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Imagen del Gobierno: 60% desaprueba la gestión y 73% tiene una mirada negativa de la familia Menem

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El clima social de septiembre está atravesado por el malestar económico y la desconfianza hacia la dirigencia. La mayoría de los argentinos percibe que su situación personal se deteriora y que el rumbo del país es negativo. En este marco, seis de cada diez encuestados desaprueban la gestión del presidente Javier Milei, lo que confirma un nivel de insatisfacción extendido en la sociedad.

A este rechazo se suma la crítica hacia referentes históricos asociados al oficialismo actual: el 73% tiene una imagen negativa de la familia Menem, que hoy ocupa lugares clave en el Gobierno, desde la presidencia de la Cámara de Diputados a cargos estratégicos en la Casa Rosada. En paralelo, la figura de Karina Milei también aparece en el centro de las tensiones: el 60% de los encuestados cree que podría estar involucrada en hechos de corrupción, ampliando la desconfianza más allá del propio presidente y reforzando el clima de rechazo hacia su círculo más cercano.

El escepticismo hacia los indicadores oficiales se mantiene en niveles elevados. Este mes, el 66,7% de los encuestados sostiene que los datos del INDEC no reflejan la inflación real, frente a un 30% que sí los acepta. La desconfianza se alimenta de demoras técnicas históricas: la canasta de bienes y servicios del IPC no se actualiza de manera integral desde 2016, cuando se incorporaron ponderaciones basadas en la Encuesta de Gastos de los Hogares de 2004. Desde entonces, sólo se realizaron ajustes parciales, sin una revisión completa que acompañe los cambios en los hábitos de consumo.

Ese trasfondo explica buena parte del descreimiento actual. Las estructuras de gastos de los hogares se han transformado de forma profunda en las últimas dos décadas, con mayor peso relativo de rubros como servicios digitales, transporte, salud y educación privada. Sin embargo, la canasta oficial sigue atada a patrones de consumo de hace más de 20 años, lo que genera una desconexión evidente. En un contexto donde cada vez más familias perciben que el sueldo no alcanza para cubrir necesidades básicas, la distancia entre los precios que mide el INDEC y los gastos cotidianos alimenta la sensación de que los indicadores no capturan la realidad, reforzando la desconfianza en la estadística pública.

Después de la derrota en la Provincia de Buenos Aires, la encuesta revela un mensaje claro de la sociedad: la mayoría discute qué tipo de cambios debe encarar el Gobierno nacional. El 45% de los encuestados pide explícitamente escuchar más las demandas sociales y aplicar políticas de alivio para los sectores más bajos, mientras que otro 34% se reparte entre quienes reclaman acuerdos con la oposición e introducción de correcciones en el rumbo económico. Sólo uno de cada cinco sostiene que Milei debería seguir sin modificaciones, lo que muestra que incluso entre sus propios votantes existe la expectativa de ajustes.

La agenda que surge de esta demanda conecta directamente con la percepción de los principales problemas nacionales. Tres de cada diez señalan a la situación económica como el desafío más urgente y uno de cada cuatro ubica a la corrupción en segundo lugar. Es decir, no sólo hay un reclamo por la pérdida de poder adquisitivo y la sensación de que el sueldo no alcanza, sino también por la falta de transparencia y los conflictos de intereses que atraviesan a la política. En conjunto, los datos configuran un cuadro en el que la ciudadanía exige respuestas concretas: aliviar la presión sobre los ingresos, recomponer la confianza en las instituciones y abrir canales de diálogo que permitan salir del actual clima de confrontación.

Imagen política

En el Monitor de Opinión Pública (MOP) del mes de septiembre, se consultó sobre 10 figuras políticas nacionales ya instaladas y otras con aspiraciones nacionales. En todos los casos se preguntó por el nivel de imagen y luego se procesaron los datos separando el nivel de imagen según el voto emitido en noviembre de 2023.

Javier Milei. La imagen se mantiene en terreno mayoritariamente negativo. En septiembre alcanza un 33,8% de valoración positiva, prácticamente estable respecto al 34,6% registrado el mes pasado, mientras que la imagen negativa trepa al 59,1% (era 58,1% en agosto) y la nula se ubica en 6,9% (contra 6,7% previa). La foto global muestra un leve deterioro, con más rechazo que apoyo. Entre sus propios votantes conserva un núcleo de respaldo sólido (65,6% positiva), aunque uno de cada cinco también lo califica negativamente (22,7%). En contraste, entre quienes votaron a Sergio Massa la evaluación es casi unánime: 98,3% lo considera negativamente. Estos datos reflejan que Milei logra sostener su base electoral, pero enfrenta crecientes dificultades para expandirse hacia otros sectores, consolidando un perfil de alta polarización y rechazo extendido en la opinión pública.

Axel Kicillof. La imagen muestra una leve mejora en septiembre respecto al mes anterior. Su positiva asciende a 42,6%, frente al 39,4% de agosto, mientras que la negativa baja a 50,7% (era 51,5%) y la nula se reduce a 6,5% desde el 8,7% previo. Entre los votantes de Massa mantiene un nivel de adhesión muy alto, con 85,8% de imagen positiva, lo que lo consolida como el principal referente dentro de ese espacio. En cambio, entre los votantes de Milei predomina el rechazo casi total: 87,5% lo califica negativamente. La evolución indica que Kicillof logra robustecer su núcleo de apoyo y achicar marginalmente su saldo negativo, aunque sigue siendo un dirigente con fuerte polarización, con adhesiones muy altas en su electorado propio y rechazos contundentes en el campo opositor.

Juan Grabois. La imagen se mantiene prácticamente estable en septiembre. Registra un 38% de positiva, apenas por encima del 37,7% del mes pasado, mientras que la negativa sube levemente a 51,8% (era 51%) y la nula baja a 8,3% (desde 9,3%). Entre los votantes de Massa consigue un nivel de adhesión muy alto, con 78,6% de positiva, lo que confirma su identificación con el electorado peronista. En cambio, entre los votantes de Milei su imagen es casi unánimemente desfavorable: 86,8% lo valora negativamente y apenas un 7,2% lo evalúa positivamente. En conjunto, Grabois consolida un perfil fuertemente ligado al espacio kirchnerista, con buena recepción en esa base, pero con un nivel de rechazo extendido en el resto del electorado, lo que limita su capacidad de proyección.

Victoria Villarruel. La medición de septiembre incluye por primera vez a la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, cuya imagen aparece fuertemente condicionada por su vínculo con el oficialismo. A nivel general, alcanza apenas un 21,4% de positiva, frente a un 53,4% de negativa y un 23,6% de imagen nula, lo que refleja tanto su alta visibilidad, como los límites de su proyección nacional. Entre votantes de Milei divide opiniones: un 32,7% la valora positivamente, pero otro 32,7% la evalúa negativamente, mientras que un tercio adicional la ubica en la categoría nula. Entre votantes de Massa el rechazo es mucho más marcado, con un 77,1% de negativa. Su posicionamiento actual parece atravesado por el distanciamiento creciente respecto del presidente Milei, con quien ha tenido diferencias públicas sobre temas de gestión y estilo político. Ese rol dual —parte del oficialismo, pero con agenda propia en el Senado— le otorga visibilidad, aunque la expone también a críticas desde ambos lados de la grieta.

Martín Llaryora. La primera medición muestra un nivel de conocimiento todavía limitado en el escenario nacional, pero con señales de construcción política. El gobernador de Córdoba alcanza un 12,1% de imagen positiva, frente a un 43,9% de negativa, un 23,8% de valoración nula y un 11,9% que directamente declara desconocerlo. Entre los votantes de Massa, la mitad lo califica negativamente (49,7%), mientras que entre los votantes de Milei también predomina la desaprobación (41,6%). Estos números reflejan que, si bien su figura aún no está consolidada a nivel país, comienza a ganar espacio a partir del armado de Provincias Unidas, el nuevo grupo político que impulsa junto a otros gobernadores. Su desafío es proyectarse más allá de Córdoba, donde mantiene su principal capital político, y superar la barrera del desconocimiento y los altos niveles de rechazo que condicionan hoy su visibilidad nacional.

Ignacio Torres. La imagen muestra cierta estabilidad con leves matices respecto al mes pasado. Su positiva se ubica en 17,9%, cayendo algo desde el 20,2% previo, mientras que la negativa decrece a 35,4% (era 36,7%) y la nula asciende a 20,4% (desde 19,7%). El dato más relevante es que el desconocimiento baja a 17,5%, frente al 23,4% de agosto, lo que indica que su figura empieza a ganar mayor visibilidad en el escenario nacional. Entre los votantes de Milei obtiene un 26,1% de positiva y un 23% de negativa, en tanto que entre los de Massa predomina el rechazo con un 54,9% negativo. Gobernador del Chubut y uno de los dirigentes más jóvenes del PRO, Torres aparece en un proceso de instalación: avanza en nivel de conocimiento, pero todavía enfrenta el desafío de achicar un diferencial negativo y posicionarse más allá de la política patagónica.

Maximiliano Pullaro. La imagen se mantiene en un rango similar al mes anterior, aunque con un leve retroceso en su diferencial. Su positiva alcanza el 15,1%, por debajo del 19% de agosto, mientras que la negativa llega al 46,2% (era 39,9%). La nula se ubica en 21,8% (desde 22,9%) y el desconocimiento en 10,1%, mejorando respecto al 19,1% previo. Entre votantes de Milei, su imagen aparece dividida, con un 21,7% de positiva y un 31,7% de negativa, mientras que entre los votantes de Massa predomina fuertemente la desaprobación, con un 66,1% de negativa. Gobernador de Santa Fe y figura en ascenso dentro de la política nacional, Pullaro enfrenta un escenario complejo: gana notoriedad, pero lo hace acompañado de un crecimiento en el rechazo, lo que refleja tensiones derivadas de la inseguridad y el narcotráfico en su provincia, ejes que condicionan su proyección nacional.

Jorge Taiana. La primera medición muestra un nivel de visibilidad intermedio y un perfil con saldo apenas más favorable que otros dirigentes de su espacio. A nivel general, alcanza un 38,9% de imagen positiva, frente a un 34,4% de negativa y un 8,5% de nula. Además, un 11,5% declara directamente desconocerlo. Entre votantes de Massa consigue un fuerte respaldo, con 77,2% de positiva y apenas 4,6% de negativa, mientras que entre los votantes de Milei su figura aparece debilitada: 58,9% lo rechaza y sólo un 9,4% lo evalúa positivamente. Taiana mantiene un reconocimiento asociado a su trayectoria dentro del peronismo, lo que le otorga apoyo sólido en el electorado peronista, pero al mismo tiempo lo expone a altos niveles de rechazo en otros segmentos opositores, limitando su capacidad de expandirse más allá de la base kirchnerista.

José Luis Espert. La primera medición refleja un perfil marcado por la polarización y una fuerte asociación con el oficialismo. A nivel general, registra un 31% de imagen positiva, pero con un 60,2% de negativa, lo que lo ubica entre los dirigentes con mayor nivel de rechazo. Apenas un 6,4% lo califica con imagen nula y un 1,1% declara desconocerlo. Entre votantes de Milei, Espert logra un 58,9% de positiva y apenas un 25,7% de negativa, consolidándose como aliado con buena llegada a esa base electoral. En contraste, entre los votantes de Massa la evaluación es casi unánime en su contra: 97,7% de negativa y sólo 1,2% de positiva. Economista liberal y actual diputado nacional, Espert aparece como un dirigente con buena recepción en el núcleo duro libertario, pero con un nivel de rechazo extendido en el resto de la sociedad, lo que limita seriamente sus posibilidades de crecimiento.

Florencio Randazzo. La medición de septiembre lo ubica entre los dirigentes con peores niveles de imagen.

A nivel general, alcanza sólo un 9,5% de positiva, frente a un 59,7% de negativa, mientras que un 24,1% lo califica con imagen nula y un 2,6% directamente no lo conoce. Entre votantes de Milei, Randazzo reúne un 11,8% de positiva, pero más de la mitad (50,7%) lo rechaza, y casi un 30% lo ubica en la categoría nula.

Entre los votantes de Massa el panorama es aún más desfavorable: apenas un 6,7% lo valora positivamente, contra un 73,9% de negativa. Ex ministro del Interior y Transporte de la Nación, Randazzo no logra recomponer su capital político y se mantiene en el lote de figuras con alta desaprobación, bajo nivel de apoyo y un techo muy limitado de crecimiento.

Intención de voto

La intención de voto de septiembre muestra un crecimiento significativo de Fuerza Patria, que alcanza el 41,5%, cuando el mes pasado se ubicaba en 36,8%. Por su parte, La Libertad Avanza también sube levemente al 35,4%, frente al 34,5% previo.

Este movimiento consolida una diferencia de seis puntos a favor del peronismo a nivel nacional, que logra ampliar su ventaja tras las legislativas en Provincia de Buenos Aires. En un segundo plano aparecen Provincias Unidas con un 5,6% y el Frente de Izquierda con un 3,8%, mientras que el 11,1% de indecisos y el 2,6% de voto en blanco o anulado se mantienen como bolsón clave para definir la elección. El contraste con el mes pasado muestra que el crecimiento de Fuerza Patria es más dinámico que el de sus competidores, lo que sugiere una recuperación de apoyo en el electorado tras la última contienda provincial.

Sobre el estudio

Los datos surgen del Monitor de Opinión Pública (MOP), un estudio desarrollado por Zentrix Consultora con el propósito de relevar percepciones políticas y económicas de la población residente en Argentina. El relevamiento, correspondiente a la medición de septiembre, incluyó 1.122 casos válidos con cobertura nacional y fue realizado mediante un diseño muestral no probabilístico, con cuotas controladas por sexo, edad y región geográfica, calibradas según la estructura del padrón electoral nacional. La recolección de datos se efectuó a través de un cuestionario autoadministrado en línea, con difusión dirigida y posterior depuración técnica. Se aplicaron mecanismos de validación cruzada mediante variables externas (como el voto declarado), y los resultados fueron ponderados para garantizar representatividad nacional. Bajo estas condiciones, el margen de error teórico se estima en ± 2,93%, con un nivel de confianza del 95%. Los resultados no deben extrapolarse a niveles subnacionales sin la debida cautela metodológica.

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Massa se expresó sobre la designación de León XIV como Papa: “Es una gran noticia en este mundo polarizado y hostil”

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Mediante su cuenta de “X”, Sergio Massa celebró la nueva elección del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Al respecto, el líder del Frente Renovador declaró: “Robert Prevost, León XIV, recoge la herencia de León XIII, fundador de la Doctrina Social de la Iglesia”, y agregó: “El cual entendió que los ricos y los pobres no juegan en las mismas condiciones, y que el Estado tiene que cumplir un rol fundamental en la defensa de los más vulnerables”.

Por otro lado, Massa recalcó: “León XIV, latinoamericano por elección, elige arrancar su pontificado hablando en español, recordando a sus feligreses de Perú, donde vivió más de 25 años”. Y añadió: “Es, además, discípulo de Francisco y heredero de su confianza”, recordando al fallecido Papa argentino.

A su vez, Massa expresó que “su elección es una gran noticia en este mundo polarizado y hostil”. Y cerró haciendo énfasis en el simbolismo que implica la elección de este nuevo líder de la Iglesia Católica: “La celebramos y, sobre todo, celebramos su compromiso por seguir construyendo una Iglesia humilde, cercana a los pueblos y al servicio de los que más lo necesitan”.

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Massa llamó a la unidad: “El momento amerita que no haya vanidades, egos, ni caprichos”

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 El creador y referente del Frente Renovador, Sergio Massa, participó de un encuentro del espacio realizado en San Fernando, y arrojó definiciones sobre la posición que debe tomar la oposición respecto de las elecciones legislativas de este año. En este sentido, Massa declaró: “Tenemos que contribuir a que haya unidad y una alternativa al gobierno. Es la responsabilidad que tenemos y cada uno debe construirla” y agregó: “La división es la garantía de éxito de Milei, y la sociedad no nos va a perdonar que no hayamos tenido la generosidad y la capacidad de ceder para representar a quienes rechazan este gobierno”.

 Continuando con su exposición, el tigrense afirmó que el Frente Renovador tiene como “primera responsabilidad el rol de construir y garantizar unidad”. Y agregó: “Mientras la sociedad espera que seamos los que proponemos alternativas, los que construimos esperanza, los que damos debate para renovarnos y asumir nuestros errores, estamos en un debate electoral, de táctica electoral, ni siquiera en una discusión de propuesta electoral alternativa”.

 En este sentido, declaró: “Eso nos daña enormemente en la confianza de los que esperan de nosotros firmeza, claridad, transparencia en nuestra propuesta, un rol firme en el rechazo de las políticas de este gobierno y un rol propositivo, eso no está y entonces, si no entendemos que tenemos tener un rol de protagonismo en ese sendero, estamos en un problema”. Y añadió: “Yo no sé si es con concurrencia o desdoblamiento posterior o anterior, antes de esto hay que resolver un paso previo: ¿hay o no hay vocación política de construir algo colectivo?¿Es en unidad o no? ¿Es representante de un sistema de valores distinto al de este gobierno? ¿si o no? Después discutamos la táctica”.

 Para cerrar, Massa sintetizó su posición y la del Frente Renovador, indicando: “El momento del país amerita que no haya vanidades, egos, ni caprichos. Y que tengamos todos una posición de estar dispuestos a ceder y estar dispuestos a tender la mesa para tratar de acercar siempre las partes”.

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Michel le respondió al ex ministro Martín Guzmán e instó a “dejar de generar grietas entre dirigentes peronistas”

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El ex director General de Aduanas salió al cruce de las declaraciones del ex ministro de Economía Martín Guzmán, quien a través de la red social X se refirió a la gestión de Sergio Massa al frente del organismo.

“@Martin_M_Guzman tu pasantía le salió cara al país y al peronismo. Tu único legado fue generar el festival de importaciones más grande de la historia (te dejo link por si tienes dudas) y colocar al peronismo al borde de dejar el gobierno en helicóptero, situación que Massa logró evitar y así permitir al peronismo retener la PBA, la primer minoría en el senado y diputados y recuperar municipios en muchas provincias”, expresó Michel con dureza.

“Es hora de que dejes de generar grietas entre los dirigentes peronistas que son los que juntan los votos en todas las elecciones para que después algunos arribistas como vos ocupen cargos públicos. Como también evalúes volver a la jefatura de trabajos prácticos de Columbia”, remató el ex titular de Aduanas y mano derecha de Massa.

No es la primera vez que ambos dirigentes se cruzan en redes sociales. Anteriormente, Guzmán había criticado la modificación al Impuesto a las Ganancias impulsada por Massa, a lo cual Michel retrucó responsabilizándolo de haberle hecho perder “dos superávits comerciales históricos al país” al no evitar el “festival de importaciones”.

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Milei y el advenimiento de la tercera alianza

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Javier Milei ganó las elecciones con una inesperada contundencia. Tanta que apuró a Sergio Massa a reconocer la derrota cuando todavía no se podían conocer los resultados oficiales. Nuevo Presidente. No hubo equivalencias. Con el resultado puesto, la expectativa es alta y la urgencia es mayor. Pero las primeras horas del nuevo escenario, mostraron un frenesí caótico poco apropiado para semejante responsabilidad. Nombramientos fallidos y una mansa entrega de las banderas a los socios que se sumaron en el último envión. La sorpresa libertaria mutó en la reedición de caras y recetas conocidas. ¿Habrá paciencia? El volumen de votos permitiría pensar que sí, pero ¿cuántos de esos catorce millones son convencidos y pacientes? El libertario sacó el 30 por ciento en la primera vuelta, idéntico número de votos que en las PASO. Esos son sus votos propios. El resto es una suma de rechazos. 

La Argentina eligió el salto a lo impredecible como contracara a la agonía de la inflación, representada en la candidatura del ministro de Economía, que había hecho el milagro de ganar la primera vuelta, pero se quedó sin resto ante la alianza de segundas y terceras fuerzas.

Massa fue la cara de la derrota, pero no el único responsable de su caída. La sociedad emitió un sonoro “basta” a la incapacidad de la política para resolver problemas acuciantes como la volatilidad de la economía y la falta de expectativas de quienes apenas viven el día a día. Una agonía cuya simiente se puede rastrear en una década con varias elecciones que iban mostrando la creciente disconformidad: Cristina fue cambiada por Mauricio Macri después de más de una década en el poder y tras cuatro años, éste no pudo ante Alberto Fernández, quien a su vez no mostró aptitudes que justificaran su propia elección. Más allá del impacto de la pandemia, la Argentina anduvo a la deriva buena parte de su gestión, aunque el todavía Presidente no se sienta responsable de la derrota y presuma de que “le faltó un poco de suerte”. A la suerte, siempre, hay que ayudarla. Con pasmosa pasividad Alberto Fernández se encargó de ahuyentarla. 

Sobre el final, las promesas acertadas, pero condicionadas a un eventual triunfo, terminaron jugando en contra del propio Massa a quien se le reprochó en varias oportunidades el por qué no tomar las decisiones desde su propia función de ministro. 

Algunos consensos básicos de la democracia -necesarios- quedaron vetustos ante la aceleración de los tiempos modernos. La educación y la salud pública, en sí mismas, no garantizan ni calidad ni acceso. Los corset legales no sirven más ante empleos distintos y relaciones contractuales mucho más dinámicas. El de empleo “precario” también votó a Milei. 

Y en el medio, mucha política impúdica, exhibiendo a la velocidad de un click, sus viajes en yate o los privilegios de ser fieles seguidores. 

Las herramientas tecnológicas permiten hoy masificar el enojo. Un fastidio que es mucho mayor ante la ostentación de una señorita gozando de los placeres pagados con dinero difícil de justificar, que ante la explicación abstracta de los males generados por la condena de una deuda inimaginable. No hacen falta militantes ni un partido estructurado. Los argumentos fluyen de mano en mano a la velocidad de un reel que dura escasos segundos. Y gratis. Esa es una nueva realidad que habrá que analizar en profundidad, pero que cambió la forma de hacer política, para siempre. 

Milei ganó sin una estructura nacional ni dirigentes de peso en territorio. En las elecciones provinciales, la responsabilidad de gobernar se la dieron al peronismo o a las variantes dentro Cambiemos. En el caso de Misiones, la Renovación fue ratificada con contundencia en mayo y cuando hubo que elegir a los representantes para el Congreso, tampoco hubo dudas. Los candidatos de Milei no pasaron el corte y los que a última hora se subieron a su carro triunfal no tuvieron el respaldo en las urnas: Cambiemos perdió en las elecciones provinciales y terminó tercera en las nacionales.

Como nunca antes, Milei se impuso diciendo con claridad lo que irá a hacer. No hubo ambigüedades ni promesas lavadas: ajuste puro y duro. Cerrar el Banco Central, dolarizar, terminar con la obra pública y despedir a quien haya que despedir. Eliminar salud y educación públicas y podar lo que se pueda de recursos provinciales. Quitar subsidios al transporte, la energía y el combustible hasta que sangren los bolsillos. Privatizar todo: YPF, Vaca Muerta, Aerolíneas Argentinas y Arsat, además de otras empresas “superfluas”. Eliminar la ley de alquileres y que se arreglen entre partes. Con esas propuestas, ganó Milei. Y fueron ratificadas en las primeras horas después del domingo. Nadie puede decir que no las había escuchado por lo menos alguna vez, entre otras tantas cosas peores. Muestra clara del hartazgo. Pero hay que ser claros: un boleto de transporte, con SUBE misionero, hoy cuesta 90 pesos. Sin subsidio, debería valer más de mil. La nafta, que en las últimas horas volvió a aumentar, está casi 500 pesos. Costará el doble a valor de “mercado”. 

Después de las primeras horas tras las urnas, la euforia del plan motosierra fue tapada por la avanzada macrista que acaparó los flashes. 

El nuevo gobierno se convirtió rápidamente y antes de asumir, en una segunda oleada de la alianza Cambiemos, que, hace no demasiado tiempo, había terminado tercera en la primera vuelta. Vale la pena repasar los números: Patricia Bullrich había sacado apenas el 23,85 por ciento de los votos en medio de una guerra dialéctica con el propio Milei. El macrismo que fue eyectado del poder en 2019 y había dejado el país en llamas con inflación, pobreza en alza, desempleo y una inflación récord (hasta entonces), tendrá ahora un rol central en la gestión anarcolibertaria. 

Lo predijo el propio Mauricio Macri cuando dijo que la Libertad Avanza “es una agrupación no madura, sin volumen, sin equipo, fácilmente infiltrable, que no puede garantizar ningún cambio”

El “cambio” lo aportará el macrismo duro, con la reaparición de Luis Caputo, ex Finanzas y uno de los promotores de la vuelta del FMI a la Argentina y Bullrich, la montonera asesina que se convertirá en ministra de Seguridad, un ministerio que ya condujo durante la gestión Cambiemos y que significará su tercer paso por una cartera central después de su participación en la otra alianza, como la ministra de Trabajo del recorte del 13 por ciento. No serán los únicos. 

La primera línea de la “gestión Milei” será ocupada por alfiles del PRO, desplazando a los libertarios puros que votaron, esperanzados, otra cosa. La casta que se iba, en realidad, tiene nuevo empleo. Omar Yasín, un abogado laboralista del PRO, será el secretario de Trabajo del gobierno de Milei para imponer las reformas que Macri no pudo. Para el Banco Central se barajó el nombre de Demian Reidel, quien fue vicepresidente durante la gestión de Federico Sturzenegger, y ex JP Morgan y Goldman Sachs. Pero en las últimas horas de este sábado fue otro de los que se bajó anticipadamente.

La falta de cuadros propios exhibe la fragilidad de Milei y también sus contradicciones. Vale la pena repasar que pensaba hace un par de años de Luis Caputo, de acuerdo a los fragmentos televisivos que circularon en las últimas horas: “Hacen una conferencia de prensa en la que está Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, Marcos Peña, (Luis) Toto Caputo, ministro de Finanzas, y Nicolás Dujovne, ministro de Economía. Frente a la política monetaria que estaba llevando a cabo el Banco Central deciden avanzar sobre la independencia del Banco Central y modificarle las metas“.

“Luego – continúo el entonces candidato – “viene la corrida y el Banco Central trata de bancar los trapos. Argentina se queda sin financiamiento y entonces lo consigue de Blackrock, de Pimco, y de Templeton y salen a decir ‘vieron que no pasó nada. Conseguimos el financiamiento’. Pero, obviamente, después había que salir. Y como no nos daban los números, tuvimos que ir al Fondo Monetario Internacional, y nos pusieron 45 mil millones de dólares”, recordó Milei.

Caputo se fumó más de 15 mil millones de dólares. Se terminó en el Fondo Monetario Internacional, lo echaron a (Federico) Sturzenegger acusándolo de manejar mal la mesa, y se fumó u$s15.000 millones de reservas irresponsablemente, ineficientemente. Y nos deja este despiole de la Leliq”. Las Leliq que ahora hay que ordenar. 

Se pone en marcha así el cuarto ciclo neoliberal iniciado durante la dictadura, profundizado durante el menemismo y la alianza y reiterado con Macri entre 2015 y 2019. Son altísimas las coincidencias e incluso más profundas las reformas que propone el minarquista. 

Sin embargo, la tercera alianza, esta vez sin radicales, acota el margen de maniobra del propio Milei. La motosierra sirve para derribar un árbol, pero es grotesca si se la quiere usar para edificar. El plan de ajuste no tiene ninguna contraparte de reparación. Y la sociedad lo eligió justamente para acabar, de inmediato, con la agonía inflacionaria y las escasas expectativas. No hay tiempo para aguantar otros doce o 18 meses de alta inflación si en paralelo se producen el cierre de empresas y despidos masivos. La fotografía indica que hoy, aún con la presión insostenible de la inflación, Argentina tiene récord de empleo registrado y un consumo que en los primeros diez meses del año acumuló un alza del 3,2 %. 

El “no hay plata”, tajante de Milei, que abrió dudas sobre el pago del aguinaldo, vaticina un fin de año complejo para el comercio. La parálisis de la obra pública financiada por el Estado que prometió Milei, pone en riesgo a un sector que hoy tiene cerca de medio millón de empleos, según anticipan los propios empresarios de la construcción. Es un deja vu de la gestión Cambiemos, que cerró 2019 con una caída del 12 por ciento en el empleo vinculado al ladrillo. 

En Misiones hay cerca de diez mil empleos en la construcción. La mitad depende de la obra pública. No serán los únicos afectados. Si se abren importaciones, peligran los trabajadores industriales, como sucedió con los de Dass, empresa que pasó de 1.500 empleos a casi cerrar, o los madereros ante la saturación de fenólicos brasileños durante la gestión macrista. 

Hay también mucha expectativa y un latente “plan de lucha” de productores yerbateros ante la posible desregulación del mercado. Se trata de una cuenta pendiente de Macri, quien no pudo imponer su obsesión ante la resistencia del entonces gobernador Hugo Passalacqua, que mostró la evidencia histórica de cómo terminó la década desregulada de los 90, con la producción en la miseria y las chacras en venta al mejor postor. 

Como un bucle, la historia se repite. Passalacqua tendrá que encarar nuevamente una gestión con políticas nacionales distintas. Será clave la presencia misionerista en el Congreso para tratar de cuidar lo que se pueda en Misiones. 

Vueltas de la historia. Los Ahora nacieron de la mano de Passalacqua en junio de 2018. El primero fue el Ahora Pan, para garantizar que llegue a las mesas de los misioneros cuando la inflación comenzaba a salirse de control en la gestión Macri -fue de 3,7 por ciento ese mes, el pico de 25 meses en alza-. 

Ante el éxito del acuerdo con los panaderos, después se sumaron otros programas para incentivar el consumo y combatir, con éxito, las asimetrías internas y externas. Después de muchas gestiones, la Nación sumó su aporte para mejorar el Ahora Misiones+15 y alcanzar un 41 por ciento de reintegros en las compras, además de cuotas sin interés. Un programa exitoso que se iba a extender si ganaba Massa. Pero fenecerá el 30 de noviembre. La Nación destinaba casi mil millones de pesos al mes para robustecer los reintegros. Hasta septiembre el Ahora Misiones+21 había generado ventas por 12.307 millones de pesos. En todo 2022 fueron cerca de siete mil millones. Combinados todos los Ahora se llegó a 18.254 millones. Pero ante el nuevo contexto, los programas cambiarán de condiciones, con menos reintegros y menos cuotas. Un duro golpe al bolsillo y al comercio. Un comercio que nunca antes en la historia de Misiones tuvo tanto empleo como ahora.

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