial, esas son nuestras realidades. Por eso uno escucha a los paneles hablar de decisiones políticas y nosotros en Misiones necesitamos decisiones patrióticas, porque la yerba mate forma parte de la patria, para cuidar y proteger a esos 12.500 productores y cien y pico de empresas y molinos que conforman el núcleo productivo. Avanzar en esto de las economías regionales va a hacer que la mano de obra vaya creciendo, porque cuando se habla de la mano de obra y que no se consigue gente para trabajar en la chacra, ¿que competitividad puede tener un productor si cobra 46 pesos el kilo en competir contra un plan social?. No le queda margen al productor para tener un empleado que venga y le corte la yerba. Si a eso le sumamos que el costo productivo es más alto porque no tenemos gas natural. Nosotros ni siquiera estamos en el proyecto del gasoducto. ¿Cómo se logra el secado de la yerba mate? Con madera. Hay que llevarse por delante bosques implantados, destruir la naturaleza, usar vehículos, camiones, con el combustible diez por ciento más caro que en Capital. No es lo mismo tomar una decisión para una industria en el centro del país, que tiene gas, combustible barato, que para nosotros, que somos los que producimos la energía, porque el daño ecosistémico de Yacyretá lo tenemos nosotros. Cuando lo ponemos en contexto, ¿cuánto aporta la Argentina a un sistema económico regional único como el de la yerba mate? ¿Qué pasaría si dejan de producir yerba? Van a pagar 1.500 con una yerba importada”, explicó al auditorio.
“Esas cuestiones hacen a políticas de Estado donde se deben tomar decisiones que van más allá de los impuestos. Se puede ser una economía floreciente aún ante las adversidades, si, somos la octava economía, no producimos maíz, soja, sorgo, girasol, y cuidamos nuestro oro verde y la naturaleza. ¿Pero quién paga los servicios ecosistémicos? ¿Cómo estaría la Pampa húmeda si nosotros destruimos la selva? Antes teníamos el Fondo de la Soja, ahora ni eso. Somos parte de generar las condiciones climáticas del campo. La mirada también debe estar puesta en ese lugar”.
Las palabras del mandatario misionero se diferenciaron sensiblemente de los expositores previos, incluso el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, más cercano a esa Pampa Húmeda. Pero describe las viejas dicotomías de la Argentina. El país central y el resto. Las superganancias de la soja y las exportaciones de la carne y el ninguneo a las economías regionales, que, sin embargo, tienen una enorme relevancia en la cadena productiva. Sin la reserva de monte y agua de Misiones, no existiría la rica Pampa Húmeda. Hacen falta políticas de Estado para pensar a unas en relación a las otras. Misiones plantea eso desde hace años. Hasta ahora ningún Gobierno nacional ha entendido cabalmente esa demanda.
Escenario 2. Sergio Massa fue a la Exposición AOG Patagonia 2022 desarrollada en la provincia de Neuquén, en donde se anunciaron medidas para fomentar la producción de gas y petróleo, e inversión en Vaca Muerta. El superministro definió al sector energético como “uno de los valores centrales de las economías globales“, y aseguró que el país debe encarar una revolución energética “para el trabajo y el desarrollo de la Patagonia, no solo de Neuquén y otras cuencas del norte argentino”. Massa destacó que el sector necesita “reglas y estabilidad de largo plazo”. “Argentina no es, como dicen, un país rico. Es un país con recursos. Y esa riqueza la tenemos que construir sobre la base de reglas de trabajo común, de políticas de Estado y de entender que nos necesita absolutamente a todos y todas”, añadió.
El concepto no es demasiado distinto a lo que sostiene Misiones. Hasta ahora las señales de Massa van en ese sentido, aunque es pronto para discernir si esa mirada llegará a todos los rincones. La urgencia suele tapar el largo plazo. Bahillo se reunió primero con la Mesa de Enlace y prometió “ir dando respuestas a las cuestiones que las entidades nos plantearon”.
Pero Massa dio algunas señales distintivas. Sugerir la necesidad de reglas claras y de largo plazo. Identificar los dos o tres elementos clave que son demandados por el mundo: alimentos, energía y tecnología. No solo soja. Y otro detalle que pasó desapercibido. Convocó como uno de sus asesores ad honorem al ex gobernador de Neuquén, Jorge Sapag para avanzar en la conformación de un equipo que adopte al desarrollo hidrocarburífero como política de Estado, al que se invitará a legisladores de diferentes signos políticos para avanzar en lo relativo al crecimiento del sector, sin importar quién gobierna.
“Si tenemos la capacidad de construir una política de Estado en materia energética, estaremos imprimiendo a la Argentina un crecimiento a largo plazo”, sintetizó Massa al explicar la incorporación de Sapag. Para sacarse de encima el mote de “superministro”, busca rodearse de experiencia. Llama seguido a Misiones.
Escenario 3. Ajena a los problemas de la Argentina, la oposición está a pleno en modo campaña. Arde la interna de la alianza Cambiemos con una inusitada pelea desatada por Elisa Carrió, quien disparó contra todos los socios, pero particularmente contra Rogelio Frigerio, al que cuestionó poner una amante en las listas. “”Muchachos, en nombre de la unidad nacional no hago más nada. La feliz unidad nacional va a ser sobre la base de la decencia. Hay personas clave de Juntos por el Cambio que hacen negocios”, indicó la exdiputada nacional.
“Hacia delante, Juntos por el Cambio tiene que tener reglas decentes”, tiene que estar conformada por decentes. No puede haber más negocios”, insistió Carrió, lo que desató la furia de dirigentes como Patricia Bullrich, Gerardo Morales, Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio y Cristian Ritondo redoblaron la apuesta y la cuestionaron fuertemente. Bullrich dijo que no aceptará “el insulto a nuestros dirigentes”, Gerardo Morales la calificó de “irresponsable” y Horacio Rodríguez Larreta consideró que ese “no es el camino”. ¿Qué habrá callado Carrió que pone tan nerviosa a la alianza? ¿O es un simple juego de presiones para conseguir mejores posiciones en la interna opositora? Como sea, es un juego que no está en la agenda diaria de los argentinos.
Escenario 4. El presidente Alberto Fernández compró una innecesaria pelea con uno de los sectores económicos más dinámicos de la Argentina al hacer suyas las palabras de Nahuel, un joven productor ecológico de La Plata. “Ellos me reclamaban con justa razón, producimos verdura orgánica, frutas orgánicas, cuidamos la tierra. No tenemos nuestra tierra, deberíamos tenerla, y tienen razón. Y debemos vivir en condiciones dignas, no en casas de madera, y tienen razón”, parafraseó, sin notar que el problema no es la madera, sino la forma de construcción y el acceso a la vivienda. Se refería a una vivienda precaria, claro está. Pero por intentar quedar bien y sin tomar dimensión de sus palabras, se puso a todo el sector forestal en contra, desde las principales cadenas hasta los pequeños productores madereros.
La industria forestal de Argentina tiene un potencial disponible para alcanzar una superficie de 5 millones de hectáreas forestadas. El país podría superar los 3000 millones de dólares en exportaciones en un lapso aproximado de 10 años. El sector de la madera y el mueble creció fuerte durante la pandemia. Pasó de vender u$s50 millones a u$s500 millones en 2021. La madera genera alrededor de 70.000 empleos formales, 43.000 en el rubro madera y 25.500 en muebles.
En Misiones es una de las industrias más fuertes y la pasta celulósica es el principal producto exportado. En el primer cuatrimestre, la pasta para papel obtuvo una participación del 30,2% sobre el monto total exportado en Misiones con USD 41.037.699,72, mostrando un aumento del 2,6% respecto al primer cuatrimestre del 2021.
Misiones apuesta fuerte a la madera, no solo con los grandes jugadores, sino con un respaldo de unos 200 millones para créditos con tasa blanda del Banco Macro, para financiar secaderos para pequeños aserraderos. Mejorará la competitividad al acelerar el secado a 72 horas y el precio, ya que la madera tendrá mejor calidad.
Las inversiones más grandes en Misiones llegaron de la mano del sector forestal: 20 millones de dólares de Papel Misionero, 200 millones de pesos en Arauco. Misiones tiene hoy el empleo forestal más alto de la historia -duplica a Corrientes- y justamente Arauco es la principal empleadora de la provincia. Hace poco la pastera de capitales chilenos invirtió 3,5 millones de dólares en una nueva flota de camiones comprada a un concesionario misionero.
Por falta de “políticas de largo plazo”, Argentina se perdió de una inversión millonaria, que se fue a Brasil: Arauco invertirá tres mil millones de dólares en una planta de celulosa que se convertirá en la más grande del mundo. Misiones y Corrientes, como cuenca, podrían abastecer la demanda de esa pastera, pero terminó del otro lado de la frontera.
Sin mirada de largo plazo tampoco se puede solucionar la coyuntura. La inflación del 7,4 por ciento de julio, la más alta desde 2002, es una muestra de la sinrazón de la economía argentina, que asfixia a millones de argentinos y opaca los atisbos de recuperación. La situación no es peor porque, aún en el escenario negativo, hay empleo y actividad en alza.
Los precios que más aumentaron en el último año estuvieron en los rubros textil y calzado, con 96,7 por ciento y restaurantes y hoteles, con 90,6 por ciento. Casualmente ambos sectores tienen protección e incentivos del Estado nacional, lo que evidencia la necesidad de una mirada más rigurosa en los incentivos y controles, lo mismo que con grandes exportadores e importadores, algunos de los cuáles no tuvieron ganancias en 2021. No es ironía. El nuevo titular de la AFIP, Carlos Castagneto reveló que 222 grandes empresas no presentaron declaración de ganancias durante el año pasado. Representan un tercio de las grandes empresas en la Argentina. Ahí también está la inflación, ahí también se fuga la “presión fiscal”.
Misiones no puede hacer demasiado contra la suba de precios. Se enfoca en el cuidado del bolsillo de los misioneros, con un abanico de programas que a esta altura ya son políticas de Estado, que nacieron en 2018, cuando la suba de precios comenzaba a ser un problema. “La sensibilidad social nace de la cercanía, de conocer qué pasa en la realidad y hacer lo que esté al alcance del Gobierno en un momento difícil para todos”, fue la presentación del entonces gobernador Hugo Passalacqua, cuando anunciaba el Ahora Pan. Esas políticas se sostuvieron y ampliaron.
Con recursos propios, Misiones presentó un nuevo programa Ahora, con subsidios para cubrir las cuotas de los créditos hipotecarios UVA, promocionados por el ex presidente Mauricio Macri, que, atados a la inflación, se dispararon desde diciembre. Se estima que mil familias serán beneficiadas con una quita de entre 35 y 60 por ciento -para los clientes del Banco Macro, que tiene 200 créditos entregados por cerca de mil millones-. La Provincia invertirá unos cien millones en un año para este plan. “No queremos misioneros con angustia por no poder pagar la cuota”, dice ahora Herrera Ahuad. Misiones es la primera provincia en atender la problemática de los créditos UVA. En paralelo, este lunes debuta otro que tendrá un gran impacto en el bolsillo: el Ahora Canasta, con el reintegro del IVA en alimentos e insumos del hogar. Una ingeniosa propuesta misionera que llega justo en un pico de inflación. En el NEA los alimentos subieron 73 por ciento en el último año.