Llamado de atención
“Hay problemas de fondo que requieren buscar soluciones un poco más juntos”. La reflexión del obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, hace referencia a la situación económica y social de la Argentina en momentos en que nuevamente la inflación comienza a generar zozobra. Las palabras del obispo reflejan un poco el sentimiento de millones de argentinos que asisten atónitos a una batalla retórica entre oficialismo y oposición que aporta más confusión que soluciones.
Argentina convive desde hace demasiado tiempo con una inflación agresiva como para que alguien se haga el distraído. Cristina dejó la gestión con una inflación anual del 25 por ciento. Mauricio Macri se fue con un récord de 53,8 por ciento sin pandemia ni guerras de por medio. Alberto Fernández va camino a romper ese techo peligroso. Sin embargo, las excusas están a la orden del día. Las soluciones brillan por su ausencia. Y las necesita el país.
El trabajar un “poco más juntos”, aplica para el oficialismo y la oposición. El Gobierno de Alberto Fernández está enfrascado en una guerra fría interna que amenaza con debilitar aún más si cabe al Presidente. Las diatribas de funcionarios de segunda línea en contra de la política económica y el silencio atronador de la vicepresidenta son caldo de cultivo para las especulaciones. Y como bien dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, esas idas y vueltas no sirven para dar confianza ni para bajar los precios.
La inflación de marzo debe ser la última voz de alarma para una economía que, si no logra controlar los precios, dilapidará todos los otros indicadores positivos. Fue de 6,7 por ciento, incluso por encima de lo que había anticipado Guzmán y la tasa más elevada en casi dos décadas, por debajo de la marca de abril de 2002, cuando fue de 10,4%.
El 6,7 por ciento es la muestra del fracaso en la contención, pero también revela la enorme distorsión que hay en los aumentos, lo que escapa incluso a la responsabilidad oficial. Especulación. Empresarios, negocios, margen de ganancia muy por encima de lo razonable.
En el caso del NEA, que tuvo una inflación de 7,2 por ciento, dos aumentos inclinaron la balanza: Educación, con subas del 25,6 por ciento mensual. Si el número abruma, peor le fue a la Patagonia en el mismo rubro: registró subas de 42,9 por ciento, lo que revela la enorme disparidad en los aumentos. En Cuyo fue “apenas” de 15,3 y en el NOA del 19. ¿Por qué las variaciones? Nadie lo explica en modo razonable.
El segundo rubro que más aumentó en el NEA fue Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles. Aquí se nota el impacto del aumento de las naftas impuesto por YPF, que tuvo a Misiones como la provincia más castigada, con precios por encima de la Capital Federal. En la región la suba fue de 15,4 por ciento, la más alta del país, contra un promedio de 7,7 por ciento. Pero en el NOA, donde también hay naftas caras, el aumento en el mismo rubro fue del 5,6 por ciento. De nuevo, ninguna explicación que sea lógica. La paradoja es que los alimentos “solo” aumentaron 7,7 por ciento en marzo, pero acumulan subas de más del 55 por ciento en los últimos doce meses, con un dramático impacto en el bolsillo y en la línea de pobreza. Si no se resuelve eso, ningún otro acierto del plan económico tendrá el lustre que se merezca.
Un estudio de la consultora Taquion pone el foco en la mirada de la sociedad: al preguntarle a los argentinos que es lo que más les preocupa, el acceso a las oportunidades de desarrollo es lo primero en aparecer. Sin embargo, cuando se toma en cuenta la urgencia, la alimentación pasa a un primer plano. ¿A qué se debe? La inflación viene golpeando a los argentinos mes tras mes. En paralelo, el INDEC anunció un 7,5% de inflación de la canasta alimentaria, lo que coincide con el aumento de la alimentación como principal problemática.
Pero, ¿es esta semejanza una coincidencia, o una explicación del malestar generalizado que atraviesa la mayoría de la población?
En el NEA, las prendas de vestir aumentaron 74,4 por ciento en los últimos doce meses. Los calzados, 61,1. El pan, 59,7, la leche 62,6, la carne 58,1. Con estos datos, toman dimensión los planes locales para cuidar el poder adquisitivo en Misiones: los Ahora con sus reintegros y cuotas fijas y la apuesta a agrandar la producción de la chacra sirvieron para mitigar las subas. Podría haber sido mucho peor. Pero obviamente, son herramientas que no alcanzan ante un problema que es nacional.
De todos modos, el remedio local es mucho más efectivo en un escenario caótico. Misiones es una de las provincias que más empleo creó en los últimos meses y eso ha servido para mejorar la situación de miles de misioneros. Es, de hecho, la provincia del NEA con mayor cantidad de empleo privado y, muestra de una reactivación efectiva, en Misiones la relación empleo privado/público, es positiva. En Misiones, por cada 1 trabajador privado formal, hay 0,6 públicos provinciales, mientras que en Chaco y en Formosa, el universo de trabajadores públicos provincial es mayor: 1,1 públicos cada 1 privado en el primer caso; y 1,7 públicos cada 1 privado en el segundo. En 2021, en Misiones había 80,8 asalariados registrados en el sector privado cada 1.000 habitantes, muy por encima del 77,5 de 2020, e igualmente los niveles del 2019.
Esas soluciones obedecen a un modo de ver la política, cuyas raíces pueden rastrearse desde hace algunos años, cuando la Renovación se desmarca del gobierno nacional. La boleta corta se impuso como herramienta para dirimir las discusiones locales sin la injerencia de los candidatos y problemas nacionales. Seguramente la misma receta sea utilizada en el escenario electoral que se abre en el horizonte cercano. Las encuestas marcan que los principales dirigentes de la Renovación sacan varios cuerpos de ventaja a los que representan uno u otro lado de la grieta nacional. El Presidente tiene mala imagen en Misiones, casi lo mismo que Mauricio Macri, el principal referente de la oposición. Como contraste, a falta de nuevas opciones, crece la imagen del outsider Javier Milei, que en Misiones tiene una aprobación que llega al 55 por ciento y una negativa de solo 20,6 por ciento.
Llamado de atención. Milei empezó a avanzar con un armado político, y el diseño de planes de gobierno con el objetivo de sostener su proyecto electoral 2023. La intención es generar una estructura propia para también presentar candidatos en la mayor cantidad de distritos posibles y proyectar su imagen al interior del país y el conurbano bonaerense. Hace pocas horas, el mismo Milei dejó trascender que estaba dispuesto a eliminar el Ministerio de Educación: “Las escuelas dependen de las provincias, no de la Nación”, argumentó.
Sin embargo, la política de la grieta sigue ensimismada en viejas prácticas que cada vez se alejan más de la sociedad. No hay aportes ni equilibrio. Todo es desmesura. La alianza Cambiemos huele sangre y se frota las manos pensando en un 2023 que les permita un segundo tiempo. Para ello, cualquier posición es válida, siempre y cuando sea en contra de. En Buenos Aires, Cambiemos pidió que se le quite la personería gremial del sindicato de Camioneros por el bloqueo de 48 horas que padeció la localidad bonaerense de San Nicolás, gobernada por Manuel Passaglia, uno de tropa propia.
En cambio, en Misiones, los diputados de Cambiemos no sólo alentaron los piquetes de un sector del sindicalismo docente, sino que los protagonizaron. Horacio Loreiro, vicepresidente segundo de la Cámara de Representantes de Misiones y entusiasta defensor de la última dictadura militar, junto a la radical Gladys Cornelius fueron activos promotores del piquete que el jueves y viernes bloquearon los accesos a las Cataratas del Iguazú, que recién está recuperándose después de la parálisis de la pandemia. Loreiro hasta hace no mucho tiempo cuestionaba la cuarentena que “perjudicaba” al turismo.
Muchos interrogantes se abren con la presencia de los diputados en los cortes de ruta: ¿En Misiones el bloqueo que también perjudicó a miles de personas no vale lo mismo que en Buenos Aires? ¿Cómo se apoya al turismo si al mismo tiempo se impulsa un piquete en el momento más alto de las visitas? ¿Cómo se apoya a la educación si durante su Gobierno el ajuste educativo fue feroz?
El sindicalismo intransigente en Misiones tuvo de rehénes a miles de misioneros desde que comenzaron las clases. El modus operandi es el mismo desde hace años. No importa cuál sea el acuerdo que ofrezca el Gobierno, siempre la primera opción es el piquete, dejando a miles de chicos sin clases. Allí abreva Cambiemos y sus dirigentes se retroalimentan.
A pesar de los piquetes, Iguazú vivió este fin de semana un boom turístico similar a la prepandemia, con varios hitos durante la larga Semana Santa. Fue un viernes récord y por primera vez se registraron más turistas del lado argentino que del lado brasileño: 11.263 contra 11.182 en la otra orilla. Iguazú arrancó la semana con capacidad plena, y ocupación hotelera del 100 por ciento, pero toda la provincia exhibió reservas superiores al 85 por ciento en promedio, con los Saltos del Moconá como nuevo eje y el crecimiento exponencial de San Ignacio, destino que ya tiene cerca de 20 hoteles y la mayoría llenos. Con más de 14 mil pasajes, la ciudad de las Cataratas fue el segundo destino más vendido por Aerolíneas Argentinas, detrás de Córdoba.
El buen momento del turismo es reflejo de un esfuerzo titánico en sostener una actividad que la pasó mal. El Gobierno provincial puso mucho para sostener hoteles y puestos de trabajo, tanto que hoy, recuperación mediante, el sector ya tiene una enorme influencia en los puestos de trabajo creados en los últimos meses. Se abren hoteles en Posadas, Iguazú y El Soberbio y se preparan nuevas ofertas para captar públicos exigentes.
No es un dato menor que la principal preocupación en el Gobierno sea la sostenibilidad de la energía en el mediano y largo plazo. Lejos de las urgencias de la política, la planificación impone la búsqueda de recursos para traer más obras eléctricas y recursos para la generación propia con biomasa y otras renovables. En eso estuvo el gobernador Oscar Herrera Ahuad en la cumbre del Norte Grande y después siguió el ministro de Energía, Paolo Quintana, en una reunión similar de en Catamarca
Ese es un plus que diferencia a la Renovación de los otros espacios. Está pensando más allá de las elecciones y en resolver los problemas cotidianos en lugar de ser relatores de la queja. A la sazón, ningún gobierno aporta las soluciones que demanda Misiones y eso se traduce en demandas estructurales sin resolver. Pasó con Cambiemos y pasa ahora.