El Gobierno busca frenar aumentos de precios y salarios mientras las alimenticias advierten nuevos ajustes. Presión oficial sobre supermercados y tensión con la industria por el dólar y el próximo dato de inflación. También se complica la homologación de las paritarias del comercio.

El Ejecutivo insiste en contener la inflación: foco en supermercados y alimentos básicos

En un nuevo intento por contener la inflación, el Gobierno nacional mantuvo reuniones con representantes de las principales cadenas de supermercados para reforzar su rechazo a los aumentos de precios en productos de consumo masivo. La estrategia apunta a frenar la traslación de costos a las góndolas en un contexto de desaceleración del IPC y estabilidad cambiaria relativa.

Aunque los supermercadistas aseguran que no convalidaron listas con subas durante mayo, desde el sector alimenticio ya anticipan posibles ajustes hacia fin de mes. Dos compañías líderes, que mantuvieron precios estables en abril, señalaron que podrían revisar sus listas en las próximas semanas, en función de dos variables clave: el comportamiento del dólar oficial y el índice de inflación que el INDEC dará a conocer en los próximos días.

“No se pasó ningún aumento en mayo. Se monitorea el próximo IPC y podría haber correcciones, pero nada fuera de lo común”, explicó una de las marcas a Ámbito.

El dólar y los commodities, en el centro de la pulseada con los proveedores

Según fuentes del canal mayorista, el Ministerio de Economía apuesta a sostener un tipo de cambio más próximo a los $1.000 que a los $1.200, lo que, en la mirada oficial, justificaría frenar las subas solicitadas por la industria. Sin embargo, algunos rubros como aceites, café, harina y enlatados insisten en que sus precios responden a valores internacionales y a la cotización del dólar.

“Tomamos las listas de precios, pero no las validamos. Veremos en la tercera semana de mayo si el stock alcanza y si los aumentos estaban justificados por la evolución del dólar”, señalaron desde el sector comercial.

Uno de los sectores que presentó listas con subas fue la industria aceitera, que propuso aumentos de hasta el 12%, según confirmaron operadores del mercado. Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), destacó que los incrementos más notorios se registraron en aceites y azúcar, mientras que en el resto de los productos la situación permanece relativamente estable.

“El foco del debate fueron los aceites. En general, no hay aumentos masivos, pero este segmento sí mostró tensión. Estamos hablando de unos 400 productos sobre un total de 6.000”, explicó Palpacelli.

Salarios: el Gobierno frena la homologación y crece la incertidumbre paritaria

La otra disputa latente gira en torno a los salarios del sector comercial. La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) firmó una paritaria con aumentos acumulativos del 5,4% en tres tramos: 1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio. Aunque el gremio asegura que el acuerdo está vigente, la Secretaría de Trabajo aún no lo homologó, alineada con la postura oficial de evitar paritarias por encima del 1% mensual.

“Hay dudas sobre la homologación, y eso complica el escenario. El Gobierno pidió que no tomemos nuevas listas de precios hasta que no tengamos un dólar consolidado”, reconocieron desde una cadena mayorista.

A pesar de las trabas, la FAECYS ratificó el acuerdo firmado con CAC, CAME y UDECA, aclarando que la cláusula de aplicación garantiza su validez incluso sin homologación inmediata.

Implicancias: se agudiza el margen de maniobra para las empresas y el Gobierno

El escenario revela una creciente tensión entre el Ejecutivo, las empresas de consumo masivo y los trabajadores. Mientras el Gobierno busca consolidar un sendero de desaceleración inflacionaria —estratégico para su programa económico—, los proveedores anticipan posibles aumentos por presión de costos, y los trabajadores enfrentan trabas para sostener la recuperación del poder adquisitivo.

La tercera semana de mayo será clave para definir si se sostiene la tregua en precios o si la presión inflacionaria retoma impulso. Todo dependerá del dato del IPC, la evolución del tipo de cambio y la disponibilidad de stocks en las góndolas.

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