Más yuanes para importar: ¿cuáles son los sectores más beneficiados?
Un informe de la consultora Ecolatina sobre el uso de Yanes en la economía doméstica argentina hace foco en que las discrecionalidades en su uso (pago al FMI, intervención en el MULC) y en su destino (sectores beneficiados) arrojan una incógnita en torno a los posibles impactos macroeconómicos
Un informe de la consultora Ecolatina sobre el uso de Yanes en la economía doméstica argentina hace foco en que las discrecionalidades en su uso (pago al FMI, intervención en el MULC) y en su destino (sectores beneficiados) arrojan una incógnita en torno a los posibles impactos macroeconómicos
• Los sectores que importan sus principales bienes desde China tienen un espacio mayor para sostener su nivel de actividad. Dentro de ellos destacan Electrodomésticos y electrónica de consumo y Equipamiento eléctrico y generación.
• Además, los sectores más beneficiados son los que presentan una mayor dependencia de las importaciones en su proceso productivo.
• Hacia adelante, la mayor utilización de yuanes permitiría compensar de forma parcial la caída de la actividad agropecuaria, aunque esto dependerá de la discrecionalidad y el destino de su uso.
El shock exógeno de la sequía, que implicará una reducción de las exportaciones por encima de los USD 20.000 M este año, está afectando gravemente a la economía. La actividad agropecuaria registró en mayo la caída interanual más pronunciada de la serie histórica (-44% i.a.), al tiempo que la actividad en general hilvanó en junio un segundo mes a la baja (-5,5% i.a.).
En este marco, el BCRA se desprendió en el primer semestre de USD 3.100 M netos por sus operaciones en el MULC y no logró acumular divisas en un periodo típicamente favorable por el ingreso de la cosecha gruesa, un hecho que sólo tuvo lugar en 2009 y 2018.
Para peor, se inicia un segundo semestre en donde la estacionalidad en el MULC no jugará a favor -el BCRA promedia ventas por USD 2.200 M en los últimos 12 años- con Reservas Netas (sin DEG) negativas que ya rozan los – USD 8.000 M, el valor más reducido de la serie histórica.
En medio de las negociaciones a contrarreloj con el FMI para conseguir el desembolso de fondos que permita atenuar la frágil situación de las reservas, la profundización de los lazos económicos, financieros y políticos con China vuelve a tomar protagonismo: la utilización del swap de monedas para realizar importaciones y pagar los vencimientos de junio al FMI, la autorización para la apertura de cajas de ahorro y cuentas corrientes en yuanes (renminbi) y la habilitación por parte de la CNV a la negociación de valores negociables en yuanes son algunas muestras de esto.
¿Qué relevancia está tomando el Yuan?
La última negociación del swap por un monto total de libre disponibilidad de USD 10.000 M iba a permitir, en un principio, abonar con yuanes las importaciones de origen chino. No obstante, a medida que el drenaje de reservas fue ganando escala y las negociaciones con el equipo técnico del FMI se alargaban, la naturaleza en la utilización de los yuanes fue tomando diferentes características:
(1) el hito disruptivo de abonar con yuanes próximos a los USD 1.000 M al FMI en los vencimientos correspondientes a junio; (2) una marcada aceleración en el uso de los renminbis en las intervenciones realizadas por el BCRA en el MULC, derivando en un desplazamiento del dólar en las ventas realizadas durante el mes de mayo y junio. De hecho, durante dichos meses lejos de vender dólares, el BCRA logró comprar.
No obstante, durante las últimas semanas, al calor de la extensión de las negociaciones con el FMI, el BCRA tendió a retomar la venta neta de dólares -mejorando esta semana, a raíz del aumento de las liquidaciones por el nuevo “dólar agro”- ante una marcada desaceleración en la utilización de yuanes. Ante la confirmación de que no se contará con los desembolsos del FMI para abonar los USD 2.600 M (31/7), podría utilizarse nuevamente los yuanes para cumplir con el vencimiento del organismo. De suceder este escenario, el primer tramo se consumiría por completo y se comenzarían a utilizar los USD 5.000 M correspondientes al segundo.
Dichas intervenciones en yuanes, destinadas en su mayoría a satisfacer la demanda por importaciones de origen chino, disparan las siguientes preguntas: ¿cuáles son los sectores más beneficiados? ¿permitirá evitar una caída de la actividad?
¿Qué importamos desde China?
El saldo comercial con China es crecientemente deficitario. Sólo en 10 de los últimos 33 años Argentina logró un superávit en el intercambio bilateral, que desde 2008 se encuentra en un firme terreno negativo y trepó a USD 9.600 M durante 2022, el más elevado en toda la historia.
Desde 2020 China es el principal origen de nuestras importaciones (+20% del total), con compras concentradas en Bienes Intermedios (33%), Bienes de Capital (30%) y piezas y accesorios (22%), es decir, principalmente bienes manufacturados.
Además de industrializada, la canasta exportadora de China a Argentina se encuentra diversificada. Los principales 10 productos que importamos durante 2022 sólo concentraron cerca del 18% de las compras totales, con bienes como circuitos impresos eléctricos (3,5%), glifosato (3,1%) y partes de aparatos de radiodifusión (2%) en los primeros puestos.
En contraposición, la canasta exportadora de Argentina hacia China se encuentra fuertemente concentrada y primarizada, con dos productos como Porotos de Soja (36%) y Carne Bovina (26%) explicando más de la mitad de las colocaciones.
Asimismo, cuando se observan los principales sectores importadores destaca una fuerte predominancia por aquellos relacionados a la electrónica, la industria química, agroquímica y la automotriz.
El sector de Electrodomésticos y electrónica de consumo explicó casi 25% de las importaciones realizadas desde el Gigante Asiático, y muestra una elevada concentración en China de las importaciones totales del sector (64%). Le sigue la Industria Química, representando el 12% de las importaciones desde China, origen que explica el 27% de las compras externas que realiza el sector.
Se suman con un 6% de las compras externas la Industria Automotriz (sólo 9% del total del sector), con compras relacionadas a las autopartes; Agroquímicos (30%); y Equipamiento eléctrico y generación, explicado por productos como grupos electrógenos y lámparas LED y con una participación muy elevada en las compras totales del sector (55%).
Otros sectores -si bien con un nivel de importaciones menor- realizan sus principales compras en la nación asiática. Dentro de ellos, se encuentran Indumentaria (59%), Juguetes (61%), Bicicletas y Cochecitos (76%) y Marroquinería (76%).
Las importaciones son fundamentales para el proceso productivo de la industria, y particularmente para varios de los sectores alcanzados. Equipos Eléctricos importa un 66% de los insumos que utiliza en el proceso de producción (de consumo intermedio[1]); Equipos Informáticos el 58%; y Químicos el 38%.
A éstos puede agregarse Motos -ubicado dentro de Otro equipo de transporte– con 67%, sector que realiza el 50% de sus importaciones desde China, y otros como Caucho y Plástico (25%) y Textil (17%), con una participación de las compras de origen chino orillando el 16% y 48% del total, respectivamente.
Todos estos sectores muestran una relevancia de las importaciones en sus procesos productivos por encima del promedio de la economía en su conjunto (10%).
En suma, las importaciones en yuanes permitirían sostener el nivel de actividad en determinados sectores industriales. Esto se debe a la importancia de China como origen de las compras externas y la relevancia de las importaciones para el proceso productivo.
Perspectivas
La profunda caída de la actividad del agro -que se hace sentir sobre todo a lo largo del segundo semestre- podría ser parcialmente compensada por un conjunto de sectores que logra sostener niveles de actividad para nada despreciables. En este sentido, si bien el Índice de Producción Manufacturero (IPI) retrocedió 1,5% s.e. mensual en mayo, entre Ene-May aún se sostiene 2% por encima de 2022 y levemente por encima (0,3%) de la etapa Ago-Dic.
La mayor utilización de deuda comercial y de yuanes en importaciones son factores que contribuyen a un desempeño mejor al esperado. De hecho, China representó el 16% -detrás de Estados Unidos (23%) y Brasil (21%)- del total de USD 11.900 M del crecimiento de la deuda externa privada (comercial+financiera) entre 2022 y el primer trimestre de 2023. Recursos que además le permiten al Gobierno generar y sostener empleo mientras se encamina a la contienda electoral.
Sin embargo, restará ver la efectividad de una herramienta tan específica como los yuanes para importar. Las discrecionalidades en su uso (pago al FMI, intervención en el MULC) y en su destino (sectores beneficiados) arrojan una incógnita en torno a los posibles impactos macroeconómicos. Por caso, no todos los sectores ponderan de la misma manera en el IPI: electrónica, rubro de mayor preponderancia en las compras a China, tiene un impacto directo acotado del 3,4% vs 12,6% de actividades como la Química.
Por último, con un uso que ya supera los USD 3.600 M a la fecha, el alivio financiero del swap y su ritmo de utilización no será suficiente para cubrir completamente las necesidades del Gobierno hasta diciembre. Por lo tanto, no descartamos que, por razones de actividad (importaciones), cambiarias (mayor poder de fuego) y solvencia (pago al FMI) se inicien a futuro negociaciones para extender el acuerdo por otros USD 5.000 M (o, eventualmente USD 8.000 M) restantes del swap.
Por supuesto, estos diferentes “conejos” conseguidos por el Gobierno -deuda comercial, swap– no hacen más que generar desafíos adicionales para la próxima administración, con un stock de deuda privada cada vez más elevado y compromisos con las autoridades asiáticas con fecha de repago e intereses inciertos.
[1] El consumo intermedio consiste en el valor de los bienes y servicios consumidos como insumo por un proceso de producción excluidos los activos fijos, cuyo consumo se registra como consumo de capital fijo.