Las lecciones de Misiones ante el paradigma Milei

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“El superávit fiscal no se negocia”. Esta frase se sigue escuchando hasta el hartazgo por parte del presidente Javier Milei y el gabinete nacional, en orden de argumentar el fuerte recorte del gasto público aplicado que llevó a una considerable caída de la actividad económica, licuación de haberes y paralización de la obra pública, entre otras tantas cosas. A priori, se trata de una decisión que en materia estrictamente económica es saludable: había que terminar con un Estado que históricamente gastó más de lo que ingresó, generando dependencia de deuda o de emisión, que produjo a su vez inflación y limitantes producto del peso del endeudamiento. 

Sin embargo, y como fue resaltado en numerosas ocasiones por especialistas de todos los espectros ideológicos, tener como norte el superávit fiscal sin medir consecuencias sociales trae problemas que pueden ser mucho más graves. Muchos de ellos ya se están observando: cierre de pymes, aumento de desempleo, disparada de pobreza, entre los más catastróficos. Se requiere, entonces, un equilibrio entre la política fiscal y la política económica: vincular las acciones macro con los impactos micro. Sostener un superávit pero no como un objetivo en sí mismo, sino como el determinante de política macroeconomía que permita impulsar la economía real para que puedan existir desarrollo y mejora en las condiciones de vida de los ciudadanos. 

En medio de estas discusiones sobre la importancia fundamental de los equilibrios fiscales, el presidente Milei repitió una y otra vez que las provincias deben “disciplinarse” fiscalmente. Para ello, acudió a dos herramientas: la discursiva, que se basó en instalar en la agenda pública que las provincias gastan mucho y mal; y la económica/política, que se basó en recortarles fondos. Su objetivo era que las provincias reduzcan el gasto y alcancen también superávits. En el fondo, Milei buscaba ganar la batalla cultural en este aspecto y, en términos generales, lo logró.

El ministerio de Economía de la Nación, a través de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP), difundió estos días los datos de ejecución presupuestaria de la Administración Pública no financiera para las 24 jurisdicciones subnacionales que corresponden al primer trimestre del año. Estas planillas permiten deducir que, en general, las provincias fueron “buenas alumnas” de Milei. La enorme mayoría de los distritos sufrió una fuerte caída de sus ingresos producto de la recesión (que impactó en la recaudación) y de los recortes de envíos nacionales (por decisión política del presidente) pero a su vez, también la gran mayoría decidió ajustar el gasto público en altísima magnitud con el fin último de sostener el superávit fiscal. 

Incluso, en provincias gobernadas por los opositores acérrimos del Presidente, se aplicó la receta libertaria casi a la perfección: por caso, en Formosa la caída de los ingresos fue del 27% pero el gasto se redujo en 42%; en La Rioja cayeron los ingresos 27% pero el gasto lo hizo en 38%. En Santiago del Estero se vio quizás un hito histórico: el gasto se redujo en un 59% mientras los ingresos cayeron “solo” 26%. 

Esto les permitió a esos distritos finalizar el primer trimestre del año con superávits muy abultados: en Formosa fue equivalente al 20% de los ingresos totales del 7% y en Santiago del Estero del 43%. Para entender con mayor precisión, sobre todo en el caso santiagueño: la provincia se ahorró casi la mitad de los ingresos que tuvo en el período, a costa de reducir salarios públicos, brindar menos apoyo al sector privado, otorgar menos aportes a municipios y reduciendo de manera muy fuerte la inversión pública. 

Insfrán, Quintela y Zamora se convirtieron así en la réplica de Milei, en términos de administración presupuestaria, en sus distritos. No fueron los únicos, pero fueron los más resonantes. Rara la política argentina. 

En este contexto, Misiones dio la nota al ser una de las únicas dos provincias del país que finalizó el primer trimestre con déficit fiscal. La otra fue Entre Ríos. Naturalmente, la difusión del resultado fiscal le dio pie a dirigentes políticos opositores de la provincia para criticar ese dato, como deficiencia de la administración, entre otros adjetivos usados. Pero aquí surge un problema: calificar una gestión presupuestaria sólo en base al resultado fiscal es, como mínimo, incorrecto en términos técnicos, e incluso deshonesto si viene de alguien que entiende de política económica

¿Qué fue lo que pasó en Misiones y por qué cerró con déficit? Esta es la pregunta clave y según las conclusiones a las que se lleguen, se puede calificar de positivo o negativo. Vamos a los datos, de lo global a lo específico. 

Misiones sufrió lo mismo que sufrieron todas las provincias del país: una muy importante caída de los ingresos. Los ingresos totales misioneros se contrajeron 23,1% en términos reales. Dentro de estos se destaca que los ingresos por recursos tributarios de origen nacional cayeron 19,4% y los tributarios de origen provincial 14,8%. También cayeron los ingresos por contribuciones a la seguridad social (-39,3%). Todo esto, por el fuerte impacto de la recesión que afectó la recaudación y el empleo. Además, tuvo una caída del 54,8% en transferencias corrientes, resultante del ajuste presupuestario libertario. Más fuerte aún fue la caída de los ingresos de capital, que fue de -84,9%. Si comparamos la situación de los ingresos misioneros contra la región y el país, se observa que la caída del 23,1% de ingresos totales de la provincia fue mayor al consolidado de las 24 jurisdicciones (-16,9%) y algo menor al promedio NEA (-25,7%). En términos globales, la situación es altamente problemática: la provincia y la región perdieron un cuarto de sus recursos

Ahora vayamos al gasto, que es lo que está en discusión con mayor protagonismo. El Gasto total misionero se contrajo en 15,7%, mientras que el consolidado de las provincias lo redujo en 24,3% y el promedio NEA fue más fuerte: -31,0%. Es decir, el ajuste en el gasto misionero fue de la mitad que el promedio regional. Acá es donde salen algunos a clamar, con otras palabras menos decorosas, que la Provincia sigue gastando, que el gasto es político, y que no se ajustó lo suficiente. 

¿Fue así? Un radical y contundente no. Y expliquemos el por qué analizando punto por punto los componentes del gasto. Empecemos con los denominados Gastos Corrientes, que en términos generales corresponden al funcionamiento del Estado y la prestación de sus servicios. El Gasto corriente misionero se contrajo 23,7%, por encima de la media nacional (-20,3%) y levemente por debajo de la media regional (-25,9%). Hacia dentro de estos, se observan heterogeneidades. El gasto en personal cayó 39,1% en Misiones cuando el promedio regional fue de -31,3%. Esta situación tomará un cambio distinto al segundo trimestre, dadas las importantes recomposiciones salariales que realizó la Provincia entre abril y mayo. 

El gasto en intereses de la deuda pública cayó 59,2% en Misiones cuando a nivel regional fue de +0,5% y -3,1% para el consolidado de las provincias. Esto es un dato altamente relevante, porque significa que la deuda pública pesó mucho menos en el gasto misionero. Respecto a las transferencias, las realizadas al sector privado cayeron en Misiones solo un 0,3% cuando fue -27,3% la media nacional y -12,1% la regional. Esto significa que se continuó el apoyo al sector privado en mayor grado

A su vez, las transferencias al sector público cayeron -0,2% en Misiones contra -12,3% la media nacional y -15,1% la media regional. Esto impacta sobre todo en municipios, que vieron en Misiones un menor impacto del ajuste del gasto. 

Hasta acá vemos que la caída del gasto se observa en todos los componentes tanto para Misiones como para la región y el resto de las provincias, con diferentes niveles. Pero el verdadero diferencial que explica la razón de los diferentes resultados fiscales está en el Gasto de Capital, es decir, en aquel que impulsa proyectos de inversión, infraestructura, etc

En Misiones el gasto de capital creció 71,2%, un resultado muy distinto al que se vio para el consolidado de provincias (-55,3%) y para el promedio regional (-55,6%). Dicho en otras palabras, mientras que el resto de las provincias, en promedio, bajó a la mitad su gasto de capital, Misiones lo incrementó casi al doble. Dentro del Gasto de Capital, lo que más movilizó la suba para la provincia fue la Inversión Real Directa que se expandió 116% cuando cayó por encima de 50% en el NEA y en el consolidado de provincias. Justamente, la Inversión Real Directa es el componente central de la inversión pública local que abarca aspectos como construcción, maquinarias y equipos, equipamientos, etc. 

Esto es lo más importante para analizar y para destacar: en un contexto altamente recesivo que incluye freno de obra pública nacional, el gobierno misionero aplicó una verdadera política contracíclica, inyectando fondos para el desarrollo de capital. 

Al comparar este resultado en el escenario nacional, se observa aún más la diferencia respecto a las demás provincias: de las 24 jurisdicciones subnacionales, solamente dos tuvieron subas del gasto de capital. Una fue Misiones, la otra fue Mendoza con +26%, una suba que fue un tercio de lo que fue la suba misionera. En el resto, no solo cayó el gasto de capital, sino que se desplomó: en Chaco cayó 86%, en La Rioja -73%, en Salta -79%, en Santa Cruz -96%, en Tucumán -83%, entre otros. 

Pero todavía más relevante es observar específicamente lo que pasó con la Inversión Real Directa: en este punto, Misiones es la única provincia del país con subas, ya que en el caso de Mendoza (la otra con subas del gasto de capital) el incremento se explica por la inversión financiera, es decir, colocación de plazos fijos, concesión de préstamos, compra de acciones, etc. También la diferencia con otras provincias del país es relevante: mientras la Inversión Real Directa se duplicó en Misiones, en Chaco cayó 91%, en Corrientes -57%, en Formosa -65%, en San Luis -92%, entre otras. 

Si agrupamos todos los componentes de los ingresos y de los gastos para el caso misionero, la conclusión es contundente: el déficit (que no es muy abultado ya que equivale solo al 2,1% de los ingresos totales) se explica central y exclusivamente por el incremento en el gasto de capital, movilizado por la inversión real directa. Esto evidencia que, detrás de esa decisión, existe un fuerte criterio político: la mayoría de los gobiernos provinciales tomaron la decisión de ajustar el desarrollo de inversión pública en pos de sostener superávits, pero en Misiones la decisión fue inversa ya que decidió resignar superávit para movilizar la economía en un contexto de recesión. Aquí está la gran diferencia: el equilibrio fiscal por el equilibrio en sí mismo (que aplicaron la mayoría de las provincias) o la decisión de revertir un ciclo económico recesivo vía inyección de fondos públicos. 

Esta decisión tomada por el gobierno provincial se verifica de manera aún más contundente si hacemos una simulación: si Misiones hubiera decido gastar la mitad de lo que gastó en la inversión real directa, hubiese tenido igualmente una suba del 4,8% en el gasto de capital (resultado mejor que otras 22 provincias) pero hubiera registrado un superávit financiero por casi $ 20 mil millones, equivalente al 5% de sus ingresos. Es decir, el superávit estaba al alcance de la mano, pero el contexto requería otras medidas: ir contra el ciclo recesivo de la mano de un Estado activo. Básicamente lo que se le pide al gobierno nacional, pero que no lo hace.

Decíamos antes que además de Misiones, solamente Entre Ríos había terminado el primer trimestre con déficit. Pese a compartir el resultado, no hay otro punto de similitud entre ambas provincias en términos de ejecución presupuestaria. Si bien ambas provincias mostraron una caída de ingresos parecida (-23,1% Misiones y -23,5% Entre Ríos), el déficit entrerriano se dio aún con una fuerte caída del gasto de capital (-72%). Lo que impulsó mayormente el déficit de esa provincia fue la deuda pública, que explicó el 3,6% de los ingresos entrerrianos contra el 0,3% en Misiones. 

Esto vuelve a confirmar lo que se mencionó antes: el déficit misionero se dio por la decisión política del gobierno provincial de expandir la inversión para contrarrestar los impactos de la recesión. No hubo acá nada de deficiencia, de gasto política ni de “degenerados fiscales”. Hubo la decisión de aplacar efectos de recesión vía inversión pública. 

En esta misma línea se puede destacar otros aspectos. Si se analiza el gasto por finalidad y función, vemos que los Servicios de Seguridad cayeron en Misiones 38%, pero lo hizo en -49% la media regional del NEA. El gasto en Servicios Sociales, por su parte, se contrajo 17% en Misiones pero -31% en la región. Dentro de estos, en Salud fue -9% en Misiones pero -29% en NEA; en Promoción y Asistencia Social -1% en Misiones pero -45% en NEA; en Ciencia y Técnica -7% Misiones y -58% en NEA; en Vivienda y Urbanismo, Misiones incrementó en 92% pero la media del NEA fue de -28%, algo parecido a lo que se ve en Agua Potable y Alcantarillado: +68% la provincia y -31% la región. Por último, en lo referido a los Servicios Económicos, crecieron en Misiones 17% pero cayeron en el NEA 46%. 

Como conclusión, se puede afirmar efectivamente que Misiones se ajustó, pero no tanto como lo exige en paradigma libertario. Misiones no terminó con superávit no por ser ineficiente, sino por priorizar un camino que permita recuperarse de manera más rápida y sostenible. Misiones no le hizo caso a Milei, a diferencia de otras administraciones provinciales que cacarearon mucho pero no dudaron un segundo en aplicar, en sus distritos, un ajuste aún más fuerte que el nacional.  

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Ajustaron con empresas el mecanismo para pagar la tarifa eléctrica en tres cuotas

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En marzo y abril el ministro de Hacienda mantuvo reuniones con representantes de las cooperativas eléctricas y Energía de Misiones para avanzar en la puesta en marcha del programa de facilidades de pago que permite a todos los usuarios residenciales, comerciales y productivos cancelar sus facturas de energía en tres cuotas sin interés con tarjeta de crédito y para algunos sectores con cheques.

La posibilidad de acceder al beneficio estará vigente hasta el 30 de junio y contempla a los usuarios de todas las categorías de Energía de Misiones y de las cooperativas eléctricas adheridas, quienes podrán abonar las facturas del mes corriente con tarjeta de crédito de Banco Macro en tres cuotas sin intereses.

Durante la reunión también se definió la modalidad disponible para empresas del sector forestal y del Cluster de Mandioca autorizadas que no cuenten con tarjeta de crédito, quienes podrán abonar con cheques a 30, 60 o 90 días sin interés. Para acceder, las empresas interesadas deberán solicitar autorización a la prestadora del servicio antes del vencimiento de la factura.

En un contexto en donde algunos usuarios han registrado fuertes incrementos en sus boletas de energía, junto a los representantes de las cooperativas prestadoras del servicio se coincidió en continuar monitoreando regularmente el impacto de la tarifa nacional en los consumos de las distintas categorías de usuarios y evaluar cómo seguir acompañando a cada sector durante este proceso de estabilización de las tarifas.

También se seguirá atentos a los cambios tarifarios del precio en el Mercado Eléctrico Mayorista Nacional, que por el momento no tendría incrementos en su precio.

De los encuentros participaron presidentes y autoridades de Energía de Misiones, Ministra de Acción Cooperativa, el Subsecretario de Obras y Servicios Públicos, de la Cooperativa Cainguás, Cooperativa Alto Uruguay, Cooperativa Electricidad Eldorado, Cooperativa Luz y Fuerza de Libertador General San Martín, Cooperativa Eléctrica Oberá y Cooperativa Dos de Mayo.

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Safrán aclaró que Misiones no recibió fondos adicionales de Educación

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Frente a publicaciones y declaraciones que circularon recientemente, el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, aclaró que Misiones no recibió fondos adicionales destinados al área educativa.

Según detalló el ministro, el 7 de marzo pasado, a través del DNU 231/24 se dispuso la prórroga del artículo 7° de la Ley N° 26.075, en concordancia con lo dispuesto en los artículos 9° y 11 de la Ley de Educación Nacional N° 26.206 y sus modificatorias, legislación que de acuerdo a la política educativa nacional asegura el reparto automático de recursos a los ministerios de Educación u organismos equivalentes de las provincias y municipios con el objetivo de cubrir gastos a la educación. Esta ley es la que establece destinar el 6% del PBI a la educación.

Estos fondos bajo ningún concepto pueden ser considerados “adicionales”, sino que están contemplados dentro de la coparticipación bruta. En la información que publica periódicamente el Ministerio de Economía de Nación, estos fondos figuran de manera desagregada, lo que reviste una cuestión presupuestaria o contable pero no impacta en la situación financiera actual de la Provincia.

“Si observamos la distribución de los recursos correspondientes a la Coparticipación Federal asignados a Misiones durante marzo,  en los días posteriores a la prórroga del Artículo 7 referido a la Ley de Financiamiento Educativo, la provincia no mejoró sus ingresos diarios. Por ejemplo, el 15 de marzo recibió bajo el concepto de de Coparticipación bruta $5.295.260.517,77 pero el 20 de marzo recibió $3.866.560.693,59, incluyendo en dicho monto la distribución diaria de la Ley de Financiamiento Educativo, con lo cual queda demostrado que no se trata de fondos “adicionales”, explicó Safrán.

Solo en salarios docentes del Consejo General de Educación y del SPEPM sumaron en marzo $19.702 millones, con lo cual lo afectado por Ley de Financiamiento Educativo no alcanza ni siquiera para cubrir el pago del salario de los docentes, sin incluir el Fondo Provincial de Incentivo Docente (FOPID). Quedando demostrado que Misiones destina más del 6% del PIB para la finalidad Educación, que es lo que busca la Ley de Financiamiento Educativo

“En una situación en la cual las finanzas públicas de Misiones se ven seriamente afectada por los recortes presupuestarios ordenados por el Gobierno Nacional es importante aclarar que no hay una asignación de recursos “adicional”, sino que, al contrario, los fondos que los misioneros deberían recibir por derecho propio en razón de la Coparticipación Federal son cada vez menores”, remarcó Safrán. 

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Bolsillo: el Ahora Misiones+21 sigue hasta el 30 de noviembre

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El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, confirmó la continuidad, al menos por un mes más, del programa Ahora Misiones+21, que tiene un doble beneficio, para cuidar el bolsillo y potenciar el consumo en los comercios adheridos.

El programa que ofrece reintegros de hasta el 41% en compras en comercios misioneros y la posibilidad de financiar las compras 1, 3, 6 y 12 cuotas sin interés continuará vigente hasta el 30 de noviembre.

El Ahora Misiones+21 tiene financiación de la Nación, además del aporte provincial y resultó el que más ventas genera, por el importante reintegro y la posibilidad de congelar las cuotas en tiempos de alta volatilidad inflacionaria. Entre enero y julio generó ventas por 7.590.613.692,78 pesos. En 2022, en tanto, había movilizado el consumo con operaciones por 6.990.313.360,34 pesos.

El Ahora Canasta, el otro programa que tenía financiamiento nacional, en cambio, fue reemplazado por el reintegro del IVA, puesto en marcha por el ministro de Economía, Sergio Massa, que redondea un 21 por ciento, con un beneficio aún mayor al 17 por ciento que promediaba el plan misionero.

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Safrán: “Con la dolarización el puente se dará vuelta y los comercios fronterizos volverán a cerrar”

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En las elecciones de este domingo se enfrentan dos visiones políticas, pero particularmente, económicas, que ineludiblemente tendrán un impacto en Misiones distinto al resto del país. La oposición propone la dolarización o un bimonetarismo, propuestas similares al modelo de la década de los 90, con consecuencias que se sintieron en todo el país, pero distintas en Misiones, una provincia de frontera.

“Lo que voy a decir no es ningún invento, ni estoy maquinando una fantasía, sino tomando la experiencia de lo que le pasó a Misiones en la Convertibilidad, que fue una dolarización porque teníamos un peso convertible con un dólar, con un tipo de cambio fijo. ¿Y cuál fue la consecuencia? La consecuencia fue que pasamos a ser caros, nos transformamos en una provincia cara con respecto a Paraguay y Brasil. Los locales de los comercios en zonas fronterizas estaban cerrados. Iguazú era un pueblo fantasma en la década del 90, y no había comercios porque era imposible competir con los precios de Foz de Iguazú. Lo mismo pasaba aquí, con Posadas-Encarnación y en general, eso también se replicaba en todo el resto de la provincia. Entonces una provincia que no era competitiva en materia de precios, donde los argentinos iban a Paraguay o Brasil, y los paraguayos y brasileños no podían venir a Misiones porque no teníamos precios baratos, los comercios cerraban y despedían a sus empleados, teníamos alta tasa de desempleo. Lo que venimos diciendo hace un tiempo atrás de que el puente se va a dar vuelta. Hoy tenemos una provincia inundada de brasileños, paraguayos, extranjeros gastando, dejando su dinero en la provincia, generando fuente de trabajo, y esto se va a dar vuelta. Y también va a pasar con las empresas exportadoras, es decir, hoy una empresa que exporta derivados de la industria forestal, el papel, el té, el tabaco, no van a poder exportar porque no habrá  un buen precio competitivo. Eso va a generar graves inconvenientes en las empresas que exportan, van a tener que despedir personal, con lo cual, evidentemente la dolarización no es positiva. Miremos también a la experiencia de otros países, de Ecuador, de Panamá, del Salvador, también es lo mismo.

En paralelo se habla también de abrir importaciones…

Sí, y no hay que irse muy lejos. Cuando se abrió la importación de fenólicos brasileños en el año 2016, preguntémosle a cualquier industrial de la madera cómo estuvieron seis meses, ocho meses parados, cuando no se podía vender la producción porque entraba un fenólico barato de Brasil, porque en ese momento el dólar estaba muy barato. Lo mismo pasó en su momento con la fábrica Dass, que quedó con 300 empleados solamente, porque se inundaban de zapatillas importadas y era imposible competir en ese momento. Entonces, una dolarización, sumada a una apertura de la economía realmente puede ser fatal para cualquier industria, para cualquier comercio de Misiones.

La experiencia de la convertibilidad duró 10 años, con resultados muy malos para Misiones… ¿Imagina ese mismo escenario? Sí, es que va a ser así. Cuando uno toma, por ejemplo, inclusive lo que pasó con Ecuador, con Panamá, con El Salvador, que son economías dolarizadas, no son economías industrializadas. Ninguna industria puede existir porque no son competitivas. Panamá depende del canal, el 25% del PBI es los ingresos que genera el canal de Panamá y después alguna industria agrícola que puede ser el maní o la exportación de banana, que es alguna producción que pueda tener, pero ninguna industria que genere valor agregado puede desarrollarse en esos países. Los trabajadores de Ecuador se van, se mudan a Colombia, a los países vecinos a trabajar porque en Ecuador o en Panamá o El Salvador no se consigue trabajo.

Los dos principales candidatos de la oposición hablaron del turismo. Una calificó como “plancito” al Previaje y el otro quiere eliminar el Ministerio del Turismo. ¿Qué podría pasar en una actividad clave como es el turismo para Misiones con estas decisiones?

La economía de Misiones tiene una participación del turismo muy importante, arriba del 10% del producto bruto. Estamos hablando de una actividad de mucha relevancia en nuestra economía. Sacar el Previaje, como proponen tanto Bullrich como Milei, va a tener un efecto muy negativo, porque hoy muchas familias de todo el país utilizan el programa, en especial en los feriados largos o en épocas especiales. Y vemos la ocupación hotelera que tenemos, no solamente en Iguazú, sino en Posadas, en Oberá, en El Soberbio, en cualquier localidad de la provincia, tenemos muy buena ocupación hotelera a partir de un programa turístico que realmente fomenta una actividad que hay que aprovechar.

No es el caso de Misiones que no depende tanto de la coparticipación, pero sí de otras provincias. Habla también de eliminar la coparticipación. ¿Qué significa eso en la práctica? ¿Qué impacto podría tener en la economía de las provincias?

La consecuencia de eso puede ser terrible, pero para la economía en general. ¿Cómo pagamos a los policías, a los maestros, a los trabajadores de la salud? En realidad, las provincias quedamos liberadas de la ley de Coparticipación. Porque la ley de Coparticipación es una ley convenio, donde la Nación se sentó con todas las provincias y dijeron bueno los impuestos directos son de las provincias, los indirectos son impuestos compartidos, pero hacemos un pacto que para que no haya sobrecarga de impuestos a la actividad privada. Que la Nación cobre estos impuestos, que la provincia cobre éstos, y de esa forma distribuimos el reparto de los recursos. Ahora, sí de manera unilateral el Estado nacional te corta la coparticipación, las provincias quedamos liberadas y podemos empezar a cobrar otros impuestos que, nosotros no queremos, pero nos veremos obligadas para compensar una quita unilateral que haga el Estado Nacional.

Pero muchas provincias se funden.

Sí, sí, hay provincias que sí. A nosotros, por ejemplo, un régimen así nos va a beneficiar porque nuestra actividad económica genera más impuestos de lo que recibimos. Es decir, Misiones hoy genera tres veces más de impuestos que se lleva la AFIP y después vuelve solamente un tercio de eso. Si Misiones los recaudara, nos quedaríamos con tres veces de ese impuesto. Para otras provincias va a ser muy distinto. Otras provincias, reciben más de lo que producen y ahí sí van a tener algún tipo de problemas para poder financiarse.

¿Por qué cree que vuelve esa idea de la ola privatizadora nuevamente al debate de la economía de la Argentina?

No creo que sea un tema que la sociedad esté planteando, porque si uno le pregunta a la gente si está de acuerdo con privatizar Aerolíneas, o YPF, o cualquier sociedad importante del Estado, la gran mayoría de los argentinos no está de acuerdo con eso. Creo que entra como parte de un programa electoral, como parte de “liberar” la economía y reducir la participación del Estado. Pero la verdad que no es un tema que tenga tanto consenso en la sociedad. Tal vez, cuando fue allá la década 90, cuando se privatizó Entel, que era una empresa ineficiente, o Aerolíneas, que también era una empresa ineficiente, podía tener consenso la sociedad, porque la verdad que el Estado no prestaba buenos servicios en esas empresas, pero hoy tenemos buenos servicios, o sea, hoy tenemos abastecimiento de combustible, tenemos buenas líneas aéreas en todo el país, y si se privatizan estos servicios, la verdad que la calidad puede llegar a caer.

¿Por qué cree que habría que votar a Sergio Massa este domingo? Porque usted es uno de los que se ha puesto, si quiere, la campaña al hombro y me gustaría que lo diga. ¿Cuál es la clave de por qué elegir a Massa?

Es muy difícil hacer una campaña hoy con Sergio Massa porque le toca estar a cargo del ministerio de Economía, en un proceso donde se está viviendo una de las más altas tasas de inflación de los últimos años. Pero, en realidad no es culpa de él.  Si hubiera sido Bullrich, Milei o cualquiera ministro de Economía de este tiempo, sería igual. La inflación de la Argentina tiene que ver con la escasez de dólares. O sea, una brutal sequía en La Pampa húmeda, la más grande de los últimos 50 años, que generó una escasez de 20.000 millones de dólares, está provocando que el dólar sea escaso y esta disparada del tipo de cambio que arrastra los precios de la economía. Entonces, Massa está haciendo bien, los deberes en materia de bajar el gasto público, en materia de no emitir para financiar el déficit fiscal, pero esto ya fue un tema externo a él que no lo pudo, por supuesto, nadie lo pudo haber resuelto.  Massa en cambio, para el futuro tiene, para su gobierno, y ya estamos cerrando el año que viene, un programa económico para generar los dólares que faltan en la Argentina, y que genere el crecimiento sostenido, con un programa exportador para que las economías regionales se exporten, para que La Pampa húmeda vuelva a exportar, para que Vaca Muerta genere los dólares que hoy el país necesita y con eso estabilizar la economía. Con un buen programa fiscal y monetario y los dólares que el país hoy no tiene y que va a tener con esto que quiere hacer Sergio Massa, la economía va a volver a crecer. Qué es lo que le hace falta al país. Las otras recetas parten de un error de diagnóstico, es decir, creer que hoy la inflación de la Argentina es porque se gasta mal o porque se emite, es equivocado. Va a llegar Milei a la presidencia, va a bajar el gasto público, va a recortar la emisión y la inflación va a seguir porque no está resolviendo el tema de fondo que son los dólares que la Argentina hoy no tiene. Entonces, el único que nos garantiza un programa de crecimiento sostenido es Sergio Massa.

¿Cuánto hay que esperar? ¿Un año?  para que se estabilice la economía.

Y el año que viene, porque el año que viene ya vamos a tener mejores ingresos de Vaca Muerta, ahorro de dólares por la importación de energía también por Vaca Muerta y la cosecha gruesa que va a empezar los primeros meses del año que viene. Entonces, a partir de los primeros meses del año que viene, cuando ya los dólares se comiencen a generar, ahí el tipo de cambio se va a estabilizar y todo va a empezar a transitar de manera mucho más normal.  Hay que darle un plazo de gracia, pero hay que entender, esto es como la medicina, si el médico te diagnóstica mal, te da un remedio que no te hace bien, te va a perjudicar. Entonces tanto Milei, como Bullrich están haciendo un error diagnóstico de la economía de la Argentina. Están diciendo que la inflación es por el mal gasto de la economía, por la emisión monetaria, cuando el problema está en que no tenemos dólares.

El lunes pasado, en la sede de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, mantuvo una reunión con Manuel Amores, presidente de la CCIP; Jorge Lindheimer, vicepresidente; y Fernando Vely, prosecretario de la entidad, para abordar una agenda de acciones que permitan seguir fortaleciendo al sector comercial posadeño.

Con respecto a los Programas Ahora, las autoridades de la CCIP propusieron la puesta en marcha de un nuevo programa, Ahora PyME, destinado a fomentar la compra entre empresas misioneras a través de financiación sin interés con el apoyo del Banco Macro y el Gobierno provincial. Desde la CCIP también solicitaron la implementación de un nuevo programa dedicado exclusivamente a la compra de neumáticos que mejore las condiciones de financiación y reintegro que actualmente ofrecen los programas Ahora Misiones y Ahora Misiones +21%.

Por otra parte, coincidimos en la necesidad de continuar impulsando acciones de capacitación en Educación Financiera, Marketing, Administración, Control de liquidación de Tarjetas, y otras herramientas comerciales cuya difusión permite seguir potenciando el comercio local; y abordamos la agenda de trabajo con respecto a la organización del programa especial Posadas Mágica, que se realizará en el mes de diciembre.

“También analizamos la coyuntura política a nivel nacional, destacando la importancia de la elección a Presidente del próximo domingo y las consecuencias que podría tener para Misiones. Sergio Massa asegura la continuidad y el fortalecimiento del programa Ahora Misiones +21%, una herramienta que con certeza no seguirá en vigencia bajo un Gobierno nacional encabezado por candidatos como Javier Milei, que está en contra de los subsidios, o Patricia Bullrich, que no tiene previsto implementar programas de fomento al consumo”, señaló el ministro de Hacienda.

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