La agenda que se pone en juego

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Sin ambages, el diputado nacional Alex Ziegler dio una señal clara de lo que se pone en debate en este camino a las elecciones: los intereses de Misiones o los mandatos de la Nación. El legislador de la alianza Cambiemos, que fue protagonista y vocero del rechazo de la declaración de Emergencia para el sector yerbatero, confesó que el Gobierno nacional no tiene voluntad política de acercar alguna solución a la crisis por la que pasan productores, tareferos e industriales.

Ziegler intentó deshacerse de las críticas junto al radical Luis Pastori, quien busca su reelección, por haber rechazado, la declaración de emergencia yerbatera que apenas unos días antes les habían reclamado los propios productores en San Vicente. Se ampararon en un tecnicismo. La emergencia debe ser primero declarada por la Provincia. Lo concreto es que siquiera se animaron a dar el debate, cuando había otros bloques dispuestos a acompañar.

Ziegler intentó contrarrestar las críticas echando la culpa a la Provincia. Pero en ese derrotero, terminó haciendo confesiones. “El Instituto Nacional de la Yerba Mate no funcionó, no funciona y no funcionará”, admitió sin reparar que al frente del organismo está un radical, también integrante de la alianza gobernante.

No fue el único desliz. Ziegler dio a entender que la Nación debe sacarse de encima el problema yerbatero. “Entre Ríos no es Misiones”, diferenció. Y por último confesó que en el Gobierno de Mauricio Macri “no hay voluntad política” para resolver la situación. Lo mismo opinó del gobierno provincial, que, sin embargo, es el que más medidas está reclamando para normalizar la actividad, como el Mercado Consignatario, el registro de productores y recursos que la Nación nunca envió para financiar la cosecha.

Rara forma de iniciar el último tramo hacia la campaña electoral para Ziegler, quien se quedó casi por descarte en Cambiemos y parece estar pasando facturas por el escaso espacio que le dieron para conformarlo.

La postura de Ziegler sorprendió al Gobierno provincial –del que fue parte hasta 2015-, pero peor cayó en Cambiemos, donde lo que menos quieren es generar “ruidos” que ensucien la campaña electoral. Los dirigentes del PRO sienten que soportan una mochila demasiado pesada con sus socios radicales y el inconformista Ziegler.

Este tipo de discusiones enmarañan la estrategia de Cambiemos, que busca utilizar la figura del presidente Mauricio Macri por encima de los candidatos principales, Humberto Schiavoni y Luis Pastori.    

Las palabras de Ziegler también contradicen la pretensión de Cambiemos de preservar la “institucionalidad” del INYM como organismo rector de la yerba y “ordenador” de las discusiones. Si no sirve, como admite Ziegler, los críticos y los productores descontentos tienen más elementos de presión.

De cualquier modo, no fue la única señal de los caminos divergentes entre las necesidades de Misiones y los tiempos políticos que maneja el gobierno de Cambiemos.

Así como el ministro de Economía, Nicolás Dujovne minimizó la crisis por las asimetrías y descartó cualquier megamedida para Misiones, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, también descartó cualquier ayuda para las economías de frontera. El funcionario, en una reunión con Pymes, echó la culpa de las crisis fronterizas a la falta de competitividad de las empresas.

Queda claro que la contienda electoral se divide entre lo que pasa en Buenos Aires y el resto del país. Más que nunca, la agenda es local.  

La jornada de los Pueblos Libres en Entre Ríos, en la última semana, debería leerse políticamente como un sentar postura, marcar la cancha por parte del gobernador Hugo Passalacqua y sus colegas del interior (en especial esta región Litoral). Más allá del encuentro de carácter “histórico” (por los 202 años del Congreso del Oriente o de los Pueblos Libres), los gobernadores entienden que hay que reafirmar los derechos federales en serio, ya que florece una nueva corriente unitaria en los hechos que debe poner en alerta a las provincias.

En estos días se dirime una puja que puede derivar en una crisis financiera para las provincias. La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, con el aval presidencial, reclama ampliar el Fondo del Conurbano Bonaerense con plata que, de tener un fallo favorable en la Corte, las provincias terminarán tributando recursos a Buenos Aires.

No es la única batalla. La Nación pretende eliminar impuestos como Ingresos Brutos, lo que dejaría a las provincias absolutamente dependientes de los recursos federales.

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Por eso la reunión de Entre Ríos y otras reuniones y encuentros posteriores entre gobernadores, tienen un condimento especial al que hay que prestarle atención. Este domingo Passalacqua presidirá el acto de conmemoración de la Batalla de Apóstoles. Será un momento oportuno para reforzar una vez más el concepto de Misionerismo y de la necesidad de defender lo propio. 

Aunque hasta ahora no ha conseguido ninguna medida concreta para combatir las asimetrías, el caso de Misiones trascendió las fronteras para colarse en las discusiones económicas del más alto nivel. Es que los 20 millones diarios que se fugan a Encarnación significaron el cierre de unos 200 comercios locales y el vaciamiento del centro capitalino para buscar locales más baratos fuera de las cuatro avenidas. Sin embargo, no es el único drama fronterizo. Mendoza sufre por las “importaciones” informales de miles de argentinos que van a gastar a Chile, mientras que en Bariloche la caída de ventas llegó al 33 por ciento en relación al año pasado -que ya había sido malo- con el cierre de más de cien comercios. Hasta los turistas se van a Chile. La  Cámara de Comercio de Bariloche sostiene argumentos similares a los de los empresarios misioneros: “Todo esto se explica sencillamente: hay productos en comercios, shoppings y supermercados que hoy se pagan en Chile hasta un 60% más baratos que en la Argentina, y eso no es responsabilidad de nuestros hermanos trasandinos, sino de la falta de una política específica que considere de un modo particular la actividad comercial en las ciudades de frontera”, apuntó Claudio Cabaleiro entrevistado por el diario Ámbito Financiero.

Los comerciantes y empresarios en Misiones, algunos promotores del cambio en 2015, lentamente van arriando algunas banderas y admiten por lo bajo que la crisis es inédita y no resiste comparación con otros años malos. Aunque algunos le ven el lado bueno a la malaria. El ex presidente de la Cámara de Comercio, Diego Barrios, hoy militante del PRO, recomendó en un programa televisivo ir a invertir en Encarnación para aprovechar el viento en contra.

Pero es mayoritaria la coincidencia en que el momento es malo por efecto de las políticas nacionales. Otros empresarios también lo relacionan con una excesiva ambición inmobiliaria, que atenta contra la reactivación comercial. “No se pueden pagar los alquileres del centro”, apunta un colaborador de una firma con más de 50 años en el mercado.

Un grupo de empresarios posadeños y otro de la zona norte, se reunió en las últimas horas con el diputado nacional Maurice Closs para analizar el escenario y plantear una estrategia común. Aunque hubo algunas quejas por los impuestos provinciales, en un clima distendido, la coincidencia mayoritaria fue que la crisis es exógena y requiere soluciones de la Nación. La nueva suba de combustibles que regirá en las próximas horas, volverá a ahondar las diferencias con Paraguay y Brasil.

El razonamiento es sencillo. Con la misma política fiscal en 2015 los comercios locales estaban llenos de compradores locales y paraguayos y brasileños que vaciaban sus billeteras en Posadas.

El PRO local no tiene respuestas para el descontento de su público objetivo. El sector empresario fue el que más confió en las promesas de cambio, pero no vislumbra una salida en el corto plazo para una crisis que se hace más larga de lo aceptable.

Sin embargo, en Cambiemos reina la confianza en que todavía hay margen para sostener los votos que le permitieron a Macri convertirse en Presidente. El debate por la ley del Arrepentido que quiere primó esa lógica. El Gobierno busca satisfacer a su votante promedio y apura una ley para comprometer a la gestión anterior en supuestos casos de corrupción. Hubo una fuerte resistencia a la aprobación de la ley tal como fue enviada, con superpoderes para que el Presidente pueda pactar delaciones a cambio impunidad. Es decir, se castiga únicamente al político, pero no al empresario corruptor. Ni en Brasil, que está marcando el camino con el Lava Jato, es tan laxa la normativa.

Cambiemos, gracias al massismo, consiguió la aprobación en general de la iniciativa, por 131 votos a favor, 63 en contra y 7 abstenciones. Pero al pasar a la discusión en particular se vio obligado a dilatar el debate una semana debido a que el primer artículo del proyecto fue rechazado por la oposición (que pedía hacerle numerosos cambios) y todo indicaba que lo mismo pasaría con los restantes 36.

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Los dos puntos del proyecto que la oposición encuentra más conflictivos son el artículo 5 y el 37. El 5 es el que regula la extinción de la acción penal para las empresas que hayan pagado sobornos pero acepten un acuerdo de colaboración eficaz para dar información sobre esos delitos. La oposición reclama que, a cambio de colaboración, se ofrezca mitigar las sanciones, pero nunca anularlas.

El artículo 37 es el que permitiría que, para hechos previos a la ley, el Procurador del Tesoro negocie acuerdos con las empresas arrepentidas que quieran dar información sobre hechos de corrupción. Ese punto fue criticado por especialistas y los bloques opositores quieren eliminarlo del proyecto, pues consideran que fue redactado a la medida de Odebrecht, para permitirle al Ejecutivo intentar una negociación sorteando la intervención del Ministerio Público Fiscal.

Los diputados de Cambiemos abundaron en críticas a quienes advirtieron sobre la evidente inconstitucionalidad del proyecto.

El juego de “pasado y futuro” es el que más le conviene al oficialismo ante un presente que tiene unos pocos beneficiados.

Hasta ahora, lo único que crece casi todos los días, es el endeudamiento externo del país. Si se toma el año y medio de gestión de Cambiemos (hasta mayo) la deuda en moneda extranjera del Estado nacional suma 70.524 millones de dólares, y los compromisos previos 29.472 millones de dólares (vencimientos de 2016 y 2017). Cambiemos se endeudó 2,4 veces más que lo necesario, o a la inversa, los vencimientos previos sólo representan el 42% de la deuda emitida por el Estado nacional. De los 70 mil millones de deuda del Estado nacional en dólares solo 29 mil millones fueron a pagar compromisos previos, luego 20 mil millones se fugaron y otros 21 mil millones incrementaron reservas del Banco Central. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, se sumó a la lista de funcionarios procesados, esta vez por el bono de deuda emitido a cien años, un negocio jugoso para bancos y comisionista, pero con dudosos beneficios para el país. En cambio, se cuentan por varias las empresas cerradas y los miles de puestos de trabajo perdidos.

Sin embargo, en el último retiro espiritual en Parque Norte, al que asistieron el candidato a senador y presidente del PRO, Humberto Schiavoni y el radical Luis Pastori, quien buscará su reeleción, Marcos Peña y Jaime Durán Barba derramaron optimismo.  “Cambiemos compite contra sí mismo. Estamos llamados a renovar la esperanza. Nuestros rivales quieren igualar para abajo. Han cambiado de nombres (en alusión al frente Unidad Ciudadana que ahora adoptó Cristina) pero sabemos contra quién estamos compitiendo”, aseveró Peña, quien enfatizó: “En estas elecciones, el candidato es el equipo”.

En Misiones, aseguran, están en condiciones de sostenerse como segunda fuerza, lo que les garantizaría una banca en el Senado –con Schiavoni como bandera- y una banca en Diputados nacional, con la continuidad de Pastori, además de siete bancas provinciales –lo que significaría un crecimiento-.

Según estas fuentes, la Renovación se quedaría con nueve o diez bancas y el resto de los partidos –Avancemos, Agrario y Social, Unión Popular, Podemos-, pujaría por una banca cada uno.

En Avancemos, la sociedad entre el massismo, los radicales de Vanguardia, Trabajo y Progreso y los socialistas, la confianza es otra. Entienden que pueden romper el equilibrio por el territorio abierto que pueden explorar. Son críticos de Macri, pero también cuestionan las políticas misioneras. Una banca en el Congreso y dos o tres en Misiones, no son objetivos inalcanzables, sentencian.

El partido Agrario, que conduce Héctor “Cacho” Bárbaro no se baja de la pelea por hacer crecer sxu espacio. Con el respaldo de algunas organizaciones sociales, busca captar al votante kirchnerista que se quedó sin candidatos ni representación oficial en Misiones.  

Los otros espacios pelearán por el votante sin identificación política, una porción codiciada, al igual que la que componen los jóvenes que se suman al mundo electoral. ¿Cómo atraerlos? ¿Cómo seducirlos? Dilema de difícil resolución y que tiene un elemento central ineludible: el bolsillo. No se trata de discursos ni promesas, sino de realidades. Quien pueda captar la atención, tendrá muchas posibilidades de éxito.

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