“La nueva usina conocida popularmente como Sulzer, va a posicionarse como una obra valiosa e inigualable para la expansión capitalina con un crecimiento económico sustancial y visible posteriormente en la calidad de vida de sus pobladores”. La descripción es de los años 60’ cuando fue inaugurado el imponente edificio, aunque es llamativamente trasladable a estos tiempos.
Entrar a la antigua usina es hacer el ejercicio de comprender la historia que se escribió en esa estructura de cemento a la que muy pocas personas tenían acceso, y lo que pretende ser hoy. Un espacio destinado a la cultura que espera ser el centro de encuentro de la región.
Afuera, el sonido por momentos abrumador de obra mezclado en tierra roja, caños, desniveles y medidas de seguridad. Adentro, un penetrante olor a aceite, combustible, humedad, pasillos y un subsuelo oscuro de paredes deterioradas.
Vayamos un poco atrás en el tiempo. Un informe de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam recuerda que con la firma del tratado entre la Argentina y Paraguay para la creación de la Entidad Binacional Yacyretá en 1973 y por las obras, la cota del río Paraná sube y poco a poco varios barrios fueron trasladados dejando a la usina en soledad.
Quedó finalmente en desuso en 1996, cuando Posadas se incorporó al Sistema Interconectado Nacional y se estableció una Estación Transformadora en San Isidro, en el sur de la ciudad.
La primera planificación territorial de Posadas, quedó sin efecto en 1999 con la inauguración del primer tramo de la costanera, y la que anteriormente era pensado como zona industrial, se convertiría en un lugar de recreación y esparcimiento para locales y turistas.
Más tarde, en 2011 y con la suba de la cota del río Paraná, el terreno colindante fue nivelado con tierra dejando parte de la obra escondida a la vista. Así se convirtió en un depósito de almacenamiento de materiales e insumos para la empresa Energía de Misiones.
La usina quedó finalmente en desuso en 1996, cuando Posadas se incorporó al Sistema Interconectado Nacional y se estableció una Estación Transformadora en San Isidro, en el sur de la ciudad
La estructura pasó de ser el centro de generación de energía para los habitantes de Posadas a un mero edificio desgastado y al que esos mismos habitantes dejaron de darle importancia.
La usina se acostumbró, pero nunca se resignó y por eso es que hoy tiene una nueva oportunidad, y abrirá sus puertas para que propios y ajenos la redescubran y disfruten.
Con un 60% de avance de obra, se emplaza un gran centro cultural que conservará la fachada original mientras que su interior se transformará en un espacio multifuncional con salas de exposiciones, microcines, gradas móviles, áreas técnicas, espacios para conferencias, un museo en donde se exhibirán las piezas originales de la usina, y una terraza gastronómica. Todo, con una vista inmejorable en plena Costanera y en simbiosis con el río Paraná.
El Arquitecto, Sergio Bresiski titular de la Dirección de Arquitectura y la Ingeniera Civil, Vanesa Morales de la Dirección Provincial de Vialidad, explicaron a Economisque para enfrentar el desafío de las inundaciones y mantener el edificio en funcionamiento, se diseñó un lago artificial que rodeará el edificio creando un efecto visual de suspensión.
En junio de 2020 se aprobó la ley impulsada por Carlos Rovira, para declarar Monumento Histórico Provincial a la fachada del edificio de la Usina Eléctrica Sulzer de Posadas
El techo fue completamente reemplazado y contará con un sistema de reutilización de agua de lluvia que alimentará el lago el que a su vez podrá apreciarse desde un gran puente de acceso que atravesará el edificio pensando como un paseo que permitirá contemplar la obra, junto a grandes canteros con árboles que le aportarán el verde a la zona.
“Tenemos 60% de avance de obra tanto en el exterior como en el interior del edificio en simultáneo, lo más importante es que se completó el ciento por ciento del drenaje, hay mucha obra de ingeniería técnica que viene a drenar todo lo que brota de las napas subterráneas, eso nos permitió avanzar. En los talleres metalúrgicos se está trabajando en las aberturas, vidrios y se está evaluando la compra del piso. Desde mi punto de vista será la obra por excelencia que tendrá Misiones y la región, ya sea por su ubicación, por el rescate de un lugar histórico que representa gran parte de la historia de Posadas. Toda la obra va a generar un microclima dentro de la Costanera porque en cada uno de los canteros va a tener flora autóctona, la idea es contar con un mini Jardín Botánico en la Costanera”, detalló Bresiski.
Una joya de la arquitectura local está próxima a encender su propia luz para seguir transformando la realidad de una ciudad en constante crecimiento.